HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Un año después de la
edición de “A Grounding In Numbers” (aunque grabado con bastante antelación), volvemos
a tener el enorme placer de traer a colación a esa legendaria maquinaria de
rock experimental que es VAN DER GRAAF GENERATOR: “Alt”, su nuevo disco y
tercero con el formato de Peter
Hammill-David Jackson-Guy Evans, es su primer disco enteramente
instrumental. Lo más parecido a ello fue el segundo volumen de “Present”, el
disco de retorno del cuarteto clásico de Peter Hammill-David Jackson-Hugh
Banton-Guy Evans, el cual incluía una serie de jams mayormente motivados por la
psicodelia free-form y el jazz experimental, donde eran muchas las ocasiones
donde el saxo de Jackson tenía el rol protagónico. Ahora las cosas son
distintas con un trío que tiene una buena solidez en su modus operandi desde
los tiempos de “Trisector” (disco de 2008), un núcleo sonoro más cáustico en la
forma pero con una amplísima gama de recursos en sus interacciones a la hora de
llenar este núcleo con ideas, estrategias y esquemas. Podemos adelantar desde
ya que “Alt” no supone del todo una aventura radicalmente distinta de lo que
escuchamos el año pasado en su brillante disco “A Grounding In Numbers”: es un
disco diferente, sí, y de hecho, la ausencia de una responsabilidad vocal
permite al grupo apoyarse menos en líneas melódicas definidas, pero algunos de
los trucos y amalgamas que entren a tallar en ciertos momentos del repertorio
se hacen eco de ciertas travesuras plasmadas en el disco predecesor. Al fin y
al cabo, toda esta recopilación de expansiones instrumentales procede de
situaciones en el estudio que tuvieron lugar durante la grabación de “A
Grounding In Numbers” (en palabras irónicas de Evans, “mientras no estábamos vigilando”).
Vayamos ahora a los detalles de “Alt”.
‘Earlybird’ ocupa los primeros 4 minutos del álbum con atmósferas serenas basadas en la interacción entre sonidos de aves y percusiones, un mágico matrimonio entre la espontaneidad de la vida silvestre y la forma libremente calculada de la racionalización percusiva. ‘Extractus’ es la primera incursión íntegramente articulada por el trío, y muestra un lado stoner árido que tal vez hubiera sido más interesante de explotar con una mayor expansión; por su parte, ‘Sackbutt’ nos muestra un lado de VDGG afín al krautrock. El primer despliegue explícitamente grandilocuente se encapsula en ‘Colossus’, excursión muy aventurera que se refocila en reconstruir la faceta más caótica del ideario tradicional de VDGG (etapa de “Pawn Hearts”) para potencializar sus aristas postmodernas: una auténtica celebración del dadaísmo bajo un esquema de trabajo avant-progresivo. ‘Batty Loop’ tiene aires a lo nu-jazz, y es una pena que sea solo un retazo lo que se nos muestra aquí, pues parece tener gancho: ‘Splendid’, que gira en torno a un motif blues-rockero para aplicarle una intensa cirugía psicodélica, sí cuenta con un espacio de desarrollo más satisfactorio para el oyente, y de paso, sirve para mostrar fehacientemente el nervio tan sólido como extravagante que forma parte del estilo esencial de Guy Evans. ¡Este músico no recibe suficientes elogios merecidos de parte de los melómanos de todo el mundo! ‘Repeat After Me’, que dura más de siete minutos y medio exhibe aires de jazz crepuscular y un aura nostálgica que encuadra las sutiles interacciones entre los tres músicos: ambos elementos sirven para que se abra una ventana a ese factor lírico que también ha cumplido un rol crucial en el modelo Vandergraafiano.
Con la secuencia de
‘Elsewhere’ y ‘Here’s One I Made Earlier’, el grupo sale del invernadero de
reposo emocional donde se había instalado momentáneamente para desarrollar
nuevas vías de extravagancia creativa: ‘Elsewhere’ retoma la lógica
eclécticamente deconstructiva que anteriormente había imperado en ‘Colossus’,
con iguales niveles de desasosiego pero con un nivel de extroversión más
medido; por su parte, ‘Here’s One I Made Earlier’ es un soundscape inquietante
donde las texturas cósmicas de guitarra ocupan el rol central, creando así un
híbrido de kraut electrónico (a lo CLUSTER) y aventura Frippiana. ‘Midnite Or
So’ regresa al espíritu del jazz crepuscular, otro momento de lirismo sereno y
un tanto vulnerable, pero como VDGG nunca fue un grupo que se conformara con
monocromatismos, ‘D’Accord’ entra a tallar para trucar la serenidad por brumoso
misterio potencialmente motivador de horrores por venir: música idónea para una
escena de una película de horror con tintes surrealistas. ‘Mackerel Ate Them’
es un nuevo ejercicio de deconstrucción vanguardista donde se armonizan
vibraciones propias del free-jazz bajo ropajes psicodélicos y trucos
electrónicos space-rockeros inspirados en la dinámica aleatoria de la musique
concrete. Una vez más, la peculiar dinámica de Evans se alza como centro
neurálgico del bloque sonoro en los momentos donde aparece, mientras que sus
compañeros aprovechan su momentánea ausencia para explorar el arte de la
desestructuración. Después de esta exhibición de sofisticación postmoderna,
‘Tuesday, The Riff’ nos revela lo más paradigmáticamente Vandergraafiano del
disco: un trabajo continuo en torno a un riff y una parsimoniosa estructura
rítmica que nos retrotrae a los tiempos de “Godbluff” y “Still Life” aunque con
una finura menos pulida: esta pieza dura menos de 3 minutos, pero encaja
fácilmente como interludio para algún ficticio out-take de los años 1975-6.
‘Dronus’ ocupa los últimos 10 ½ minutos del álbum. Aunque su espacio de
expresión es privilegiado dentro del esquema de este disco, este tema no tiene
un carácter ostentosamente intenso al modo de ‘Elsewhere’ o ‘Colossus’: por el
contrario, se trata de un trabajo expansivo de texturas minimalistas y retazos
sónicos densos cuyo sentido auto-constreñido de la energía le permite explorar
atmósferas oníricas que no apelan al reposo sino a la inminencia de un oscuro
sobresalto. ¿Post-rock a lo VDGG bajo la dirección musical de TORTOISE?, ¿VDGG
reconstruyendo una pieza perdida del TANGERINE DREAM de la etapa 74-77?, ¿una
sonata compuesta por BRIAN ENO usando a VDGG como orquesta? Úsese la metáfora
que se quiera con tal de que implique la idea de un equilibrio sostenido con
impecable pulso entre quietud formal e inquietud de trasfondo.
Toda una aventura debe haber significado tocar todas estas piezas, y sobre todo, una interesante serie de procesos intelectuales e intuiciones estéticas deben haber sido exigidos a la hora de armar esta secuencia con las delimitaciones específicas de las piezas para articular la integralidad de un disco. También debe ser muy raro experimentar la música de VAN DER GRAAF GENERATOR sin el canto de Peter Hammill (ni qué decir sin sus letras), pero ante todo, lo más apropiado es valorar a “Alt” por lo que es, un muy buen disco de avant-rock instrumental, y otra cosa muy apropiada es apreciar el hecho de que los maestros Hugh Banton, Guy Evans y Peter Hammill aún están en activo y en muy buena forma creativa.
Muestras de “Alt”.-
Colossus: http://www.youtube.com/watch?v=_DKfKfUh-R4
Splendid: http://www.youtube.com/watch?v=c8VNgu0ID6U
Repeat After Me: http://www.youtube.com/watch?v=WooNNtFu_PA
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