HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
MATS/MORGAN (que a veces firman como THE MATS/MORGAN BAND) es un dúo
conformado por dos suecos geniales, el
baterista Morgan Ågren y el teclista Mats Öberg (este último, invidente de nacimiento). Los traemos a colación ahora
porque el sello Cuneiform Records ha editado a fines de mayo pasado su nueva
oferta fonográfica, “Shack Tati”, la cual amenaza seriamente con provocar unánimes elogios
así como lo han hecho sus discos anteriores. El último de ello data de
2005 (“Thanks For Flying With Us”), por lo que este retorno al ruedo del dúo es
bienvenido con creces. La asociación de Ågren y Öberg empezó cuando ambos eran aún colegiales (¡el segundo ni siquiera había
cumplido 10 años de edad!) tras unas actuaciones en eventos escolares. Sus
reputaciones como niños prodigio y la magia de su asociación escalaron a
niveles estratoféricos cuando formaron ZAPPSTEETOOT en 1984 (ya había dos
dígitos en la edad de Óberg por entonces) con el propósito de hacer versiones del vasto repertorio
de FRANK ZAPPA. La incredulidad y buenas vibraciones de ZAPPA al respecto están
bien documentadas, sobre todo por esa entrañable anécdota en que el genio
californiano les invitó a tocar como parte de su banda de apoyo en un concierto
que dio en Estocolmo en 1988. Mucho ha llovido hasta ahora, muchos discos han
publicado con material propio, en muchos proyectos se han metido estos dos
músicos por su cuenta, y ahora nos toca describir y evaluar los detalles de este
disco de reencuentro.
La experiencia de “Shack Tati” comienza con ‘Rubber Sky’, tema que dura
poco menos de 3 minutos: su colorido vitalista y juguetón nos recuerda al
paradigma Zappiano en los tiempos del “Jazz From Hell”. ‘Walk Here’ se orienta
más por el terreno del nu-jazz con fuertes resabios de tenor trance, mientras
que ‘The Swedes’ se mete a una extravagantemente jovial versión cibernética de
R.I.O. donde la prestancia de unos RASCAL REPORTERS y la magia de unos AKSAK
MABOUL se mezclan fluidamente. Con sus poco más de 6 ¼ minutos de duración,
‘Mr. Piccand’ se erige en la pieza más larga del álbum: su talante
contemplativo se explaya en una serenidad crepuscular revestida de recursos
electrónicos etéreos. Esto mismo sitúa al dúo muy cerca al TANGERINE DREAM de
la etapa 75-77 así como al VANGELIS de fines de los 70s, aunque es claro que
las progresiones armónicas del teclado y los retazos de la armónica se
encuadran dentro de los estándares del jazz. Con el final de este tema se
engarza el frenesí rotundo de ‘Rappel’, pieza que nos devuelve al vigor
colorido de ‘Rubber Sky’ pero con una dosis más vitamínica de polenta
expresiva. La dupla de ‘Dracul Of Nancy’ y ‘Tati Bake 2’ sirve para solidificar
aún más el bloque sonoro que el dúo sigue recreando con solvencia e ingenio:
‘Dracul Of Nancy’ se apoya en un groove ágil que sabe mantener una
espiritualidad sobria (estableciendo así un paralelo con JAGA JAZZIST),
mientras que ‘Tati Bake 2’ regresa a la remodelación electrónica de
deconstrucciones R.I.O. en base a un esquema rítmico que debía ser humanamente
imposible… pero no, es algo concreto que solo pueda hacer el Sr. Ågren. Éste a veces aporta partes de teclado y percusión programada a partir de aplicaciones computarizadas, pero es su socio quien asume los aportes musicales de los sintetizadores en su inmensa mayoría.
‘DJ Fetisov’ brinda una grácil mezcla de la faceta frenética y la faceta
sofisticada del álbum, desarrollando a lo largo del camino una ambientación
neurótica, mientras que la secuencia de ‘Vinyls & Pusherman’ y ‘The Curse
Of Knowledge’ se centra en el dinamismo colorido que el dúo sabe manejar a su
antojo. El primero de estos temas ostenta una vivacidad rotunda a través de una
sencilla base melódica diseñada con pulcritud; el segundo, por su parte, se
orienta hacia un medio tiempo signado por un groove un tanto funky (al estilo
del HERBIE HANCOCK de la segunda mitad de los 70s), debidamente sazonado con
complejidades nítidamente progresivas. Con la pieza titulada ‘Russian Tourists
Not In Line’, el dúo explora nuevamente los terrenos de extravagante
fastuosidad que antes vimos plasmada en ‘The Swedes’ aunque con un vigor más
neurótico y una ebullición rítmica más sofisticada. En fin, la pieza homónima
se encarga de cerrar el álbum con una aureola juguetona que lejos de invitar a
simplezas simpáticas nos permite apreciar un nuevo giro de tuerca en la
traviesamente retorcida visión musical de la banda: los aires de familia con el
ZAPPA 80ero y de JAGA JAZZIST vuelven a salir al frente para esta ocasión. La cita final del primer tema del álbum cierra el círculo musical de una
forma entrañable.
“Shack Tati” es simple y llanamente una delicia, un delicatessen sonoro
donde se conjugan aventuras inescrutables y coloridos llamativos: MATS/MORGAN
es una dupla mágica e incombustible que encuadra una inacabable fuente de
ingeniosa música jazz-progresivo. ¡Disco altamente recomendado!
Muestra de “Shack Tati”.-
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