Thursday, June 28, 2018

El estupendo servicio avant-jazzero de WORLDSERVICE PROJECT


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy nos toca hablar del ensamble británico WORLDSERVICE PROJECT, una asociación de jóvenes veteranos en esto que se ha dado por llamar el punk-jazz, una modalidad ecléctica de jazz-rock que se gesta y ejecuta con dosis de visceralidad y enfoques de rudo vigor expresivo que no se suelen asociar usualmente a las etiquetas más tradicionales del lenguaje del jazz. “Serve” es el título de su más reciente trabajo fonográfico, el cual salió al público a fines del pasado mes de abril por vía del sello Rare Noise Records. De todas maneras, es honesto y preciso señalar que la línea de trabajo de WORLDSERVICE PROJECT va más allá de los estándares y esquemas recurrentes de esta vertiente de jazz-rock contemporáneo: hay una vitalidad propia de la tradición spciodélica y altonis niveles de preciosismo propios del paradigma progresivo que forman parte de su ideario estético, además de algunas peripecias osadas propias del Zeuhl y también de eso que se ha dado por llamar rock-in-opposition. Se trata, a fin de cuentas, de un grupo ecléctico con raíces en el jazz-rock posmodernista: además, sus afanes de contracultura suelen complementarse sobre el escenario con disfraces y maquillajes que utilizan los propios músicos. El grupo está conformado actualmente por Dave Morecroft [teclados y voz], Tim Ower [saxofones], Raphael Clarkson [trombón y voz], Arthur O’Hara [bajo] y Harry Pope [batería y percusión]. Se trata del cuarto disco de estudio de la banda – sin contar su disco compartido con ALFIE RYNER que data del año 2012 – tras “Relentless” (2010), “Fire In a Pet Shop” (2013) y “For King And Country” (2016). El grupo ha pasado por algunas variaciones en su alineación desde sus tiempos iniciales, aunque el núcleo de Morecroft, Ower y Clarkson se ha mantenido constante. 



‘Plagued With Righteousness’ abre el repertorio con una ostentación ágil y jovial de vibraciones espirituales extrovertidas. La pieza comienza con una meticulosa ingeniería lírica que instaura el cuerpo central, pero pronto se abre a inapelables recursos de tensión tanto por el uso de esquemas rítmicos complejos como por la aparición de interludios que van desde una mecanizada ristra Crimsoniana hasta un pasaje etéreo dirigido por un solitario piano eléctrico. El electrizante solo de sintetizador que adorna el ceremonioso pasaje final muestra la influencia de JAN HAMMER. Ocupa los siguientes 10 ¾ minutos del disco la dupla de ‘Dai Jo Bo’ y ‘The Tale Of Mr. Giggles’, la cual permite al quinteto explayarse de lo lindo con sus diversas inquietudes creativas. El primero de estos temas hace sentir el núcleo expresivo más nervioso y neurótico de la banda (incluyendo declamaciones autoritarias): las intervenciones de los metales son realmente furibundas en los pasajes fieros del desarrollo temático. También hay otro pasaje más sereno donde la dupla rítmica asume el protagonismo a la hora de instalar el groove desde el cual el bloque global habrá de elaborar un crescendo cautivador y agresivo: a partir de aquí, se instaura una sección epilogar donde el grupo trabajará con cadencias complejas y espacios vacíos, llevando la tensión predominante a su mayor y definitiva efervescencia. Por su parte, ‘The Tale Of Mr. Giggles’ hace honor a su título e impone un clima de humor dadaísta a la ahora dominante faceta agresiva de la banda. Con esas tonalidades cabareteras del piano y esas narraciones satíricas, el grupo invade el terreno de PRIMUS como un ejército musical integrado por soldados de LED BIB, FIRE! y LA SOCIETÉ DES TIMIDES À LA PARADE DES OISEAUX: sí, esta tercera pieza del disco suena a algo así de extravagante y polícromo. La suntuosidad de surrealista majestuosidad con la que se arma una breve sección en el intermedio nos recuerda en parte a los KING CRIMSON de la fase del “Lizard”. Nuestra mente divaga un poco y se nos antoja que ésta sería la música de fondo ideal para los aires de opresión y barbarie política tras el final de la película Cabaret (de BOB FOSSE). 


  

‘Ease’ emerge como un subterfugio de renovación y capitalización de los aires exquisitos del primer tema y el vigor inteligente del segundo. Hallamos aquí uno de los mejores solos de saxofón de todo el disco así como una de las labores más impresionantes del bajista. Los pasajes más propiamente líricos nos remiten a una valiente encrucijada entre WEATHER REPORT, MARBIN y HAPPY THE MAN... pero con su adecuada dosis de descarada vitalidad jazz-punk que permita añadir un ingenioso repique de vibrante reciedumbre. Así las cosas, llega el turno de ‘Runner’, pieza que cumple con la función de heredar el vigor caleidoscópico de la pieza precedente para aumentar su musculatura y dinamizar un poco más el aura de urgencia extrovertida. Siendo complejo como no podría ser de otro modo cuando se trata de WORLDSERVICE PROJECT, el desarrollo de la ingeniería rítmica es menos sofisticado que en el caso de ‘Ease’. Por su parte, ‘Now This Means War’ se caracteriza por darle un nuevo giro a la mezcla de furia y sátira que ya habíamos disfrutado en la tercera pieza del álbum. Rebrotan en nuestra mente los mismos referentes de paralelismo y comparación que usamos para ‘The Tale Of Mr. Giggles’, pero esta vez, el carácter dominante de los metales y las características de las arengas nos remiten a un FRANK ZAPPA poseído por el espíritu de MAGMA. He aquí el sonido del desaire y el desencanto bajo las reglas del existencialismo posmodernista que aspira a retorcer el norte de la racionalidad como confrontación ante el statu quo y la apatía individualista. Nos vamos acercando al final del repertorio cuando nos topamos con ‘To Lose The Love’, tema cuya función principal es la de hacer una síntesis de los recursos de bizarro brío y traviesa vivacidad que ese habían desarrollado en modalidades diferentes en los temas #1, #2 y #5, con un especial énfasis en la garra inapelable del último de estos. La guía para los momentos de mayor claridad melódica se deja en manos de los metales, desembocando todo en un breve diálogo intimista entre el bajo y la trompeta. 


