KENSO vuelven a la
carga; sí, damas y caballeros, el grupo japonés formado a mediados de
los 70s y que desde el año 1980 ha venido gestando una voluminosa e impresionante
discografía vuelve a la carga en el presente año 2014 con un álbum titulado “Uchinaru Koe Ni Kaiki
Seyo”. Esto supone una irrefutable bendición para todos los apreciadores de la
vertiente jazz-progresiva que existen en el mundo. KENSO, que ha sido un pilar
para la gestación de una sólida escena progresiva en el underground nipón de
los 80s y para el revival prog mundial de los 90s parece incombustible; en realidad,
es lo que parece. Con la alineación conformada por el guitarrista
Yoshihisa Shimizu, la dupla de los hermanos teclistas Kenichi Oguchi y Kenichi
Mitsuda, el bajista Shunji Saegusa y el baterista-percusionista Keisuke Komori,
el grupo demuestra con este disco su perpetua capacidad de demostrar que se
mantienen frescos y con robustos signos vitales a despecho del tiempo de
descanso que se pueda haber tomado entre este disco y el precedente. Pero esta
sensación no s precisamente nueva: si “Utsuroi Yuku Mono” nos causó una
impresión tremendamente positiva en el 2006 cuando apareció en el mercado 4
años después del disco anterior (“Fabulis Mirabilibus De Bombycosi Scriptis”),
pues “Uchinaru Koe Ni Kaiki Seyo” pone a nuestras mentes y
oídos en un idéntico estado de gracia. Como detalle especial, cabe mencionar la
participación de la cantante Miwako Handa haciendo algunos aportes vocales en
un puñado de temas del repertorio.
‘Wakaki Hi No Watashi E’ abre el álbum con 5 ½ de pura
exquisitez sonora sobre una ingeniería rítmica de medio tiempo con talante
ágil: los fraseos de guitarra y los múltiples ornamentos de teclado (bases
armónicas, capas, solos complementarios) se hermanan en una exhibición de
infinito lirismo, evocando viejos legados de NATIONAL HEALTH y WEATHER REPORT
dentro de un marco pulcramente coherente. Luego sigue la sucesión de ‘Shinjuku
Kōsei Nenkin Ni Sora’ y ‘Kō Tenbosetsu’, diseñada para perpetuar la muy buena
impresión que causó la pieza de entrada. ‘Shinjuku Kōsei Nenkin Ni Sora’ persiste
en jugar con un medio tiempo, pero esta vez el grupo pone sobre el tapete una
dosis un poco más elevada de punche rockero al asunto, así como un empleo un
poco más sofisticado de adornos en el desarrollo temático; por su parte, ‘Kō
Tenbosetsu’ se interna en paisajes sónicos introspectivos, flotando sobre las
alas de un motivo central relajado y sereno, sabiamente llevado por la guitarra
acústica y el piano en el núcleo instrumental. El cuarto tema es el primero en
portar un título en inglés: ‘Voice Of Sankhara’. La vitalidad de esta pieza es
llamativa, incluso contagiosa: su orientación está marcada hacia un predominio
del elemento sinfónico, con enclaves seriamente asentados en los estándares de
YES, CAMEL y GREENSLADE, pero con ciertos aires modernizados que nos hacen
recordar a bandas como A TRIGGERING MYTH… o al KENSO de siempre, par expresarlo
de una forma más directa.
‘Shu Ni Majiwareba Redo’ parece el resultado de una interesante cruza entre HAPPY THE
MAN y TRIBAL TECH, con un manejo enormemente pulido de las difíciles ilaciones
entre pasajes etéreos y robustos. Hay un pasaje intermedio que se siente
particularmente sofisticado, dueño de una complejidad ágil y bizarra, bien
sostenidos por la tremendamente hábil dupla rítmica. Acto seguido surge ‘Nōkō
Minzoku Ni Tsugu!’, impulsándose soberbiamente sobre el punche del tema
precedente y asentando nuevos senderos de expresividad extrovertida para el
álbum. Algunos resabios de los estándares de NATIONAL HEALTH y de HAPPY DE MAN
siguen haciéndose notar en los interludios sobrios, pero sin duda se trata
esencialmente de una pieza en la que los músicos focalizan sus energías en
sacar a relucir los coloridos más rotundos de sus respectivos instrumentos. El
séptimo tema se titula ‘Kokoro Wa Kako E Mukau’, y consiste básicamente en un
collage de 2 minutos donde un dramático solo de guitarra – casi Frippiano – se
explaya en sus misteriosas escalas sobre capas de efectos sonoros armadas con
distorsiones varias de instrumentos de teclado y percusión. Cuando llega el
turno de ‘Song Of Hope’, la sorprendente tensión previa se desvanece en pos de
un ejercicio de limpio lirismo: el destacado rol de la vocalista Miwako
Handa redunda eficazmente en el talante abiertamente evocativo de esta canción,
cuya inicial dimensionalidad sinfónico-pastoral permite a KENSO hermanarse
momentáneamente con otras personalidades venerables del prog japonés como
PAEGANT y NOVELLA. Luego, cuando
ya el ensamble entra a tallar en pleno, el asunto se pone en plan de jazz-rock
melódico envuelto dentro de una dinámica progresiva: el asunto se pone ahora en
consonancia con bandas como INTERPOSE y MR. SIRIUS. Como bonus track
(pues la información impresa en la contraportada del disco solamente contiene
listados 8 temas) tenemos un noveno tema que no es sino la versión instrumental
de ‘Song Of Hope’, la misma que se
caracteriza no solamente por carecer de canto sino que también se desprende de
ciertos ornamentos instrumentales que hemos detectado en la octava pista del
disco.
Bueno, todo esto
fue “Uchinaru Koe Ni Kaiki Seyo”, un disco realmente
maravilloso, un agradable muestrario de música jazz-progresiva de gran nivel y
rebosante de creatividad que vuelve a poner a los veteranos KENSO en la cresta
de la ola de la música progresiva japonesa del momento.
[Gracias a Jackie Suárez por haberme mostrado este gran disco – a ella va dedicada la presente reseña]
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