Thursday, July 30, 2015

Una mirada a LA GRAN PÉRDIDA DE ENERGÍA

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy es tiempo de presentar a LA GRAN PÉRDIDA DE ENERGÍA, uno de los grupos más notables de la escena post-rockera argentina. Conformado por los guitarristas José Delgado y Salvador Barcellandi, el bajista - Hernán Aguilar y el baterista Lisandro Marquez, este cuarteto con tan peculiar nombre se formó a inicios del año 2007 en Villa La Angostura (en la provincia del Neuquén). En esa época, estos jóvenes inquietos grabaron y publicaron de forma independiente su EP “Volvemos En 10 Años”, y eso fue todo. Más bien… por el contrario, eso no fue todo, pues en el año 2010, los cuatro músicos se reencontraron en esos misteriosos e impredecibles recovecos múltiples que se despliegan en el camino de la vida: repartidos en lugares cercanos (Buenos Aires, La Plata y Palomar), los músicos se dieron fácil maña para coordinar su reunión, volver a la actividad de tocar y componer nuevo material, cosa que se terminó concretando en la grabación de su primer CD de larga duración, el mismo que lleva como título el nombre de la banda. “La Gran Pérdida De Energía” se publicó a inicios del 2012, y es el disco que pasamos a reseñar en esta ocasión.



 
‘El Mes Del Viento’ da inicio al repertorio con un despliegue de etérea musculatura que, al estar articulada dentro de un esquema rítmico lento, genera una aureola de densa languidez, logrando así remecer la mente del oyente desde el punto de partida con una melancolía otoñal. Trabajando en esa misma languidez pero brindándole un poco más de calidez a la manera del anuncio de las primeras luces primaverales en los últimos días de otoño, ‘Balsa’ navega fluida y sostenidamente sobre aguas serenas bajo el signo de los japoneses MONO, notándose también algún aire de familia a EXPLOSIONS IN THE SKY. La excursión no es muy larga – la pieza solo dura poco menos de 4 minutos – pero el paisaje sonoro que proyectaba el grupo quedó bien asentado. Luego sigue ‘DO!’, pieza que nos remite a un evocativo punto intermedio entre el RADIOHEAD del “OK Computer” y el MOGWAI de los primeros discos: la cuidada arquitectura armónica de los guitarreos porta un talante razonablemente ágil por obra y gracia del groove elaborado por la dupla rítmica. Durando poco más de 9 minutos, ‘Bajo El Manzano’ es el segundo tema más extenso del álbum. Su estrategia sonora va por la línea de MONO, siendo así que su vibración melódica tan bien dibujada se beneficia, en ciertas ocasiones puntuales, del empleo de un swing jazz-progresivo: es en esos instantes que el legado de esa leyenda llamada INVISIBLE se nos viene a la cabeza. Luego sigue ‘De Los Que Viven Bajo El Agua’: en su primera sección, sigue explorando esa vitalidad contenida y envolvente que hemos disfrutado en la pieza precedente; en la segunda sección, el grupo decida intensificar las cosas y desarrollar un híbrido de psicodelia progresiva y post-punk, lo cual implica que el cuarteto ejerce una soltura vitalista muy eficaz para renovar la ilación del repertorio.

Durando poco más de un minuto, ‘▲’ es un soundscape de guitarra que abre la puerta al arribo de ‘Asia’. Esta pieza capitaliza el vigor expresivo que había signado a ‘De Los Que Viven Bajo El Agua’ y lo lleva hacia una electrizante exhibición sonora que ostenta muchas huellas propias del paradigma space-rockero: podemos describir esta pieza como un borrador de un tema incompleto de MONO que cayó en manos de la gente del grupo escandinavo CAUSA SUI y le hizo un arreglo completo propio bajo la guía de un integrante de EXPLOSIONS IN THE SKY. Siendo la pieza más extensa del álbum con sus 11 minutos de duración, ‘Diente De León’ también está a cargo de finalizar el repertorio del mismo. Debido al amplio campo de desarrollo musical que el grupo se otorga para la ocasión, el cuarteto se regodea en ahondar en los núcleos temáticos utilizando su nervio expresivo con muy buen criterio. Tenemos una sección inicial sostenida sobre un lento compás de 3/4 donde lo lírico se impone con convincente sutileza, seguida de una segunda sección en la que el grupo se explaya en un atractivo delirio extrovertido, más metido en el estándar de la psicodelia progresiva que el post-rock per se. Dura demasiado poco, pero esta sección determina que la siguiente, retornada a un clima lánguido y meditabundo, ostente una robustez atrapante y vitalista: los juegos armónicos de las guitarras duales portan una sofisticación efectiva, guiando sobriamente a la instrumentación global hacia lo que parece ser el remanso final. Pero no… todavía hay algo más para el cierre: un broche rotundo donde se realiza algunas asperezas mágicas en los guitarreos cuales últimos destellos de luz solar antes del definitivo ocaso. Un muy buen cierre para este estupendo disco que es “La Gran Pérdida De Energía”.


 
Es recomendable anotar el nombre de este disco y el del grupo en cuestión, pues la gente de LA GRAN PÉRDIDA DE ENERGÍA sigue activa, y de hecho, en los últimos meses de 2014 publicó su tercer trabajo bajo el título de “El Otro Continente”, un EP publicado por el sello Fuego Amigo Discos. No hablaremos de él en esta ocasión pero sí aprovecharemos todo lo dicho sobre “La Gran Pérdida De Energía” para recomendar a todo seguidor de las nuevas vanguardias del rock a mantenerse atento a lo que hace esta banda que lo último que hace es sufrir de pérdida de energía.
 

Muestras de “La Gran Pérdida De Energía”.-
De Los Que Viven Bajo El Agua: https://lagranperdidadeenergia.bandcamp.com/track/de-los-que-viven-bajo-el-agua-2
Diente De León: http://lagranperdidadeenergia.bandcamp.com/track/diente-de-le-n
El Mes Del Viento [vídeo-clip]: https://www.youtube.com/watch?v=fXHvsGuNwc8

 

Tuesday, July 28, 2015

La ofrenda confluyente de MONTIBUS COMMUNITAS y Ø+YN


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

En esta ocasión recordamos el momento en que el colectivo peruano MONTIBUS COMMUNITAS y el argentino Ø+YN sumaron esfuerzos en una comunión de vanguardia sonora radical para gestar el ítem fonográfico “Offerings For The Destroyer”. Esta asociación se concretó en algún momento de la segunda mitad del año 2013 con Bryan Buckt [flautas de Pan, tambura, chachas y canto], Matías Zanotto [guitarra acústica, campanas, quena y platillos], Pablo Picco [violín, campanas y platillos] y Gustavo Valerga [sitar, campanas, chacchas y canto]… además de un desconocido espontáneo que aportó también algo de percusiones e invocaciones demoníacas. Lo que tenemos en “Offerings For The Destroyer” es un extenso jam en clave de acid-folk psicodélico titulado ‘Prepare Bhang At Dawn’, el mismo que se elaboró en el contexto de un festival de música experimental que tuvo lugar en Lima ; el lugar fue el Círculo Bar, en el distrito de Barranco, y Luis Alvarado fue el encargado de registrar la susodicha actuación. El concepto que sustenta el jam registrado aquí se expresa en estas palabras: I salute you, that sown the first seed of Ganja, from which grows my knowledge of you. I've left the world behind and, looking inside myself with red eyes, I live you in the intoxication.” Estas palabras aparecen registradas tanto en la edición de casete (publicada en abril del 2014 por Sky Lantern Records) como la de CD (publicada por Reverb Worship).

