Saturday, January 26, 2019

LA STPO retoma algunas viejas huellas de su excelsa esencia avant-progresiva


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy tenemos un placer enorme – y siempre es enorme con este grupo – de reseñar un disco del ensamble avant-progresivo francés LA STPO (versión resumida del nombre LA SOCIÉTÉ DES TIMIDES À LA PARADE DES OISEAUX); esta vez se trata de un ítem titulado “L’Empreinte”. Publicado en el último día de octubre del pasado año 2018 por vía del sello mexicano Azafrán Media con el apoyo de Musea Records, “L’Empreinte” es una recopilación de grabaciones viejas: el tema #2 está registrado en una actuación en vivo del año 2009 mientras que los otros tres datan de sesiones de grabación realizadas en los años 2009, 2010 y 2011. En el caso de la larga composición ‘Les Liquidateurs’, ésta fue terminada de grabar en el año 2012 y apareció primeramente en un LP del año 2015; la edición fue de 300 ejemplares bajo el mando del sello In-Poly-Sons. Los temas primero, tercero y cuarto fueron mezclados por Seb Lorho en el estudio Passage à Niveaux entre los años 2010 y 2012, mientras que el segundo fue mezclado por Morgan Daguenet en el Studio Mirbeau en el año 2010. El personal permanente en los cuatro temas que integran este disco está integrado por Pascal Godjikian [voz y letras], JimB [guitarra y voz], Patrice Babin [batería y percusión] y Chistophe Gautheur [sintetizador, clarinete y voz]. Los demás partícipes son Benoît Delaune [bajo y cello en un tema], Guillaume Dubreu [bajo, cello y trombón en tres temas], Johann Mazé [trompeta y flauta de émbolo en dos temas] y Eric Roger [trompeta en un tema]. El carácter históricamente fragmentario del repertorio de este disco se traduce, casi como por arte de magia, en un conjunto muy cohesivo de manifestaciones maduras del espíritu de radical aventura artística que LA STPO siempre tuvo como norte ideológico dentro del mundo del rock de vanguardia. Otro asunto que ha mantenido ocupada a la gente de LA STPO en el año 2018 fue la reedición en CD y en vinilo de su segundo trabajo “Les Explositionnistes”, original del año 1995, por vía del sello alemán E-Klageto. Pero bueno, veamos ahora los detalles de “L’Empreinte”, ¿vale?


Durando poco menos de 14 minutos, ‘Offre Spéciale De Lancement De La Chute’ abre el repertorio del disco y sus pasajes iniciales nos abren ya un mundo de perturbadoras sutilezas disonantes con una amalgama de teclado, percusión tonal, guitarra y canto farsesco. Poco antes de llegar a la frontera del segundo minuto, la dupla rítmica establece una cadencia cuasi-tribal sobre la cual se arma y se eleva un motif situado a medio camino de los paradigmas de HENRY COW y de KING CRIMSON, pero con un talante todavía relativamente sigiloso. El bajo ocupa un rol protagónico en medio de la amalgama global de los instrumentos partícipes hasta que se cede su lugar al cello, que es cuando el encuadre instrumental se sitúa en un osadísimo esquema de trabajo donde confluyen el nervio dadaísta del RIO y el fulgor desconcertante del free jazz; es aquí que el grupo crea una especie rara de agresividad sónica que se encapsula bajo una logística delicada. Suena paradójico pero resulta así, especialmente cuando el vocalista alterna susurros, narraciones y aullidos. Poco a poco, la batería sale al frente de la escuadra instrumental, dirigiendo con pulso férreo el crescendo que se va armando hasta cerca del final. La primera parte de la coda está inspirada en una atmósfera asiática que algo tiene de sombría, mientras que la parte final consiste en un reprise de un motif impetuoso previo. Con el arribo de ‘La Vallée Des Empreintes’, el grupo exhibe un vigor expresivo más frontal en el punto de partida, aunque persiste esa lógica de los quiebres inesperados y los contrastes desafiantes que conforma el núcleo vital del estilo radical de LA STPO. Las erupciones de delirantes neurosis posmodernas se encauzan como pueden a través de las irrupciones disruptivas de pasajes más crípticos en los que predomina una tensión interna que deja entrever algo tétrico en su subsuelo. Esta vez, los metales ocupan un lugar central en la mayor parte de los pasajes ilados en una teatralidad meticulosamente caótica. ‘30 000 Fois’ establece una ingeniería disruptiva muy similar a la de la pieza precedente, pero esta vez hay una magnificación muy lúcida de los aspectos sombríos y siniestro, lo cual hace que el espíritu de esta pieza se sienta incluso trágico. Hay un pasaje a mitad de camino donde la instrumentación de batería, bajo, sintetizador, guitarra y vientos evoca una suerte de apocalipsis industrial. Acto seguido, el asunto deriva a un nuevo ejercicio de neurosis psicopatológicamente jovial; la cosa parece ahora un cabaret del Limbo donde la orquesta está integrada por músicos de jazz que acaban de terminar series de mil horas de escucha de DOCTOR NERVE, FRANK ZAPPA y ETRON FOU LELOUBLAN. Una vez que la delirante jovialidad deja paso a un misterioso sortilegio, se arma un epílogo cuya función es la de exorcizar a los viejos fantasmas de la razón para que se mantengan bien alejados de nuestras confundidas conciencias. 

