Thursday, September 07, 2017

La música progresiva como lúdica ilusión de la mano de IL TEMPIO DELLE CLESSIDRE



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Aquí estamos para echar un vistazo auditivo a lo nuevo que nos trae la banda italiana IL TEMPIO DELLE CLESSIDRE, una de las más importantes en impulsar y preservar el sueño retro-progresivo de la vanguardia de su país en los últimos años. El título del nuevo álbum, el tercero de estudio en lo que va de su carrera, es “il-lūdĕre”, un neologismo creado por el propio grupo a partir de los conceptos de lo ilusorio y lo lúdico. El quinteto vigente de IL TEMPIO DELLE CLESSIDRE está conformado por Elisa Montaldo [teclados y coros], Giulio Canepa [guitarras eléctricas y clásica, y coros], Fabio Gremo [bajo, guitarra clásica y coros], Francesco Ciapica [voz principal] y Mattias Olsson [batería, percusiones, teclados adicionales y sonidos procesados]. ¿Ese Mattias Olsson? Sí, el mismo personaje progresivamente trabajólico que alcanzó el prestigio instantáneo como el más joven integrante de ÄNGLAGÅRD en aquellos inicios de los 90s y que ahora vemos repartido omnipresentemente en WHITE WILLOW, KAUKASUS, WESERBERGLAND, NECROMONKEY y demás proyectos.  La oferta musical de este conjunto sigue por las pautas retro-progresivas de gran musculatura y refinados desarrollos melódicos que tan buenos resultados ha brindado en sus dos discos precedentes (el homónimo del año 2010 y del año 2012), pero esta vez se nota que hay una robustez renovada y un sutil aumento de sonidos cósmicos en ciertos aspectos del sonido grupal... y claro, el principal sospechoso de que se haya dado esta situación es el baterista-percusionista sueco. En líneas generales, la presencia de la guitarra eléctrica se expande de una manera señorial mientras los múltiples teclados de la fascinante Elsa Montaldo preservan su rol como centro neurálgico del esquema de trabajo grupal. Bueno, vayamos ahora a los detalles del repertorio de “il-lūdĕre”.

 

La breve pieza ‘Le Regole Del Gioco’ (dura menos de dos minutos) abre el álbum con una atmósfera electrónica que nos remite por igual al estándar de los TANGERINE DREAM de mediados de los 70s como al FRANCO BATTIATO de la época del Pollution. Su función principal es la de crear un ambiente onírico de claros tintes espaciales desde el cual se pueda cimentar el camino la inminente instauración de ‘La Parola Magica’, una bella canción que opera como la verdadera iniciación a la experiencia de “il-lūdĕre”. Su carácter robusto y el esquema compactamente macizo que nutre a su ingeniería rítmica garantizan el disfrute de una deliciosa mezcla de lirismo bien delineado, nervio rockero y luminosa sofisticación. Con este entramado sonoro tan firmemente enraizado en el paradigma progresivo de larga data dentro de la tradición italiana se nos da grandes esperanzas para todo lo que viene después. El tercer tema del álbum se titula ‘Come Nelle Favole’ y viene a confirmar gloriosamente nuestras esperanzas más optimistas. Portando incluso una garra y un gancho más cautivadoras que las de la canción precedente, su desarrollo temático fluye con un talante marchoso que se impone por sí mismo mientras exhibe una estupenda combinación de barroquismo y rock duro. Eso sí, el arreglo estructural global tiene que ceder un poco en la sofisticación aunque teniendo en cuenta cuán geniales son los solos sucesivos de guitarra y sintetizador que tienen lugar en la sección final, este detalle no nos perturba demasiado. Durando poco más de 7 ¼ minutos, ‘Dentro La Mia Mente’ es la segunda pieza más extensa del disco. Cogiendo el impulso del retazo flotante de guitarra que había servido de minúscula coda para ‘Come Nelle Favole’, ‘Dentro La Mia Mente’ se proyecta sobre un groove funk-rockero que abre vías para que algunas vibraciones jazzeras interfieran sobria y elegantemente en una canción que está esencialmente orientada hacia el lado más cálido y celebratorio del discurso progresivo. El flujo vital de la dupla rítmica resulta tremendamente magnético mientras las bie narticuladas amalgamas de los otros instrumentos imponen el desarrollo temático con entusiasta gracilidad. Con la secuencia de estos cuatro primeros temas ya disfrutamos de una muy buena impresión de este nuevo disco, pero todavía queda más: canciones que se van a proyectar hacia otras atmósferas y enfoques sonoros.