Con un drone que se instaura de manera fluida y convincente, las cosas se ponen en marcha con un llamado de flauta y los primeros matices de sitar y tambura, siendo finalmente estos dos últimos instrumentos los que van asumiendo el rol protagónico mientras se arma una primera sección relativamente definida. El violín aparece en el paisaje con la intención de brindar una etérea musculatura amenazante por un buen rato, cosa que hace por vía de una eficaz estrategia minimalista. No importa si empieza a estructurarse algo, pronto se da una labor de descoyuntamiento guiada por las vibraciones aleatorias de las percusiones, lo cual genera una sensación de estar preparándonos para una inminente revelación cósmica que destrozará todas las certezas de nuestros esquemas mentales habituales. Una segunda sección definida consiste en una danza guiada por la flauta de Pan, lo cual simboliza un momento de exaltación mental ante lo que parece ser la celebración del acceso a un conocimiento superior… un trance que necesita también de intervenciones vocales para dar a entender el entusiasmo del momento, un trance que gradualmente aumenta su grado de frenesí rítmico. Al llegar a la frontera del minuto 21, el trance termina para abrir paso a la preparación de una próxima explosión emocional rotunda: los juegos vocales que se reparten emisiones onomatopéyicas y gemidos neuróticos regulan una nueva danza, esta vez de almas poseídas por una luz misteriosa. Poco antes de llegar al minuto 27 ½, el ensamble vuelve a las proyecciones aleatorias para llevarnos a un lugar parecido al del principio de este viaje musical, y de hecho, allí se queda hasta el final. De este modo se cierra el círculo, pero además, cabe señalar que estos últimos minutos están signados por una relajación densa: es como si al regresar al punto de partida el espíritu estuviera cargando con las huellas vivas de las ideas y experiencias absorbidas durante el trayecto.


Con esta ocasional colaboración que supuso “Offerings For The Destroyer” se abrió un camino muy particular dentro de la evolución de la vanguardia sudamericana, algo muy significativo para la trayectoria de MONTIBUS COMMUNITAS y la magia de Ø+YN: esta ofrenda supuso indudablemente un éxtasis místico traducido al arte del ruido.



MACONDO: “El Eterno Retorno”, otra vez


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy volvemos a centrarnos en el primer disco grabado por el grupo prog-psicodélico peruano MACONDO, “El Eterno Retorno”, el cual fue publicado originalmente en su red virtual de Bandcamp (enlace: http://macondo.bandcamp.com/album/el-eterno-retorno) a fines del año 2011. Este mismo disco fue reseñado a inicios del año siguiente en nuestro blog (enlace: http://autopoietican.blogspot.com/2012/02/macondo-ingreso-y-eterno-retorno-la.html), y la razón por la cual lo volvemos a traer a colación aquí es que en tiempos recientes ha recibido su muy esperada edición física. En efecto, el cuarteto conformado por Camilo Uriarte [guitarra y voz], Iván León [bajo y voz], Ricardo Barreto [guitarra] y Alonso Mejía [batería y percusión] publicó en la primera mitad de junio este ítem, por vía del sello Cuaderno Roto. A propósito, en el estado actual del perfil de Facebook del grupo, los integrantes de la banda responden sucesivamente a los apodos de “Adolfo”, “Pepe”, “Ponny” y “Leandro”. 


Transcribimos ahora el cuerpo central de esa reseña del 2012: “Al iniciarse ‘S. W. Bebop’, el carácter filudo de los arpegios de las dobles guitarras nos pone ya en posición de alerta ante el despliegue de garra que se avecina, y en efecto, el cuarteto pone toda la carne en el asador con su ágil manejo de alternancias entre pasajes agresivos y otros más comedidos, articulando inteligentes variantes rítmicas a medida que avanza el sofisticado desarrollo de los motivos: esta electrificación psicodélica establece fuertes líneas de parentesco con el post-metal. El segundo tema, ‘Retorno’, comienza con una calma grisácea, aparentemente lánguida, pero que en realidad oculta una furia que pronto habrá de surgir de forma sólida y clara: el canto ayuda a asentar la susodicha furia. El grupo refuerza su esencia psicodélica añadiendo matices noise al asunto, así como algún talante cercano al post-punk en el pasaje instrumental de cierre. La primera composición de duración ambiciosa del álbum es ‘Realidad / En Las Puertas Del Infierno’, una pieza que dura 12 minutos. Su línea sonora es potente, emparentada frontalmente con las sazones post-metaleras que ya se habían hecho presentes en ‘S. W. Bebop’ y amplificando su explosividad, además de utilizar riffs y matices de inspiración stoner con un pulso firme y musculatura incandescente. ¿Un híbrido de ISIS, GURU GURU y BLACK SABBATH con participaciones invitadas de LEE RANALDO y STEVE HILLAGE? Así parece que podemos describir la estructura formal de lo que se desarrolla en esta pieza. Después de este hiperbólico e intenso incendio sónico, siempre viene bien que ‘Antes De Partir (Memorias De La Batalla)’ aporte un giro hacia climas un poco más ligeros. La pieza se focaliza en una vibración rockera frontal, ágilmente capitalizada por la estructura rítmica sostenida por la dupla Jiménez-León; el canto es aguerrido, completando así un cuadro sonoro de colaterales afinidades post-punk. Los últimos 13 minutos y medio del álbum están ocupados por ‘Crónicas De Un Dulce Naufragio’, pieza que se desarrolla a través de una interesante ilación de variados motivos que transitan entre la psicodelia pesada, la vibración neurótica del KING CRIMSON 73-74 y un furioso talante stoner, además de un lisérgico pasaje de orientación post-rockera que se ubica en el primer tercio como proceso de incubación para lo que seguirá después. El grupo se siente cómodo explayándose en el clímax conclusivo, alargándolo con consistencia hasta llevarlo a una conclusión grisáceamente relajante.” 



