HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Sin
temor y a toda marcha nos salen al encuentron los SCALE THE SUMMIT para hacerse presentes en la
escena prog-metalera del año 2017, el cual se titula “In a World Of Fear”: se
trata del sexto trabajo de SCALE THE SUMMIT, habiendo sido publicado el 19 de
mayo tanto en CD como en vinilo. Esta vez el grupo actúa como trío con la
conformación de Chris Letchford [guitarras], Charlie Engen [batería] y Kilian
Duarte [bajo], tras la partida (un tanto confusa y casi rozando con lo confrontativo) del baterista J. C. Bryant y el guitarrista Mark Michell en octubre del año pasado.... y encima Bryant era el integrante nuevo de SCALE THE SUMMIT durante la época del quinto disco “V”. La banda no solo ha reducido su habitual logística de cuarteto a
trío sino que además ha cambiado nuevamente algunas piezas de su ajedrez
performativo en estos últimos años. Eso sí, el trío no cabalga solo a lo largo
de todo el trayecto de “In A World Of Fear”, pues se hacen acompañar
ocasionalmente por una serie variante de guitarristas como John Browne (de
MONUMENTS), Nick Johnston, Jeff Loomis, Per Nilsson (de SCAR SYMMETRY), Scott
Carstairs (de FALLUJAH), James Ivanyi, Angel Vivaldi e Yvette Young (de COVET,
a la acústica). También tenemos al bajista Nathan Navarro colaborando
justamente en la pieza que cierra el repertorio.
‘Mass’
abre el álbum con una convincente garra. Durando
6 ¼ minutos, este tema despliega un vigor sofisticado bastante rutilante tras
un prólogo dócilmente parsimonioso. El recurrente compás en 6/8 exige a los
riffs básicos articular un gancho machacante mientras las adiciones armónicas y
los solos que entran a tallar nos remiten a un interesante híbrido de Guthrie
Govan (THE ARISTOCRATS) y Glenn Snelwar (AT WAR WITH SELF). Con la dupla de ‘Astral Kids’ y ‘Royal Orphan’,
el grupo expande sus estrategias sonoras y añade ítems más amplios a su paleta
sonora. ‘Astral Kids’ sustenta un señorío sonoro bien articulado a través de un
nervio tan luminoso como sereno. El desarrollo temático se realiza con
sobriedad y sin sobresaltos chocantes, mostrando un estupendo equilibrio entre
lo cósmico y lo lírico dentro de la ingeniería prog-metalera que tiene lugar
bajo el impacto enriquecedor del elemento jazz-rockero. Cuando el bloque
instrumental aumenta su vigor, lo hace respetando la fluidez impoluta con que
se instaura la ilación de los diversos motivos. Por su parte, ‘Royal Orphan’
establece un dinamismo sólido basado en el impecable e implacable juego de
vacíos con los que el grupo estructura el cuerpo central de la pieza. Siendo así
que el factor jazz-rockero aumenta su gravitación, no es de extrañar que en
algún momento entre a tallar un breve pasaje lento en medio de la sofisticada
vitalidad en curso. La irrupción de breve intermedio en clave de blues-rock
psicodélico cerca del final resulta una sorpresa muy especial. La verdad que el
disco ha llegado a un cénit bien definido y la buena noticia es que todavía
quedan muchas más cosas buenas por disfrutar del mismo. ‘Cosmic
Crown’ no tiene mucho de cósmico pero sí de regio, centrándose en una soberana
expresividad que ostenta abiertamente un talante sobrio… pero para nada exento
de fiereza rockera. Dicha fiereza se acomoda grácilmente en la ingeniería
sónica que parece un híbrido de GORDIAN KNOT y LIQUID TENSION EXPERIMENT. A mitad
de camino entra a tallar un interludio flotante que en primera instancia parece
iniciar un viraje radical del desarrollo multitemático, pero en realidad se
trata de una efímera calma que antecede a la pomposa y voraz luminosidad que se
impondrá tajantemente hasta el momento final.
