HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR MENDOZA.
La escena progresiva estadounidense sigue generando réditos importantes para la permanencia y replanteamiento del género – UPSILON ACRUX es el caso específico que hoy traemos a colación. Este grupo ha mantenido, desde fines del milenio pasado, una fructífera carrera musical desde la escena underground californiana, dando claros indicios de su aventurera propuesta musical desde su disco debut “In the Acrux of the Upsilon King” hasta este mismo año de 2009, en el que el grupo ha lanzado un exquisito disco titulado “Radian Futura”. Contando con su líder creativo Paul Lai (guitarrista) como único integrante permanente a lo largo de toda la historia de la banda, “Radian Futura” resulta un magnífico testimonio inicial para la formación actual del grupo, la cual viene a reemplazar masivamente a la que grabó dos años antes el también aclamado “Galapagus Momentum”. Ahora, operando como quinteto de dos guitarristas, un bajista, un baterista y un teclista que se basta con su sintetizador Moog, UPSILON ACRUX camina firme en esta fase nueva de su trayectoria.
En líneas generales, el ecléctico esquema sonoro que desarrolla UPSILON ACRUX se basa en una filuda confluencia de varios estereotipos del math-rock, el crimsonismo, el metal experimental, el post-rock, el jazz modernista y el noise-rock, con trazos de PRIMUS, SONIC YOUTH, el rock industrial, la psicodelia resultante de una complejización de sonoridades post-punk, el rock in opposition, el krautrock y, en fin, un campo abierto por lo que podemos denominar genéricamente como avanti-garde. Basta con escuchar las tres primeras piezas, ‘In-A-Gadda-Devito’, ‘Prelude to Forshadow'n’ y ‘Landscape With Gun and Chandelier’, para trazar en nuestras mentes una imagen adecuada de la línea estética que maneja UPSILON ACRUX. Temas fulgurosos donde los fraseos agresivos, síncopas exigentes y quiebres imposibles generan una dinámicamente dadaísta combinación de alegría, neurosis y misterio. Los efectos de disco rayado en ‘Prelude to Forshadow'n’ son peculiarmente llamativos. ‘Keeping Rice Evil’ y ‘Landscape With Gun and Chandelier’ comparten un relativo aligeramiento de este esquema de trabajo, pero sin renunciar a la integración del arte exigente dentro del rock. La mayor exigencia, eso sí, está encapsulada en ‘Transparent Seas (Radio Edit)’, una maratón de 28 minutos y pico. La intrincada ilación de motivos los sucesivos retorcidos motivos no será descrita aquí – quedémonos con que este tremendo viaje progresivo está diseñado para apuntalar nuestra mente, de modo que ésta pueda proyectarse hacia deleites alucinados y pensamientos surrealistas. Incluye una sección de batería sola… ¿será que Chris Meszler quería lucirse como carta de presentación?... en fin… El disco termina con un breve epílogo ingenioso donde conviven guitarreos surf y una secuencia sintetizada a lo CAN: su título es ‘The Infinitesimal Fractions of Ping & Pong’.
UPSILON ACRUX encarna realmente una sólida catapulta hacia un futuro radiante para este arte musical tan complejo y disparatado que llamamos rock progresivo. “Radian Futura” es una exhibición sónica altamente recomendada para cualquier buena fonoteca progresiva.
Sigo tan sediento de absoluto como cuando tenia veinte años, pero la delicada crispacion, la delicia acida y mordiente del acto creador o de la simple contemplacion de la belleza, no me parecen ya un premio, un acceso a una realidad absoluta y satisfactoria.
Thursday, August 20, 2009
Un futuro radiante para el rock progresivo de la mano de... UPSILON ACRUX
Monday, August 17, 2009
La buena forma progresiva de DELUGE GRANDER
HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN , LES SALUDA CÉSAR MENDOZA.