  

Durando poco más de 8 ¼ minutos, y siendo con ello el ítem más largo del disco, ‘False Prophets’ cierra el repertorio. Se trata de la pieza más lenta del disco además de la que preserva por mayor cantidad de tiempo el groove básico con el cual comienza. Trabajando con la lógica del crescendo, el asunto comienza con un talante sobrio y sigiloso, poco a poco abriendo espacios para la elaboración de una intensidad expresionista por parte de los metales mientras la dupla rítmica va incrementando su agitación. Para el último minuto, las cosas regresan al sigiloso punto de partida con la dupla rítmica cerrando la puerta con misteriosa discreción. Todo esto es lo que nos ha brindado en “Serve”, un brillante catálogo de jazz-rock experimental e intenso que confirma a los WORLDSERVICE PROJECT como un nombre gigante dentro de la vanguardia musical de nuestros días. ¡Totalmente recomendable para los melómanos de espíritu reciamente aventurero!


Muestras de “Serve”.-


Tuesday, June 26, 2018

Perspectiva desde la torre de la ciudadela progresiva de MOTORPSYCHO


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Con bastante demora pero con el entusiasmo melómano de siempre repasamos hoy el disco 
“The Tower” del grupo noruego MOTORPSYCHO, el cual fue publicado en la primera mitad de setiembre del pasado año 2017 por vía del sello Rune Grammofon (publicado como doble CD así como doble vinilo). El trío de Bent Sæther [bajo, guitarras, teclados y voz], Hans Magnus Snah Ryan [guitarras, teclados y voz] y Tomas Järmyr [batería, percusión y voz] fue el personal a cargo de dar vida a esta ambiciosa obra que se prolonga hasta casi una hora y veinticinco minutos de duración. Es el primer trabajo de estudio con
Järmyr como parte de su alineación. Además de su propio arsenal instrumental, el grupo contó con las ocasionales participaciones invitadas de Alain Johannes al canto, la guitarra y la flauta (en cuatro temas, especìficamente). MOTORPSYCHO es, hoy por hoy, toda una autoridad dentro de la actual escena progresiva, contando con una muy nutrida discografía cuyo arranque inicial se remota hacia el ya lejano año 1991. El disco que ahora tenemos en nuestras manos es el trabajo de estudio #22 de su carrera. Cabe decir que su disco del año 2012 “The Death Defying Unicorn” supuso todo un hito dentro del mundillo progresivo dentro de las redes sociales, pero ya desde los tiempos de “In The Fishtank” (grabado junto a integrantes de JAGA JAZZIST), “Black Hole / Black Canvas” y “Little Lucid Moments”, los MOTORPSYCHO se habían estado situando en un perfil destacado dentro de la varriopinta escena progresiva escandinava y europea. Lo que tenemos ahora en “The Tower” es un sólido y convincente reforzamiento del ingenio ecléctico que el grupo ha sabido cultivar y renovar consistentemente a través de las décadas, algo que exige arduas dosis de lucidez y entrega teniendo en cuenta que entre los años 2016 y 2017, el grupo ha creado y grabado tres discos (este y el par de “Here Be Monsters” y “Begynnelser”). Para el caso de
“The Tower”, el grupo no ha escatimado recursos a la hora de grabar y hacer las primeras mezclas para el repertorio en los estudios californianos White Buffalo y Rancho De La Luna, para luego llevar lo grabado a los sucesivos procesos de sobremezclas y masterización en estudios de su natal Noruega y de Holanda. Vayamos ahora a los detalles mismo del disco, ¿vale?


  

La pieza homónima ocupa los primeros 8 ¾ minutos del disco: su título completo es ‘The Tower’ (including ‘The Wishboner’) y su esquema de trabajo es razonablemente ágil y directamente enfocado en la claridad melódica. La labor de la dupla rítmica alterna pasajes marcados por lo grácil con otros marcados por la ferocidad mientras el mellotrón y la guitarra alternan momentos protagónicos dentro del bloque sonoro. Los aires de familia con ANEKDOTEN, CAUSA SUI y GÖSTA BERLINGS SAGA son patentes a lo largo de la instalación de los diversos ejes temáticos. El aura de etérea serenidad que envuelve a la coda brinda un breve momento de candidez introspectiva antes de que ‘Bartok Of The Universe’, la pieza que sigue a continuación, exhiba un llamativo punche afirmado sobre una sólida confluencia de stoner y sinfonismo. Las pistas sobregrabadas de guitarra en los riffs básicos y solos llenan espacios con una soltura impactante mientras los ornamentos de teclado aportan una aureola de sombría majestad en medio de la reinante intrepidez. Así las cosas, la dupla de ‘A.S.F.E.’ e ‘Intrepid Explorer’ se instala con la finalidad de seguir ahondando en el ágil eclecticismo de la banda. ‘A.S.F.E.’ lleva el legado de musculatura de la pieza precedente hacia un frenesí más cargado: sin duda, estamos aquí en un terreno híbrido de rock clásico y space-rock. La mecánica de la dupla rítmica funciona con la precisión de un reloj a través de su tempo animoso y corajudo, logrando encuadrar la diagramación idónea para el hermanamiento de los últimos cánticos y fraseos de la guitarra. Por su parte, la canción ‘Intrepid Explorer’ instaura una atmósfera inicial de languidez contemplativa para luego derivar hacia un contundente ejercicio de robusta psicodelia progresiva que se explaya generosamente, dando vueltas continuas a un motif central mientras se van amontonando algunos ornamentos sonoros. El empleo de un groove moderadamente complejo ayuda bastante a mantener el aire sofisticado planeado para esta canción. La balada acústica 
‘Stardust’ se caracteriza por explorar una sencilla ambientación bucólica: el mellotrón y la percusión tonal aportan un trasfondo interesante a los arreglos vocales gestados un poco al estilo de CROSBY, STILLS & NASH. 



