Tuesday, May 27, 2014

La música errante de IAN ANDERSON


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETIAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

IAN ANDERSON, el trovador perpetuo que por muchos años fungió como figura creativa del ahora difunto (o por lo menos indefinidamente hibernando) JETHRO TULL, vuelve a proyectarse hacia su faceta solista con “Homo Erraticus”. Al igual que en su disco inmediatamente anterior “Thick As A Brick 2”, ANDERSON recurre a su legendario alter-ego Gerald Bostock para este sexto disco solista, y la ocasión presente nos remite al estudio que realiza el Sr. Bostock de los manuscritos de un tal Ernest “Teddy” Parritt (1865-1928), un Coronel del Ejército Británico destacado en la India a inicios del siglo XX. El buen Parrit contrajo malaria y luego, en medio de su proceso de recuperación,  solicitó su retiro prematuro y se puso a escribir un extenso libro donde hace un repaso histórico de la conformación de la nación británica desde la Prehistoria hasta sus tiempos contemporáneos, así como algunas visiones alucinadas sobre un futuro que conocerá una segunda guerra mundial, el afianzamiento de la cultura de consumo, la globalización y un futuro del Planeta Tierra tras la extinción del género humano. Volviendo al mundo real, se nota que IAN ANDERSON aún cuenta con solventes credenciales progresivas dentro de la comunidad rockera amante de este género pues el año pasado recibió el galardón al Prog God (“Dios del Prog”) en la ceremonia de Prog Magazine Awards, y justamente eso le ha hecho tomar conciencia del rol tan influyente que ha ejercido desde aquellos tiempos del clásico “Stand Up” – y sobre todo, “Aqualung” y “Thick As A Brick” – dentro de un paradigma del rock artístico respecto al cual solo se veía a sí mismo como cordial vecino y ocasional habitante (léase, por ejemplo, el libro de la edición del 30mo, aniversario de “Thick As A Brick”). Pues bueno, asumiendo conscientemente su posicionamiento como músico y compositor de rock progresivo, veamos cómo se ha inspirado el viejo zorro ANDERSON para cada canción de “Homo Erraticus”.


‘Chronicles’ es el título de la serie de los ocho primeros temas, basados en la esquematización que hizo el susodicho historiador sobre el desarrollo de la cultura británica y la conformación de los estándares culturales de la humanidad occidental desde los albores de la historia hasta la decadencia del Imperio Británico. Con los temas primero y tercero, ‘Doggerland’ y ‘Enter The Uninvited’ respectivamente, tenemos una buena dosis de estándares Tullianos prog-folklóricos que nos remiten directamente a aquellos buenos tiempos de “Songs From The Wood” y “Heavy Horses”, además de algunos toques más modernos propios de la dupla “Crest Of A Knave”-“Rock Island”. Dicho de forma más concreta, remodelación de alegres colores y ritmos célticos a través de un filtro de rock moderadamente complejo y con notable protagonismo de la flauta. En medio de ambas canciones se sitúa el breve interludio ‘Heavy Metals’, el cual no es un ítem metalero sino uno que porta un cierto aire etéreo en actitud contemplativa. ‘Puer Ferox Adventus’ es el tema más extenso del álbum – dura 7 minutos y pico – y señala la temática de la instauración de la fe cristiana como paradigma oficial de la moral y la cultura. El tono de la pieza guarda ciertas reminiscencias con otras largas composiciones ceremoniosas de antaño de Ian Anderson, como ‘My God’ o ‘Dark Ages’, y de hecho cubre un espectro intensamente sombrío que tanto las capas orquestales de teclado como los solos de guitarra saben plasmar muy bien. Aunque no refleja la acidez anticlerical que atravesaba a casi toda la segunda mitad del álbum “Aqualung”, definitivamente hay en estas letras de Anderson un talante escéptico sobre la genuina misión del mensaje de Cristo en comparación con la institucionalidad que se inspiró en él. ‘Meliora Sequarum’ irrumpe a continuación para jugar con colores y cadencias medievales, algo que se ajusta perfectamente a la calidez pastoral del clásico Tulliano “Songs From The Wood”, aunque también se notan nexos con el solista “Rupi’s Dance”. La cita de ‘Doggerland’ sirve para crear un aura de comedida intensidad en el interludio. La dupla de ‘The Turnpike Inn’ y ‘The Engineer’ se centra en el desarrollo de la sociedad moderna y el rol de la clase trabajadora y la masonería en dicho proceso: ambos temas exhiben orgullosamente su gracilidad rural céltica, siendo así que ‘The Turnpike Inn’ refleja una gracilidad notoria mientras que ‘The Engineer’ asume un talante un poco más ceremonioso. Cerrando la primera sección, ‘The Pax Britannica’ reincide con aires gráciles pero esta vez con un acento palaciego sazonado con suavizadas dosis de blues-rock: los aires de familia con los estándares de “Heavy Horses” y “Stormwatch” son inocultables.

