HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR MENDOZA.
Hace poco he descubierto a un ensamble de rock experimental ecléctico proveniente de Chicago llamado ALGERNON… ¡¡y vaya si me ha impresionado!! En este año 2010 ALGERNON nos brinda esta tremenda joya musical titulada “Ghost Surveillance”, su tercer trabajo fonográfico. Este grupo comenzó a inicios del milenio como un dúo de jazz vanguardista de guitarra (a cargo de Dave Miller) y batería (a cargo de Darren Garvey). Hoy por hoy, tras algunas modificaciones en su formación a través de los años, el grupo opera como un quinteto que contiene a dos guitarristas – Toby Summerfield y el propio Miller –, el bajista Tom Perona, la percusionista Katie Wiegman y el baterista Corey Healey.
El núcleo sonoro de la banda se congrega claramente en la mezcla y alternancia de jazz-rock, post-rock y psicodelia enraizada en ambiciones progresivas, aunque también se puede advertir indicios de krautrock, no-wave y rock pesado. En todo caso, cabe señalar que la propuesta ecléctica de ALGERNON no se pierde en una suntuosidad explícita sino que pone especiales énfasis en ambientes y desarrollos en un entramado instrumental bien equilibrado. Los momentos de gran despliegue enérgico son mayoritarios, pero el grupo se cuida siempre de llegar a lo aparatoso y lo vulgar en sus momentos más electrizantes. En líneas generales, la oferta musical de ALGERNON puede interpretarse como un replanteamiento del post-rock a través del uso de complejos juegos musicales inspirados en el jazz-rock y la psicodelia progresiva o como una remodelación vigorizante del jazz-rock a través de recursos de la vanguardia contemporánea, de una manera u otra, el grupo pasa como un baluarte de ingenioso eclecticismo e incombustible energía.
Vayamos ahora al disco que nos ocupa. ‘The Briefing’ construye de manera sostenida la instalación de su motivo central, el mismo que despliega su agilidad desnuda después de una introducción marcada por la contención. El swing de la pieza es bastante pegadizo, incluso en aquellos momentos en que la pieza desarrolla una aureola psicodélica ácida. ‘Broken Lady’ despliega unos aires fusionescos que aparentemente nos remiten un tanto a las influencias de UPPER EXTREMITIES y GORDIAN KNOT – la arquitectura distribuida entre las diversificadas labores de las dos guitarras, la ingeniosa dupla rítmica y los ornamentos de vibráfono es fabulosa en su vibrante precisión. La sección lenta que ocupa la segunda mitad nos lleva a un sendero de misterioso reposo espiritual. ‘Honey Trap’ nos transporta a una psicodelia cósmica donde el híbrido de post-rock y free-jazz establece un esquema fundamental de niebla grisácea, mientras que ‘Timekiller’ ofrece un colorido más soleado a partir de su carácter predominantemente extrovertido… aunque no faltan algunos ornamentos delirantes que añaden instantes de traviesa perturbación. ‘Operative vs. Opposition’ ofrece una curiosa mezcla de crimsonismo y atmósferas a lo HENRY COW (de la etapa “Unrest”) sobre una cadencia rítmica que alterna la coqueta agilidad del Latin jazz a lo bossanova, variables robustas de fuerte carácter progresivo y la languidez melancólica. El ensamble se maneja bien dentro de un espectro temporal de 8 minutos y pico, manteniendo las cosas en un nivel de interés y sorpresa. La densidad desplegada en los últimos pasajes porta algo de tenebroso, lo cual facilita mucho que el clímax se asiente de manera contundente. ‘Everybody Stay Calm’ comienza con un enfoque centrado en ambientaciones calmas y sutiles, valiéndose de la sencillez contemplativa para transmitir una sencillez etérea. El diálogo entre el vibráfono y el teremín que se inicia poco antes de terminar el segundo minuto es casi como una nube que flota en un cielo nublado y silencioso, pero este recurso no es sino un preámbulo a la sección extrovertida de la pieza. Durando poco más de un minuto, ‘Intelligence Meltdown’ nos brinda un breve retazo de psicodelia retro sobre un compás rítmico que pueda parecer de garaje 60ero pero que en realidad da pie a un retocamiento extravagante de la típica extroversión rockera. Acto seguido, ‘Debrief and Defect’ despliega su ambiciosa expansión de 11 minutos comenzando con un