‘In Every Dream Home (There’s A Dream Of Something Else)’ desarrolla un groove cadencioso para un efectivo retorno a la vitalidad rockera que ocupa el centro nuclear de la esencia estilística  de la banda. Coqueteando con el stoner y vagabundeando por los alrededores del rock duro clásico, el grupo se da buen abasto para desarrollar una canción pletórica de gancho. Los aportes de la flauta y las complejas líneas de bajo establecen una confiable triangulación para el entramado sonoro global. La segunda parte del concepto del álbum comienza con ‘The Maypole’ (including ‘Malibu’ and ‘Stunt Road’), una canción de puro talante folk-rockero que nos remite a estándares de LOVE y CROSBY, STILLS & NASH. La maratónica pieza ‘A Pacific Sonata’ se toma un generoso espacio de 15 ½ minutos para decir todo lo que quiere decir. Comienza con una presencia dominante de la guitarra acústica, sumándose poco a poco algunos teclados y la batería, pero esta vez no es el folk el factor predominante sino una línea progresiva bucólica al modo de una cruza entre los YES de la época con Peter Banks y la faceta serena de los PINK FLOYD de la etapa 69-71. Con el despliegue de un lírico solo de guitarra, la pieza adquiere una prestancia moderadamente fastuosa. Una segunda instancia que nace poco antes de llegar a la frontera del octavo minuto y medio brinda un groove más contundente que se toma algo de tiempo para revelar toda su garra: mientras tanto, una grácil ingeniería dialogante entre la guitarra y el piano toma posición sobre el macizo swing creado por la dupla rítmica. El crescendo de teclados y retazos de guitarra se cuida mucho de llegar a niveles de innecesaria estridencia pero, sin duda, está diseñado para ostentar un genuino vigor rockero bajo los parámetros de la psicodelia progresiva. El moto perpetuo adquiere y gestiona su propia magnificencia con una calculada elegancia. Ya nos vamos acercando al final del disco cuando llega el turno de ‘The Cuckoo’, una canción desarrollada sobre un medio tiempo que oscila entre lo melancólico y lo sombrío, siendo así que la métrica irregular aporta un efecto sofisticado al asunto. La vitalidad relativamente elusiva de esta pieza se hace presente en la aguerrida labor de los guitarreos, los mismos que mantienen contenida su potencial de total tonificación a fin de respetar la aureola sutil que envuelve a aquella. 



Con la dupla de las dos piezas precedentes, el disco ha conquistado un culmen crucial pero todavía queda algo más: el cierre llega a lo grande con otra extensa pieza, ‘Ship Of Fools’, la cual dura casi 14 ¾ minutos. Una secuencia de arpegios de órgano en 6/8 que comienza muy tenue y luego va saliendo al frente poco a poco instaura el groove principal sobre el cual pronto se instaurará el ensamble íntegro. La elegante expresión de vigorosas mecánicas progresivas que focalizan el primer motif expone algo llamativo y evocativo antes de que la segunda sección, más intrépida en su esquema rítmico y centrada en un tempo de 5/4, abarque y guíe la magia sofisticada y extrovertida que habrá de guiar a lo que queda de la pieza. Con los diversos ornamentos de teclados (especialmente, varias capas de mellotrón) y la mezcla de señorío e intensidad que emana de la batería, el grupo crea un clímax permanente; las emergencias ocasionales de ciertos pasajes relativamente constreñidos realzan la luminosa reciedumbre con la que terminan esta pieza y el álbum. Los flotantes colores de flauta mellotrónica para la breve coda funcionan como un hermoso eco de las dimensiones más refinadas de esta definitiva segunda sección del tema de cierre. Esto fue todo con “The Tower”, un disco magnífico que confirma por enésima vez a los MOTORPSYCHO como amos dentro del reino universal de la psicodelia progresiva. La perspectiva que nos brinda este trío desde la torre de vigilia de su particular ciudadela progresiva está llena de inspiración y creatividad hasta para regalar. 


Muestras de “The Tower”.-

Sunday, June 24, 2018

SHO: rock experimental en clave dionisíaca


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy se da la ocasión un poco tardía de presentar al trío italiano SHO y su primer disco “Nature Gives You Beer And Wine”: este grupo es un trío conformado por Luca Sabatini [bajo], Dario Magri [batería] y Francesco Viero [guitarras] desde el año 2015 en la localidad de Cascina Broggio (Varese). El grupo cultiva un poderoso y aguerrido híbrido de math-rock, space-rock, psicodelia y punk-jazz dentro de un entramado progresivo que suele apostar por lo chocante y lo agresivo. Eso sí, estos recursos ávidamente agresivos siempre respetan las pulsiones sofisticadas que el trío tiene como emblema irrenunciable a la hora de componer y arreglar su material. Para el desarrollo del repertorio contenido en este disco, el esquema sonoro propuesto por el grupo se ve enriquecido ocasionalmente a lo largo del disco con los aportes que brindan los invitados Paolo Botta (sí, el mismo de SKE y YUGEN) a los teclados, Ciro Fabio Ceriani al cello, Andrea Salerno al saxo,  Neth Valerio Reina a la voz e Iz The Wiz también a la voz. El disco como tal estaba completo en octubre del año 2016 y publicado en el blog de Bandcamp que tiene el grupo pero fue más adelante, en el segundo día de agosto del año siguiente que el sello AltrOck Productions le brindó al disco en cuestión su correspondiente edición física. El talante de farsa nietzscheana que ostenta la imagen de la portada habla por sí misma: es sintomática del despliegue de vehemencia iconoclasta que nos aguarda a través de la escucha detenida de “Nature Gives You Beer And Wine”.



