HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy nos topamos con JIZUE, un ensamble jazz-progresivo japonés asentado
en Kyoto que ha venido llamando la atención de los seguidores del jazz de
nuevas tendencias y del progresivo vanguardista desde inicios del milenio:
nuestro foco de atención ahora es “Journal”, el reciente tercer disco
perpetrado por este cuarteto conformado por la teclista Kie Katagi, el
guitarrista Noriyuki Inoue, el bajista Go Yamada y el baterista Shin Kokawa. El
grupo sabe balancear colorida y creativamente las influencias que recibe de la
vieja escuela del jazz-fusion, el nu-jazz y el jazz-rock de discurso
contemporáneo, además de incorporar ocasionalmente algunos retazos de
psicodelia refinada.
‘Intro’ abre el álbum con unos gráciles efectos de hojas imprimiéndose y
elegantes armazones de teclado, abriendo así el camino para el vigor grácil e
intensamente juguetón de ‘Rosso’. El esquema latin-jazzero con que el cuarteto
se prodiga para la ocasión está desarrollado con ingenio y pulcritud, incluso
retorciéndolo con algunos aires de calculada agresividad en ciertos parajes
climáticos. ‘Buzz’ sigue a continuación para capitalizar la vitalidad del tema
precedente y reforzarla con una musculatura más frontal: el colorido extrovertido
de JIZUE se muestra orgulloso a lo largo del desarrollo temático de la pieza,
dejando, además, algunos espacios para que el piano sobresalga en algunos
momentos concretos. Un poco más sereno es ‘Clock’, aunque no se trata
ciertamente de una pieza lánguida: su swing es sencillo, directo, sin mayores
florituras, pero articulado con una sutil maestría necesaria para que la
guitarra y el piano puedan pintar el retrato musical en curso con tonalidades
intensas. ¿No es acaso una buena idea volver a la esfera del Latin-jazz? Parece
que sí, pues es lo que de inmediato trae al oyente la quinta pieza del álbum,
‘Dance’ (y la más extensa del disco, con sus 7 minutos y pico de duración). La
soltura de las cadencias tropicales y las arquitectónicas interacciones de la
guitarra y el teclado se alternan en un continuum impecablemente diseñado.
‘Eat Faker’ nos muestra al cuarteto virando a un territorio sónico muy
diferente, marcadamente electrónico, basado en un talante futurista que se basa
en una confluencia de nu-jazz, chill-out y krautrock electrónico: muy cándido
en su desarrollo melódico y atmósferas, nada chocante. ‘Five’, por su parte,
nos remonta a aires de corte WEATHER REPORT con la alegría celebratoria del
HERBIE HANCOCK de los 90s: la cadencia sofisticada que implica el empleo del
compás en 5/4 es manejada de manera que realce el gancho inherente al motif
básico. ‘Life’ incluye la intervención de Yeye al canto, lo cual ayuda a
complementar el envolvente lirismo del tema, ligeramente cercano al estándar
del post-rock, una sensación que se acrecienta por unos instantes durante el
estruendo guitarrero final antes del epílogo de piano. ‘Holiday’ incluye arreglos
de violín al arsenal sonoro: la ambientación y la ingeniería musical de esta
pieza la convierten en una continuación de muchas de las pautas introducidas en
la precedente, aunque el factor jazzero se impone con un poco más de autoridad.
Así las cosas, llega la hora de cerrar el disco de la mano de ‘Lamp’, que es
una serenata de piano que se inserta en medio del ruido de gente caminando a
través de los pasadizos del metro.
Han sido alrededor de 46 minutos de puro placer musical los que nos han
brindado JIZUE: recién los hemos descubierto con este disco, pero ahora que nos
consta que “Journal” es una gozada de cabo a rabo, solo nos queda investigar en
todo lo que este cuarteto ha venido haciendo y esperar a que nos vuelvan a
gratificar con exquisitos trabajos musicales en el futuro inmediato.
¡Recomendado para todos los amantes del género progresivo con un corazón
altivamente jazzero!
Muestras de “Journal”.-
Eat Faker: http://www.youtube.com/watch?v=Amt_PWygeIE
Rosso [en vivo]: http://www.youtube.com/watch?v=YRWXfSTTj88
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