Nada ha cambiado hoy respecto a lo que dijimos aquí sobre “El Eterno Retorno” en su momento: nos sigue pareciendo una estupenda carta de presentación de parte de MACONDO, un cuarteto esencial para la actual vigencia de la avanzada rockera peruana dentro del siempre activo underground limeño. Cerramos esta reseña de evocación con un enlace de la pieza que precisamente cierra el álbum:  https://www.youtube.com/watch?v=sTl2Pfi7NeA

Saturday, July 25, 2015

OZRIC TENTACLES. un nuevo viaje a los lugares sagrados del space-rock progresivo


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

La gente de OZRIC TENTACLES vuelve al ruedo con un nuevo trabajo fonográfico particularmente ambicioso: se trata del álbum doble “Technicians Of The Sacred”. Ed Wynne, la figura perpetua de la banda, ocupa sus roles usuales a la guitarra y el sintetizador, mientras que su esposa Brandi Wynne se hace cargo del bajo. Además, su hijo Silas, quien responde al nombre artístico de Silas Neptune, toca el sintetizador y algo de saz. La dupla de Balázs Szende (a la batería) y Paul Hankin (a las congas, bongós y otros implementos percusivos) aporta un sólido factor humano a los esquemas rítmicos exhibidos a lo largo de los dos volúmenes de “Technicians Of The Sacred”, en los cuales también se hacen notar los recursos cibernéticos. Publicado en mayo pasado por el sello Madfissh (sucursal de Snapper Music), es el primer álbum doble de los OZRIC TENTACLES desde aquel lejano y legendario “Erpland”, que data del año 1990. El grupo se ha tomado un tiempo de cuatro años desde que lanzó sucesivamente los álbumes “The Yumyum Tree” y “Paper Monkeys”. Desde su estudio ubicado en alguna montaña del estado de Colorado, el grupo ha estado revitalizando su enfoque masivamente electrónico del space-rock contemporáneo, pero con el gran incendio del año 2013, el trabajo con sus nuevas composiciones se debió demorar un poco más de lo previsto. Pues bueno, ahora que tenemos a este nuevo trabajo en nuestras manos, notamos un consistentemente reforzado modernismo musical en cuanto al peso de los sintetizadores dentro de los sucesivos enclaves sónicos: repasemos ahora los detalles de ambos volúmenes de “Technicians Of The Sacred” (adelantamos que el segundo es nuestro preferido).


‘The High Pass’ es la pieza a cargo de abrir el primer volumen y lo hace exhibiendo un colorido cautivador e intenso con una fastuosa espectacularidad. Al iniciarse las cosas con esos golpes de iniciales de platillos y esas inmensas capas sintetizadas al estilo del TANGERINE DREAM 79-80, el terreno está sólidamente asentado para que el ensamble se regodee en una magnificencia cósmica donde los teclados se apoderan de casi todo el encuadre integral…. hasta que en la sección final entra en acción la guitarra para ostentar una agilidad filuda, logrando así que el núcleo temático alcance un punto climático inapelable. ‘Butterfly Garden’ porta un vigor parecido al del primer tema pero el aspecto electrónico está aún más reforzado a fin de resaltar los matices orientales de la idea central de la pieza. Las imágenes de incansables aleteos de millares de pequeñas criaturas en un jardín donde las plantas y flores se agitan por causa de la brisa primaveral encuentra en esta maraña de sonidos el equivalente perfecto. Se engarza de inmediato el tercer tema, ‘Far Memory’, el cual le da un refrescante enfoque jazz-rockero al asunto merced al swing sobriamente sofisticado que arma la triada rítmica, aunque los aportes de los sintetizadores y la guitarra siguen siendo fieles al paradigma space-rockero que el grupo ha venido madurando desde inicios de los 90’s. Con la dupla de ‘Changa Masala’ y ‘Zingbong’, la banda vuelve a prodigarse en climas ágiles y texturas electrónicas de inspiración exótica, incluso incorporando algunos casuales pasajes motivados por el dub-reggae. En el caso particular de ‘Zingbong’, notamos una elaboración más exhaustiva del desarrollo temático y un talante un poco más pomposo; esto último ayuda bastante a asentar el terreno para el arribo de ‘Switchback’, la pieza más larga del primer volumen – dura casi 10 ¼ minutos – y también la que lo cierra. Lo que tenemos en ‘Switchback’ es un ejercicio consistente de grooves llamativos y bailables, muy a tono con el paradigma del STEVE HILLAGE de las dos últimas décadas y media (space-rock reconvertido en trance jazz-progresivo). En algunos momentos, el grupo trabaja unas síncopas más reposadas en base a los loops permanentes con el propósito de crear texturas envolventes a modo de variantes estructurales. La pieza dispone en sí misma de una arquitectura temática férrea pero el grupo se da buena mañana para mantener su vitalidad a lo largo del amplio margen de acción que se regala.


El segundo volumen se abre con ‘Epiphlioy’, tratándose de la pieza más extensa de toda esta obra con sus 11 ¾ minutos de duración. Dado que el saz ocupa un rol proficiente dentro del entramado instrumental, eso permite explorar el lado étnico con particular fruición, incluyendo el manejo de compases inusuales. También hay ciertos pasajes un tanto más agresivos en los que la dupla de batería-percusión y los guitarreos se conjugan a la hora de sostener la robustez expresiva del momento. Dicho sea de paso, en esta pieza encontramos uno de los mejores solos de Ed: en general, se instaura como un cénit inapelable del álbum. A continuación sigue ‘The Unusual Village’, el cual sigue explorando a fondo el modelo del krautrock electrónico a la par que abre espacios para algunas proyecciones enérgicas de la guitarra. Los samplers de teclado y guitarra incorporan ornamentos inspirados en el Medio Oriente. Tenemos aquí el matrimonio perfecto entre el TANGERINE DREAM de fines de los 80’s, el STEVE HILLAGE contemporáneo y el paradigma de TREY GUNN. ‘Smiling Potion’ comienza con un groove contenido, dando vueltas a un swing exótico que se deja arropar por masivas capas y adornos de sintetizadores. Más adelante, el swing se intensifica y abre paso a un esquema rítmico donde lo ritual y lo festivo se fusionan con total fluidez, generando así un clímax muy efectivo. ‘Rubbing Shoulders With The Absolute’ se explaya en una mezcla de dub-reggae y trance, lo cual hace que la banda vuelva a apelar a ciertos enfoques que habían sido predominantes en el primer volumen. Durando poco menos de 10 minutos, ‘Zenlike Creatures’ cierra el repertorio global exhibiendo una dinámica ágil en base a una idea central muy sencilla con claros ribetes del Extremo Oriente. Una vez más, tenemos que las bases, secuencias y ornamentos de los sintetizadores ocupan un rol absorbente, siendo así que la dupla rítmica – mostrando por enésima vez su gran ingenio y gran pulso – carga sobre sus espaldas la labor de gestar una calidez integral para el bloque instrumental en pleno. Siendo así que la vitalidad persistente de esta pieza se apoya en un compás inusual con tendencias jazz-fusionescas, la dinámica ágil que mencionamos hace un momento adquiere ribetes de sofisticada estilización. Teniendo en cuenta que su esplendor sónico no es tan ampuloso como el de ‘Epiphlioy’ ni tampoco ostenta una robustez rockera como otros temas precedentes, se puede decir que ‘Zenlike Creatures’ es un broche diseñado para instalar un epílogo con talante contemplativo.