‘Artsoigal’ da rumbo inicial a las cosas con un fragor rotundo signado por las contundentes vibraciones del bajo, el cual funge de mástil para la instrumentación global. La dupla de ‘A Fearful Wedding’ y ‘Otman’ se alimenta de esta patada inicial de desvergonzada vehemencia y la lleva hacia dimensiones más filudas: ambos temas son minúsculos – no llegan a los dos minutos de duración – pero saben instaurar recursos de razonable sofisticación por vía de la utilización de variantes rítmicas. En el caso específico de ‘Otman’, el groove está trabajado con una visceralidad eficazmente llamativa y los momentos finales incluyen un efecto cósmico al más puro estilo space-rockero. ‘Km 32’ hace justamente lo que nosotros fantaseábamos, explorar vetas más ambiciosas bajo la modalidad math-rockera sin dejar de preservar la contundente musculatura que se ha venido sembrando en las estructuras sónicas de las dos piezas precedentes. Por su parte, ‘Chirp Of The Cricket’ vuelve en pleno por la senda de los dos primeros temas del disco. El sexto tema del disco se titula ‘Mombello’ y es el segundo máslargo del disco con sus poco menos de 7 minutos de duración. Comenzando con un enfoque caótico y con la compañía de un diálogo extrañído de una película japonesa, la banda explora con vitalista descaro su faceta más traviesamente desordenada antes de instaurar un swing debidamente definido… aunque no por mucho tiempo, pues el enfoque de la pieza no tarda mucho en revelar su topografía descoyuntada. En efecto, la tensión posmodernista es la guía en la elaboración de esta pieza que ya queda instaurada como la más ambiciosa del disco hasta el momento: solo al final se reconoce un groove formal, y éste se sostiene en una arquitectura rítmica sensatamente compleja. ‘Hutong’ juega con cadencias mesuradas a fin de realzar el motif sombrío escogido para la ocasión, acorde con las pautas habituales del post-metal: un oportuno momento de sobria ingeniería tras el vitalismo desbordado de la pieza precedente.


Nos vamos acercando al final del repertorio cuando llega el turno de ‘Parco Testori’, una pieza que se instala con plena seguridad sobre las pautas generales de los temas #3 y #4 mientras da una nueva vuelta de tuerca a la esencia crudamente muscular del paradigma grupal. ‘Iz The Wiz’ no se queda atrás en esto de dar nuevas vueltas de tuerca y además se enfila por un compás belicosamente cañero en su primera mitad: eso sí, su patente visceralidad es manejada con un inteligente manejo de variantes rítmicas en algunos momentos estratégicos, la cual es una muy buena idea a la hora de preparar el terreno para la serie de deconstrucciones sesudas que habrán de invadir a la segunda mitad. Durando 7 ¾ minutos, ‘La Resistenza’ es el tema más largo del disco y también es el que lo cierra. Aquí explora el grupo su faceta más señorial con el empleo de eclecticismos atmosféricos en calculadas alternancias con otros momentos explosivos, además de un conmovedor pasaje ceremonioso que a todas luces sigue el patrón Floydiano. La presencia de soliloquios de carácter político (testimonios de Silvano Sarti) realza las instanciaciones cinematográficas que se han planificado para la ocasión. La breve efervescencia poderosa que estalla cual erupción fatal poco antes de llegar a la frontera del quinto minuto agita las cosas en un conciso clímax que abre la puerta al último soliloquio: nos parece una pena que ese clímax pesado no tenga un poco más de aliento mas no nos cabe duda sobre el hecho de que el esquema de esta pieza final del álbum está muy bien logrado. Sin duda, esta experiencia con SHO y “Nature Gives You Beer And Wine” ha sido totalmente dionisíaca, entendiendo lo dionisíaco como la mescolanza de travesura, osadía y ansia en un total olvido de los estándares burgueses para así impulsar al lenguaje del rock hacia la experimentación aguerrida. Por supuesto, con un enfoque de contracultura también muy patente, lo cual añade un cariz dialéctico a lo dionisíaco. Nos ha causado una muy buena primera impresión este grupo y nos gustaría volver a saber de él con motivo de futuros trabajos fonográficos en el horizonte cercano.


Muestras de “Nature Gives You Beer And Wine”.-
La Resistenza: https://shoinstrumental.bandcamp.com/track/la-resistenza

Thursday, June 21, 2018

BUMA TRÍO: nueva entidad dentro del escenario jazz-rockero argentino


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA  CÉSAR INCA.

Hoy presentamos a BUMA TRÍO, ensamble de jazz-rock contemporáneo argentino integrado por Darío Íscaro en guitarra y composición , Gonzalo Chayle en batería y Pablo Valotta en el bajo. El colectivo triádico en cuestión decidió llamar al disco con el cual debutan con la simple enumeración de los apellidos de sus componentes: “Íscaro / Chayle / Valotta”. Hay que decirlo de una buena vez: este disco publicado por el sello Viajero Inmóvil a mediados del pasado mes de marzo es una tremenda gozada pletórica de ingeniosa musicalidad, exquisitos grooves y carismáticos desarrollos temáticos que recogen lo más elegante de la amplia tradición jazzera y lo más dinámico de la vibración esencial del rock. Siendo un disco que ostenta versatilidad químicamente pura en la ilación de los variados ambientes en torno a los cuales giran los esquemas sonoros correspondientes a cada pieza del repertorio, se puede señalar que la extroversión y la agilidad son los factores más recurrentes. Este colectivo se armó en el mes de setiembre del año 2016 y ha mantenido una cierta consistencia en sus presentaciones en vivo, lo cual, obviamente, ha repercutido en la manera tan veloz con la que estos músicos pudieron articular una voz madura para la confluencia de sus respectivos genios creativos. Íscaro ya tiene tras de sí y en su horizonte próximo una intensa labor musical en su proyecto ANTIHÉROE y como integrante del TRÍO DESATANUDOS, por mencionar solo dos de los terrenos donde se mueve; el nombre de Valotta nos remite a su paso por PASAJERO LUMINOSO. 