El turno de ‘Witch House’ es uno de intensos incentivos para el ahondamiento en el nervio prog-metalero esencial de SCALE THE SUMMIT. Mientras la banda desarrolla unos recovecos que parcialmente emulan climas tenebrosos, la pieza llega a un falso final que es sucedido por una coda que retoma parte de la sección inicial. Así hemos llegado a la segunda mitad del disco y estamos dispuestos a disfrutar de la faceta más alegre del ideario musical de la banda cuando emerge la pieza titulada ‘Neon Tombs’: dura menos de 3 minutos pero tiene suficiente fuego como para llenar la base material de la lava de una erupción que dura 3 horas. Hay, sin duda, varios aires de familia con el paradigma de los inolvidables CANVAS SOLARIS en el desarrollo de la ingeniería sonora en curso. ‘Opal Bones’ es un poco menos breve que ‘Neon Tombs’ y también un poco más sofisticado en lo referente a la manifestación de garbo progresivo: su salvaje furor es manejado, cómo no, con suprema elegancia, lo cual es lo estrictamente exigido a la hora de manejar las variaciones de ambiente que tienen lugar. Así, la prestancia que impulsa a los pasajes más serenos se hace sentir más intensamente a través de este juego de contrastes. Con la instalación de ‘Dream12’, el grupo parece hacer un recuento de las dinámicas más notables que ya se emplearon en los dos temas precedentes, por lo que su posicionamiento dentro del repertorio se verifica como una síntesis de dichos temas con la adición de factores aguerridos inspirados en los temas #2 y #3. En fin, con la dupla de ‘Goddess Gate’ y ‘The Warden’, la banda se dispone a darle un impactante broche al repertorio del álbum: el primero de estos temas se explaya en un derroche de nervio bajo un manto de rabiosa majestuosidad que a veces coquetea con lo Crimsoniano, mientras que el segundo se centra en explorar los aspectos más elegantes de la estilización aguerrida inherente al discurso del prog-metal.
El turno de ‘Witch House’ es uno de intensos incentivos para el ahondamiento en el nervio prog-metalero esencial de SCALE THE SUMMIT. Mientras la banda desarrolla unos recovecos que parcialmente emulan climas tenebrosos, la pieza llega a un falso final que es sucedido por una coda que retoma parte de la sección inicial. Así hemos llegado a la segunda mitad del disco y estamos dispuestos a disfrutar de la faceta más alegre del ideario musical de la banda cuando emerge la pieza titulada ‘Neon Tombs’: dura menos de 3 minutos pero tiene suficiente fuego como para llenar la base material de la lava de una erupción que dura 3 horas. Hay, sin duda, varios aires de familia con el paradigma de los inolvidables CANVAS SOLARIS en el desarrollo de la ingeniería sonora en curso. ‘Opal Bones’ es un poco menos breve que ‘Neon Tombs’ y también un poco más sofisticado en lo referente a la manifestación de garbo progresivo: su salvaje furor es manejado, cómo no, con suprema elegancia, lo cual es lo estrictamente exigido a la hora de manejar las variaciones de ambiente que tienen lugar. Así, la prestancia que impulsa a los pasajes más serenos se hace sentir más intensamente a través de este juego de contrastes. Con la instalación de ‘Dream12’, el grupo parece hacer un recuento de las dinámicas más notables que ya se emplearon en los dos temas precedentes, por lo que su posicionamiento dentro del repertorio se verifica como una síntesis de dichos temas con la adición de factores aguerridos inspirados en los temas #2 y #3. En fin, con la dupla de ‘Goddess Gate’ y ‘The Warden’, la banda se dispone a darle un impactante broche al repertorio del álbum: el primero de estos temas se explaya en un derroche de nervio bajo un manto de rabiosa majestuosidad que a veces coquetea con lo Crimsoniano, mientras que el segundo se centra en explorar los aspectos más elegantes de la estilización aguerrida inherente al discurso del prog-metal.
Todo
esto fue “In a World Of Fear”, un disco que en menos de tres cuartos de hora
exhibe exultantes y contundentes muestras de vitalidad de parte de una banda
que ha sabido energizarse con un fuego renovado tras la crisis que padeció
recientemente. SCALE THE SUMMIT es una entidad musical hecha para crear un
paradigma prog-metalero sólido y soportar las tormentas de la vida. Todo menos
temor hay en este disco que recomendamos al 100%.
Muestras de “In A World Of Fear”.-
The Warden: https://scalethesummit.bandcamp.com/track/the-warden-john-browne-scott-carstairs-nathan-navarro
No comments:
Post a Comment