HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Volvemos al
universo musical de los legendarios maestros italianos de la música de terror
progresiva GOBLIN para remitirnos a esta entidad denominada GOBLIN REBIRTH, la
cual está dirigida por la dupla rítmica tradicional de la fuente madre: el
bajista Fabio Pignateli y el baterista-percusionista Agostino Marangolo. El
quinteto se completa con los dos teclistas Aidan Zammit y Danilo Cherni, y el guitarrista Giacomo Anselmi. De hecho,
este grupo ya tiene 5 años de formado, y desde el punto de partida se dio a
conocer el circuito underground de su país con un repertorio de temas clásicos
de GOBLIN y alguna que otra pieza menos llamativa de sus tradicionales bandas
sonoras para películas de terror. Con su continua labor de nuevos arreglos para
todos estos viejos temas, la banda se dio pronto maña para crear un nuevo
material a partir de jams y composiciones individuales, mirando hacia el futuro
como una entidad musical de carácter autónomo. Hace poco, a fines del pasado
mes de junio más exactamente, GOBLIN REBIRTH ha convertido en una realidad
física el registro de su material nuevo: el sello Relapse Records publicó,
tanto en formato de vinilo como de CD, este disco titulado también “Goblin
Rebirth”. Hace poco reseñamos en este mismo blog el disco de GOBLIN “Four Of A
Kind” – conformado por el quinteto clásico menos Claudio Simonetti – y,
teniendo ahora en nuestras manos a “Goblin Rebirth”, nos atrevemos a expresar
nuestra preferencia por este último, pues nos impacta de una manera especial
esa mezcla de magia y vigor que expresa el ensamble de Pignatelli, Marangolo,
Zammit, Cherni y Anselmi a través de este repertorio de ocho piezas.
Abre el álbum la
pieza ‘Requiem For X’, un tema signado por un aura ceremoniosa desde la cual
sus atmósferas esencialmente tenebrosas se manejan con una mezcla de vibración fastuosa
y espiritualidad etérea. Aires de RICK WAKEMAN y CAMEL entran a tallar
eficazmente en el moldeamiento de una idea típica de GOBLIN. ‘Back In 74’ sigue
a continuación para explayarse en un dinamismo más extrovertido: la vivacidad
imperante sirve como contexto idóneo para el grupo explore más a fondo su filo
rockero, el cual de por sí es inocultable. Algunas de las intervenciones del
teclado nos recuerdan un poco al TANGERINE DREAM de fines de los 70’s, pero
como decíamos, esta pieza tiene como signo principal el punche rockero,
especialmente en aquellos pasajes donde se hermanan la guitarra y el órgano
Hammond. Con la dupla de ‘Book Of Skulls’ y ‘Mysterium’ disponemos de nuevos
recursos de deleite melómano con los que la banda explora matices renovados de
su rectamente definida propuesta. En efecto, ‘Book Of Skulls’ engarza pasajes
marcados sobre un groove de inspiración jazz-rockera con otros donde prevalece
un tenor de rock duro melódico, para posteriormente virar hacia una atmósfera
plácida bastante típica del paradigma sinfónico en su faceta reflexiva. Este
repaso sucesivo de estándares de CAMEL, DEEP PURPLE y THE ENID culmina con una
ágil retoma del pasaje intermedio para la coda. Por su parte, ‘Mysterium’ nos
devuelve en parte a los aires de ‘Requiem For X’ pero con una sobriedad
refrescada por vía de una ingeniería roquera excelsa: la densidad propia de la
idea musical en curso es manejada con una elegancia envolvente merced a la
estrategia de auto-contención que emplea el ensamble en su expresividad. ‘Evil
In The Machine’ nos lleva por otro lado, uno más notoriamente extrovertido,
apelando a un groove marchoso en clave de jazz-funky sobre el que se exhiben
atractivas capas de teclado, llamativos riffs de guitarra e intervenciones del
canto con vocoder. Así sonaría una pieza perdida de GOBLIN en manos de THE ALAN
PARSONS PROJECT (en una suerte de híbrido de las épocas del “Eye In The Sky” y
del “Stereotomy”)… y también hay un curioso detalle en el empleo de una
secuencia armónica cuasi-Crimsoniana en 9/8.
La secuencia de
las tres últimas piezas del álbum se inicia con ‘Forest’, una pieza lenta que
explora paisajes sonoros melancólicos con una buena dosis de nervio. En el
momento en que el solo de guitarra ocupa el rol central de la instrumentación,
la tensión emocional contenida parece desatarse en un arrebato de pasión
abrumadora antes de volver a esconderse en las cuevas de su yo interior. Algo
de STEVE HACKETT vemos como influencia en el armado del esquema global de
‘Forest’. Luego sigue ‘Dark Bolero’, un tema que remite parcialmente a los
estándares de MIKE OLDFIELD. A pesar de su título, no se trata aquí de instalar
un desarrollo melódico oscurantista sobre un esquema rítmico marcial, sino de
un ejercicio de fusión contemporánea con base en aires mediterráneos dentro de
un contexto puramente fiel al paradigma sinfónico. Los últimos 7 ½ minutos del
álbum están ocupados por ‘Rebirth’, una pieza simplemente fantástica que
instaura un adecuado broche de oro para el álbum. Efectivamente, aquí se explora
a fondo esa faceta estilizada esencial al sinfonismo, añadiendo recursos de
grooves fusionecos en algunos pasajes estratégicos: es casi como un homenaje a
la escuela originaria progresiva británica que se remodela oportunamente con
esa vibración melódica tan propia del sinfonismo italiano, amén de algunos
ornamentos densos que siempre cabe esperar del universo Gobliano. Ésta fue
nuestra experiencia con “Goblin Rebirth”, un catálogo de poco menos de 45
minutos que nos encara con una modernización vigorosa de la esencia más pura
del GOBLIN de siempre, el GOBLIN inmortal. GOBLIN REBIRTH no es realmente el
producto de un renacimiento en el sentido más estricto de la expresión, sino
más bien el de una remodelación que conserva una oportuna fidelidad a las raíces
originarias mientras proyecta una nueva luz desde dentro de sí.
Muestras de
“Goblin Rebirth”.-
Como siempre excelente Maestro...no cabia esperar menos...y el album es una Maravilla...en mi top 5 de este año
ReplyDeleteGracias, Juan Carlos: elogios exagerados pero bienvenidos para lo que esencialmente es una humilde opinión.
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