‘Spettro Del Palco’ se aparta de los aires predominantemente extrovertidos que han venido imperando hasta ahora aunque no se trata precisamente de una canción triste o lánguida, nada de eso. Es una ceremoniosa exhibición de manierismo en combinación con romanticismo sobre un compás propio de vals sinfónico: el rol prioritario de las guitarras clásicas y los cristalinamente etéreos juegos armónicos de los teclados afianzan el carácter mayormente reflexivo de la canción, pero también hay un momento en que la densidad expresiva asciende de manera moderada. La coda de piano es simplemente bellísima, esencialmente sobria pero penetrada por una emotividad sutil. Cuando llega el turno de ‘Prospettive’, el ensamble se dispone a ahondar un poco más en las coordenadas de espiritualidad reflexiva introducidas en la canción precedente, aunque esta vez con un notorio incremento de las dosis de fastuosidad musical y complejidad temática al más puro estilo progresivo. Con la dupla de ‘Manitou’ y ‘Nuova Alchimia’, el personal de IL TEMPIO DELLE CLESSIDRE sigue dando nuevas vueltas a varios de los recursos estilísticos explorados en los temas precedentes, siendo así que en el caso de ‘Manitou’, el quinteto cuenta con la colaboración de la flautista Anna Holgrem como invitada especial. Esta canción en particular está impregnada de un aura otoñal cuyo impulso impresionista está notoriamente cargado de aires modernistas, algo así como lo que hemos venido hallando en los tres últimos discos de WHITE WILLOW así como en el paradigma de los ya desaparecidos (que no olvidados) LANDBERK. Debe señalarse que aquí Ciapica nos brinda una de sus intervenciones más conmovedoras de todo el disco, y tal vez sería justo decir que hay una vibración particularmente escandinava en el esquema general de esta canción, la cual termina con un peculiar aire céltico ejecutado al sintetizador. En el caso de ‘Nuova Alchimia’, el grupo vuelve a una especie de recapitulación de las esencias expresivas de las canciones #2 y #4 sobre un compás recurrente de tenor bluesero. Las armazones de teclado se encargan de explayarse en modalidades manieristas y barrocas, incluyendo un gran solo de sintetizador que lidera el camino a un pasaje climático. En general, el empuje grupal preserva una garra razonablemente fiera que en ciertos momentos coquetea con lo gótico. 



Casi alcanzando la duración de 8 ¾ minutos, ‘La Spirale Del Vento’ resulta la canción más larga del repertorio oficial del disco, estando también a cargo de cerrarlo. Teniendo en cuenta su duración y su ubicación, que no nos extrañe que su enfoque sea explícitamente épico, comenzando con el protagonismo del piano para luego ver a la banda emerger en pleno y asentar su buen oficio con irrefrenable soltura. Hasta cierto punto, advertimos aquí un aura de gravedad y solemnidad bastante semejante a la que disfrutamos hace algunos años en ‘Il Cacciatore’, la canción que cerraba el segundo álbum “alieNatura”; una vez dicho esto, queda claro que la renovada ingeniería sonora de la banda impone en ‘la Spirale Del Vento’ unas agitaciones musicales más robustas y un resplandor más corpulento a través de las interacciones de los instrumentos. La sección final impone un genio envolvente donde la evidente fuerza de carácter desplegada opera como fundamento consistente para la magia inherente a la idea melódica; una mención especial debe ir particularmente para el solo de sintetizador que impulsa a la edificación del clímax conclusivo. Tras esta canción oficial de cierre nos topamos con un bonus track que se titula ‘Gnaffè’ : aquí, el quinteto cuenta por segunda ocasión con un músico invitado, esta vez se trata del percusionista Andrea Montaldo. La canción es de tenor folk-progresivo con base en la tradición de los trovadores renacentistas: los juegos vocales revelan una actitud jovial y hasta picaresca en medio de los bien delineados cotornos y trasfondos del esquema melódico en curso, todo ello sustentado sobre un vivaracho entramado percusivo. Se trata más de una curiosidad que otra cosa (Montaldo tiene por sí misma un amplio campo de intereses musicales que incluyen también a las tradiciones medieval y renacentista), pues, al fin y al cabo, bastaba con los solemnes momentos finales de ‘La Spirale Del Vento’ para concluir a lo grande con la experiencia de “il-lūdĕre”. Como sea, el hecho es que tenemos aquí un muy buen disco que permite al ensamble de IL TEMPIO DELLE CLESSIDRE mantenerse en la primera fila de las nuevas generaciones del rock progresivo italiano: fue una estupenda idea incorporar las nuevas ideas de Olsson dentro de la logística y la ideología grupales. ¡Disco recomendado al 200%!


Muestra de “il-lūdĕre”.-
Spettro Del Palco: https://www.youtube.com/watch?v=9CDhlsJSnhI  

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