 

Todo esto fue el repertorio de “Technicians Of The Sacred”, un disco diseñado para motivar matices refrescantes dentro de un paradigma compactamente delineado como es el de los OZRIC TENTACLES. Este grupo ya tiene un discurso centrado desde hace tres décadas, por lo que cada nuevo disco tendrá no la misión de abrir vías nuevas insospechadas de expresión sino crear nuevas capas de expansión sonora para dicho discurso. “Technicians Of The Sacred” resulta, por sobre todas las cosas, una obra bien lograda dentro del space-rock progresivo de nuestros tiempos.


Muestras de “Technicians Of The Sacred”.-


Wednesday, July 22, 2015

La segunda travesía progresiva de H7G


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

La escena progresiva costarricense se viste de gala con el nuevo disco del cuarteto H7G: el segundo trabajo de la banda se titula “La Nave De Los Locos”, el mismo que fue publicado a fines del primer mes del presente año 2015. Ignacio Duarte [guitarra], Charly Fariseo [teclados y efectos], Mario Duarte [bajo] y Mariano Vidor [batería y Theremín] han logrado gestar una obra amena y estimulante. La estructura musical de este nuevo álbum se distingue en varios detalles de la del álbum debut “Esclavo De La Máquina” (el cual data del año 2012): los desarrollos temáticos tienden a ser menos expansivos, teniendo en cuenta que la pieza menos extensa del primer disco duraba poco menos de 7 ½ minutos mientras que la más extensa del nuevo apenas supera la barrera de los 7 minutos; hay más presencia vocal, siendo instrumentales solamente 2 de las 7 piezas; hay una mayor presencia de recursos de aspereza rockera a lo largo del esquema integral del repertorio. Con todo, nada de esto significa que H7G hayan renunciado a sus ideales de rock complejo con esencia progresiva, solamente que han decidido darle un nuevo giro a sus inquietudes creativas para darle un aire fresco a su aún joven vigencia. De hecho, el encuadre de “La Nave De Los Locos” es conceptual, centrándose en las actitudes y personalidades de personajes dementes ficticios.    


‘Cápsula’ pone a enrumbar esta nave musical con un groove llamativo que no tarda mucho en abrir paso a ornamentos y quiebres rítmicos sofisticados, alternando pasajes de jazz-rock pesado y de space-rock con una pasmosa fluidez. La sección final explota como un volcán lleno de fastuosa furia, gestando sonoridades incandescentes cuya fuerza se beneficia de una ingeniería bien articulada por los cuatro músicos. Ésta es la primera de tres canciones en las que el guitarrista Ignacio asume el rol de vocalista (las otras son la #3 y la #4). Luego sigue ‘Pumalión’ para llevarnos a un ejercicio de psicodelia progresiva moderna, con algunos tintes stoner que emergen para encauzar ingeniosamente los momentos de mayor intensidad expresiva. Es en esta canción donde el baterista Vidor asume por primera vez el rol de vocalista (la otra será la #6). ‘Niña Collage’, la tercera pieza del disco, porta unas vibraciones estilísticamente conectadas con la línea de trabajo plasmada en el disco debut: música progresiva químicamente pura que articula las influencias de la vieja escuela progresiva en sus dimensiones más épicas, la primera generación del prog-metal (DREAM THEATER, FATES WARNING) y su buena cuota de swing jazz-rockero. ‘Bambi Woods’ completa un balance creativo entre el prog-metal y la psicodelia progresiva: hay un interludio en el que la batería arma un esquema rítmico que tiene algo de tribal, el mismo que logra enfatizar el turbio colorido del solo de guitarra (uno de los mejores de todo el repertorio). La sección final ostenta un frenesí inexorablemente feroz. El quinto tema es el que justamente lleva el título del álbum, y al igual que ‘Niña Collage’, porta directamente la herencia de “Esclavo De La Máquina”, con las salvedades de que la presencia de ornamentos cósmicos de los sintetizadores tiene mayor peso en la amalgama grupal y que el nivel de sofisticación musical no es tan desafiante. El rol protagónico que orgullosamente ostenta la primera guitarra sirve como guía perfecta para focalizar el centro temático con buen pulso; por otra parte, también disfrutamos de unas excelentes intervenciones del bajo que crean un colorido especial dentro del groove a la par que conecta el esquema rítmico con la riqueza melódica diseñada para la ocasión.


Ya nos vamos acercando al final del disco cuando emerge ‘Vladis (Di Blassio)’, el cual entra de lleno a la pesadez estilizada propia del DREAM THEATER 89-95, y tal vez, también del paradigma de los alemanes VANDEN PLAS. El groove de la dupla rítmica es simplemente fabuloso; bueno… es verdad que tiene un desempeño formidable a lo largo de todo el disco, pero en esta pieza nos parece que se luce de una forma especial. Los últimos 7 minutos del álbum están ocupados por ‘Marlon Random’, el otro tema instrumental del disco. Dominado por un esquema jazz-rockero con colaterales tintes hard-progresivos que se van armando sobre el camino, el tema comienza con un groove sereno donde la placidez se enseñorea con un nervio asertivo; más adelante, el tema vira hacia un esplendor aguerrido sobre un groove intenso, y es allí donde la garra de la guitarra y los ornamentos cósmicos de los sintetizadores logran hermanarse en un juego de sonoridades contundentes. La coda viene con un efecto de sintetizador que tiene algo de tenebroso, casi recordándonos a los delirios abstractos del TANGERINE DREAM 72-73: posiblemente se trata de un retrato musical del desvariado viaje mental de los lunáticos. En fin, ésta fue la experiencia de “La Nave De Los Locos”, un disco buenísimo con el que H7G siguen completando una más que interesante travesía surcando los mares del mundo progresivo contemporáneo. La verdad que vale la pena subirse a esta nave y dejarse llevar por la imaginación: ¡disco recomendado!


Muestras de “La Nave De Los Locos”.-


Sunday, July 19, 2015

KENNEDY: un resurgimiento de las cenizas bajo la luz del sol naciente


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Desde Japón llega el trío KENNEDY para poner su grano de arena dentro de la producción progresiva mundial del año 2015. Esta organización progresiva compuesta por Izumi Mutsuhiko [guitarras], Yasuda Takashi [batería] y Wolfram “Wolli” H. Alber [teclados] ha publicado en febrero pasado el disco titulado “Triangle Motion” a través del sello King Records. Este grupo no es nada novato: por el contrario, sus dos primeros discos – y únicos hasta ahora – datan entre los años 1986 y 1988. El grupo se formó en el año 1983 bajo la iniciativa conjunta del guitarrista Izumi Mutsuhiko y el teclista Kenji Konishi, terminando por convertirse en un cuarteto de guitarra-teclado-saxo-batería con la mira puesta en cultivar una mezcla de jazz-rock melódico y rock progresivo. Con la temprana muerte de Konishi en un accidente de tráfico a poco de salir al mercado el segundo álbum de la banda, ésta se desintegró. Lo que tenemos ahora con el KENNEDY del nuevo milenio es un trío de guitarra-teclado-batería motivado a retomar el proyecto y darle un brío nuevo dentro de un paisaje renovado en consonancia con el desarrollo actual de varias áreas del género progresivo.