 

Con las secciones ‘Prophecies’ y ‘Revelations’ nos llegan sucesivamente los 7 últimos temas del disco.En estas dos secciones, el historiador refleja visiones sobre cómo se irá desenvolviendo el mundo occidental a través de la segunda posguerra en camino hacia una globalización galopante y un ethos industrial-comercial que no puede impedir destruir nuestro mismo mundo, para que finalmente surja una época post-humana donde una suerte de “raza de zombis pensantes de origen alienígena” llevará al Planeta Tierra hacia un nuevo paisaje. ‘Tripodium Ad Bellum’ es un hermoso instrumental que funciona como elegía para las jóvenes generaciones desperdiciadas en los campos de batalla durante las dos Guerras Mundiales, abriendo así el camino para la secuencia de ‘After These Wars’ y ‘New Blood, Old Veins’. La primera de estas canciones es una balada que exhibe un tono ceremonioso compatible con el talante elegíaco de la letra, mientras que la segunda ofrece una reconstrucción del esquema de ‘Living In The Past’ (indiscutible hit del viejo JETHRO TULL) donde el 5/4 se truca por un 6/8 que en ciertos momentos incorpora cadencias de 9/8. ‘In For A Pound’ es un minúsculo preámbulo juglaresco (al modo de ‘Heavy Metals’) que anuncia el arribo de ‘The Browning Of The Green’, himno rockero de bienvenida a las nuevas generaciones y despedida a las viejas; su esquema sonoro nos remite a los tiempos de “Roots To Branches”, y de paso, incluye unas nuevas citas a ‘Doggerland’ – lo cual significa que esta canción en particular es el símbolo unificador del repertorio entero.


‘Per Errationes Ad Astra’ es un interludio narrado donde se evoca a la intervención extraterrestre para instaurar una nueva racionalidad identitaria para nuestro planeta, y así llegamos al cierre del álbum, titulado ‘Cold Dead Reckoning’. Con un punche rockero interesante y un ingenioso manejo de métricas rítmicas inusuales, este anuncio del arribo de la “raza de zombis pensantes de origen alienígena” celebra una óptica muy poco dramática de este escenario post-apocalíptico. Las orquestaciones de teclado y el groove rockero nos recuerdan a aquellos tiempos de “Broadsword And The Beastie”.  ¿No será que el buen IAN está celebrando la vida post-JETHRO TULL? No nos faltan buenos motivos para sospechar fuertemente de eso, pero sin duda el mensaje sobre cuán pasajero es todo y cómo cada época nueva bebe de la anterior mientras rompe lazos con ella está muy claro. La coda de ‘Cold Dead Reckoning’ es un extracto de ‘Enter The Uninvited’ tocado lentamente por unas capas de teclados que emulan el sonido de una caja musical... y de hecho, algunas de las líneas centrales de flauta de ‘Enter The Uninvited’ eran una anticipación del preludio de ‘Cold Dead Reckoning’, por no decir que las cadencias de las líneas vocales siguen bastantes partes de su patrón. Dadas las cosas como están dadas,‘Enter The Uninvited’ resulta la canción iniciadora de una idea musical determinada y ‘Cold Dead Reckoning’ lleva a ésta a su punto culminante.  


El DVD que viene con la edición especial nos muestra el mismo repertorio del disco con una imagen permanente para cada canción. También aparece un mini-documental de estilo “making of”, el cual da un buen espacio al armado de los arreglos finales de ‘New Blood, Old Veins’ junto a la consabida entrevista a ANDERSON donde no solo habla sobre cómo se inspiró para elaborar el concepto de “Homo Erraticus” y cómo se ve a sí mismo como músico/compositor aún vigente en la compañía de nuevos músicos de apoyo enlos últimos años, sino también explica el final definitivo de JETHRO TULL como entidad musical.Es por si acaso no quedó clara la misma noción en el extenso comentario que aparece publicado en el cuaderno que acompaña a las letras y créditos del disco… y eso nos lleva a preguntarnos nuevamente si el significado esencial del concepto de “Homo Erraticus” no es sino una metáfora poético-metafísica del fin de JETHRO TULL y el renacer de IAN ANDERSON. Bueno, como sea, el hecho es que “Homo Erraticus” es un disco que reverdece eficazmente el paradigmático jardín sonoro que IAN ANDERSON ha venido sembrando, perfeccionando y cuidando por más de 40 años, sustentando así el magnífico ideal rockero de JETHRO TULL. Definitivamente, tiene más punche y una musicalidad más consistente que “Thick As A Brick 2”. Si los seres humanos estamos condenados a ser errantes de una u otra manera, IAN ANDERSON ha hallado la manera de crear nuevos caminos para sus nuevos espacios musicales merced a su oficio y su veteranía.


Muestras de “Homo Erraticus”.-

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