Monday, November 17, 2014

MY BROTHER THE WIND, en un nuevo tiempo y un nuevo espacio


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy se da la afortunada ocasión de virar nuestras mentes y oídos a unos suecos que conocemos de antes, los del cuarteto MY BROTHER THE WIND: hacemos esto por motivo de su nuevo registro fonográfico de estudio “Once There Was A Time When Time And Space Were One”, publicado por el sello Free Electric Sound (en asociación con Laser’s Edge) a inicios de octubre, tanto en formato digital como de vinilo. La formación actualmente operativa consta de Mathias Danielsson [guitarras eléctricas y acústica de 12 cuerdas, flauta dulce tenor], Ronny Eriksson [bajo], Nicklas Barker [guitarras eléctricas y acústica de 12 cuerdas, mellotrón] y Daniel Fridlund Brandt [batería, percusión]; o sea, el grupo cuenta ahora con nuevo baterista. De hecho, la presencia de Brandt ya quedaba registrada en el disco en vivo “Live At Roadburn 2013”. La dinámica para elaborar y registrar este material de “Once There Was A Time When Time And Space Were One” ha sido la misma que en los dos discos precedentes – “Twillight In The Crystal Cabinet” y “I Wash My Soul in the Stream of Infinity” –, o sea, encerrarse en el estudio en un solo día (en este caso, un día de enero del 2013) y hacer estructuraciones improvisadas de ideas musicales mínimamente delineadas, gestando así aventuras psicodélicas al ritmo del flujo de las ideas del momento.


El repertorio del álbum se abre con ‘Prologue’, que es justamente eso, un breve prólogo cósmico que gentilmente desata las cuerdas del navío de ‘Song Of Innocence’ para que se explaye en su crucial odisea. Esta composición que consta de dos partes – expandiéndose sucesivamente en un total de 11 ¾ minutos – instaura tempranamente un punto de referencia para el repertorio integral. La primera parte es contemplativa, ostentando un nivel sabiamente contenido de aguerrida expresividad sobre un medio tiempo que ayuda a capitalizar la ambientación ensoñadora predominante; la segunda parte emerge como un vendaval visceral que brilla con una luminosidad agresiva, notoriamente influida por el modelo del HAWKWIND pre-1974 y, hasta cierto punto, también de GURU GURU. El carácter extrovertidamente afilado de la segunda parte de ‘Song Of Innocence’ alimenta idóneamente la expectativa ante la furia space-rockera que articula el siguiente tema, ‘Into The Cosmic Halo’, una furia que no se niega a incorporar grooves propios de la tradición del stoner. El solo de guitarra que entra a tallar a poco de pasada la barrera del cuarto minuto grita la influencia del paradigma de BLACK SABBATH. Para ‘Misty Mountainside’, Fridlund Brandt y Eriksson intercambian roles con el primero tocando el bajo y el segundo aplicándose a las congas; mientras los otros dos se reparten la guitarra acústica y la flauta dulce, el ensamble está listo para regalarnos un viaje sonoro etéreo en clave de acid-folk, muy en onda con el legado de AMON DÜÜL II y los patrones de la psicodelia con raíces étnicas exóticas.


La otra composición larga del disco es ‘Garden Of Delights’, y de hecho es la más larga, durando 12 minutos. El grupo empieza a dejar la vitalidad robusta y cruda del space-rock para asentar sus nuevos paseos sonoros por las carreteras destellantes del krautrock, repletas de punzante espiritualidad, envuelta por una bruma mágica: ASH RA TEMPEL y AGITATION FREE son los principales referentes inspiradores para las armazones incansables de los guitarreos y el groove solemne concretizado por la dupla rítmica. El pasaje final, al estar marcado por capas de mellotrón, aviva la ilusión de estar metidos en un ensueño iluminado por las llamas de algún tipo de pentecostés; también se nota un cierto aire Crimsoniano en esta atmósfera conclusiva (etapa 73-74). ‘Thomas Mera Gartz’ funge como una especie de coda de ‘Garden Of Delights’ con sus capas minimalistas que parecen inundar el espacio en una serie de ensoñadores surcos de maelstrom, a la vez que prepara el terreno para la penúltima pieza del álbum, justamente la homónima. La estructura de ésta nos devuelve al área de la psicodelia étnica, reclamando sobriamente los ecos krautrockeros heredados de ‘Garden Of Delights’ (como una cruza entre AGITATION FREE y GILA). Engarzándose con ‘Once There Was A Time…’, ‘Epilogue’ se encarga de cerrar el repertorio con un jam penetrado por una estupenda ambientación flotante sobre un ágil esquema rítmico en 6/8: dueño de un vitalismo elegante, este epílogo ahonda en el aspecto íntimamente lírico de la banda.


Como resumen final, casi tres cuartos de hora de esplendor prog-psicodélico nos brinda el repertorio de “Once There Was A Time When Time And Space Were One”… como no podía ser de otro modo, teniendo en cuenta que se trata de una obra gestada por MY BROTHER THE WIND. Esta asociación de Matthias Danielsson, Ronny Eriksson, Nicklas Barker y Daniel Fridlund Brandt ha gestado un aporte sumamente valioso a la hora de gestar nuevos tiempos y nuevos espacios para el estándar del rock progresivo psicodélico contemporáneo. ¡Sumamente recomendado!


Muestras de “Once There Was A Time When Time And Space Were One”.-
Song Of Innocence [grabando el tema en el estudio]: https://www.youtube.com/watch?v=GHXgmjaZDmo

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