HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy
nos complacemos en prestar toda nuestra atención en el nuevo disco de la
leyenda viviente del rock norteamericano KANSAS, el cual se titula “The Prelude
Implicit”. La alineación actual de KANSAS consta de un septeto: Phil Ehart
[batería y percusión], Billy Greer [bajo, coros y primera voz ocasional], David
Manion [piano, órgano y teclados], Ronnie Platt [primera voz y piano ocasional],
David Ragsdale [violín y coros], Zak Rizvi [guitarras eléctricas y coros] y Rich
Williams [guitarras eléctricas y acústica]. Los únicos veteranos del sexteto
clásico son Ehart y Williams, aunque también Greer y Ragsdale tienen a estas
alturas del partido una presencia histórica muy importante dentro de la
tradición de KANSAS. Como se sabe, el cantante-teclista Steve Walsh decidió abandonar
el negocio musical de una vez por todas en el año 2014, siendo su último
concierto como integrante de KANSAS el que se realizó el 16 de agosto de ese
año en Sioux City: con ello, el grupo tomó la decisión de reemplazarle por
partida doble por Platt y Manion. La comunidad de fans del grupo acogió a los
nuevos integrantes con los brazos abiertos, incluyendo un par de conciertos a
sala llena en Brasil en el año 2015. Platt tiene un rango y estilo vocales compatibles con (que no idénticos a) los de Walsh, siendo cercanos también a los de Steve Perry y James LaBrie. Por su parte, el ingreso de Rizvi tuvo
lugar durante el periodo de ensayos y grabaciones de las primeras maquetas de “The
Prelude Implicit”: de hecho, él conocía a Ehart de años atrás cuando le
presentó material para su posible uso en alguna grabación del grupo... mas su
gentil oferta de entonces fue cortésmente rechazada. El destino puso las cosas
en su sitio cuando Rivzi fungía como co-productor de este nuevo álbum con Ehart
y Williams, aportando también ideas como co-autor de todo el nuevo
material, y encima le hicieron la propuesta de integrarse al grupo como
integrante oficial. Bueno, Platt no se queda atrás en el aspecto compositivo pues también aparece en los créditos de co-autoría de casi todas las canciones. No es la primera vez que se ve a KANSAS como un monstruo de
siete cabezas pues la segunda versión del grupo era, en efecto, un septeto, y
además, durante la gira del “Vinyl Confessions”, el sexteto de entonces contaba
con un músico de apoyo extra. En fin, tenemos en “The Prelude Implicit” el caso
de la mayor distancia cronológica frente a un disco anterior, pues “Somewhere
To Elsewhere” data del año 2000. El sello alemán Inside Out ha publicado dos versiones de este nuevo ítem: CD con 2 bonus tracks y CD (sin los bonus) más dos vinilos (llenando tres lados).
Yendo al repertorio mismo
de “The Prelude Implicit”, tenemos que los primeros 4 ¼ del mismo están
ocupados por la bella canción ‘With This Heart’, la cual comienza con una bella
armazón de ambiciosas orquestaciones de teclado y tribales cadencias de
batería, hasta instalar un groove central cuya estructura sosegada es
suficiente para plasmar un apasionamiento magnético… y de paso, tenemos el
primero de muchos hermosos solos de violín. La primera explosión de incendiario
y nítido fragor rockero viene con ‘Visibility Zero’, tema que nos remite a la
primacía de las guitarras duales y al empleo de complejos esquemas rítmicos en
los pasajes instrumentales; para las partes cantadas, el medio tiempo (que a ratos suena un poco BEATLE) permite
que la voz instaure meticulosamente sus efectivas líneas melódicas. No es muy
veloz pero sí notablemente fuerte esta canción, la cual se puede muy bien
caracterizar como una cruza entre la etapa de “Freaks Of Nature” y la de
“Somewhere To Elsewhere”. Con la dupla de ‘The Unsung Heroes’ y ‘Rhythm In The
Spirit’, el grupo sigue mostrando más aristas de su propuesta. En efecto, la
primera de estas canciones es una semi-balada que porta un aire relajado en su
cuerpo central, sustentado en un compás de blues; este ambiente general solo
varía en el interludio, el cual se caracteriza por un manierismo mágicamente
enérgico que potencia al apasionamiento inherente a la base melódica de la
canción. Por su parte, la segunda brinda en su medio tiempo una robusta muestra
de sofisticación musical donde se alternan momentos de aguerridos intercambios
entre las guitarras duales y el órgano Hammond con otros donde predomina el
estándar de estilización orquestal que siempre ha sido y sigue siendo esencial
para el prog sinfónico. ‘Refugee’ es una plácida balada de aires country en la
cual el predominio de las guitarras acústicas funge como recurso principal para
transmitir la vulnerabilidad propia de una introspección.
