Saturday, April 26, 2014

Recordando las primeras locuras progresivas de los mexicanos DELIRIUM


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy repasamos algunas páginas de la historia del rock progresivo latinoamericano y prestamos atención a un punto de referencia importante para la escena progresiva mexicana: DELIRIUM. El disco titulado “First” que se editó es en realidad una edición a posterior de una sesión de ensayos que se realizó en vísperas de la producción de su disco de debut oficial “El Teatro Del Delirio”, siendo éste original de 1984. Como sea, lo que tenemos en “First” se trata de una obra fundamental para entender y apreciar la efervescencia musical que tenía lugar en la vanguardia rockera mexicana en los 80s, compartiendo el vecindario sónico con otras bandas como ICONOCLASTA, NIRGAL VALLIS, 0.720 ALEACIÓN y CHAC MOOL (entre otras). Es justamente la cercanía con CHAC MOOL lo que permitió a DELIRIUM (originalmente denominado DELIRIUM TREMENS) grabar su primer disco, pues el líder de aquella banda, Carlos Alvarado, hizo buenas migas con los músicos de DELIRIUM cuando los conoció en 1983. Por entonces, el grupo era un cuarteto instrumental conformado por Amador Ramírez [sintetizadores y piano], Víctor Baldovinos [batería y percusión, también integrante de ICONOCLASTA], Daniel Rivadeneyra [guitarras eléctric y acústica] y Manuel Lhoman [bajo], siendo así que Alvarado llegó a prestarles teclados y equipo musical para ponerse a grabar este disco de forma un tanto artesanal en la casa de Baldovinos… ¡y en el transcurso de una sola noche! Ya para entonces el grupo también contaba con un vocalista llamado Óscar Saldaña en sus filas, aunque cabe decir que hay varias piezas íntegramente instrumentales en el repertorio de “First” (o “El Teatro Del Delirio”). La línea de trabajo del grupo está genuinamente insertada en la tradición del prog sinfónico, a veces remitido a la vertiente británica, otras veces a referentes continentales, siempre manteniendo sostenidos niveles de riqueza melódica y solvencia técnica, esta última al servicio de la primera. Vayamos a los detalles del disco.

‘El Teatro Del Delirio’ abre el disco con un aire ceremonioso, estructurado en torno a un fastuoso lirismo centrado en la labor de los teclados, pero arropado bajo un aura un tanto oscura: el resultado es como una amalgama de CAMEL y PULSAR. ‘Armageddon’ entra a tallar para meter mayor musculatura al asunto: esta vez es la dupla del teclado y la batería la que articula el encuadre general de la instrumentación, la cual se siente rotundamente vitalista. El breve solo de batería que emerge poco antes del final no hace sino reforzar este esquema de trabajo. Cuando llega el turno de ‘El Atrio De Las Ánimas’, la banda se pone a explorar una sonoridad solemne muy obediente de los estándares más habituales de la tradición progresiva sinfónica en lo que se refiere al empleo de matices barrocos y románticos en el desarrollo temático. La primera parte de este viaje instrumental está focalizada en ambientes calmados y relajados, mientras que la segunda vira hacia un frenesí estilizado lleno de bastante gancho. ‘Fruto’ sigue en buena parte la senda de la pieza precedente, creando también puentes con la ceremoniosidad que había marcado al primer tema del disco. ‘Asilo De Ancianos’ refleja una espiritualidad triste y ansiosa dentro de una musicalidad etérea al modo de un híbrido de los legados de CAMEL y PINK FLOYD.

‘El Lago De Cristal’ vuelve de lleno al esplendor sinfónico que anteriormente había marcado a ‘Armageddon’, aunque esta vez la dosis de vigor está suministrada de una forma más diversa. Al igual que en el otro instrumental mencionado, la labor de Baldovinos a la batería resulta crucial a la hora de asentar y afianzar el bloque instrumental íntegro. ‘Lágrimas’ ofrece un cuadro muy distinto en su segmento inicial, con las escalas de guitarras y ornamentos de glockenspiel creando un espíritu introspectivo. Dicho espíritu persevera cuando el ensamble entero entra en acción, pero no tarda mucho éste en explorar vías de expresividad más exaltadas al elaborar e hilar los demás motivos que van emergiendo hasta llegar a la barrera final del sexto minuto y medio. Aparte de las referencias continuas a CAMEL, también se pueden hacer al GENESIS 76-77 y al periodo clásico de unos ELOY. ‘Santo Oficio’ es la pieza con más gancho frontal de todo el disco, ostentando un punche llamativo tanto en los riffs como en el esquema rítmico, mientras que el instrumental ‘Nocturno En Caminata’ cierra el repertorio como una condensación de las cualidades más saltantes de la extroversión épica que es tan esencial al sonido grupal: de hecho, hay una garra que nos puede hacer recordar a ELP en cierto modo, aunque el lirismo absorbente del motivo central está más ligado a los paradigmas de GENESIS y la escena italiana (BMS, PFM).


Así termina nuestra experiencia con “First”, un testimonio inconfundible del talento y la fuerza de voluntad que DELIRIUM aportó a la escena progresiva mexicana de los 80s. Esta formación no se mantuvo estable por mucho tiempo; solo duró hasta fines de 1984, pero a pesar del carácter efímero de esta alineación, no nos cabe duda de que se trata de un ítem valioso para cualquier colección dedicada al género.


Muestras de “First”.-
Nocturno En Caminata: http://www.youtube.com/watch?v=p9ivf61Gq0c  

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