Veamos ahora el repertorio del disco al cual estamos prestando atención ahora. ‘Trespassing’ ocupa los 3 primeros minutos del disco y lo hace desarrollando un motif elegante sobre un sobrio compás en 7/8 que no puede ni quiere ocultar su luminosidad celebratoria. Su vivacidad es contagiosa e incluso diríamos que hasta candorosa, siendo así que el encuadre preciso entre la guitarra y la batería permite al bajo dibujar algunas virguerías bastante oportunas. Portando una alegría aún más grácil en su sustancia sonora, ‘Todas Las Cosas Que Hago Por Tu Amor’ despliega recursos más explícitos de virtuosismo técnico de parte de los músicos sin romper nunca con la magia relativamente ligera que emana de la misma esencia del motif creado para la ocasión. El trío incorpora algunos pasajes comedidos en medio de la mayoritaria presencia de una manifestación vigorosa de cálidas vibraciones jazz-rockeras. ‘Zamba Para Times Square’ utiliza una atmósfera un poco más serena, a veces rayana con lo sombríamente misterioso aunque sin meterse en ello realmente; de este modo, el trío explotar las aristas más vanguardistas de su ideario estético sin que el resultado derive en algo precisamente chirriante. Pero sí se nota el impulso que tienen las inquietantes ansiedades  expresionistas de la guitarra en sus retorcidos solos, pletóricos de osada agudeza a medio camino entre el legado de ALLAN HOLDSWORTH y la faceta más señorial de un RAY RUSSELL; por su parte, se nota también a veces que flota un aire de amenaza de la mano del armazón rítmico gestado por Chayle y Valotta, aunque todo permanece dentro de un pulso bien controlado. Tenemos aquí un decisivo cénit del álbum así como tenemos en el tema siguiente, titulado ‘El Lago Izquierdo’, un espacio para volver a una luminosidad liberadora y optimista. En efecto, esa pieza retoma en buena medida el espíritu general del segundo tema del álbum y le da una renovada dosis de sofisticación: ese fulgor precedente retorna con un aura aristocrática que ostenta una suerte de resplandor primaveral. Hay un paraje diseñado para que se dé un travieso solo de bajo.



Con la dupla de ‘Nueva Piel’ y ‘Song For Ida’ (a la sazón, las dos piezas más extensas del álbum), el personal de BUMA TRÍO sigue dispuesto a seguir explorando nuevos matices de su visión musical. Así, ‘Nueva Piel’ se proyecta hacia la edificación y mantenimiento de un groove distinguido donde el bajo pasa un buen tiempo sosteniendo un círculo ingenieril mientras la guitarra alterna momentos de hermanamiento con el bajo con otros donde fa fluyendo por su cuenta a fin de abrir un espacio a sus fraseos solistas. En cuanto a la arquitectura rítmica propuesta por la batería, ésta conduce al desarrollo temático con rotunda precisión mientras se prodiga en exigentes ornamentos percusivos, especialmente después de pasada la frontera del tercer minuto: el asunto se intensifica un poco mientras se va reforzando una aureola combinada de neurosis y algarabía. Por su parte, ‘Song For Ida’ se remonta nuevamente a la faceta más introspectiva de la banda, y de hecho, lo hace con una actitud más convincente. Nada de languidez aquí: el trío todavía da prioridad a la lógica del swing ágil y al imperio del fulgor expresionista, pero esta vez se maneja con una sobriedad bien calculada a la hora de explotar las líneas melódicas diseñadas para la ocasión además del ambiente diáfanamente calmo con el que se maneja a aquéllas. ‘Ojos En La Niebla’ se sustenta sobre una recapitulación de la faceta más muscular del trío mientras establece nexos estilísticos entre la densidad dinámica de ‘Zamba Para Times Square’ y el esplendor refinadamente hidalgo que anteriormente se impuso tanto en ‘Nueva Piel’ como en ‘El Lago Izquierdo’. Los últimos 5 1⁄4 minutos del repertorio están ocupados por ‘Chaussong’, un tema que utiliza un motif vistoso para manejarlo sobre un swing que a veces es plácido en medio de una atmósfera razonablemente sosegada y otras veces se suelta en un marco de juguetona jovialidad. La extrema limpieza de los fraseos emanados de la guitarra de Íscaro guían las pautas mediante las cuales un determinado groove se preserva o abre paso a otro distinto. La labor de la batería es particularmente exigida y hay un nuevo pasaje de lucimiento particular del bajo a mitad de lcamino. Es una idea muy efectiva que esta pieza, una de las más exquisitas del disco y que incluye variantes de ritmo en su desarrollo temático, sea la que ponga el broche al disco: se presenta a sí misma, de hecho, como una alternativa a la sobriedad sistemática del antepenúltimo tema y la expresividad meditada del penúltimo.


  

BUMA TRÍO nos ha brindado algo excelente y excelso catálogo de paisajes y retablos musical de gran alcurnia desde el instante inicial hasta el segundo final de “Íscaro / Chayle / Valotta”. Más allá del hecho de que en la presente reseña hemos hecho menciones especialmente entusiastas sobre algunos temas que, según nuestro parecer estrictamente personal, se destacaban sobre otros, el hecho más verídico sobre este disco es que fluye naturalmente con programa de esplendidez musical muy parejo. El trío ha sabido lucirse como una entidad integral mientras ponía en marcha una mecánica donde cada integrante podía desarrollar sus propios méritos individuales.


