Wednesday, March 12, 2014

Homenaje a Francesco Di Giacomo y BANCO DEL MUTUO SOCCORSO


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR MENDOZA.

Francesco Di Giacomo, inmenso trovador de la música progresiva italiana e inapelable frontman de BANCO DEL MUTUO SOCCORSO, falleció en un accidente de tráfico el pasado mes de febrero. Nuestro homenaje póstumo a esta figura tendrá lugar al modo de un repaso de los tres primeros discos de la susodicha banda BANCO DEL MUTUO SOCCORSO, la cual puede presumir de haber iniciado su currículum fonográfico con tres obras maestras sucesivas… así, sin anestesia ni paliativos, tres obras maestras sucesivas: “Banco Del Mutuo Soccorso”, “Darwin!” e “Io Sono nato Libero”. Nada mal para un grupo formado en 1969 por los hermanos Gianni y Vittorio Nocenzi, ambos teclistas, dentro de una línea de rock melódico con ciertos elementos beat. Comenzando como quinteto completado por un guitarrista (Gianfranco Coletta, luego Claudio Falco), un baterista (Franco Pontecorvi, luego Mario Acchilli) y un bajista (Fabrizio Falco), finalmente el grupo llegó a su formato definitivo con las ulteriores membrecías del guitarrista Marcello Todaro, el bajista Renato D’Angelo (también aportando al contrabajo y la guitarra acústica), el baterista-percusionista Pierluigi Calderoni y el vocalista Francesco Di Giacomo. Gianni y Vittorio terminaron repartiendo responsabilidades con el primero tocando pianos, clarinete y pícolo, y el segundo encargándose del órgano, los sintetizadores, el clavicordio, el clarín y el vibráfono. Adicionalmente, Vittorio resultó ser el compositor más prolífico de la banda. La esencia estilística del sexteto en esta gloriosa juventud consistía en una amalgama perfecta de exquisita elegancia y aventurera extravagancia: se podía advertir, de forma relativa, las conexiones con referentes foráneos como EMERSON, LAKE & PALMER, GENTLE GIANT y GENESIS, pero sin duda que este grupo enarbolaba orgullosamente la bandera de la sensibilidad mediterránea y las diversas tradiciones académicas de su madre patria, además de un prototipo muy personal en lo que se refiere a su posicionamiento específico dentro de la escena progresiva del momento.


A inicios de 1972 salió a la venta el homónimo disco debut de BANCO DEL MUTUO SOCCORSO, cuya cubierta tenía forma de hucha, la misma que aparecía dibujada. La actitud tan original de presentar el formato físico de este disco se corresponde idóneamente con las continuas explosiones de creatividad que se vierten a lo largo de su repertorio, desplegando mil formas de luminosidad musical desde la primera nota de la primera canción hasta el último hálito de la última pieza. ‘In Volo’ es un preludio palaciego un tanto picaresco donde Vittorio y Francesco intercambian saludos, abriendo así la puerta a la vitalidad rotunda de ‘R.I.P.’, una canción de temática pacifista arropada bajo un punche rockero vibrante que se despliega fluidamente a través de su cuerpo central. La última sección de ‘R.I.P.’ consta de un lamento reflexivo redondeado con una efímera coda rockera que nos golpea de una forma concisa y poderosa. ‘Passaggio’ es un bello solo de clavicordio al estilo barroco, el mismo que está ornamentado con ruido de pasos y tarareos. Tras este interludio, emergen las dos canciones monumentales del álbum: ‘Metamorfosi’ e ‘Il Giardino Del Mago’. Ambos tema exhiben ambiciosos juegos de énfasis y expansión de ciertos motivos definidos, además de fastuosas ingenierías donde los instrumentistas arman impecables ilaciones de atmósferas diversas. Coincidiendo ambas piezas en dar espacios preferentes a la expresividad dramática, ‘Metamorfosi’ se orienta más hacia un colorido envolvente mientras que ‘Il Giardino Del Mago’ se inclina más hacia lo misterioso y lo oscuro. ‘Traccia’ cierra el disco con un tenor festivalero, manifestado con una melodía patentemente celebratoria sostenida sobre las cadencias de batería y piano mientras el grupo entero corea la melodía central.


