HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy nos toca presentar
al multi-instrumentalista sueco SIMON STEENSLAND por motivo de la reciente
publicación de su trabajo fonográfico “A Farewell To Brains”: más exactamente,
fue publicado a fines de enero pasado por el sello italiano AltrOck Productions.
Este músico nacido en 1961 comenzó su carrera como baterista desde los 17 años,
sin estudios teóricos pero una gran melomanía que le llevó a conocer toda la
obra entonces disponible de sus ídolos UNIVERS ZERO, KING CRIMSON, PRESENT,
MAGMA, HENRY COW, etc., expandiendo sus horizontes artísticos con el estudio de
instrumentos de cuerda, teclado y percusión a través de los años. Su disco
debut data del año 1993, titulado “The Simon Lonesome Combat Ensemble”, y ahora
“A Farewell To Brains” entra en la realidad como su disco no. 6 (sin incluir el
disco a dúo con STEN STANDELL “Under Oknar”, del 1997). Conociendo quiénes
fueron sus figuras inspiradoras a la hora de forjar su sueño de convertirse en
un creador de rock progresivo, no nos extraña que su misión personal sea la de
mantener vivos los legados del chamber-rock de raigambre francófona y del
Zeuhl. Hacer música para teatro e investigar en la cámara contemporánea así
como en el jazz experimental le han llevado a madurar continuamente como
compositor e intérprete a lo largo de la veintena de años que lleva como
miembro activo de la vanguardia progresiva. Para “A Farewell To Brains”, el buen SIMON se
mantiene ocupado en los teclados, guitarra, bajo, cello, percusión tonal y
flauta, mientras que un numeroso ejército de colaboradores/as aporta
contribuciones instrumentales y corales. Vemos en los créditos de los discos
los nombres del baterista Morgan Ågren, el bajista Guy Segers (quien tiene su
pasado en UNIVERS ZERO), la violinista Sara Kihlman Wibe, los
clarinetistas Bertil Fält, Gustav Rådström y Yann Le Nestour, el trombonista
Magnus F. Andersson, el pianista Arvid Pettersson, el gaitero Peter Mörlin, el
guitarrista Einar Baldursson, el teclista y también clarinetista Robert
Elovsson, y un total de 12 mujeres vocalistas. Vaya, parece que el concepto del
álbum exige aplicar estrictamente la ley del horror al vacío: repasemos su
repertorio para ver si se cumplen nuestras sospechas.
Con el muy científico
título de ‘Schrodinger’s Cat’, y lo hace con ambiciones artísticas que ostentan
su propia vitalidad pretenciosa: de hecho, dura poco menos de 17 minutos este
electrizante viaje musical con que STEENSLAND y sus colaboradores se presentan.
Un seco golpe de una grave nota de piano abre paso al primer cuerpo temático,
el cual exhibe una pulsación recurrente y opresivamente neurótica a lo PRESENT.
Los primeros cinco minutos y medio de este masivo ejercicio de fastuosa
oscuridad nos remiten tanto a las síncopas tanática de “Triskaïdékaphobie” como al esquematismo arrollador de “Le Poisón Qui Rend Fou”. Ya en una segunda
sección, la atmósfera central vira hacia lo etéreo en consonancia con entidades
más actuales como 5UU’S y FAR CORNER. En esta situación, STEENSLAND y sus
colaboradores elaboran un crescendo que desemboca en un clima minimalista que
instaura la tercera y última sección. Dicho ejercicio de minimalismo es
trabajado en base a la armazón de órgano, cuerdas y percusión tonal, desde la
cual se genera una tensión abrumadora. En un momento dado, la irrupción de la
orquestación grupal apunta hacia lo que parece ser la resolución de la tensión,
pero en realidad se trata de un eco pasajero de la primera sección pues el
minimalismo pleno vuelve a imponerse tras la disolución de la orquestación. Con
un arreglo de voces femeninas se arma una bella y efímera coda para ‘Schrodinger’s
Cat’. Si el famoso físico Stephen Hawking siente ganas de disparar al gato cada
vez que oye hablar de la hipótesis de Schrodinger, pues esta pieza muestra a
dicho gato como un invulnerable monstruo felino sacado de los más
escalofriantes relatos de Lovecraft. ‘Elephant’, el segundo tema, juega con un
motivo breve bastante tenebroso, apoyado adecuadamente sobre un compás lánguido
que realza el momentum opresivo. Se puede interpretar como una coda de los
momentos más oscurantistas de ‘Schrodinger’s Cat’.
‘One’ es otro tema de
generosa expansión, aunque “solo” dura 13 minutos. Con su electrizante mezcla
de vitalidad tétrica y vigor recalcitrante, esta pieza se puede definir
perfectamente como el diálogo ideal entre el UNIVERS ZERO del “1313” y el MAGMA
del “Üdü Wüdü”… sin olvidar el modelo de PRESENT, claro. A todo esto cabe
añadir el empleo de ciertos dinamismos ampulosos que permiten al ensamble
actuante entablar nexos de parentesco con entidades modernas como GUAPO, RHÙN y
FAR CORNER. La sección final tiene algo de celebratorio, pero el solo de saxo y
los efectos del Theremín nos mantienen bien alerta respecto a la invasiva
oscuridad delirante que nos envuelve mientras seguimos escuchando. ‘Fader Var’
es una breve cantata con base de piano que tiene toda la pinta de ser una
evocación en un aquelarre: la amalgama de voces femeninas suena distinguida y
contenida, pero sin duda hay algo de herética amenaza en su forma de crear un
discurso sin palabras al cantar.
Durando 17 ¼ minutos,
la pieza de clausura ‘The Idiot’ es la más larga del álbum. Su esquema de
trabajo consiste básicamente en recolectar el surrealista oscurantismo
ecléctico de ‘Schrodinger’s Cat’ y la densidad arrolladora de ‘One’ para armar
una síntesis musical completa en el justo momento de finiquitar el repertorio.
Poco antes de llegar al octavo minuto y medio, se impone un arreglo coral donde
el constante delirio tenebrista adquiere una aureola de mágica magnificencia.
Más adelante pasamos a una sección de tendencia minimalista donde una lúgubre
nota de sintetizador sirve de sostén para la armazón envolvente de los demás
instrumentos: de este modo, se prepara el terreno para el juego de formas
libres aleatorias con el que se cimenta el final de la pieza, un final que
parece evocar la despedida definitiva a los sueños y monstruos de la razón. Eso
es lo que este despliegue de sonido deconstructivos sugiere al oyente:
despedirse de su cerebro para dar la bienvenida a una oscuridad incomprensible
que ha de envolverle de inmediato por siempre jamás. Así termina la intensa y
majestuosa sucesión de piezas que conforman “A Farewell To Brains”, más que un
simple disco, un retrato sónico de las pesadillas monstruosas más recurrentes
de la razón. Más vale tarde que nunca cuando se trata de descubrir la propuesta
musical de SIMON STEENSLAND, y en estas circunstancias, solo nos queda
calificar a “A Farewell To Brains” como una obra sumamente recomendable para
las mentes progresivas más aventureras.
Muestra de “A Farewell To Brains”.-
Schrodinger’s Cat: http://altrockproductions.bandcamp.com/track/schrodingers-cat
No comments:
Post a Comment