Ocupando los primeros 4 ½ minutos del álbum, ‘Reddo Sutōn’ pone en marcha con un fulgor rotundo donde la magia del sinfonismo clásico – al modo de un híbrido entre UK y el WAKEMAN del “Criminal Record” – impone una estilización decisiva a una idea musical básicamente inspirada en el prog-metal melódico (al estilo de PLANET X). ‘Burūsu’ vira las cosas hacia el blues-rock en cuanto al armado de la estructura rítmica pero con la pomposidad melódica esencial a la banda: se nos vienen a la mente los modelos de COLOSSEUM II y el dúo JAN HAMMER/NEAL SCHON en una cruza solemne y fastuosa. Aunque la guitarra es el instrumento principal en los solos y en el armado de las mayores bases armónicas, cabe destacar también un alucinante solo de sintetizador que se explaya con vitalista contundencia en algún lugar del medio. Con ‘Afugan Fīrudo’, el grupo decide volver a territorio de PLANET X y LIQUID TENSION EXPERIMENT con una prestancia imponente que se alimenta de temas melódicos de inspiración exótica, mientras que con ‘Kuremurin Dorīmu’ las cosas se encuadran dentro de un sinfonismo de claro talante contemporáneo, semejante al que practican sus compatriotas de PTF y KBB, e indirectamente, con influencias del modelo de UK y de la mejor cosecha de EMERSON, LAKE & PALMER. Los poco más de 6 minutos de esta pieza están perfectamente aprovechados para instaurar y enriquecer crecientemente la atmósfera central. ‘Amerika’ sigue por esta veta sinfónica pero con una mayor cercanía al paradigma Wakemaniano a la par que preserva un punche rockero llamativo (tal vez emparentado con el aspecto más extrovertido del KANSAS clásico). Así, como quien no quiere la cosa, han pasado veintisiete minutos y medio cuando llega ‘To~Uinkuringu Nasa’ para darnos 3 minutos más de placer melómano: su estrategia consiste básicamente en retomar el espíritu de ‘Reddo Sutōn’ y brindarle un gancho aún más imponente.

‘Aruru No Taiyō’ es el tema más extenso del álbum, durando casi 9 ¼ minutos. Centrándose en atmósferas ceremoniosas y épicas en base a una espiritualidad reflexiva, la pieza ostenta la lentitud de su esquema rítmico para que las abundantes orquestaciones de teclado (a medio camino entre la musculatura de un EDDIE JOBSON y las vibraciones ensoñadoras de un VANGELIS) armen el núcleo temático. Cuando surge el solo de guitarra se hacen notar las influencias de STEVE MORSE y JEFF BECK. Por su parte, ‘Toraianguru Mōshon’ vuelve a remontar el vuelo de la lava rockera en proporciones kilométricas bajo el modelo de LIQUID TENSION EXPERIMENT, siendo así que, acto seguido, ‘Supīdo Kingu’ sigue adelante con este renovado frenesí a punta de un esquema rítmico más impetuoso y un aminoramiento del factor sinfónico. Las exhibiciones de gimnasia están empleadas con la usual ostentación de estos casos, pero también sirven para dar un colorido oportuno a los motivos musicales que se ponen sobre el tapete para cada una de estas dos piezas. Mientas nos vamos acercando al final del álbum llegamos a ‘Randoseru Ginga’, una pieza netamente sinfónica que nos remite a los legados de las bandas compatriotas MAHOUJIN y DEJA-VÙ, con algunos toques añadidos de VANGELIS dentro del resultado final. El repertorio se completa con ‘Towairato Nasa’, que igualmente a lo que sucedió en ‘Randoseru Ginga’, tiene al teclado como protagonista: esta vez se trata de un ejercicio de romanticismo con algunos quiebres barrocos en el transcurso de los ornamentos, algo muy a lo WAKEMAN. Suponemos que esta seguidilla de las últimas piezas está diseñada para mostrar a “Wolli” como la figura central del ahora trío.

Como balance general, “Triangle Motion” nos parece un disco que irradia vigor, refinamiento musical y actitud excitante en dosis enormes; por todo ello, nos parece que es el pretexto perfecto para que los que aún no hayan descubierto a KENNEDY lo hagan ya, mientras que los que ya están familiarizados con su obra anterior deben estar preparados para recibir una reestructuración masiva de su propia voz progresiva. Música buena y entretenida, recomendada dentro de cualquier buena discoteca de rock progresivo contemporáneo.



Selección de muestras parciales de “Triangle Motion”: https://www.youtube.com/watch?v=pWDnPQLU2Zw

Thursday, July 16, 2015

La recarga sulfúrica de AKINETÓN RETARD


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Buenas noticias sobre el ensamble chileno AKINETÓN RETARD, algo que resulta obvio cuando la noticia implica la publicación de un nuevo trabajo discográfico de su parte: el disco que nos traen en el presente año 2015 se titula “Azufre”. El quinteto chileno conformado por Tanderal Anfurness (Vicente García-Huidobro) a la guitarra, Estratos Akrias (Leonardo Arias) al saxo tenor, Bolshek Tradib (Cristián Bidart) a la batería, Edén Ocsarrak (Edén Carrasco) al saxo alto y soprano, además de efectos computarizados, y Jay Michel Adams (Jaime Concha) al bajo, muestra en este nuevo trabajo fonográfico que conserva intacto su nervio creativo a la hora de explorar renovadores derroteros expresivos para su propuesta jazz-progresiva de vanguardia. Además de esto, el grupo revitaliza su propio legado, el cual se inició con su inolvidable disco homónimo publicado a fines del pasado milenio y cuyo último indicio concreto fue “Cadencia Urmana”, del año 2006. La hibernación del grupo ha sido un poco larga pero también es verdad que los integrantes cuentan con otros proyectos (constantes o efímeros) en sus agendas particulares: Jaime Concha es el nuevo nombre en la alineación de la banda. Las sesiones de grabación para el repertorio de “Azufre” tuvieron lugar a lo largo de tres días de inicios de julio del 2014, y por fin pudo salir al mercado en una coproducción entre la iniciativa de los mismos AKINETÓN RETARD y el sello CHT Müsik. Bueno, repasemos ahora cada uno de los siete temas que lo conforman.