La maratón del disco está en la pieza de casi 28 minutos de duración que se titula ‘Les Liquidateurs’, la cual cierra el disco con la más pletórica exhibición de exquisitas neurosis y majestuosos dadaísmos. Hay seis secciones que totalizan la estructura multipartita de esta magna exposición: ‘Alarms / Layers Of Protection Bursts’, ‘Instructions To The Liquidators Bursts / Theme / Bursts’, ‘Running’, ‘Hesitation’, ‘Horror Bursts’ ‘Death Of The Liquidator’. Se trata de una suite dedicada a los liquidadores de Chernobyl y Fukushima. Un efecto de sirena y un punzante tsunami de percusiones, guitarra y bajo conforman la sección prologar de esta pieza que combina lo furioso, lo épico y lo siniestro dentro de unas continuas y diversas pulsaciones deconstructivas donde lo progresivo se sumerge íntegramente en la simple idea de aventura. Un segundo momento está marcado por efluvios de narraciones y ornamentos percusivos en base a unas cadencias que tienen algo de mecanicista y algo de etéreo. Recién poco antes de llegar a la frontera del sexto minuto emerge una canción propiamente dicha, la misma que está construida en clave de matrimonio tripartito entre el RIO, el rock industrial y el no-wave: no es una sección muy extensa pero sí sirve para iluminar el sórdido edificio musical que se va construyendo con un sarcástico fulgar. Una siguiente canción baja un poco el nivel de impulsividad en la cadencia para trasladarse a un área contemplativa, aunque pronto se hace un poco más intensa con el fin de trasladarse a un terreno surrealista donde el jazz-rock y el RIO se funden en una llama audaz dentro de una dramática hoguera musical. Los momentos de silencio que entran a tallar sirven para purificar en momentos estratégicos un fulgor expresivo que necesita mantenerse purificado. Alrededor de la frontera del minuto 13, el grupo elabora una nueva sección, que es muy breve, donde se combinan estándares de NAKED CITY y KING CRIMSON, coqueteando abiertamente con el paradigma del punk jazz. Una siguiente sección se adentra en un minimalismo abstracto cuyos vórtices y matices sonoros irradian una aureola de tanática inquietud: el terror está allí, latente, como algo que derruye a su objeto de interés sin llegar a aterrorizarlo frontalmente. Con otras secciones que transitan entre el dominio de las percusiones tonales, el imperio de brochazos procesados de guitarra y la preeminencia de capas de sintetizadores, el grupo sigue elaborando diversos paisajes del mundo desolado por las hecatombes industriales. Un pasaje de metales que emerge tras pasar por la frontera de los 24 minutos y medio adquiere un inconfundible talante elegíaco: su actitud no es tanto de homenaje como de airado desencanto. Una vez desvanecida dicha elegía, persisten efectos de guitarra y sintetizador que flotan como ominosas nubes de fatalidad en el firmamento de la humanidad: así las cosas, los ecos de la elegía pasada se traducen en el testimonio de una destrucción definitiva y un hundimiento en la nada absoluta. Todo está consumado.


La experiencia de “L’Empreinte” ha sido exigente, desafiante y, a fin de cuentas, bastante gratificante, al menos, para los melómanos progresivos que no le hacen ascos a las vertientes más deconstructivas del ala vanguardista del género. Este disco, tal como lo señalamos en el primer párrafo de la presente reseña, no es una exhibición de material nuevo, pero sí nos muestra a LA STPO (LA SOCIÉTÉ DES TIMIDES À LA PARADE DES OISEAUX) como una entidad muy peculiar que siempre es capaz de crear nuevas capas de rebelde creatividad dentro del mundo avant-progresivo de estas últimas tres décadas. La excavación arqueológica de estas composiciones que se recogen en“L’Empreinte”  ensalza efectivamente a LA STPO como un grupo dueño de una excelsa visión experimental del rock progresivo. ¡Recomendable al 500% para los melómanos más acuciosos!


Muestras de “L’Empreinte”.-
Les Liquidateurs: https://lastpo.bandcamp.com/track/les-liquidateurs

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