prólogo potente y aguerrido cuyo ceremonioso compás lento pasa a ser recogido por el primer motivo central en un clima de misteriosa languidez. El rol protagónico del vibráfono permite a la pieza adquirir un patente carácter ensoñador, aunque también hay indicios de algo inquietante que late en el trasfondo, especialmente si atendemos a las cadencias marcadas por las estoicas notas de piano y bajo al unísono. Poco antes de llegar al quinto minuto, la pieza vira hacia una atmósfera minimalista muy decididamente enfilada hacia los patrones del post-rock en su faceta más contemplativa. El crescendo marcado por las capas de sintetizador genera un clima idóneo para extraer esa inquietud de trasfondo que mencioné anteriormente, pero no se hace a punta de agresividad sino de exploraciones cósmicas pertinentemente enriquecidas por los demás instrumentos (especialmente el bajo). Algo muy a lo GYBE!, en verdad. El crescendo culmina en el décimo minuto, que es cuando el grupo retoma el prólogo para la coda, la cual revela una esencia muscular más pronunciada. Este vigoroso final sirve para abrir la puerta a ‘Objective Compromised’, pieza que suena a una confluencia de CRIMSON contemporáneo, DON CABALLERO y ATTENTION DEFICIT dentro de un esquema focalizado en realzar los contrastes entre los diversos motivos. El aire exultante con el que termina esta pieza refleja muy bien el dinamismo tan característico de este quinteto. Finalmente, ‘The L Pill’ nos ofrece un paisaje sonoro etéreo y surrealista encapsulado en un ensimismamiento calmo: las suaves amalgamas distorsionadas de teclados y guitarra generan una misteriosa serenidad que nos remite a ciertas herencias del krautrock así como a las propuestas de GYBE! y TORTOISE.
“Ghost Surveillance” es una obra musical bastante relevante a la hora de descubrir y valorar las nuevas propuestas que se van dando en la multivalente escena internacional de rock experimental: para mí, un gran descubrimiento sin paliativos. Es bueno saber que las inquietudes progresivas del momento pueden todavía generar propuestas genuinamente frescas e intensas --- ¡flores para ALGERNON!
Sigo tan sediento de absoluto como cuando tenia veinte años, pero la delicada crispacion, la delicia acida y mordiente del acto creador o de la simple contemplacion de la belleza, no me parecen ya un premio, un acceso a una realidad absoluta y satisfactoria.
Sunday, April 18, 2010
Flores para ALGERNON y su disco "Ghost Surveillance"
Friday, April 02, 2010
RED SPAROWES, el sonido excruciante y la respuesta firme del post-rock
HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR MENDOZA.
No hace mucho que me he estado familiarizando con la obra de RED SPAROWES, banda originada hace ya unos 6 años en Los Angeles a partir de una congregación de miembros y ex-miembros de Isis. Tras dos discos de larga duración, un EP y un disco en vivo, el año 2010 nos trae “The Fear Is Excruciating But Therein Lies The Answer”, el nuevo disco de parte de esta banda, cuya formación ha tenido ciertas variantes a la par que mantenía la presencia de Bryant Clifford Meyer (guitarra, teclados) y Greg Burns (bajo, guitarra pedal steel): el quinteto lo completan Andy Arahood (guitarra, sintetizador, bajo), David Clifford (batería, percusión) y Emma Ruth Rundle (guitarra). A diferencia de los senderos más coloridos y “orquestalmente” ambiciosos que vemos en las propuestas de THE PAX CECILIA, DO MAKE SAY THINK o los pioneros GODSPEED YOU BLACK EMPEROR!, la línea de trabajo de RED SPAROWES se emparenta más cercanamente con las de ISIS (claro, naturalmente), TORTOISE y MOGWAI. En líneas generales, RED SPAROWES es una banda fiel a un estándar, pero lejos de ser como un acólito sin personalidad definida, por el contrario, logra reflejar inquietudes propias a través de los ambientes envolventes y misteriosos que inundan el repertorio de su material. El actual quinteto decidió para este nuevo disco despojarse un poco de las arrebatadoras aureolas cósmicas que se desprendían usualmente de sus vuelos musicales para darle un enfoque un poco más filudo y algo más seco, aunque de todas maneras persiste esa peculiar combinación de ambientes envolventes y sonoridades sólidas que es tan propia de RED SPAROWES.