Durando poco menos de 3 ¾ minutos, ‘Jason Torelli’ da inicio al repertorio del disco con una vibración bastante muscular en base a una combinación de pesadez rockera con ribetes psicodélicos y un groove jazz-rockero a medio tiempo. Si podemos imaginar a unos FULANO regulados por la legislación Crimsoniana y con ciertos aires de familia con JAGA-JAZZIST, entonces podemos hacernos una idea de cómo es esta pieza en sí. DJ Spacio aporta algunos efectos de scratches a esta pieza, y lo mismo hará con la pieza homónima más adelante. ‘Come On Lenny!!!’ sigue a continuación para mostrarnos una ambientación sónica un poco más aligerada en cuanto a lo rítmico, mientras que algunos ornamentos de los vientos y la guitarra nos llevan a factores estilísticos heredados del FRANK ZAPPA 76-79 y del KING CRIMSON 73-74. Tenemos aquí un temprano cénit del álbum, un ejercicio de dinamismos musicales tan cautivadores que el oyente de turno debe lamentar que no llegue siquiera a completar cuatro minutos de duración, pero bueno… el álbum sigue adelante con ‘La Vida Rota’. Esta pieza es ya una vieja conocida de quienes seguimos la trayectoria fonográfica de AKINETÓN RETARD. En efecto, por primera vez apareció esta canción en sendas versiones vocal e instrumental en el tercer álbum de la banda “21 Canapés”. Para esta versión de este bolero-jazz, el grupo contó con la presencia invitada de la cantante Carmen Gloria Vilches, así como la del teclista Rodrigo Rojas y la del percusionista Rodrigo Mora. Alejándose del tropicalismo criollo y surcando los mares hacia las costas occidentales de África, la banda elabora una sabia mezcla del estándar del afro-rock-fusión (OSIBISA, WAR) y el WEATHER REPORT pre-Pastorius con ‘Afrobó’, un tema que tiene tanto de exuberante como de neurótico. La magia musical invertida en ‘Afrobó’ porta un gancho innegable e inapelable, simultáneamente creando un clima de electrizante tensión para el enraizamiento de los arreglos rítmicos y el despliegue de los ensamblajes y solos de los metales. Nos parece indudable que aquí tenemos un segundo cénit del álbum… ¡y además, la novedad de ver al baterista Bidart aportar una segunda guitarra al ensamble!

  

Tras la tensión llega la calma, una calma reflexiva y también cálida, la calma que define a la pieza homónima: sin ser totalmente ajeno a los recursos de densidad jazz-rockera con los que el grupo armó las dos primeras piezas del disco, ahora el espíritu es flagrantemente contemplativo, lo cual abre campo para el desarrollo de sucesivos solos de guitarra y saxo donde se prioriza el lirismo. Rojas reaparece como teclista invitado. Si ‘Azufre’ es otra cumbre del álbum que lleva su nombre al igual que la pieza precedente, lo es por razón de una magnificencia opuesta: se trata de un muy inspirado ejercicio de desarrollos temáticos envolventes y cadencias serenas. Nos acercamos al final del álbum cuando emerge ‘Chévere’, una pieza inundada de vibraciones celebratorias. Las cadencias inspiradas en danzas precolombinas armonizan muy bien con los efluvios psicodélicamente poderosos que se triangulan entre la guitarra y los dos saxos, algo que también funciona en ese momento cuando el esquema rítmico empieza a coquetear abiertamente con el modelo del Latin-jazz. También notamos aquí una cierta aura surrealista que posiblemente esté inspirado en el alucinado paradigma inmortal de ZAPPA. El cierre llega con ‘Loop’, el tema más extenso del disco con sus 7 minutos de duración; también es el tema de mayor proyección introvertida, pues establece una ambientación otoñal y nebulosa con esa mezcla de nu-jazz y post-rock que parece expresar la ansiedad crucial de una añoranza persistente (algo así como un TORTOISE contaminado por algunas aristas expresivas de GODSPEED YOU BLACK EMPEROR!).


Ésta fue la experiencia de “Azufre”, un disco que no llega siquiera a los 35 minutos de duración, lo cual puede parecer un poco frustrante para el oyente que se siente motivado para escuchar más… Pero lo más importante es que se trata de un catálogo repleto de vigor e ingenio, y eso es algo que siempre cabe esperar de AKINETÓN RETARD. Como dijimos al inicios de la presente reseña, tenemos buenas noticias referentes a este quinteto chileno y esperamos haber explicado claramente las razones para ello.


Muestras de “Azufre”.-


Tuesday, July 14, 2015

ACANTILADOS: música para bosques y esfinges hecha en Argentina


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Ya es hora de presentar al estupendo grupo post-rockero argentino ACANTILADOS y su trabajo “LP”, a la sazón, su disco debut. Este grupo surgido en Quilmes consta de Nicolás Aimone y los hermanos Pablo y Lucas Leal [bajista, baterista y guitarrista, respectivamente], y su actividad musical comenzó a inicios del presente decenio: su orientación artística está bien metida en los estándares del post-rock pero con suficientes dosis de ingenio y colorido como para añadir factores del space-rock, el stoner y la psicodelia progresiva con toda la comodidad del mundo. La etapa de gestación y producción de su ya mencionado disco debut culminó en el mes de setiembre del 2014, tras un proceso de mezcla coordinado por Aimone y Pablo Leal en el estudio La Caseta, y un ulterior trabajo de masterización realizado por Pablo Gil en el estudio La Siesta Del Fauno. Veamos los detalles del repertorio de este disco a continuación.


Durando casi 12 ½ minutos (la segunda pieza más extensa del disco), ‘Región De Los Lagos’ inicia el repertorio desplegando inicialmente una cadencia lánguida sobre la que el alevosamente machacante riff minimalista nos invita a concentrarnos en la faceta más reflexivamente intimista de nuestro ser. Cuando todavía no llegamos a la frontera del sexto minuto, el grupo ya está asentando su fuerza expresiva en una dosis notoria y urgente; aunque el dinamismo rítmico permanece invariable, el hecho es que la neblina inicial de la pieza ha dado paso a un esplendor luminoso que sabe imponer su magia con una autoridad nada forzada. ‘Bosques’, el siguiente tema, se encarga de explorar dinamismos más intensos y coqueteos más cercanos al viejo paradigma del stoner, algo que viene muy bien cuando se trata de sacarle el jugo al potencial más incendiario del discurso del post-rock. La tercera pieza se titula ‘Segundo’ y es la más breve del disco por “solo” dura poco más de 6 ¼ minutos. Su rol es el de hacerse eco de la polenta esencial de ‘Bosques’ y crear atmósferas que se balanceen como equilibristas aventureros sobre la frontera del post-metal: las confluencias con las propuestas de bandas como RUSSIAN CIRCLES, ISIS y RED SPAROWES (los dos primeros discos).Con estas dos piezas que acaban de pasar ante nuestros oídos cuales vendavales de pasión esotérica, el terreno está preparado para que ‘Melancolía’ regrese a la melancolía contemplativa que signó a la primera pieza con una ingeniería sónica más robusta. El trío aprovecha muy bien el campo de expansión del cual dispone ahora – la pieza dura poco menos de 11 ¾ minutos – para desarrollar variantes de motivos y de ambientes con una revitalizadora frescura, valiéndose para ello de inspiraciones en los estándares del shoegaze y del space-rock, así como algunos elementos de raigambre Floydiana (pre-“Meddle”). El clímax final es rotundo en su ceremoniosa pesadez, redondeado con una minúscula coda serena.

