Sunday, January 20, 2013

SWEET FINGERS: los dedos mágicos de la avanzada prog-psicodélica mexicana

 
HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy nos toca hablar del grupo mexicano SWEET FINGERS, formado a mediados del año 2008 en la localidad de Querétaro, asumiendo la misión de desarrollar una experimentación rockera de claras raigambres progresivas y psicodélicas. La alineación actual de la banda consiste en Mano Leen (guitarras y flauta), Gerardo Muzquiz (batería y percusión), L. Marín (bajo y guitarra) e Ibis Ortiz (teclados), pero cuando hicieron el disco homónimo de 2011, conformaba un quinteto con la presencia de Sheriff… fungiendo de sheriff. “Sweet Fingers” fue publicado en asociación por el sello francés Musea Records y el mexicano Azafrán Media.


 
‘Good Night Robots’ abre el disco con un clima relativamente sobrio, creando una armazón sonora que está plenamente hundida en los parámetros psicodélicos mientras maneja algunos factores jazz-rockeros a través de los planteamientos de la dupla rítmica. ‘W_ _d_ _ h_ _ _ _ _ _ _s _’ (que es ‘Woodenhouse Mouse’ escrito en clave de juego del ahorcado) intensifica notablemente la densidad que en ‘Good Night Robots’ solo había sido señalada y matizada: ahora el grupo elabora atmósferas misteriosas y cósmicas en una suerte de híbrido entre AMON DÜÜL II y SIGUR RÓS, mientras que en el caso específico de los teclados, las confluencias con los legados clásicos de PULSAR y NOVALIS nos parecen fáciles de detectar. ‘Cliness Matter’ es un tema que se apunta hacia ambientes más fogosos, a juzgar por la agilidad efectiva y atractiva que se marca en su preludio, el cual se retoma en la sección final: en el ínterin, la sección cantada explora matices más relajados. En general, la pieza destila un irresistible aire retro que nos parecen en algo coincidentes con las iniciativas de bandas escandinavas como ELDBERG y GARGAMEL. Pasando a atmósferas más introspectivas, rayanas con lo depresivo, ‘Beau À Jouer’ elabora una sonoridad afín a los estándares del RADIOHEAD (etapa del “OK Computer”), mientras que ‘Regenbogen Flöte-Tropfen’ retoma la aureola retro que había sido predominante en ‘Cliness Matter’, proporcionándole un plus de vitalidad jazzera que ayuda crucialmente a realzar la agilidad inherente al núcleo compositivo del motivo central. La presencia protagónica de la flauta permite el correcto afianzamiento de la mencionada agilidad.



Los dos siguientes temas, que completan en su ilación una plenitud climática muy bien organizada dentro del repertorio del álbum, son los más extensos del álbum, circundando cada uno la frontera de los 10 minutos: se titulan ‘Turkey’ y ‘Screamed The Queen’, respectivamente, y ambos coinciden en manejar ideas específicas a través de articulaciones bien medidas, siendo así que los músicos exploran matices  y variaciones de ambiente en un recto aprovechamiento de sus campos de expansión. El caso de ‘Turkey’ es uno de prioridad para grooves ágiles, mientras que en ‘Screamed The Queen’ hay una preferencia por divagaciones grisáceas portadoras de cierta inquietud (un poco a lo post-rock), siempre preservando el uso ingenioso de las texturas y la manifestación de garra rockera. Durando poco menos de 7 minutos, ‘New Furniture’ cierra el álbum con un convincente despliegue de energía contenida donde regresan las influencias Radioheadianas mientras se focaliza el infaltable filo psicodélico de acuerdo a las pautas más consistentes del grupo.


Tenemos, en conclusión, a SWEET FINGERS como un talentoso exponente de experimentación psicodélica dentro de un encuadre progresivo que se siente contemporáneo dentro de su tendencia retro: el disco “Sweet Fingers” es un muestrario que refleja muy bien este tipo de creatividad, y como tal, es un disco muy recomendable. 


 

Muestras de “Sweet Fingers”.-
W_ _d_ _ h_ _ _ _ _ _ _s _: http://www.youtube.com/watch?v=24F1uil5_CE
Turkey [en vivo]: http://www.youtube.com/watch?v=_ElSOXtIZ1E

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