UBI MAIOR vuelve a la carga y lo hace a lo grande,
aportando un disco fascinatemente épico titulado “Incanti Bio Meccanici”. Seis años después de su disco anterior “Senza
Tempo”, este quinteto da rienda suelta hasta niveles estratosféricos a su amor
por la línea de trabajo retro-progresiva que le engarza con los paradigmas de
ALPHATAURUS, BIGLIETTO PER L’INFERNO, MUSEO ROSENBACH y PREMIATA FORNERIA
MARCONI, además de los obligatorios guiños a la faceta rimbombante del
sinfonismo británico a lo EMERSON, LAKE & PALMER y YES. Publicado en
febrero por el sello AMS Records, “Incanti Bio Meccanici” nos muestra un
repertorio rutilantemente ambicioso que fue trabajado en varios momentos de los
años 2013 y 2014, armándose así un tema que supera los 20 minutos de duración,
uno que llega casi a los 10 y dos que los superan. La
alineación que concibió y grabó este álbum está conformada por Mario Moi al
canto, el violín y la trompeta, Walter Gualtiero Gorreri al bajo y los pedales
bajos, Gabriele Dario Manzini a los teclados, Alessandro Di Caprio a la batería
y la nueva integrante Marcella Arganese a las guitarras y el sitar: destacamos
en esta última su manera de reciclar los paradigmas de STEVE HACKETT dentro de
su propio estilo, logrando así que sus interacciones con los siempre ambiciosos
arreglos de teclado de Manzini sean equilibrados y sugerentes,
independientemente de cuán pomposas sean algunas de las atmósferas más
llamativas del repertorio. De hecho, la talentosa Marcella entró a la banda poco después de la publicación del mencionad osegundo disco. Podemos adelantar que con “Incanti Bio Meccanici”, los UBI MAIOR han
logrado afianzar su posicionamiento en lugar preferencial dentro de la
inagotable avanzada retro-progresiva italiana. Pero vayamos ahora a los
detalles del disco para aclarar nuestra opinión tan positiva sobre este disco,
¿vale?
‘Teodora’ es la pieza más larga del álbum, durando 20
¾ minutos, y justamente es la que abre el disco. Una sencilla y suave secuencia
de acordes de guitarra dan inicio al tema con un aura de sobria serenidad, la
misma que al incorporarse los demás instrumentos se torna dueña de una
elegancia pastoral conmovedora: ése es el poder evocativo que tiene el violín
del frontman Moi. Una pena que este pasaje introductorio no dure más de 105
segundos, pero es que el primer pasaje cantado irrumpe con todo para explayarse
en una expresividad dramática señorial. A través de una ilación elaborada con
pulcra fluidez, la siguiente sección vira hacia una espiritualidad más
ceremoniosa, logrando así concretar una vitalidad melódica tan propia de sus
legendarios compatriotas de MUSEO ROSENBACH como de otros más jóvenes como
SITHONIA y MALIBRAN. En algún momento alrededor del decimoprimer minuto, las
vibraciones melódicas aumentan de intensidad y la actitud reflexiva se ahonda
más: los arreglos sucesivos de piano y mellotrón sirven de base para que el
grupo en bloque articule el desarrollo temático en curso dentro de pautas
sinfónicas bien definidas. Acto seguido, una inesperada variante tiene lugar y
empieza a imperar un recurso de psicodelia lánguida que posiblemente porte
algunos aires de familia con el viejo legado de VAN DER GRAAF GENERATOR: se
trata en realidad de un interludio antes de que el grupo recupere el espíritu
de la primera sección cantada, y lo hace con una estrategia sigilosa, con un
crescendo inicial basado en las cadencias tribales provistas por la dupla
rítmica, y luego, creando un pasaje rotundo donde el ensamble da rienda suelta
al típico boato sinfónico. Tras un hermoso diálogo desafiante entre la guitarra
y el violín que constituye el núcleo del clímax grupal, la suite se cierra con
un breve reprise de un motivo de voz y piano: ¡a lo grande!
Todo un viaje ha sido la primera pieza del álbum… pero
recién estamos comenzando. ‘Alchemico Fiammingo’ es la siguiente canción,
durando casi 13 minutos. Comienza con un suave preludio breve de guitarra y
violín antes de que el ensamble íntegro aborde el primer cuerpo central con una
aureola alegre y extrovertida, más bien de tendencia neo. El segundo cuerpo
melódico es un hermoso paraje instrumental que transita por el área de la
estilización bucólica de BANCO DEL MUTUO SOCCORSO, cimentando así el terreno para
que una nueva sección cantada (mayormente en 5/4) se explaye en un nuevo
ejercicio de colorida gracilidad. La parte final baja un poco los decibeles
rítmicos para asumir una ceremoniosidad relativamente dramática. ‘Il Cancello
Del Tempo’ es la pieza menos extensa del álbum, y tal vez, la que más revela
una espiritualidad romántica: a veces nos recuerda a SITHONIA en lo relativo a
las fabulosas orquestaciones de teclado, pero otras veces donde el grupo juega
con sonoridades etéreas e intimistas, el ensamble se explaya ingeniosamente en
su talento para elaborar ingeniosas sutilezas melódicas como ha venido haciendo
en sus discos precedentes (especialmente el segundo “Senza Tempo”). La
construcción del clímax conclusivo es simplemente perfecta. ‘Lo Specchio Di
Mogano’ cierra el álbum con otro despliegue de grandes ambiciones sónicas,
sintetizando la grandiosidad retro-progresiva de las dos primeras canciones y
los aires modernos predominantes de la tercera. Algunas menciones especiales
deben ir para el fantástico solo de trompeta que anticipa la sección final, así
como para el electrizante solo de Moog que coloca la bandera en la culminación
del ascenso a la cima del desarrollo temático: este tipo de resoluciones
melódicas dignifica a lo grande los legados de PFM y BMS.
Una misión difícil se puso sobre sus hombros la gente
de UBI MAIOR cuando gestó la ingeniería artística de “Incanti Bio Meccanici”, y
gracias a las Musas, el grupo enfrentó exitosamente el desafío y salió airoso
de cada uno de los extensos viajes musicales que conforman el álbum. Un disco
ideal para todo coleccionista de rock progresivo que se siente perpetuamente
nostálgico de los tiempos de la primera generación de rock sinfónico:
¡totalmente recomendado!
Muestra de “Incanti
Bio Meccanici”.-
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