Sin terminar todavía el año 1972, BMS volvió a la carga con su disco conceptual “Darwin!”, el cual se centraba en la teoría darwinista de la evolución del hombre. Si los niveles de intensidad creativa seguían intactos respecto al disco debut, el esquema sónico mostró una mayor amplitud con la introducción del sintetizador Moog y una mayor presencia de maderas y percusiones tonales en las armazones de varios de los temas que conformaban el disco. Allí seguían la grandiosidad del canto de Di Giacomo, las amalgamas de los teclados de los hermanos Nocenzi como base de la instrumentación general, las sofisticadas armazones rítmicas y el impoluto manejo de diferentes atmósferas y climas emocionales. El tema de apertura, ‘L’Evoluzione’, es para dejarnos con la boca abierta desde las capas iniciales de órgano hasta el último instante del fade-out del sintetizador. En medio, tenemos una ilación de hermosos motivos que van de lo ceremonioso a lo aguerrido y de lo sutil a lo pomposo, una ilación desarrollada con el más excelso sentido de arquitectura progresiva que se puede esperar de una obra maestra. Y eso que recién estamos hablando de la primera canción del álbum, pues cuando pasamos al jam jazz-psicodélico basado en las interacdiones de los teclados en ‘La Conquista Della Posizione Eretta’, y de allí al ejercicio de jazz relejante de salón que es ‘Danza dei Grandi Rettili’, seguimos complaciéndonos con esa particular forma de belleza extravagante que anteriormente mencionamos como marca de fábrica de BMS. ‘Cento Mani E Cento Occhi’ nos devuelve a la vitalidad magnífica e inteligentemente tortuosa que previamente había marcado a ‘L’Evoluzione’, pero esta vez con un espacio de expansión más conciso. A medio camino entre la prestancia majestuosa de ‘L’Evoluzione’ y la forma moderadamente libre de ‘La Conquista Della Posizione Eretta’ se sitúa ‘Miserere Alla Storia', tema que incluye un imperdible soliloquio un tanto burlón a cargo de Di Giacomo. Entre estos dos temas ostentosamente expresionistas se sitúa la entrañable balada ‘750,000 Anni Fa ... L'Amore?’, centrada en el piano y cuya temática poética refleja la ruptura entre el ser humano y el eslabón perdido dentro de un contexto amoroso trágico – parece mentira cómo un argumento aparentemente tan absurdo puede, en manos de estos genios del prog italiano, convertirse en una reflexión sobre la inaccesibilidad de las cosas que se perdieron para siempre. Esta canción, con justa razón, se ha convertido en una de las más emblemáticas de la trayectoria del grupo. “Darwin!” se cierra con ‘Ed Ora Io Domando Tempo Al Tempo Ed Egli Mi Risponde ... Non Ne Ho!’, una serenata folclórica en ¾ que mezcla colores circenses y cadencias de vodevil, mostrando así actitudes simultáneas de resignación e ironía ante el prospecto del fin definitivo de una época.


Publicado en 1973, “Io Sono Nato Libero” fue el LP diseñado para cumplir con la difícil misión de suceder a “Darwin!”… y vaya si cumplió cabalmente con tan titánicamente exigente misión. De hecho, para nosotros se trata del mejor disco de toda la historia de BMS. También es justo señalar que BMS se encontraba en un momento especial de su carrera, pues fue justamente durante la grabación de este disco que el guitarrista original Marcello Todaro desempeñó sus últimas funciones como integrante del grupo, entrando Rodolfo Maltese en su reemplazo no solo para tocar guitarras, sino también para aportar labores a la trompeta y al corno en sucesivos trabajos. Atestiguamos, pues, el surgimiento del sexteto clásico de BMS. Y además… también nos topamos con una portada de antología: la parte superior de la cubierta tiene forma redonda como si se tratara de una cúpula enrejada. ¡Genial!


