Friday, July 29, 2016

PERUJAZZ: magia de ayer y de siempre


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR MENDOZA.

A fines del año 2015 (más exactamente, en noviembre), PERUJAZZ celebró su veteranía y sus ganas de seguir creando música nueva por partida doble: un disco titulado “Mágico” y un libro de autoría de Luis Alvarado donde se narra la historia del grupo (Chincha Saudita: El viaje musical de PERUJAZZ), además de analizar su evolución estilística y las ansias subyacentes a la visión musical que se proyectó desde el punto de partida. 30 años de trayectoria celebrados a todo dar. Para la grabación de “Mágico” – realizada en la ciudad de Los Ángeles, en Staggs Recording Studio, para luego llevar el proceso de mezcla a los estudios Eón de Bogotá – el ensamble giraba en torno al cuarteto del baterista-percusionista Manongo Mujica, el saxofonista Jean Pierre Magnet, el guitarrista Andrés Prado y el percusionista-violinista César Ballumbrosio. Con colaboradores de lujo como Álex Acuña [batería y percusiones] y Abraham Laboriel [bajo], la logística performativa quedaba completa. Es la primera vez tenemos un registro de estudio de esta leyenda viviente de la fusión contemporánea peruana con la guitarra como elemento constante del bloque instrumental, aunque ya en conciertos el grupo ha venido trabajando como quinteto (tras toda una vida como cuarteto) con la relevante presencia de Prado para completar los esquemas sónicos elaborados por el ensamblaje de saxofón-batería-percusión-bajo. Cabe señalar que ya se dio en el pasado una labor de PERUJAZZ con la camaradería del guitarrista Ramón Stagnaro en El Cinematógrafo de Barranco en el año 1991, publicado posteriormente en CD.


‘El Tren De La Vida’ da inicio al repertorio con un vitalismo rotundo y un frenesí bien orquestado desde la dupla percusiva, siendo así que el jolgorio de los músicos se traduce en una celebración electrizante del gusto de estar vivos. Más adelante, la dupla de ‘Aires De Norte’ y ‘Salón De Baile’ le sigue dando vueltas a esa espiritualidad celebratoria: la primera de estas piezas, fiel a su título, se centra en remodelar el groove de la marinera de la costa norteña peruana en un generoso espacio de poco menos de 12 minutos, mientras que la segunda se centra más cabalmente en la tradición 70era de WEATHER REPORT y RETURN TO FOREVER, claro está, con el factor latino más pronunciado para la ocasión. Esto último obliga a la tríada de batería-bajo-percusión a curtir una forma capitalizada de energía expresiva que ha de contagiar inapelablemente a las intervenciones de la guitarra y del saxofón. Antes de estas experiencias específicas se instala como segundo tema del álbum ‘Tentación’, que juega con la sensualidad cadenciosa del reggae para mostrarnos en ciertos momentos coloridos sutiles propios del folclore afro-peruano bajo una luz renovada, y en otros, variaciones osadas propias de la vanguardia fusionesca. Tal vez se anticipaba aquí algo de la magia de ‘Salón De Baile’. ‘Homenaje A “Chocolate”’, elegía al gran maestro “Chocolate” Algendones, porta un tono solemne aunque siempre vibrante, al modo de un ritual trasmundano envuelto en una niebla mística: las abundantes capas percusivas expresan magníficamente ese misticismo. Inmediatamente después sigue otro homenaje… ‘Homenaje A Pérez Prado’. Más adelante, tenemos las nuevas versiones de ‘Chincha Saudita’ y ‘King Kong’: la primera sigue mostrando su manera tan fresca de combinar esa magia tan particular de los colores arábigos con el groove incesante de los ritmos afroperuanos; la segunda reitera la vitalidad coqueta que siempre la ha caracterizado, aunque se nota claramente que la guitarra de Prado cumple con la función de llena espacios con peculiar meticulosidad.

   

En medio de ‘Chincha Saudita’ y ‘King Kong’ se instala ‘Desierto Del Alma’ para desplegar una aureola introspectiva que impone el encanto de su etérea sobriedad, un ejemplo de musicalidad en la dimensión más elegante de la expresión. El rol protagónico de las percusiones a la hora de dirigir el despliegue melódico nuclear de la pieza ayuda a gestar una aureola de exóytico encantamiento. El tercer homenaje contenido en el repertorio de este disco se titula ‘Don Amador’, emotiva composición de Prado que sirve para rendir tributo al maestro violinista y zapateador Amador Ballumbrosio, y justamente César Ballumbrosio se encarga de instaurar el motif de violín bajo el cual se arma la ingeniería rítmica y sobre el cual el saxofón ha de realizar sus sobrias florituras de turno. La vibrante sensualidad que emana del groove basado en los tradicionales ritmos afroperuanos sirve para sustentar una jovialidad tan telúrica como elegante. ‘Perú Mágico’, composición de Mujica, cierra el repertorio con una exhibición de exquisitos grooves muy en línea con la tradición del jazz-fusion (otra vez regresan los paralelos con el paradigma de WEATHER REPORT); algunos ornamentos de saxofón que acompañan al solo central aportan matices de inspiración andina, matices que luego se amplían a colores e intensidades cuando la armazón rítmica ahonda en este factor específico con nervio y gracilidad. En el concierto de presentación de “Mágico” que brindaron los PERUJAZZ en el Gran Teatro Nacional de Lima, en la noche del 14 de noviembre del 2015, estas dos últimas piezas recibieron sendas expansiones muy interesantes: al final de ‘Don Amador’, Ballumbrosio ofreció un fabuloso ejercicio de zapateo; por su parte, ‘Mágico’ fue ejecutado con un despliegue alucinante de vigor, y así tuvimos dos momentos climáticos de un concierto apabullantemente magistral. El cierre con ‘El Tren De La Vida’ fue alegría pura, una exaltación festiva que borró cualquier atisbo de melancolía anticipatoria en el momento del adiós: esta misma exaltación funcionaba perfectamente como símbolo sonoro de la vitalidad inapagable de PERUJAZZ. Para esta ocasión, el talentoso bajista Julio Zavala completaba el cuadro de Mujica, Magnet, Prado y Ballumbrosio.