Mientras nos acercamos al final del disco, ‘Tres Quebradas’ vuelve a explorar esa faceta más lisérgica del trío, lo cual nos remite a aires de familia con los japoneses MONO, así como a RUSSIAN CIRCLES (una vez más). La idea es jugar consistentemente con una atmósfera particular para asegurarse de asentar debidamente de asentar los cimientos de un momentum inminente;  cuando éste llega, la banda hace gala de todo su nervio. Los últimos 14 ¼ minutos de “LP” están ocupados por ‘La Esfinge’: la pieza cumple con la misión de hacer una expresión sintética de los aspectos más explícitamente vigorosos del ideario musical de la banda mientras mantiene una dosis de evocación etérea en ciertos pasajes que sirven para poner un énfasis en lo sereno en vez de lo tenso. Esta dosis a la que nos referimos es la base para que el trío haga buen uso de sus diversas dosis de musculatura sónica en la elaboración del intermedio sutil y la ulterior conexión de éste con el fabuloso clímax conclusivo. Y así llegamos a la experiencia completa de “LP”, un disco donde la excelencia del discurso del post-rock se beneficia de una nueva frescura de la mano de ACANTILADOS. ¡Ojo a esta banda! Por lo pronto, recomendamos no solo seguirle la pista en sus acciones del futuro próximo sino la inclusión de este disco debut en nuestras colecciones privadas.


Muestras de “LP”.-


Saturday, July 11, 2015

TOUNDRA: cuarta exploración en busca del oro rojo


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

TOUNDRA vuelven a la carga por cuarta vez y lo hacen con la maestría de siempre a la hora de dignificar el ideario del post-metal dentro del gran escenario de la avanzada progresiva mundial de hoy en día. Titulado simplemente “IV”, fue publicado en febrero del presente año 2015 por el sello alemán Century Media Records, tanto en formato de CD como de LP; de esta manera, TOUNDRA se proyectan hacia un margen más amplio de público. El cuarteto que lo gestó está actualmente conformado actualmente por los guitarristas Esteban J. Girón y David “Macón” López (este último reemplazando a Víctor García), el bajista Alberto Tocados y el baterista Alex Pérez. Una de las cosas que ha logrado el grupo con éste, su cuarto disco, es algo inaudito: ocupar lugares elevados en los rankings de ventas de discos en los primeros meses del año. Otra cosa que ha gozado este cuarteto asentado en la capital española de Madrid es una gira europea que los ha llevado a escenarios de Gran Bretaña, Suiza, Francia, Alemania, Noruega, Luxemburgo y Dinamarca. Esta espiral de actividades musicales y recepciones positivas no es sino el eco de los rigurosos despliegues de energía y musculatura que la banda ha empleado en el desarrollo de los arreglos musicales que se van mostrando plenamente a nuestros oídos en una ilación imparable. A lo largo del repertorio hallamos las presencias ocasionales de invitados como Mario Zamora [teclados], Raúl Loranzo [guitarra steel], Rubén Mingo [percusión], Javier Díaz Ena [Theremin], además de un ensamble de cuerdas y bronces. Digamos ya para empezar que “IV” es todo un triunfo para la avanzada rockera española pero hasta aquí llegamos con nuestros elogios por ahora: los retomaremos una vez que hayamos repasado los detalles del repertorio y tengamos una perspectiva completa del disco que tenemos en nuestras manos. Lo empezamos a hacer de inmediato. 


Durando ¾ minutos, ‘Strelka’ da inicio al álbum comenzando con una actitud sutil y sigilosa, ideal para instalar la primera atmósfera en clave reflexiva. A poco de llegar a la barrera del cuarto minuto, la banda empieza a manifestar una soltura mayor, lo cual catapulta el desarrollo temático a una expresividad explosiva: la banda hace que esta ebullición extrovertida se mantenga dentro de un encuadre bien definido, sin sobresaltos hiperbólicos. Tras este estupendo inicio sigue ‘Qarqom’, pieza que cumple con la misión de traer recursos de agilidad con un elegante aire filudo a lo largo de un espacio de casi 10 ¾ minutos. A través de tan ambiciosa duración que se aprovecha con una buena ilación de variantes temáticas, las series de riffs y armazones rítmicas perpetradas por las dos guitarras ostentan un vigor muy electrizante, el mismo que se sostiene cohesiva y férreamente por la dupla rítmica. Algunas de sus cumbres más rotundas de ‘Qarqom’ se enfilan seriamente por la tradición del rock metálico. Tras este cénit que se instaura tan temprano, la ilación de ‘Lluvia’ y ‘Belenos’ debe darse maña para mantener el momentum solventemente… ¡y lo hace! En efecto, ‘Lluvia’ se explaya en un ejercicio de minimalismo onírico cuya base sonora apunta a lo místico mientras sus ornamentos superiores apelan a una sensación de neurosis anárquica, siempre negándose a concretar la amenazante explosión que late sin cesar; por su parte, ‘Belenos’ irrumpe para barrer de golpe toda esta neblina espiritual e imponer un fragor caluroso de mediodía donde lo vigoroso y lo cálido se funden en una sola fuerza expresiva. Lo que disfrutamos en el esquema de ‘Belenos’ es como el híbrido perfecto de RUSSIAN CIRCLES, MOGWAI y KING CRIMSON. La alternancia de pasajes explícitamente aguerridos y otros más constreñidos resulta clave para mantener la frescura de la pieza consistentemente, lo cual vale especialmente para la aureola de tensión que se manifiesta en el pasaje final. Con ‘Viesca’, el grupo da un nuevo giro al esquema del álbum cuando nos brinda un momento de solaz intimista marcado por la presencia de la guitarra acústica y arreglos orquestales de cuerdas y bronces (violines, viola, violonchelo, trompetas, trombón y tuba). Definitivamente tenemos aquí un momento de preciosismo magnífico, pero en vez de sonar pomposo, más bien suena envolvente al modo de un paisaje interior que emana desde algún rincón de la mente del ego para remodelar y renovar el colorido del paisaje externo.


‘Kitsune’ vuelve de lleno a la estrategia de llevarnos por parajes de tensa robustez y electrizante polenta por vía de atractivos juegos de riffs y desarrollos armónicos. La vitalidad sónica del cuarteto se muestra sin tapujos pero administrando siempre los momentos en los que hay que mostrarse con soltura y otros donde hay que apelar a la auto-contención a fin de motivar una expectativa en el oyente. Nos vamos acercando al final del “IV” cuando emerge ‘MRWING’, trayendo consigo retazos de densidad emocional que son heredados de algunos momentos particularmente épicos de piezas anteriores. Con un lirismo bien armado, garantiza su gancho a despecho de su corta duración. El repertorio del disco se cierra con ‘Oro Rojo’, tema que impone una brutalidad rotunda en su sección prologar. El sofisticado encuadre rítmico que elabora la batería no solo complementa sino que completa la labor de las guitarras duales en ese tremendo pasaje inicial, el cual prácticamente suena a un extraño híbrido del primer RUSSIAN CIRCLES y el IRON MAIDEN de la etapa ’82-’83. A partir de allí, el grupo alterna dinámicas etéreas con efluvios ferozmente voraces apelando a su nervio quintaesencial, un nervio que solo puede surgir de una ingeniería compartida entre cuatro mentes que conocen sus oficios individuales con la misma cercanía que su meta común integral. Sin dudas ni apelaciones, un final épico para un disco fulguroso. Todo esto fue “IV”, la nueva gozada que nos traen TOUNDRA para el año 2015. No nos cabe duda que este ensamble ya tiene tiempo que ha dejado de ser una unidad de jóvenes músicos para erigirse en un aquelarre de jóvenes veteranos, por lo que interpretamos el rol de “IV” como una nueva carta de declaración de la perpetua supremacía de dicha veteranía. ¡Disco altamente recomendado!