El año 2009 nos sigue trayendo exquisitas novedades progresivas, y ciertamente, el caso de “The Form of the Good”, segundo disco de DELUGE GRANDER, no es para nada una excepción. Después de que Dan Britton nos regalara una joya progresiva para el año 2008 con “Bentam to Behemoth” por vía de otro proyecto musical denominado BIRDS AND BUILDINGS, repite un merecido protagonismo con un disco tan rico en sonoridades, texturas y motivos como “The Form of the Good”, excelso sucesor de “August in the Urals” (2006). “The Form of the Good” retoma en buena parte las atmósferas del disco mencionado y le da una definición un poco más contenida, sin descuidar la sofisticación y la peculiar densidad con que Britton y compañía arreglan y reformulan sus composiciones de base. De paso, nótese que el título del disco se inspira en la Idea del Bien, entidad fundamental dentro de la filosofía de Platón: esta ambición metafísica se condice bastante con el nivel de pretensión artística que DELUGE GRANDER insufla en su música con nervio y fineza.
‘Before the Common Era’ da inicio al disco con una ambientación notoriamente etérea, estableciendo una atmósfera reflexiva y serena, con una efectiva sutileza cósmica que va operando a través del motivo desarrollado. La aureola de ensueño y reflexión se acrecenta con el la presencia de cánticos sampleados y un pequeño ensamble de cuerdas. ‘The Tree Factory’ nos ofrece, de entrada, algo más explícitamente denso, con ese prólogo basado en góticas sonoridades cuasi-mellotrónicas - se trata de algo bastante escandinavo, recomendado para nostálgicos incurables de ANGLAGARD, SINKADUS, WHITE WILLOW, etc. De pronto, el prólogo concluye para dar paso a un motivo ágil de base jazz-funky. A pesar de la alegría aparente, el abierto uso de disonancias en los acordes básicos, solos y ornamentos permanece como un recurso sólido de tensión musical, ocasionalmente roto por cálidos solos de la guitarra de David Berggren y tambien de violín planteados con una conmovedora limpieza melódica. Otro motivo torna hacia un jam veloz, juguetón, que se podría describir tal vez como un híbrido de BMS y CAMEL, y luego otro nos plantea una especia de ELP “canterburizado”. En fin, la última sección se acomoda en un esquema ágil y coqueto, casi como un hibrido de KAYAK y SUPERTRAMP. ‘Common Era Caveman’ se explaya en una simple secuencia de acordes, haciendo que esta base armónica sostenga el clímax delicadamente sostenido que los músicos van elaborando con estupenda pulcritud. La masivamente adornada labor del baterista Pat Gaffney y las múltiples cortinas de teclado conforman la columna vertebral de este atractivo viaje progresivo, el cual aterriza finalmente en una conclusión épica y envolvente.
La pieza más larga de disco se titula ‘Aggrandizement’, que con sus casi 19 minutos de duración incorpora una elaborada variedad de motivos y matices. El tenor general de ‘Aggrandizement’ se resuelve en base a esa típicamente etérea fastuosidad que DELUGE GRANDER prácticamente ha convertido en marca registrada. Hay momentos en lo que el grupo apela a trucos de aparente caos para crear una apariencia de exquisita neurosis, mientras que hay otros en lo que predomina una actitud de estilizada reflexión, así como hay otros en los que se impone una arquitectura muy bien medida. Como sea, se nota que el grupo se apoya en su propio "temor al vacío" para animarse a explorar continuamente los motivos que sucesivamente entran en juego. Además de los abiertos coqueteos con el esplendor otoñal escandinavo, también notamos aquí varios pasajes donde se flirtea con el chamber-rock (con una actitud semejante a la de FAR CORNER), siendo así que el grupo y sus colaboradores logran perfilar una amalgama bien lograda. El clímax conclusivo emana ciertas ambientaciones terroríficas, un tanto reminiscentes a las facetas épicas de la suite crimsoniana "Lizard" – el cortante final completa efectistamente el imponente dramatismo que se había apoderado implacablemente de la armazón instrumental. El tema homónimo ocupa los últimos 8 minutos y pico del álbum. Con un espíritu un tanto semejante al del etéreo tema de entrada, se desarrolla primeramente por un ejercicio vanguardista donde se combinan el chamber-rock y la psicodelia "spacey", para luego pasar a un esquema más propiamente sinfónico, enmarcado entre una pomposidad lánguida y un dinamismo no demasiado explícito.
De este modo llegamos a la conclusión de que "The Form of the Good" es un discazo que confirma a Dan Britton como un creador progresivo muy a tener en cuenta en los últimos y próximos años. DELUGE GRANDER debe asegurarse un lugar en los Top 5 y Top 10 de las encuestas sobre las mejores obra progresivas de 2009.
Fotos: JZH