Pasando ahora al libro de Luis Alvarado Chincha Saudita: El viaje musical de PERUJAZZ, se trata de un grandioso ítem que muestra un nutrido seguimiento de las biografías individuales de todos los protagonistas involucrados, así como un recuento meticuloso de la evolución continua que experimentó la armazón grupal, no faltando anécdotas interesantes y revoltosas que tuvieron lugar a lo largo del camino. En la primera sección se impone la gran figura individual de Julio “Chocolate” Angeldones, quien comenzó su trayectoria tocando bongós en el ámbito de la música tropical antes de explorar el universo de la santería en tierras tropicales, y eso forjó en él la necesidad de ver en la música algo más que entretenimiento, algo que signifique un ponerse en contacto con los espíritus. Fue de esta manera que su posición se impulsó a lo grande en la nueva generación del folklore afroperuano. También inquietos, pero en su caso con una proyección de creación musical ecléctica, Manongo Mujica y Jean Pierre Magnet se alimentaron de las fuentes del jazz, la cámara y el rock desde la temprana edad, siendo así que el segundo de éstos logró notoriedad como integrante del grupo TRAFFIC SOUND, entidad relevante para lo que fue entre fines de los 70s e inicios de los 60s la conformación de una escena de rock-fusión peruana. Mujica, por su parte, se metía en varios proyectos de experimentación en la confluencia de folklore y vanguardia académica (o neofolklore, si se le quiere llamar así), incluyendo activas participaciones de Algendones, y en medio de sus variados avatares, Mujica tuvo la fortuna de conocer al bajista Enrique Luna, recién regresado de Chile y ya con una amplia experiencia en la escena jazzera del país vecino. Todos ellos estaban destinados a converger en un solo lugar, el designio del destino estaba claro para el cuarteto original de PERUJAZZ. El grupo nació en 1984 bajo la guisa de QUINTETO DE MANONGO MUJICA, pasando al año siguiente a ser MANONGO MUJICA Y SU CUARTETO tras la ausencia del pianista Félix Vílchez en la primera arremetida. El primer trabajo de PERUJAZZ fue homónimo y apareció en casete a mediados de 1986, culminando así un primer paso de presentación a un público que estuvo muy receptivo desde las instancias iniciales de su propuesta.


A fines de 1986 se dio la primera gira internacional de PERUJAZZ, que abarcó varios países europeos, una jornada con muchos avatares. La jornada italiana fue particularmente intensa, con varias actuaciones tremendamente celebradas por el público y la prensa, una presentación en un programa de la RAI, y como detalle negativo, la grabación de un álbum que finalmente fue acreditado a otra gente y con títulos cambiados para los temas contenidos en él (gran estafa concretada en el año 1987 bajo el título de “Verde Machu Picchu”). Tras el regreso del grupo de Europa, Luna decidió dejarlo para regresar a su residencia chilena, siendo su puesto ocupado por el también talentoso David Pinto. El entusiasmo era grande de su parte, teniendo en cuenta cuán impresionado estaba por el sonido potente y la abundante expresión del ensamble. PERUJAZZ siguió adelante con las invitaciones a tocar en festivales del extranjero (en ciudades estadounidenses y canadienses), mientras que en la escena local organizaba eventos con los que se pretendía motivar y potencializar la aún no del todo sólida escena fusionesca. En palabras del propio Magnet, “la presencia de agrupaciones jazzísticas peruanas era mínima y en ocasiones inexistente, por lo que era necesario a veces inventar agrupaciones para que haya participación local en los festivales de jazz que él organizaba”. Otra anécdota reveladora es la referente a la renuencia de Algendones por grabar: él se sentía más activo tocando en vivo que obedeciendo a horarios y cronogramas de un estudio de grabación, y eso incluye a la experiencia de su discos solista “Chocolate Peru’s Master Percussionist”. El seguimiento de las trayectorias de los héroes de PERUJAZZ sigue con detalles sobre las diversas iniciativas musicales que fueron surgiendo en el camino (como WAYRURO y la obra solista de Mujica), y cómo no, debe haber un triste capítulo para la muerte de Algendones acaecida el 26 de julio del 2004. Tres años más tarde, PERUJAZZ grababa y publicaba el fabuloso disco doble de estudio “Mundo Nuevo”, contando esta vez con Luis Solar a las percusiones. En setiembre del 2009, PERUJAZZ organizó un concierto para celebrar su cuarto de siglo de existencia, siendo esta vez el bajista el virtuoso mexicano-hondureño Abraham Laboriel, ocupando el puesto que dejaron Pinto (para residir en California) y su sustituto Noel Marambio. Con invitados tan especiales como Andrés Prado y Alex Acuña, el show fue genialmente rutilante, siendo registrado en CD en el año 2012.

En fin, tenemos en “Mágico” y en Chincha Saudita: El viaje musical de PERUJAZZ  el doble tributo perfecto para la obra de PERUJAZZ, una obra que aún no ha dicho su última palabra.


Muestras de “Mágico”.-
Tren De La Vida: https://soundcloud.com/perujazz/el-tren-de-la-vida

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