Wednesday, December 24, 2014

ARCABUZ: desde los orígenes al porvenir


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy nos complacemos en presentar a ARCABUZ, un grupo español fundado en el año 1979 con la misión de hacer rock progresivo en base a los legados de la primera escuela británica, el movimiento del rock andaluz y la misma tradición 70era española. A pesar del enorme entusiasmo que le ponían al asunto Julio Francisco Álvaro [teclados], José Luis López [bajo], Carlos López [guitarras eléctrica y acústica, mandolina, bouzouki] y Aurelio Ortega [batería], la cosa no prosperó hasta el punto de contar con algún apoyo fonográfico bien definido. Pero bueno, los cuatro exsocios no tuvieron mejor idea en el año 2009 que la de retomar sus sueños de ARCABUZ y abocarse a la grabación apropiada de su material, algo más que la maqueta que lograron grabar en esos lejanos inicios de los 80s mientras esperaban asegurarse algún contrato de grabación. Lo que se concreta ahora en el 2014 se titula “Orígenes”, un título muy apropiado para significar este acto de revancha contra los desdenes del pasado en busca de un lugar de autoafirmación en el actual y amplio mundo fonográfico. Veamos en qué consiste cada una de las piezas que integran el repertorio de “Orígenes”, ¿vale?


Este recorrido por la memoria viviente de ARCABUZ empieza a lo grande con el fastuoso pasaje introductorio de una pieza con un poderoso título: ‘Confrontaciones Dolorosas’. El desgarro emocional aludido en el título se traduce aquí en un furioso esplendor sinfónico que bebe tanto de las tradiciones de YES y EMERSON, LAKE & PALMER como de las de MEZQUITA y ATILA. ‘La Setrilleira’ sigue a continuación para llevarnos hacia un sendero de lirismo un poco más reposado, aunque igualmente mantiene un espíritu extrovertido fácil de notar, lo cual hace que la intensificada sección final surja con impoluta fluidez. Algunos pasajes de teclado guardan un aire muy a lo Pete Bardens, y de hecho, hay un groove que nos recuerda al que ostentaban varias canciones del clásico de CAMEL “MoonMadness”. Llevando el elemento progresivo andaluz más lejos, ‘Música Después De La Vida’ nos muestra en un primer momento un estupendo cuadro sonoro de dinamismo exótico estilizado muy en onda con los primeros discos de CAI e IMÁN CALIFATO INDEPENDIENTE: la ingeniería arábiga con la que se crea los núcleos melódicos en curso se ajustan a una arquitectura refinada donde la musculatura del rock se mantiene firme, aunque esta vez la mayor parte de ésta se asienta sobre un compás lento, muy en línea con la languidez mística del PINK FLOYD de la etapa 73-75. Con el largo solo de guitarra que se desarrolla durante el pasaje lento se refleja muy cabalmente el nivel de señorío sónico que la banda es capaz de expresar. ‘Al Final De Una Larga Espera’ nos lleva a terrenos más afines al paradigma de CAMEL: no nos dejemos engañar por la solemne introversión que marca el pasaje inicial, aquí encontramos poco después una nueva dosis de la luminosidad expresiva que es tan característica del cuarteto.  



‘Geisha’ es la pieza más extensa del álbum con sus casi 10 ½ minutos de duración. A pesar de las imágenes de fiestas cortesanas del Extremo Oriente que evoca el título de esta pieza, en realidad su exotismo está más inclinado hacia lo arábigo. Los jams constitutivos del núcleo de esta pieza están bien armados, representando la expresividad enérgica de la banda con solvencia, y además, se incluye un muy buen solo de batería que sirve para darle un giro nuevo al asunto. Nos vamos acercando al final del disco cuando llega la hora de que emerja ‘Raptus Emocional’. Su vibración Cameliana, muy al estilo de ‘La Setrilleira’, es llevada con una plenitud melódica cautivadora. Al final del camino nos topamos con ‘Melomanía En Re (Tributo A Un Reencuentro)’, tema que encapsula más de 8 ½ minutos de gloria musical envolvente: tras un inicio sereno e introvertido, el groove transita hacia un aura más ágil, ostentando una vez más la mágica luminosidad de la esencia del rock sinfónico de raíces andaluzas. Una vez más, la guitarra se luce con majestuosidad en los momentos donde se necesita realzar el enfoque melódico del clímax. En fin, todo esto fue “Orígenes”, el testimonio de un sueño recobrado para la gente de ARCABUZ en esta misión de hacer rock progresivo de ayer y hoy. Esta música buscó a su público en esos inicios de los años 80s y ahora cuenta con una orza con la cual puede enfilar sus trayectos posibles a través de los mares que se abren en las redes de comunicación de nuestros tiempos: es hora de prestar toda la atención debida a esta visión musical de Julio Francisco Álvaro, José Luis López, Carlos López y Aurelio Ortega.

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