HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy nos toca hablar de THE ARISTOCRATS, grupo jazz-rockero-progresivo formado
en 2011 por esta élite tripartita:
el británico Guthrie Govan, el estadounidense Bryan Beller y el alemán Marco Minnemann, un tremendo parnaso viviente del art-rock en
sus diversas formas. Su nuevo disco “Culture Clash” es al afortunado pretexto
que nos hace traer a THE ARISTOCRATS a colación en este momento; esta obra
sucede al disco homónimo de hace dos años y al disco en vivo “Boing! We’ll Do
It Live”: de hecho, “Culture Clash” confirma al trío como uno de los más
interesantes ítems de rock ecléctico y enérgico que existen en la actualidad. Y
pensar que en enero de 2011 este proyecto iba a funcionar para un solo
concierto… pero el ensamble generó una reacción tan favorable de parte del
público asistente en ese evento y también de los usuarios de Internet que veían
los vídeos del mismo que el trío se animó a realizar una trayectoria musical
por sí misma. La banda exhibe su virtuosismo técnico pero este virtuosismo está
siempre al servicio de transmitir buena onda y genuino deseo de expansión de
los discursos del rock y del jazz moderno: las alusiones progresivas a los
legados de KING CRIMSON, ZAPPA, MAHAVISHNU ORCHESTRA y BOZZIO LEVIN STEVENS son
fáciles de detectar en varios pasajes del álbum, el cual pasamos a revisar con
mayor detalle a continuación.
Ocupando los primeros 5 minutos del álbum, ‘Dance Of The Aristocrats’ es
toda una lección de cómo se puede preservar un swing marchoso y groove fluido
con irresistible gancho mientras se le va proveyendo de ciertos elementos de
sofisticación sobre el camino: suena casi a un jam funky perdido de HERBIE
HANCOCK que ha sido remodelado por BOZZIO LEVIN STEVENS. Luego sigue la pieza
homónima, la cual refleja una arquitectura bipolar donde los momentos de grácil
expresividad y los de sincopada contención se engarzan en una ilación
impecable: si en el primer tema quedaba claro que estos tres músicos son
fabulosos, el segundo sirve para revelar más directamente los geniales
mecanismos de creatividad que laten en sus respectivos cerebros. ‘Louisville
Stomp’ se basa en un ejercicio de elegante exhibicionismo jazzístico con un
macizo revestimiento rockero, logrando así aligerar el ambiente heredado de la
pieza precedente mientras preserva su extravagante extroversión. Por su parte, ‘Ohhhh
Noooo’ se explaya en cadencias jazz-funky sobre los que se instalan guitarreos
Hendrix-Beckianos mientras se insertan variantes poderosamente llamativamente
progresivas en el desarrollo temático: una pieza enérgica y estimulante que
merece ser apreciada como un cénit decisivo del álbum. Acto seguido, ‘Gaping
Head Wound’ entra a tallar para retomar la juguetona complejidad arquitectónica
que habíamos disfrutado anteriormente en el tema homónimo y explorarla más a
fondo. La inclusión de un precioso solo de bajo durante uno de los pasajes relajados
y la armazón de algunos momentos de reggae jazzeado merecen sendas menciones
especiales.
Con el surgimiento de ‘Desert Tornado’, el trío desarrolla sus facetas
más extrovertidas bajo un ropaje rotundamente intenso donde se juntan telas
metaleras, Crimsonianas y Primusianas: se trata realmente de un tornado
jazz-progresivo dispuesto a dejar una huella letal allí por donde pasa.
‘Cocktail Umbrellas’ regresa al elemento funky, manteniéndose en una instancia
de menor complejidad estructural que ‘Ohhhh Noooo’, quedándose en el jam hasta
sacarle todo el jugo. Pero como los tornados siempre encuentran vías y modos de
volver sobre sus pasos, tenemos a continuación el arribo de ‘Living The Dream’,
una pieza monumentalmente poderosa cuyos motivos centrales se sustentan sobre
una ingeniería rítmica robustamente frenética: su dosis de musicalidad
neurótica es notablemente menos pronunciada que la de ‘Desert Tornado’, pero
sus dosis de vitalidad e ingenio versátil son idénticas. Por último llega la
pieza irónicamente titulada ‘And Finally’, la cual parece hacerse eso del
adagio de que la despedida es un “dulce dolor”: se trata de un ejercicio de
jazz-fusión al modo de los inolvidables BOUD DEUN donde el groove moderadamente
ágil no oculta el tenor predominantemente reflexivo inherente al desarrollo
temático.
Tenemos, en conclusión, un aguerrido y divertido disco en “Culture Clash”,
rebosante de expresividad e ingenio a lo largo de cada partícula sónica de su
repertorio. La música de THE ARISTOCRATS es realmente… ¡aristocrática!
Muestras de “Culture
Clash”.-
Culture Clash: http://www.youtube.com/watch?v=rFPXc9sWtDc
Ohhhh Noooo: http://www.youtube.com/watch?v=sPSL0V7sGxU
Louisville Stomp (en vivo): http://www.youtube.com/watch?v=0G20C0ZX8ow
Louisville Stomp (en vivo):
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