Saturday, October 08, 2011

TIDES FROM NEBULA: la bruma terrenal post-rockera brilla desde Polonia













HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy es ocasión de hablar del grupo polaco TIDES FROM NEBULA, un cuarteto instrumental de línea post-rockera que se formó hace unos seis años, debutando en 2009 con el disco “Aura”: ahora, en el año 2011, TIDES FROM NEBULA nos trae su segundo disco “Earthshine”. Este grupo, conformado por Adam Waleszynski (guitarras), Maciej Karbowski (guitarras, sintetizador y piano), Przemek Węglowski (bajo) y Tomasz Stolowski (batería) es bastante aplicado en esto de asumir la misión de aportar su grano de arena a la vigencia del post-rock: MOGWAI y DO MAKE SAY THINK parecen ser sus referentes exclusivos en los momentos más calmos de sus ideas musicales, mientras que EXPLOSIONS IN THE SKY e ISIS parecen ser los centros magnéticos hacia el cual el grupo focaliza la creación de sus aspectos más extrovertidos (que no son mayoritarios, dicho sea de paso).

‘These Days, Glory Days’ abre el disco con una aureola de calma intensa marcada por los espartanos acordes de piano, pero cuando la batería empieza a armar su arquitectura tribal y las capas de guitarra anuncian el asentamiento del cuerpo central, nuestros oídos se enfrentan a un frenesí celebratorio y optimista que no dura mucho, pero sí genera suficiente musculatura para sostener el moderado misterio brumoso que envuelve al último paraje del tema. ‘The Fall Of Leviathan’ se encuadra dentro de una actitud más solemne, con una dosis de vigor casi idéntica a la del tema de entrada, pero con una espiritualidad más asentada en lo introspectivo. ‘Waiting For The World To Turn Back’ es un etéreo y relajante preludio a ‘Caravans’, pieza que porta una cautivante calidez en su parsimoniosa musculatura de guitarras, muy afín ella al estándar de EXPLOSIONS IN THE SKY. Con una curiosa combinación de languidez contemplativa y alegría sosegada, ‘White Gardens’ desarrolla un cuerpo central que se hace eco de las ambientaciones predominantes del tema anterior; para la coda que se explaya en los dos últimos minutos, las cosas viran sónicamente hacia una atmósfera más potente, respetando el tenor reflexivo que patentemente inunda el motivo central a la par que se proyecta hacia un clímax crecientemente explosivo. Los últimos 18 minutos y pico del álbum están ocupados por la secuencia de ‘Hypothermia’, ‘Siberia’ y ‘Cemetery Of Frozen Ships’. ‘Hypothermia’ es un ejercicio minimalista que ofrece un paisaje sonoro minimalista donde se borran los límites entre el ensueño y el reposo eterno, un oportuno momento de plácida quietud después de la electrizante ebullición rockera con la que había concluido ‘White Gardens’. ‘Siberia’ empieza como un despertar, dejando que se desarrolle una sensación de calidez contemplativa de una forma sostenida y contenida. Un nuevo motivo irrumpe después de la frontera del tercer minuto y medio sin romper la cadencia básica, pero sí se nota con la variante que se ha dado un incremento en el tenor ceremonioso de la instrumentación, principalmente en la recurrente secuencia armónica de las guitarras duales. Es el momento en que el grupo empieza a afilar su músculo en los guitarreos e incorporar matices un poco más sofisticados en la cadencia rítmica de la pieza. Poco antes de llegar a marcar el séptimo minuto, la batería asume el encargo de bajar la intensidad para invitar a la instrumentación a concentrarse en áreas más introspectivas, y de hecho, emerge con este nuevo viraje un lirismo que, a despecho de su patente sencillez, se siente poderoso mientras se desvanece cómodamente en su fade-out. Mucho de MOGWAI y DO MAKE SAY THINK. En fin, ‘Cemetery Of Frozen Ships’ cierra el disco recogiendo la melancolía que envolvía al motivo final de ‘Siberia’ para encuadrarlo dentro de un clima funerario, alevosamente lánguido, mórbidamente relajante: lo que en ‘Hypothermia’ era una sutil imagen de reposo más allá de esta vida, en esta pieza se nota la ansiedad inherente a la tristeza por lo que se fue para no volver jamás, una ansiedad que no osa vociferar sino que se mantiene encapsulado en su propio ensimismamiento. El pasaje final marcado por la guitarra acústica tiene la aureola de una elegía sobria que le da un innegable aire de distinción a la imponente tristeza.

Una estupenda experiencia es la de escuchar “Earthshine”, advertir cómo TIDES FROM NEBULA ha aprendido las lecciones y estándares de sus maestros y se ha atrevido a demarcar su propio territorio sonoro dentro del hábitat del post-rock. Valdrá la pena seguir la pista a esta banda y buscar su disco debut “Aura” después de lo que hemos oído en este segundo disco.


Muestras de “Earthshine”.-
Caravans: http://www.youtube.com/watch?v=mxD_nlM40Qw
Siberia: http://www.youtube.com/watch?v=Gy8GZ3qbkSI
Cemetery Of Frozen Ships: http://www.youtube.com/watch?v=EgXLk2ULfMw

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