Yendo al repertorio de “Io Sono Nato Libero” en sí, el balance general es que este disco cosecha la siembra musical de los dos antecesores, enriqueciendo aún más la vitalidad sonora inherente a la banda con una aumentada presencia de los sintetizadores y una apertura a más campos de acción para la instalación de recursos experimentales cuando el grupo los considere necesarios. Esto último se capitaliza de forma espectacular en la pieza de entrada ‘Canto Nomade Per Un Prigioniero Politico’, la cual dura 15 ¾ minutos y encapsula en muchos aspectos la máxima expresión de la magia grandiosa que caracteriza a BMS como figura señera de la primera generación progresiva italiana. Las coloridas orquestaciones a través de las cuales dialogan y se retan los instrumentos (guitarra, bajo, piano, órgano, sintetizadores, vibráfono), las delicadas variantes temáticas que nos recuerdan tanto a los paradigmas de ELP como de GENTLE GIANT, pasajes de predominio percusivo que ostentan aires de fusión tribal, extraños duetos de guitarras acústicas (a veces pastorales, a veces blueseras), efectos cósmicos de sintetizador, todo ello conectándose en un flujo sonoro que finalmente deriva en una coda sinfónica espectacular bien encuadrada ente las bases de piano y las fanfarrias duales de sintetizador y guitarra. Toda esta vitalidad tan incendiaria y juguetona surrealista de ‘Canto Nomade Per Un Prigioniero Politico’ necesita de una contraparte, y ésta viene de la mano de la cálida balada folclórica ‘Non Mi Rompete’, otra canción innegablemente clásica dentro del repertorio global de BMS. Aunque esta canción está inmersa en una ambientación serenamente reflexiva, tanto el canto de Di Giacomo como la estructura de la instrumentación revelan un aire de optimismo cándido, la cual se realza en los últimos parajes merced a un hermoso solo de sintetizador que parece emular el canto de aves en un bosque. La segunda mitad del disco está principalmente ocupada por dos composiciones de largo aliento, ‘La Città Sottile’ y ‘Dopo… Niente È Più Lo Stesso’. La primera de éstas ostenta un aura romántica con ocasionales vistazos a dimensiones oscuras del corazón: nada siniestro cuando no predomina la expresividad romántica, solamente misterioso con una delicada actitud sombría. Por su parte, la segunda de estas canciones se arma en torno a un vitalismo más sofisticado, extravagante sin dejar de mostrar una sempiterna exquisitez. Esta canción puede muy bien definirse como el enlace entre la sección cantada de ‘Canto Nomade Per Un Prigioniero Politico’ y los elementos más fastuosos del disco precedente “Darwin!”. Casi como volviendo por un rato al espíritu central de ‘La Città Sottile’, el breve instrumental ‘Traccia II’ aporta un broche de oro ceremonioso al disco.


Éste ha sido nuestro repaso general a la magistral trilogía inicial de BANCO DEL MUTUO SOCCORSO. Es una terrible pena que nuestro motivo para hacer aquí este repaso haya sido la partida definitiva de Francesco Di Giacomo, pero… los testimonios de su genio creativo y de quienes fueron sus compañeros de aventuras progresivas en BMS quedan sempiternamente registrados en la leyenda perpetua del rock progresivo italiano. 


Muestras de BANCO DEL MUTUO SOCCORSO.-
750,000 Anni Fa ... L'Amore?: https://www.youtube.com/watch?v=_nS4Kxjx1CA
Canto Nomade Per Un Prigioniero Politico: https://www.youtube.com/watch?v=rtxQ7CFpZuk
La Città Sottile: https://www.youtube.com/watch?v=8JCFpZ5yFto

4 comments:

Anonymous said...

Magistral homenaje a Banco. Sigue así, casi todos los días visito tu blog :)
Para mi, Darwin es el mejor disco de BMS, es una cuestión de gustos.

César Inca Mendoza Loyola said...

Gracias por tu comentario: sea como sea, coincidimos en lo esencial, que se trata de una trilogía genial.

Un abrazo desde la nublada Lima.

Pepe said...

Gracias Cesar por el excelente articulo-homenaje a Francesco!

César Inca Mendoza Loyola said...

Gracias a todos por su interés en esta humilde reseña triple personal sobre estos discos legendarios del viejo prog italiano.