Llegamos ahora a la sexta
canción del disco, que resulta también la más larga del mismo con sus 8 ¼
minutos de duración: se trata de ‘The Voyage Of Eight Eighteen’. Platt asume el
rol de pianista mientras despliega una de sus más relevantes intervenciones vocales
dentro del álbum: no es tanto que haga toda una parafernalia sino que modula su
canto con suficiente sobriedad como para dejar que la majestuosidad de la
canción se muestre por sí misma. Desde el punto de arranque se nota que el
matrimonio del violín y las capas de varios teclados va a tener un rol
protagónico en el desarrollo de la ingeniería musical en curso. No faltan
momentos donde el punche aumenta para abrir espacios a solos sucesivos de
guitarra y órgano, pero el violín siempre mantiene incólume su encomienda
preponderante. Esta canción hereda los legados del viejo clásico de KANSAS ‘Icarus
(Borne On Wings Of Steel)’ y del nuevo clásico ‘Icarus II’, así como algo del
esplendor épico de ‘Distant Vision’. Efectivamente, la huella de “Somewhere To
Elsewhere” se hace presente de manera muy firme en buena parte de este nuevo
material. Ante todo, se erige como un cénit del álbum. ‘Camouflage’ vuelve un
poco al tenor general de 'Visibility Zero' y 'Rhythm In The Spirit' pero con un
esqueleto rítmico más cadencioso, lo cual hace que el lirismo plasmado
específicamente en los estribillos nos remita a las vibraciones sentimentales
de ‘With This Heart’. Ragsdale se asienta permanentemente como el guía de sus
compañeros instrumentistas. Sigue a continuación ‘Summer’, canción en la que
Greer se have cargo de la primera voz. Se trata de la canción más marchosa del
álbum, con una esencia cercana a los estándares del “Audio-Visions” y del “Power”:
aquí la dupla de guitarras eléctricas acoge el mayor protagonismo en todo lo
que va del disco. Algunas líneas
son muy expresivas: “We held magic in our
hands / and our hopes became as one. / The lessons will last forever.”; “Painful but we all moved on. / The memories
kept us strong / and we just tried to ride out the winter.” ¿No
será esta canción una bendición de despedida para Steve Walsh? Lo dejamos como una conjetura y ya está.