Muestras de “Íscaro / Chayle / Valotta”.-

Zamba Para Times Square: https://viajeroinmovilrecords.bandcamp.com/track/zamba-para-times-square




Monday, June 18, 2018

MOTHER TURTLE: intensa jornada de música progresiva ecléctica



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Desde Grecia llega el grupo instrumental MOTHER TURTLE, un sexteto integrado por Kostas Konstantinidis [guitarras, ukelele y efectos], George Filopelou [bajos con y sin trastes], George Baltas [batería], George Theodoropoulos [teclados y programaciones], Alexander Kiourntziadis [violín] y Babis Prodromidis [saxofones]. El grupo en cuestión ha publicado en el 20 de febrero último su tercer disco “Zea Mice”, un trabajo conceptual basado en las nociones de naufragio, tragedia y lucha por la supervivencia donde los ocho ítems que conforman su repertorio se explayan a lo largo de tres sucesivas partes integrales. A lo largo del disco, el grupo recibió el apoyo ocasional del percusionista Apostolis Georgiadis, además de la vocalista Elpida Papakosma en un par de temas y la labor de narrador de Aristotelis Mavropoulos en otro. “Zea Mice” fue publicado de forma independiente el pasado 20 de febrero, sucediendo a “Mother Turlte” (2013) y “II” (2016), y, a fin de cuentas,  cumple con la meta de expandir los horizontes y esquemas sonoros que la banda se ha propuesto desde sus primeros días en su posicionamiento dentro del área de la modalidad progresiva ecléctica. El grupo comenzó su existencia en la majestuosa ciudad de Salónica en el año 2011 como un cuarteto que hacía versiones de clásicos del rock progresivo y el rock psicodélico: usando el nombre de HOGWEED hasta el año siguiente de su fundación, lo cambiaron a MOTHER TURTLE para siempre y así grabaron su homónimo disco de debut. Ya para el segundo disco, el grupo estaba ampliado a sexteto, conformación que sigue hasta ahora. Este tercer álbum que tenemos ahora en nuestras manos supone un punto de culminación y evolución definitoria para el ideario estético de MOTHER TURTLE: en sí mismo, es uno de los discos más intensos que hemos escuchado en lo que va del año 2018, pero mejor nos ponemos de una buena vez a repasar su repertorio, ¿vale?


Los primeros 6 ¾ minutos del disco están ocupados por ‘Zea Mice Part 1 – Kukuruzu’, tema que instaura una táctica de vigor rockero que coquetea abiertamente con el prog-metal mientras incluye elementos de psicodelia en los ornamentos de sintetizador y el saxofón irrumpe en cierto momento para meter también algunas vibraciones torturadas (muy a lo avant-jazz) dentro del bloque global: la notabilísima presencia de este instrumento desarrolla un cabal colorido extravagante que ayuda mucho a sustentar la persistente majestuosidad aguerrida de la pieza. Luego sigue ‘Zea Mice Part 1 – #Cornhub’, tema que a través de su espacio de 8 minutos y segundos se enrumba hacia un área sonora más afín al estándar de la fusión contemporánea con base jazz-progresiva con sutiles aires space-rockeros. Algo así como un híbrido deKENSO y PLANET X finamente filtrado por los OZRIC TENTACLES del nuevo milenio. Lo que en el primer tema era el embrujo de la energía rockera estilizada ahora es trocada por el sortilegio de una luminosidad serena e imperiosa: la sucesión de solos de violín y guitarra está bien guiada por las bases y solos adicionales de los teclados, los cuales también se atreven a añadir adecuados matices psicodélicos al asunto. La simpática coda ágil está hecha en clave folclórica: tenemos aquí un primer cénit del álbum, con lo cual tenemos que ‘Zea Mice Part 2 – Sea Mice’ cumple con la función de instalar otro cénit de inmediato, esta vez con énfasis en la clave sinfónica. El sereno y bien perfilado desarrollo temático comienza bajo la guía de la impetuosa guitarra (a medio camino entre Jeff Beck y Andy Latimer), la cual es sucedida por la cándida voz que impone el violín. La breve pieza ‘Zea Mice Part 2 – Zeitenlik’ consiste en una atmósfera tétrica centrada en el piano y capas flotantes de sintetizador mientras se elabora un monólogo susurrante. Las puertas están abiertas para la emergencia de ‘Zea Mice Part 2 – Vermins’, pieza que regresa de lleno a la garra contundente y al nervio ostentoso que caracterizaron al primer tema del disco en su bloque sonoro nuclear, pero cuya expresividad está más vinculada a la del segundo. La síntesis funciona a las mil maravillas.       