‘Truths Arise’ es el breve preludio de menos de 2 minutos de duración que se encarga de iniciar la controladamente densa reflexiva sobre la cual se va a armar el repertorio integral del disco: se trata de un despliegue de flotante magnificencia que viene convenientemente sucedido por los climas más decididamente sosegados de ‘In Illusions Of Order’, pieza dominada por delicadas articulaciones entrecruzadas por las guitarras congregadas. El parentesco con ensambles tales como MOGWAI y TORTOISE es inocultable. El hipnótico crescendo que llega a su cúspide a la altura del cuarto minuto y medio viene inmediatamente sucedido por un motivo distinto que se hace eco de la languidez inicial hasta cierto punto, pues el esquema rítmico vira hacia unos recursos de tensión un poco más explícitos, abriendo así una puerta para el hermoso clímax final. ¡Ojalá éste hubiera durado un poco más! ‘A Hail Of Bombs’ tiene un aire más extrovertido, lírico incluso: las alusiones explosivas del título recién se airean expresamente a pocos de pasados los 2 minutos, que es cuando las ráfagas guitarreras llenan espacios a punta de enérgicas texturas. En camino hacia el final, las cosas viran hacia un espacio calmo. ‘Giving Birth To Imagined Saviors’ tiene unos pasajes iniciales bastante intrigantes, de tenor minimalista – de este modo, se instala el esquema para una atmósfera épica que permanece sólidamente arropado bajo un esquema contenido por un buen tiempo. Poco antes de llegar a los 4’30”, el grupo cambia lo épico por lo denso hasta el final, haciéndolo con total fluidez y un nervio convincente. ‘A Swarm’ porta un lirismo evocativo que se preserva sólidamente a través de los variantes motivos que se van sucediendo en una creciente intensificación antes de que el reprise regrese a la expectante calma inicial: es casi como una retoma de los espíritus musicales que anteriormente habían imperado en ‘In Illusions Of Order’ y ‘A Hail Of Bombs’ – hasta ahora, estos tres temas que menciono pueden muy bien ser calificados como sendas cúspides del disco. Los despliegues líricos se siguen haciendo presentes en ‘In Every Mind’, tema que brinda un colorido controlado en buena medida marcado por la guitarra pedal steel al inicio, antes de que las capas guitarreras elaboradas por Meyer y Rundle absorban el núcleo central del crescendo. ‘A Mutiny’ introduce algunas sobrias cadencias jazzeras en su ambiente y esquema rítmico, mayormente concentrados en el lado más introvertido del grupo. Alrededor del minuto 3’30” se advierte una posibilidad de intensificación arquitectónica, pero la maniobra se queda en una tentativa sigilosa que prefiere mantener las cosas en su nivel recurrente de sobriedad. El disco concluye con ‘As Each End Looms And Subsides’, tema que elabora un clima denso y claroscuro a punta de garra y pulcritud – siendo otro momento cumbre del disco, el ensamble logra crear niveles de magnificencia a través de los paisajes envolventes que las guitarras dibujan sobre un patrón rítmico consistente. Los efectos de delay que arman el interludio trazan el puente hacia el crescendo final, el cual se catapulta desde la incandescencia anterior llevándola hacia una expresión más robusta, y a la vez, más cósmica. De este modo, el abrupto final puede capitalizar su efectismo.
Una muy buena experiencia supone la escucha de “The Fear Is Excrutiacing But Therein Lies The Answer”, siendo así que RED SPAROWES logra confirmarse como una instancia poderosa dentro del desarrollo actual de la escena musical post-rock. Los amantes y conversos adictos al género ciertamente apreciarán esta obra, y por qué no, cualquier melómano amante del rock artístico que se abra a las ideologías que propongan crear sonidos refrescantes y excruciantes.