Hasta el arribo de
‘Summer’ se había dado un predominio ecuménico de pasajes rockeros
calculadamente sosegados y absorbentes muestras de fineza melódica. Un estándar
así se cumplió en buena parte del “Somewhere To Elsewhere”, y aún más en el
“The Wait Of Glory” de PROTO-KAW. Pero también ha sido un modus operandi en los discos de CAMEL desde fines de los 90s así
como en los de YES desde la época del “Talk”. Lo que nos brinda KANSAS en el
momento actual va por esta línea y no lo hace nada mal, y de hecho, podemos
decir que desde ‘The Voyage Of Eight Eighteen’ el repertorio se ha mantenido en
una dimensión de elevada musicalidad. Esto se culmina de grandiosa manera con la
dupla de ‘Crowded Isolation’ y ‘Section 60’, la cual abarca los últimos 10 ¾ minutos
del repertorio oficial de “The Prelude Implicit”. En el caso de ‘Crowded
Isolation’ tenemos una canción que reparte su gancho entre la estilización
melódica y la garra rockera de tal modo que puede tender firmes puentes entre
la dimensión épica de la tradición de KANSAS y las pautas renovadoras que el grupo
tanteó desde el época del “Power”. Esta canción se sitúa a medio camino entre
el vigor de ‘Summer’ y el brío exquisito de ‘Visibility Zero’. Cumpliendo con
esta misión de síntesis y portando tanto encanto, ‘Crowded Isolation’ resulta
otra cima del álbum. El instrumental ‘Section 60’ irrumpe con un despliegue de
lirismo impresionista acentuado por una fastuosidad sinfónica luminosa y
arquitectónica: Ragsdale se luce como un auténtico mago dionisíaco durante el
desarrollo temático, y en general, el ensamble articula solemnemente las influencias
de PROCOL HARUM y GENESIS. El título de esta pieza responde al cementerio que
hay en Arlington (Virginia) para los caídos en combate en Irak y Afganistán: no
existe un monumento nacional para ellos, solo las lápidas correspondientes a
cada individuo, y esto inspiró a la gente de KANSAS para componer esta elegía
que también opera como epílogo del disco.
Pero bueno, también hay dos bonus tracks en el CD de “The Prelude Implicit”, tal como mencionamos en el primer párrafo: estos son ‘Home On The Range’ y ‘Oh Shenandoah’, dos ítems de la más antigua tradición country. El primero se asienta sobre una base acústica mientras que el segundo permite que se subraye el diálogo entre la guitarra eléctrica y el violín, con una base que nos recuerda un poco al lado intimista del paradigma de THE ALLMAN BROTHERS. Todo esto fue “The Prelude Implicit”, un disco primoroso y refinado que se aferra a la dimensión más puramente sinfónica del inmortal legado de KANSAS con la perspectiva de seguir descubriendo nuevas potencialidades desde sus viejas raíces: bien es verdad que no logra revitalizar el vigor fogoso de “Freaks Of Nature” (un disco que merece ser más apreciado de lo que suele ser) y no transita por todo el mapa sonoro recobrado en “Somewhere To Elsewhere”, pero “The Prelude Implicit” tiene todas las trazas de una obra progresiva digna del legado viviente del grupo y exquisita a su manera. ¡KANSAS sigue siendo una banda!*
Muestras de “The Prelude Implicit”.-
Pero bueno, también hay dos bonus tracks en el CD de “The Prelude Implicit”, tal como mencionamos en el primer párrafo: estos son ‘Home On The Range’ y ‘Oh Shenandoah’, dos ítems de la más antigua tradición country. El primero se asienta sobre una base acústica mientras que el segundo permite que se subraye el diálogo entre la guitarra eléctrica y el violín, con una base que nos recuerda un poco al lado intimista del paradigma de THE ALLMAN BROTHERS. Todo esto fue “The Prelude Implicit”, un disco primoroso y refinado que se aferra a la dimensión más puramente sinfónica del inmortal legado de KANSAS con la perspectiva de seguir descubriendo nuevas potencialidades desde sus viejas raíces: bien es verdad que no logra revitalizar el vigor fogoso de “Freaks Of Nature” (un disco que merece ser más apreciado de lo que suele ser) y no transita por todo el mapa sonoro recobrado en “Somewhere To Elsewhere”, pero “The Prelude Implicit” tiene todas las trazas de una obra progresiva digna del legado viviente del grupo y exquisita a su manera. ¡KANSAS sigue siendo una banda!*
Muestras de “The Prelude Implicit”.-
With This Heart: https://www.youtube.com/watch?v=-4xIL9QlxhY
Visibility Zero: https://www.youtube.com/watch?v=PAT_R3Jages
* Dicho sea de paso, los KANSAS están actualmente haciendo una gira de celebración del aniversario #40 del disco que les puso en el mapa de las grandes ligas del mercado musical, “Leftoverture”, y es por ello que este nuevo disco viene con una lámina promocional de dicha gira.
Modus E Liquid has the best flavor to start vaping with.
ReplyDeleteA very exquisite album, indeed.
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