Saturday, July 19, 2014

El nuevo despertar progresivo de RODRIGO SAN MARTÍN


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy es el turno del más reciente trabajo de RODRIGO SAN MARTÍN, músico argentino dedicado a esto del rock progresivo en una agenda de 24/7 con sus discos solistas y sus participaciones respectivas en los grupos VANISHED FROM EARTH y SOULS IGNITE. “A Lullaby For Mankind”, publicado en su propia página de Bandcamp en el primer día de enero pasado [http://rodrigosanmartin.bandcamp.com/album/a-lullaby-for-mankind], es su cuarto trabajo solista, y como amante que es de los discos conceptuales, pues éste también lo es: su temática un tanto apocalíptica se traslada a una ilación de canciones y pasajes instrumentales que se enfilan hacia una dinámica combinación de sinfonismo de espíritu moderno, prog-metal y guiños ocasionales a las viejas escuelas del rock progresivo. Los nexos estilísticos con su trabajo precedente “Eyes” son fáciles de advertir, pero cabe resaltar que, debido a la habitual utilización de duraciones restringidas, cada pieza del repertorio funciona como un capítulo dentro de una narración englobante que dura poco más de 40 minutos: lo más usual es que el núcleo melódica de un tema se complete con uno que le precede y/o el que le sucede. El nutrido bloque de colaboradores de SAN MARTÍN en este disco – mientras él se hace cargo de las guitarras eléctricas, acústica y española, algunos teclados, vibráfono y pads – incluye a las vocalistas Jelena Perisic y Canela Sol, su colega teclista Fernando Refay, el bajista Robert Lynch, el baterista Michael Black, y varios más. Repasemos ahora los detalles de “A Lullaby For Mankind”.


La díada de ‘A Lullaby For Mankind (Intro)’ y ‘A Lullaby For Mankind II’ instaura una alucinante secuencia de sonoridades y dinámicas ostensiblemente coloridas en base a una ágil confluencia del clásico legado de unos ELP y las modernas tendencias elaboradas por gente como SPOCK’S BEARD y KARMACANIC. El canto de se encarga de transmitir las aristas más líricas de la visión musical de SAN MARTIN, preparando así el terreno para la irrupción del electrizante ‘The Skies Fall Down I’, tema donde el ensamble se aproxima a los estándares del prog-metal. Por su parte, ‘The Masterplan’  se deja arropar por tenues atmósferas etéreas a través de una ceremoniosa aura de sobriedad. Así las cosas, la secuencia de ‘Intermission I’ y ‘The Dark Ages’ se encarga de devolvernos al colorido y la pomposidad tan esenciales para el ideal progresivos: ‘Intermission I’ establece una mezcla peculiar (y muy breve) de estilizaciones sinfónicas y grooves jazzeros, mientras que ‘The Dark Ages’ nos remite a una vitalista aproximación a las facetas más enérgicas del lenguaje progresivo en una sólida confluencia de sinfonismo y prog-metal (un poco afín a la banda compatriota WILLIAM GRAY), incluso incorporando un talante dramático a las intervenciones cantadas. ‘Colonization’ irrumpe a continuación para introducir unos sorprendentes aromas a lo Latin-jazz, lo cual resulta idóneo para que cuando llegue el turno de ‘Intermission II’, el flujo de la ilación melódica se maneje con debida pulcritud a despecho del patente aumento de energía expresiva que tiene lugar. ‘A Lullaby For Mankind III’ vuelve al motivo de la Parte II y la adorna con nuevos quiebres temáticos.

La secuencia de ‘Two Children Are Born’ y ‘He’s Here’ supone la instauración de un nuevo momentum de luminosidad rockera, un nuevo ejercicio de estilizaciones fastuosas cimentadas sobre una claridad melódica patente. ‘No One Knew’ sigue por esta senda luminosa y absorbe su buena dosis de teatralidad musical referida a varias de las canciones precedentes. ‘Mass’ y ‘The Sky Falls Down II’ son sendos interludios que aportan interesantes recursos de variedad al asunto: el primero consiste en un canto operático mientras que el segundo se explaya en una agilidad rockera directa y vibrante. Los últimos pasajes de este segundo interludio elaboran una explosiva fastuosidad que desemboca en ‘For Everyone To See’, canción encargada de brindarnos poco menos de dos minutos de serenidad contemplativa antes de que emerja el último lapso de musicalidad incendiaria. En efecto, las dos partes de ‘We Will Drown In A Sea Of Ignorance Until We Evolve Into Something That Can Turn It Into Oxygen’ encapsulan una buena síntesis de los elementos de sinfonismo y prog-metal que han venido imponiéndose a lo largo de todo del repertorio nuclear del disco. Terminando con ‘Coda’, el álbum se cierra con tonalidades Floydianas en base a las delicadas armonizaciones de piano, guitarra y piano eléctrico, siendo así que los arpegios y fraseos se dejan caer cuales gotas de rocío al atardecer.

“A Lullaby For Mankind” es, en resumen, una nueva muestra auténtica y bien elaborada de la visión progresiva que proyecta RODRIGO SAN MARTÍN como núcleo esencial de su concepto del rock artístico.


Muestras de “A Lullaby For Mankind”.-

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