Tuesday, August 17, 2010

FROGG CAFÉ y su inapaciguable filo progresivo











HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Comparto con ustedes mi inmensa alegría el enorme disfrute que me ha causado el nuevo disco de FROGG CAFÉ “Bateless Edge”. Ésta es una banda que aprecio horrores, y ciertamente no somos pocos los que consideramos a este grupo estadounidense (oficialmente un sexteto desde los días de “The Safenzee Diaries”) como uno de los nombres más impresionantes y sobresalientes dentro de la vanguardia progresiva de su país en lo que va del nuevo milenio. “Bateless Edge” es una oferta demoledora e inapaciguable en cuanto al colorido y la creatividad diversa que se vierten en su repertorio de una manera firme y cohesionada. Hay una buena cantidad de colaboradores ocasionales en este disco, lo cual es indicio inconfundible de los deseos que tenía la gente de FROGG CAFÉ por generar una amalgama musical de minuciosa factura para este disco que tenemos en nuestras manos. El grupo en sí está compeusto por Bill Ayasse (violines y mandolina), James Guarnieri (bacteria y percussion), Andrew Sussman (bajo, cello y guitarra acústica), Nick Lieto (voz, teclados. trompeta y fliscorno), John Lieto (trombones) y el retornado Frank Camiola (guitarras, contrabajo y banjo).

Éste es un disco grande, y como tal, debe comenzar a lo grande con los casi 12 minutos y medio que dura ‘Terra Sancta’. Los ambientes abiertamente exóticos creados por la dupla de tambora y guitarra acústica abren la vía para un jam exquisito y vibrante basado en el guitarreo y completado por las orquestaciones de metales, violín y percusiones tonales. Uno puede adivinar ciertas afinidades con la línea de trabajo más sofisticada de la DAVE MATTHEWS BAND con evidentes añadidos de matices progresivos al propio estilo del FROGG CAFÉ de la etapa “Fortunate Observer Of Time”. Con los solos de piano y guitarra que entran (cada uno “por su lado”) antes del minuto sexto y medio se desarrolla un incremento del factor jazzero, siendo así que a partir del octavo minuto la guitarra se pone filudamente psicodélica, poco a poco apoderándose del terreno para ganar agresividad. La última parte cantada redondea el concepto de la canción con infinitamente pulcra solvencia. Los breves acordes finales de guitarra acústica se engarzan con ‘Move Over I’m Driving’, un pletórico viaje jazz-progresivo que establece un peculiar híbrido de HAPPPY THE MAN y FRANK ZAPPA. La pieza está repleta de elegante vivacidad, lo cual repercute en que los evocativos arreglos de vientos que realzan la base compositiva hagan volar en un santiamén los casi 8 minutos que ella dura. ‘Pasta Fazeuhl’ sigue a continuación para elaborar un ambiente más tenso y grisáceo, aunque para nada renunciando a la energía contagiosa que la gente de FC gusta tanto de plasmar en sus rollos instrumentales. A pesar de que el título del tema hace alusión al zeuhl, éste más bien se enmarca dentro de un esquema chamber-rock claramente emparentado con el estándar de UNIVERS ZERO (especialmente en ese grisáceo interludio que se extiende entre el minuto 5 y el 8 ½), aunque bajo el filtro más juguetón de clásicos del RIO estadounidense como POCKET ORCHESTRA y CARTOON.

Hasta aquí hemos tenido 34 minutos de grandiosidad progresiva, algo totalmente satisfactorio pero que nos deja con ganas de tomar un poco de aire antes de lo que sigue. Y es en este momento que debemos prepararnos para las tres secciones de ‘Under Wuhu Son’. ‘In the Bright Light’, la primera sección, porta una aura melancólica, pertinentemente desarrollada con una variedad de arreglos que van desde una suavidad bucólica de corte acústico hasta arreglos de cuerdas y ensambles de metales bien cuidados. ‘Left For Dead’, la segunda sección, elabora un esquema chamber-rock a partir de ciertas alusiones vertidas en la primera sección, siendo así que el sector rockero de fondo (guitarra-bajo-batería) suena comedidamente cañero, apto para generar un ambiente tipo PRESENT en algún momento… y efectivamente, esto es lo que sucede antes de que un pasaje dominado por los metales y las percusiones tonales se encargue de llevar la pieza a su conclusión. Una belleza rara y sugerente. La tercera y última sección, ‘Brace Against The Fall’, baja la dosis de chamber-rock a fin de hacerla accesoria al ahora predominante esquema jazz-rockero. Me parece inevitable notar en este tema el renacer de los días del “Creatures” – y sobre todo, qué estupendo solo de guitarra se manda Frank Camiola, un retorno a todo fulgor de su parte.

‘From The Fence’ ofrece el desarrollo compositivo más accesible del disco, pero con sus 12 minutos de duración lejos está de ser un single de proyección radial masiva. La base consiste en una balada jazz-pop en 3/4, amable y romántica, portadora de buenas vibraciones que se sienten extrovertidas: es justamente a partir de ellas que se realizan los viajes instrumentales en los cuales FROGG CAFÉ desarrolla sus inquietudes progresivas sinfónicas. Los últimos 10 ½ minutos del disco están ocupados por ‘Belgian Boogie Board’, un ejercicio de puro RIO atravesado por un dinamismo colorido que ofrece una sólida pauta alternativa a los usuales climas tétricos del RIO francófono primigenio. Por supuesto, la presencia de abundantes adornos inesperados en las muy prolijas orquestaciones trae también a colación el factor Zappa. Bizarra y desafiante como es, ‘Belgian Boogie Board’ brinda un monumental broche de oro para este repertorio de “Bateless Edge”, una obra máxima dentro de la escena progresiva internacional para el año 2010. FROGG CAFÉ se apunta un nuevo triunfo artístico con monumentales laureles para el beneplácito de todos los amantes del rock artístico.

Algunos temas de este disco se pueden escuchar en los siguientes tubitos:
* http://www.youtube.com/watch?v=4XBtuH6K-Qk
* http://www.youtube.com/watch?v=BsORSuog-BI
* http://www.youtube.com/watch?v=jOodSCqbopA

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