HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
En esta ocasión traigo a colación al grupo alemán RELOCATOR, que es el proyecto alemán de jazz-prog metal iniciado por el guitarrista Stefan Artwin y el bajista Michael Pruchnicki a inicios del milenio, con miras a crear una propuesta progresiva con aires patentemente modernos. Mucha agua ha corrido bajo el puente desde entonces, incluyendo crisis graves en formaciones iniciales de la banda; ahora, con un baterista holandés y un violinista a bordo como miembros recién ingresados, más la colaboración especial de Derek Sherinian (sí, el mismo que lidera simultáneamente su trayectoria solista y al proyecto PLANET X además de ser parte de la historia de DREAM THEATER), Relocator ha logrado plasmar físicamente su repertorio en este disco debut homónimo. Las influencias de LIQUID TENSION EXPERIMENT, CAB, PLANET X X y TRIBAL TECH son las que más salen a tallar a la hora de forjar la arquitectura sonora característica de la banda. El proceso fue muy arduo, con un proceso de arreglos finales y grabación que comenzó a fines de 2008 y terminó a fines de 2009, para luego poder concretar el lanzamiento a inicios del presente año 2010.
Los primeros 6 minutos y cuarto del disco están ocupados por ‘Red Vibes’, pieza que comienza de frente con el riff inicial, para seguir aferrándose a su vigoroso gancho rockero no ajeno a variaciones de matiz y ambiente dentro de una esquema melódico particularmente sencillo. Con el segundo tema, ‘Biosphere’, nos topamos con un swing típicamente perfilado bajo el modelo del PLANET X de los primeros discos: sin establecer muchas diferencias con el tema de entrada, sí se hace notar la relevante presencia de una cadencia jazzera dentro del viaje instrumental que tiene lugar. El tercer tema se llama igual que el grupo (y que el disco), y bien puede describirse como un tributo a TRIBAL TECH mezclado con un homenaje a CAB: básicamente, esta pieza retoma la exploración del gancho directo que ya había funcionado en el tema de entrada. Por otro lado, el quiebre en 5/4 que surge segundos antes del segundo minuto permite a la banda desarrollar un interesante interludio que aporta una interesante variación progresiva al asunto. ‘Aavishkar’ hace honor a su nombre exótico y se explaya en sonoridades arábigas oportunamente sazonadas con climas sinfónicos que la banda hace que se asienten muy bien dentro del esquema de trabajo habitual; eso sí, se nota un realce del elemento jazzero que de hecho obedece a la necesidad de enfatizar el momento fusionesco reclamado por el desarrollo compositivo de la pieza. Artwin da rienda suelta a las influencias de Holdsworth, MacAlpine y Satriani en los numerosos solos que se despacha a lo largo del extenso cuerpo central de la pieza.
Llegamos ahora a ‘13 Reasons’ y ‘Urban Blue’, piezas que prosiguen concienzudamente por los senderos musicales pavimentados por los tres primeros temas, incluso reforzando los aires prog-metal en varios momentos: cabe indicar las alusiones no demasiado veladas a LTE en algunos breves pasajes de ‘13 Reasons’. Puede dar la sensación en este momento del disco que RELOCATOR ha terminado complaciéndose en rizar sus propios rizos, pero más bien el grupo ha estado guardándose sus mejores cartas para la pieza épica que ocupa los últimos 11 minutos y medio, ‘The Alchemist’. Comenzando con una introducción cósmicamente calmada elaborada por el trío de bajo, guitarra y sintetizador, pronto pasamos a una aguerrida atmósfera prog metalera en clave semi-lenta que permite crear una atmósfera de pesadez ceremoniosa. Poco a poco, las cosas se van haciendo más intensas, dando pie a que Sherinian desarrolle sus solos más impresionantes dentro del disco. Poco antes del cuarto minuto y medio, el asunto pasa a matices más cálidos, lo cual es conveniente para que el violín se haga notar desde el momento de su esperado reingreso: se trata de un momento netamente sinfónico, bien definido y evocativo. Cuando las vibraciones prog-metaleras vuelven a inundar la escena, el cuadro épico se termina de asentar con un aire de innegable magnificencia, siendo así que los últimos pasajes suponen un regreso a la aureola ceremoniosa que había marcado los primeros 2 minutos y medio de la pieza. Un buen disco es “Relocator”, y RELOCATOR es una buena banda de por sí, no demasiado original en su manera de enmarcarse dentro de las pautas estandarizadas del jazz-rock metalero que se ha venido definiendo desde mediados de los 90s, pero es fácil augurar que el talento y entusiasmo del grupo le permitirá desarrollar su voz propia con siguientes composiciones y grabaciones.