Los temas antepenúltimo y penúltimo del disco son sendas miniaturas: ‘Zea Mice Part 2 –Fourward’ y ‘Zea Mice Part 3 – Vermins (Reprise)’. La primera de ellas se centra en el groove tribal de la batería en torno al cual el teclado y el bajo añaden retazos envolventes: un buen broche para el dinamismo reinante en la pieza inmediatamente anterior. Por su parte, la segunda miniatura se estructura bajo un aura solemne que porta algunos aires renacentistas a través de su ensoñador carácter folclórico. Ocupando un espacio de más de 16 ½ minutos, ‘Zea Mice Part 3 – Nostos’ cumple con la misión de cerrar el álbum de una manera monumental, desarrollando un ambicioso ejercicio de vitalista eclecticismo con el beneplácito del amplio tiempo que se da el grupo para armar semejante táctica. Comienza todo en clave de híbrido entre GORDIAN KNOT y OZRIC TENTACLES para luego derivar hacia una modalidad de expansiones prog-metaleras (a medio camino entre SCALE THE SUMMIT y HAGO) donde el grupo hace patente gala de su faceta más muscular. En aquellos pasajes donde el saxofón entra en primer plano, el groove armado por la dupla rítmica adquiere algunos tintes jazz-rockeros; también hay algunos pasajes muy llamativos donde el dueto de guitarra y saxo arma un motif de inspiración mediterránea. Poco antes de llegar a la frontera del séptimo minuto, el ensamble baja un poco los decibelios mientras prosigue con la perpetua remodelación de su vigor esencial en pura exhibición celebratoria: esta vez la cosa deriva hacia una combinación de space-rock, jazz-rock y jams heavy, siendo así que es ahora el violín quien ocupa una parte importante de los espacios protagónicos en alternancia con la guitarra. Dicho sea de paso, es en esta instancia donde nos topamos con el solo de guitarra más vibrante de todo el álbum. Cuando el violín vuelve a ocupar un rol protagónico, esta vez es para iniciar el groove de un estupendo motif heavy-prog con raigambre fusionesca, al modo de una banda de apoyo de JEAN-LUC PONTY que recrea alguna partitura perdida de los KING CRIMSON de los últimos meses con David Cross. El lucimiento del violín llega a extenderse hasta un pasaje en solitario desde el cual se empieza a gestar un nuevo motif, esta vez muy sereno e introvertido en clave jazzera. ¿Cómo se metió el legado del mejor HERBIE HANCOCK de fines de los 60s aquí? Bueno, el hecho es que lo hizo, aunque la gente de MOTHER TURTLE le da su toque contemporáneo a este inesperado nuevo emplazamiento sonoro. La guitarra realiza los fraseos solistas principales pero son las bases de teclado las que sustentan y dirigen el desarrollo temático, el cual termina con un etéreo e intimista efluvio de una escala al piano. El largo momento de reposo totalmente necesario tras el señorial remolino que trajo el collage multifacético precedente.


  

Todo esto fue lo que se nos brindó en Zea Mice”, 49 ½ minutos de grandilocuencia progresiva donde la vitalidad y la vivacidad se funden en una inteligente integración de caleidoscópicas amalgamas musicales. La gente de MOTHER TURTLE se ha lucido a lo grande con este disco y por eso solo merece elogios al respecto: siempre nos da gusto cuando los grupos de las nuevas generaciones de música progresiva se enfocan en los recursos de intensidad que se potencian desde la confluencia de vigor y eclecticismo. 


Muestras de “Zea Mice”.-



Saturday, June 16, 2018

Tatuajes progresivos para el tiempo presente de los PREMIATA FORNERIA MARCONI


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.


Tenemos hoy el especial agrado de presentar “Emotional Tattoos”, el más reciente disco de estudio de los legendarios y aún activos PREMIATA FORNERIA MARCONI. El disco en cuestión fue publicado a inicios de noviembre del pasado año 2017 por vía de los sellos Inside Out Music y Sony Music (de entrada, pedimos perdón por la demora de esta reseña). La PREMIATA (como se les llama familiarmente) cuenta ahora con una alineación constituida por Franz di Cioccio [batería y voz], Patrick Djivas [bajos y teclados], Lucio Fabbri [violín y viola], Alessandro Scaglione [piano y teclados], Alberto Bravin [teclados y coros], Marco Sfogli [guitarras] y Roberto Gualdi [percusión] ha publicado el disco en sendas versiones italiana e inglesa. Así, la serie de ‘Il Regno’ / ‘Oniro’ / ‘La Lezione’ / ‘Mayday’ / ‘La Danza Degli Specchi’ / ‘Il Cielo Che C’è’ / ‘Quartiere Generale’ / ‘Freedom Square’ / ‘Dalla Terra Alla Luna’ / ‘Le Cose Belle’ / ‘Big Bang’ se torna en esta otra de ‘We’re Not An Island’ / ‘Morning Freedom’ / ‘The Lesson’ / ‘So Long’ / ‘A Day We Share’ / ‘There’s A Fire In Me’ / ‘Central District’ / ‘Freedom Square’ / ‘I’m Just A Sound’ / ‘Hannah’ / ‘It’s My Road’. La temporada de inspiración, composición y realización de este disco tomó una larga cantidad de años, incluso cuando aún estaba presente en la alineación el guitarrista cofundador Franco Mussida (decidió dejar la banda en abril del 2015 para concentrarse exclusivamente en los asuntos de la academia musical que dirige): en estos últimos 10 años, el grupo ha hecho discos de diverso calibre que van desde el tributo al cantautor FABRIZIO D’ANDRÉ, conceptos de músico académica llevados al rock sinfónico y conciertos dedicados a revisar sus primeros discos de estudio. Y bueno, por fin el grupo pudo poner manos a la obra para finiquitar el diseño de este disco que ahora tenemos en nuestras manos. Ahora que Di Cioccio (baterista de toda la vida) y Djivas (bajista de casi toda la vida) son las únicas figuras veteranas vigentes en la actual conformación de PFM, son las personas con mayor capacidad de decisión dentro del colectivo: de hecho, el primero se hizo cargo de las letras en la versión italiana de “Emotional Tattoos” mientras que Djivas hizo lo propio con la versión inglesa.


En la presente reseña sobre “Emotional Tattoos” optamos por centrarnos exclusivamente en la versión italiana. Durando poco menos de 7 ¼ minutos, ‘l Regno’ pone en marcha las cosas en clave de balada sinfónica con varios estándares sonoros plasmados en las perpetuamente flotantes capas de los sintetizadores, los estratégicos solos de guitarra y violín que entran a tallar en momentos clave y ciertas variantes fluidas de ambiente durante el interludio instrumental. Sin ser genial, es una canción agradable y atractiva en su sobria fastuosidad que no rehuye a modalidades de inspiración pop-rock. A continuación, ‘Oniro’ pone la cuota de candor romántico mientras explora el modo de proporcionar una mayor garra rockera a los aires de sobriedad gentil heredados de la primera canción: los momentos de sinfonismo sereno de vieja escuela (afines en parte a los CAMEL de fines de los 70s) y sinfonismo moderno se alternan con perfecta fluidez. Dicho sea de paso, tenemos aquí uno de los mejores solos de guitarra del disco y lo mismo vale también para el sintetizador. Con la dupla de ‘La Lezione’ y ‘Mayday’, el ensamble se dispone a seguir expandiendo su espectro de inquietudes musicales proyectadas para el momento. En el caso de la primera de estas canciones mencionadas, el grupo se pone a explorar un medio tiempo con un genuino nervio rockero que va desarrollando recursos melódicos llamativos a contrapelo de la relativa sencillez del motif central. Es como si tuviésemos aquí una cruza entre el esquema de trabajo de los tiempos del “Ulisse” y el PETER GABRIEL de la segunda mitad de los 80s con algunos toques de sinfonismo moderno (al modo de sus compatriotas de ERIS PLUVIA). Por su parte, ‘Mayday’ establece un dinamismo moderadamente ágil para un nuevo uso del medio tiempo: retomando hasta cierto punto los aires de las dos primeras canciones del repertorio, el grupo le da un viraje más asequible al asunto mientras abre espacios calculados a los respectivos lucimientos del violín y de la guitarra a lo largo del camino. 




