Monday, September 23, 2013

Un gran paseo avant-progresivo por la ciudad espectral de ATHANOR


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy se da el momento de presentar al grupo francés ATHANOR y su espectacular disco “Vos Cités Sont Des Tombeaux”, al cual designamos ya como uno de los más notables discos de Zeuhl contemporáneo de los últimos años. Este proyecto fue gestado en 1992 bajo la dirección y guía creativa del genial multi-instrumentista Cédric Marcucci, cuando aún tenía una edad menor de 20 años. En este disco, Marcucci se hace cargo de la batería, las percusiones, el bajo, la guitarra, los pianos tanto de cola como eléctrico, el sintetizador y el acordeón; en torno a él, un ensamble aleatorio de músicos y vocalistas va completando los esquemas sónicos de turno a través del repertorio de 19 temas. Después de haber tenido una primera fase que duró seis años y tan solo dio espacio para la grabación de unos cuantos demos, ATHANOR resucitó de la mano de Marcucci en 2008 para registrar un disco en edición exclusivamente virtual, titulado “Vulv’air”; para ello fundó también su sello Le Chêne Creux. Ahora, desde marzo del presente año, ATHANOR nos brinda esta serie de retratos de ciudades fantasmagóricas y espíritus cadavéricos: “Vos Cités Sont Des Tombeaux” encapsula una infinita exhibición de osadía y otra no menos infinita de creatividad. La larga lista de colaboradores incluye al saxofonista Christophe Ayadi, al clarinetista Laurent Rochelle, al pianista Henri Herteman, la flautista Sarah Galli, un quinteto de cuerdas, varias vocalistas, además del banjista Emmanuelle Larmet.  

Ya en CUCCI-BAND, el maestro Marcucci había dado rienda suelta a sus inquietudes eclécticas combinando los discursos del jazz-rock, el Canterbury, el space-rock y el Zeuhl, y su disco “Bon Débarras!” es una muestra excelsa de esta ambición [reseñado aquí: http://autopoietican.blogspot.com/2011/03/cucci-band-cronica-de-una-nostalgia-por.html]. Ahora con ATHANOR la apuesta es clara y distinta por el alucinado dinamismo iconoclasta del género Zeuhl, con un particular ahínco en la tensión y la oscuridad dentro de un esquema sonoro que se siente tan épico como deconstructivo. Los puntos de referencia son, además del obvio paradigma de MAGMA (etapa del “1001° Centigrades” y del “Mëkanïk Dëstruktïẁ Kömmandöh”), SHUB-NIGGURATH, el ZAO de los dos primeros álbumes, VORTEX y el ART ZOYD 76-82, además de algunos recursos de caótica sátira propios de la faceta más osada de FRANK ZAPPA.

 

La tríada inicial de la pieza homónima, ‘Poseïdon’ y ‘Amour’ focaliza cabalmente el cosmos musical dispuesto a explayarse y expandirse alrededor de nuestras mentes y dentro de nuestros oídos: complejas estructuras rítmicas alternadas con parajes tanáticamente reflexivos que operan como cimientos del desarrollo de una perversa arquitectura sónica, diseñada ésta para reflejar la inquietante magia de exorcizar los fantasmas más terribles de la razón y la sinrazón. En la dupla de ‘En Désespoir De Cause’ y ‘Mr. Drinkenness’ nos topamos con un tránsito desde el elegante caos aparente del free-jazz hacia una variante juguetona del oscurantismo esencial del discurso del Zeuhl. En la dupla de ‘Flux Et Reflux’ y ‘Les Nornes’ percibimos una ingeniería ambiental parecida, pero el aire de amenaza y el vigor oscurantista sin duda se hacen sentir con más fuerza, lo cual hace que lleguemos a un clímax particular del álbum. La verdad que los arreglos de metales de ‘Les Nornes’ solo pueden ser calificados de hermosos, signados por una “Zao-Magmización” del WETAHER REPORT pre-Pastorius. Cuando emerge el exorcismo tenebrosamente minimalista de ‘Le Bocal’, el terreno se prepara fehacientemente para la fiera e incontestable serie de expresividades dadaístas de ‘Telé-Vision’, una oda a la dimensión insondable del yo que siempre tenemos miedo de evocar, incluso mencionar. ‘La Terre N’attend Pas’ completa el círculo tétrico abierto por los dos preludios anteriores con un soberbio despliegue de exaltaciones paganas donde los arreglos corales, de cuerdas y de vientos conciben una electrizante armonización bajo la pauta del piano… un piano que casi suena como marcando el compás de una procesión bélica.

La tríada de ‘Vapeurs (De Mr. Drinkenness)’, ‘Une Ville’ e ‘Irréversible’ se plasma como un tránsito de la irreflexión caótica a la contemplación neurótica, y a partir de ahí, un retorno a la irreflexión con la añadida asimilación de un mayor acento burlesco. Tenemos aquí la cima de teatralización dentro de la ilación de atmósferas bajo la cual se hilvana el repertorio. La tríada de ‘Val Neuf’, ‘Neocron’ y ‘Lynch’ regresa al imperio de la musicalidad, siempre manteniendo los instintos tanáticos bien despiertos, siempre dando vueltas en torno a los desafíos abstractos que implica el expresar furia y desesperación frente al auge de los monstruos de la razón. En todo caso, esta furia se hace explícita de una forma comedida, ajustándose a los esquemas contemplativos elaborados por una instrumentación que sigue la guía del piano (ya acústico, ya eléctrico). ‘De Cause À Effet’ tranquiliza un poco las cosas a través de un relativamente sosegado ejercicio de free-jazz, sucedido por nuevos efluvios deconstructivos de ‘Nature Morte’; así las cosas, la ocasión es propicia para que ‘Marche Vers…’ exponga el clímax final del disco orquestando síntomas de vitalidad oscurantista y explosividad bizarra.


“Vos Cités Sont Des Tombeaux” es testimonia crucialmente cómo pueden los ideales de arte y música crear nuevas vías de proyección por sí misma y contra sí misma: en otras palabras, es un reflejo de las expansiones estéticas a las que dejó abiertas las puertas de la conciencia el Zeuhl cuando nació como género avant-progresivo. ATHANOR encarna una de las más valientes y vitalistas de estas potenciales expansiones.


Muestras de “Vos Cités Sont Des Tombeaux”.-

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