Cerramos esta reseña con estas muestras seleccionadas del disco de RELOCATOR:
Biosphere: http://www.youtube.com/watch?v=Zyx-ZqniZmE
Aavishkar: http://www.youtube.com/watch?v=FzE77kNV8lw
En esta ocasión traigo a colación al grupo alemán RELOCATOR, que es el proyecto alemán de jazz-prog metal iniciado por el guitarrista Stefan Artwin y el bajista Michael Pruchnicki a inicios del milenio, con miras a crear una propuesta progresiva con aires patentemente modernos. Mucha agua ha corrido bajo el puente desde entonces, incluyendo crisis graves en formaciones iniciales de la banda; ahora, con un baterista holandés y un violinista a bordo como miembros recién ingresados, más la colaboración especial de Derek Sherinian (sí, el mismo que lidera simultáneamente su trayectoria solista y al proyecto PLANET X además de ser parte de la historia de DREAM THEATER), Relocator ha logrado plasmar físicamente su repertorio en este disco debut homónimo. Las influencias de LIQUID TENSION EXPERIMENT, CAB, PLANET X X y TRIBAL TECH son las que más salen a tallar a la hora de forjar la arquitectura sonora característica de la banda. El proceso fue muy arduo, con un proceso de arreglos finales y grabación que comenzó a fines de 2008 y terminó a fines de 2009, para luego poder concretar el lanzamiento a inicios del presente año 2010.
Los primeros 6 minutos y cuarto del disco están ocupados por ‘Red Vibes’, pieza que comienza de frente con el riff inicial, para seguir aferrándose a su vigoroso gancho rockero no ajeno a variaciones de matiz y ambiente dentro de una esquema melódico particularmente sencillo. Con el segundo tema, ‘Biosphere’, nos topamos con un swing típicamente perfilado bajo el modelo del PLANET X de los primeros discos: sin establecer muchas diferencias con el tema de entrada, sí se hace notar la relevante presencia de una cadencia jazzera dentro del viaje instrumental que tiene lugar. El tercer tema se llama igual que el grupo (y que el disco), y bien puede describirse como un tributo a TRIBAL TECH mezclado con un homenaje a CAB: básicamente, esta pieza retoma la exploración del gancho directo que ya había funcionado en el tema de entrada. Por otro lado, el quiebre en 5/4 que surge segundos antes del segundo minuto permite a la banda desarrollar un interesante interludio que aporta una interesante variación progresiva al asunto. ‘Aavishkar’ hace honor a su nombre exótico y se explaya en sonoridades arábigas oportunamente sazonadas con climas sinfónicos que la banda hace que se asienten muy bien dentro del esquema de trabajo habitual; eso sí, se nota un realce del elemento jazzero que de hecho obedece a la necesidad de enfatizar el momento fusionesco reclamado por el desarrollo compositivo de la pieza. Artwin da rienda suelta a las influencias de Holdsworth, MacAlpine y Satriani en los numerosos solos que se despacha a lo largo del extenso cuerpo central de la pieza.
Llegamos ahora a ‘13 Reasons’ y ‘Urban Blue’, piezas que prosiguen concienzudamente por los senderos musicales pavimentados por los tres primeros temas, incluso reforzando los aires prog-metal en varios momentos: cabe indicar las alusiones no demasiado veladas a LTE en algunos breves pasajes de ‘13 Reasons’. Puede dar la sensación en este momento del disco que RELOCATOR ha terminado complaciéndose en rizar sus propios rizos, pero más bien el grupo ha estado guardándose sus mejores cartas para la pieza épica que ocupa los últimos 11 minutos y medio, ‘The Alchemist’. Comenzando con una introducción cósmicamente calmada elaborada por el trío de bajo, guitarra y sintetizador, pronto pasamos a una aguerrida atmósfera prog metalera en clave semi-lenta que permite crear una atmósfera de pesadez ceremoniosa. Poco a poco, las cosas se van haciendo más intensas, dando pie a que Sherinian desarrolle sus solos más impresionantes dentro del disco. Poco antes del cuarto minuto y medio, el asunto pasa a matices más cálidos, lo cual es conveniente para que el violín se haga notar desde el momento de su esperado reingreso: se trata de un momento netamente sinfónico, bien definido y evocativo. Cuando las vibraciones prog-metaleras vuelven a inundar la escena, el cuadro épico se termina de asentar con un aire de innegable magnificencia, siendo así que los últimos pasajes suponen un regreso a la aureola ceremoniosa que había marcado los primeros 2 minutos y medio de la pieza. Un buen disco es “Relocator”, y RELOCATOR es una buena banda de por sí, no demasiado original en su manera de enmarcarse dentro de las pautas estandarizadas del jazz-rock metalero que se ha venido definiendo desde mediados de los 90s, pero es fácil augurar que el talento y entusiasmo del grupo le permitirá desarrollar su voz propia con siguientes composiciones y grabaciones.
Cerramos esta reseña con estas muestras seleccionadas del disco de RELOCATOR:
Biosphere: http://www.youtube.com/watch?v=Zyx-ZqniZmE
Aavishkar: http://www.youtube.com/watch?v=FzE77kNV8lw
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