Muestras de “IV”.-


Wednesday, July 08, 2015

GOBLIN: un póker de ases de la tradición progresiva italiana


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

GOBLIN, el grupo italiano que prácticamente inventó el concepto de rock progresivo como invernadero ideal para bandas sonoras de películas de terror, vuelve a la carga con un nuevo disco titulado “Four Of A Kind”. ¿Cómo ignorar la relevancia que tuvieron tanto para la escena progresiva italiana como para el legado cinematográfico de los 70s sus bandas sonoras para los clásicos de Dario Argento “Profondo Rosso” y “Suspiria”? pues bueno, en “Four Of A Kind” encontramos material es nuevo de parte de estos genuinos veteranos que conforman el cuarteto activos del momento: Maurizio Guarini [teclados, órgano Hammond, clavicémbalo], Agostino Marangolo [batería, percusión, teclados adicionales] Massimo Morante [guitarras eléctricas y acústicas, bouzouki] y Fabio Pignatelli [bajo, teclados adicionales]. Pero… ¿dónde está el teclista Claudio Simonetti, quien fue co-fundador de la banda así como de la que la había precedido, CHERRY RED? Pues resulta que este GOBLIN renovado no tiene a Simonetti en sus filas, lo cual es de por sí sorprendente cuando sabemos que el rol de Guarini en los primeros álbumes de la banda era prácticamente de “teclista asistente” de Simonetti. Así las cosas, este nuevo disco de GOBLIN resulta ser una misión de reivindicación de la preservación y continuación del legado musical del grupo sin la presencia de su figura musical más fuerte, y a nivel individual, un empuje para Guarini. Da gusto saber que la campaña de financiación para la post-producción de este disco, concluida en abril pasado, llevó a buen puerto y permitió que las cosas se movilizaran con enorme prontitud para el ítem físico final.


Veamos el repertorio del disco en sí ahora. Durando poco más de 7 ¼ minutos, ‘Uneven Times’ abre al álbum con una actitud de enérgica fastuosidad desde donde los músicos se prodigan en elaborar un desarrollo temático inapelablemente colorido a través de un dinamismo melódico amante de lo denso. Tras un preludio ceremonioso que coquetea sutilmente con lo tétrico, el grupo instaura el cuerpo central con un vigor manierista que nos remite tanto a la herencia británica de EMERSON, LAKE & PALMER como a las estilizaciones modernizadas que se hallan normalmente en los discos de KARMACANIC y BRIGHTEYE BRISON. Si vemos a unos GOBLIN que se aggiornan desde el punto de partida, pues es de celebrar que lo hagan con tanto ingenio. La inclusión de un solo de saxo a cargo del invitado Antonio Marangolo añade un matiz más de colorido al asunto. La segunda pieza, titulada ‘In The Name Of Goblin’, se centra en un ejercicio de sinfonismo de vieja escuela donde las orquestaciones de los teclados y los solos de guitarra se articulan con pulcra precisión en pos del realce del bien definido motif. ‘Mousse Roll’ nos muestra una ceremoniosidad un poco menos fastuosa que la del tema de entrada, inclinándose un poco más hacia lo etéreo, especialmente por el manejo delicado de las cuerdas acústicas y las bases de teclado: con todo, es justo precisar que el ensamble sigue fielmente focalizada en desarrollar motivos y ambientes donde el sonido estandarizado de la densidad es la majestad reinante. ‘Bon Ton’ sí se mete de lleno en el tipo de oscurantismo estilizado que impregnaba las bandas sonoras más famosas de la banda, aunque siempre manteniendo esas conexiones con el sinfonismo retro que mencionamos más arriba: aires de familia con DAAL, SOLARIS y KARMACANIC hay, sin duda, pero sobre todo cabe valorar en esta pieza el manejo llamativo de su groove a medio tiempo, un factor paradigmático en los álbumes clásicos del grupo. Para esta composición de Marangolo y Pignatelli, el grupo contó con los aportes adicionales de Aidan Zammit para añadir más capas de teclado a la ingeniería sónica: de todas maneras, es la guitarra de Morante quien asume el rol protagónico en los pasajes cruciales del desarrollo temático.

‘Kingdom’ es una pieza particularmente bella que nos remite simultáneamente al esplendor imponente de ‘Uneven Times’ y la densidad etérea de ‘Mousse Roll’, y posiblemente lo más justo es describirla como el eslabón perdido entre ambas piezas. ‘Dark Blue(s)’ está, como alude su mismo título, en clave de blues, aunque la esencia de la estructura de su motif central y los ornamentos de teclado sean propios del rock sinfónico. Con los arreglos corales que emergen a mitad del camino, se crea un ambiente propio de una escena en una película de temática esotérica gótica: no se trata tanto del anuncio del arribo de una figura monstruosa sino de la expectativa ante la cercanía de un ente poderoso que, más allá de ser benévolo o malévolo, inspira respeto por su sola presencia. Explotando con fehaciente meticulosidad su refinada sensibilidad progresiva sinfónica, el cuarteto nos regala ‘Love & Hate’ mientras el disco se acerca a su fin. Tras un preludio de corte marcial y generosa en punche rockero, se instaura un motif evocativo donde las líneas de sintetizador y las armonías de piano se suceden a la hora de articular el centro neurálgico de la instrumentación global. Cuando llega el momento del solo de guitarra, Morante se hace cargo de preparar el terreno para un pronto viraje hacia una atmósfera estilizadamente tensa mientras la batería de Marangolo se prodiga en ornamentos ingeniosos y el bajo de Pignatelli crea pulsaciones vibrantes (él también añade insumos de teclados aquí, dicho sea de paso). Ocupando un espacio de poco más de 5 ¼ minutos, ‘008’ cierra el disco con un talante llamativo y marchoso: los riffs de guitarra casi parecen propios del rock duro melódico y los arreglos de teclado ostentan una gracilidad dulce al más puro estilo neo-progresivo, pero en algunos pasajes de la sección intermedia, el solo de sintetizador empieza a instaurar una polenta inspirada en la esencia de los 70s.

 

Tenemos, a fin de cuentas, un muy buen disco de prog sinfónico en “Four Of A Kind”: sin tratarse una obra maestra para el gran escenario de la música progresiva del año 2015, la gente de GOBLIN merece nuestras ovaciones por saber mantener viva la llama de su legado para enrumbarla hacia nuevos caminos modernizado de expresión sin renunciar a su particular ideología de rock artístico. Este disco tiene suficientes méritos artísticos para erigirse en un póker ganador con una escalera y una doble pareja añadidas.


Muestra de “Four Of A Kind”.-