Yendo a contrapelo de los aires asequibles revestidos de sobria melancolía que se impusieron en las canciones #2 y #4, ‘La Danza Degli Specchi’ se orienta hacia una espiritualidad alegre con claros delineamientos folclóricos tanto en su groove general como en el enfoque colorido que adopta el desarrollo temático de sus centros melódicos. Los vitales recursos de complejidad que entran a tallar en ciertos pasajes de su ingeniería rítmica (especialmente, para los instrumentales) están pertinentemente enfatizados por el hecho de que las percusiones están especialmente realzadas dentro del bloque sonoro. Su letra versa sobre el poder mágico que tiene la música para enriquecer el espíritu: los PFM hacen un himno a su propio oficio mientras proclama que la música tiene una esencia unitaria y universal... y al hacerlo, gestan un punto álgido dentro del álbum. ‘Il Ciclo Che C’è’ es una balada amable que recibe en buena medida el estándar del LUCIO BATTISTI de los 80s pero siempre con ese balance sinfónico que viene provisto de manera firme por algunas orquestaciones de teclado que siguen muy de cerca la línea de varios de los discos de la banda para el presente milenio. Cuando llega el turno de ‘Quartiere Generale’, el grupo vuelve a los aires de sobria alegría que antes mostró en ‘La Lezione’ y los capitaliza con la inclusión de algunos aires folclóricos en las intervenciones del violín: mientras avanza la canción y los teclados van aumentando el grosor de su rol dentro del bloque instrumental, la canción extrae bastantes beneficios del resultante incremento de la fastuosidad, aunque sin demarcarse de los parámetros implícitamente impuestos por el sencillo motif melódico. ‘Freedom Square’ se encarga de explotar fehacientemente la faceta folk-progresiva del grupo, una faceta constante durante su variopinta carrera y que aquí vuelve a darnos un momento de mágica brillantez. el hecho de que entren a tallar elementos fusionescos en algunos pasajes ayuda a realzar el colorido innato a la estructura compositiva de la pieza, y de paso, abre campo a la garra potencial de los guitarreos en sus continuos diálogos con el sintetizador principal. Tal vez se trata de la pieza más brillante del repertorio. ‘Dalla Terra Alla Luna’ es la antepenúltima pieza del disco y su espacio de casi 6 minutos. Tras una ceremoniosa introducción de piano, el cuerpo central impone una aureola hermana de las que se plasmaron en ‘La Danza Degli Specchi’ pero con un incrementado punche rockero y con algunos luminosos arreglos progresivos semejantes a los de las dos primeras canciones del disco.





Los últimos 10 minutos y pico del álbum están ocupados por la dupla de ‘Le Cose Belle’ y ‘Big Bang’. La primera de estas piezas se caracteriza por desarrollar una amable ambientación pop-rockera sobre emotivas bases armónicas gestadas al alimón por los teclados y las guitarras. Por su parte, ‘Big Bang’ se orienta hacia una nueva vuelta de tuerca al tipo de vibrante extroversión en clave sobria que ya hemos apreciado anteriormente en las canciones más marchosas del repertorio precedente. Stefano Bollani aparece aquí como invitado especial al piano y sus florituras jazzeras son cierta,mente bienvenidas. Tal vez esta dupla se sienta anticlimática tras la efectiva secuencia de ‘Freedom Square’ y ‘Salla Terra Alla Luna’... pero es lo que hay. Fueron poco menos de 62 minutos de música nueva dentro del universo de los PREMIATA FORNERIA MARCONI los que se nos ha brindado en el repertorio de “Emotional Tattoos”. Actualmente, el grupo opera sobre los escenarios con Fabbri cuando los conciertos son en Italia, ocupando su lugar Alessandro Bonetti cuando son en otras partes  del mundo: la sección latinoamericana de su gira del 2018 ha causado revuelo en las ciudades visitadas, lo cual puede muy bien ser un indicio de que se avecinan nuevos vientos de inspiración para futuros trabajos fonográficos. Ojalá que sí: por lo pronto, “Emotional Tattoos” es un disco que, sin llegar al nivel de maravilla a la cual el grupo nos acostumbraba en sus mejores momentos pretéritos, cumple cabalmente con mostrarnos un repertorio agradable y razonablemente variado en recursos estilísticos. ¡A seguir adelante, amigos de la PFM!





Muestras de “Emotional Tattoos”.-

The Lesson [vídeo-clip de la verisón inglesa de la Lezione]: https://www.youtube.com/watch?v=ZYPW-xMdyzk
La Danza Degli Specchi: https://www.youtube.com/watch?v=zuCOcElFoOk 
Freedom Square:  https://www.youtube.com/watch?v=UQvUzBhXkbE


[Dedicamos esta reseña a dos grandes amigos melómanos: a Jorge Bordieu por brindarnos algunos datos importantes para comprender las motivaciones creativas para el álbum en cuestión, y; a Diego González por habernos mostrado esta obra en su debido tiempo.]