Thursday, January 31, 2019

Filtros y matices nuevos para la avanzada progresiva francesa de parte de THE ORVALIANS



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Con un poco de retraso comentamos aquí el disco del grupo francés THE ORVALIANS, el cual se titula 
“The Great Filter” y fue publicado a mediados del mes de junio del año 2017: esta tarea se hizo al unísono por el sello mexicano Azafrán Media y el sello francés Baboon Fish Label. Los integrantes de THE ORVALIANS son Ludal Le Chacal [teclados y voz], Captain Flappatak [batería y voz], Thybo [guitarra y voz] y Fabien De Kerbaleck [bajo y voz]. El proceso de grabación del material que conforma “The Great Filter” tuvo el gran beneficio de que Udi Koomran (uno de los ingenieros y productores más solicitados en el área del prog vanguardista) se hiciera cargo del proceso de masterización. Los orígenes de THE ORVALIANS se remontan al año 2014, cuando tres músicos fundadores de la banda Zeuhl RHÙN se asociaron con Le Chacal para seguir una relativamente similar línea de trabajo por las arenas de la música avant-progresiva pero con una paleta más amplia de recursos sonoros y enfoques compositivos a fin de desarrollar una propuesta más ecléctica y más aguerrida que la practicada por el grupo antes mencionado. El grupo incluye elementos stoner y post-rockeros a su particular hibridización de Zeuhl, rock-in-opposition y jazz-rock contemporáneo (en la línea del punk jazz). Veamos ahora los detalles del repertorio contenido en este disco. 




Durando 7 ¾ minutos, ‘Mother Of Your Fears’ abre el álbum con la inicial instauración de un enfoque sonoro árido y ácido, apelando, además, a una agilidad neurótica para permitir que el nervio rockero en curso pueda llenar de fuego a la visceral ingeniería que el cuarteto arma con impoluta musculatura. Todo se encauza hacia un recurso de autoconstricción para elaborar una atmósfera contemplativa que, en vez de conformarse con reposar bajo un manto de sosiego, se explaya en una estepa de tensa calma donde se nota que hay una energía oscura a punto de emerger en cualquier momento. Dicho y hecho: a instantes de llegar a la frontera del sexto minuto, todo estalla en un nuevo y definitivo despliegue de vitalidad siniestra para el armado del magnífico epílogo de esta canción inicial. Un gran impacto de entrada, sin duda. A continuación llega el turno de ‘Elephants Are Charging’, una canción particularmente densa donde la robusta extravagancia de los cambios de ritmo y la inquietud exacerbada exhibida en el desarrollo temático marcan la pauta de exuberancia oscurantista que bien nos hace recordar a un híbrido de ETRON FOU LELOUBLAN y MAGMA con peculiares ornamentos stoner y post-rockeros que entran a tallar en ciertos pasajes. Los siguientes 16 minutos del repertorio están ocupados por la dupla de ‘If’ y ‘The Dirty Song’. ‘If’ es una canción que se apoya en varios pasajes de su esquema multitemático en grooves y compases de inspiración militar: su estructura básica apuntala con persistente convicción climas grisáceos con un talante prioritariamente machacante, usando diversos grados de presión a lo largo de los variados pasajes que se van sucediendo. Los cánticos creados para la ocasión se basan en los paradigmas de MAGMA y WEIDORJE mientras que algunos arreglos de guitarra y de la dupla rítmica parecen remitirnos, simultáneamente, a los paradigmas de PRESENT y MASSACRE. En cuanto a ‘The Dirty Song’, ésta apela a una actitud serena e introspectiva en la elaboración de las secciones cantadas que dan inicio y cierre a la canción, además de un foco temático bien definido. Ello es momentáneamente interrumpido por un intermedio instrumental donde se impone una crudeza exquisita en la que confluyen las influencias de los ya mencionados PRESENT, KING CRIMSON y GUTBUCKET. Todo un cénit del álbum, sin duda.


   

‘Whoze’ comienza con un recurso de densidad minimalista y tétrica antes de que los primeros arrebatos rockeros exploren mecanismos de muscular expresividad con un amplio carácter surrealista. Este momento es breve pero resulta vital a la hora de impulsar el viaje jazz-progresivo que se ha de armar para el primer cuerpo central de la pieza en cuestión: es justamente aquí que el personal de THE ORVALIANS apela a su faceta más exquisita. Un segundo cuerpo central comienza con un motto perpetuo muy en línea del paradigma Zeuhl para crear un efectivo aire de expectativa: a partir de allí, se arma un nuevo esquema de gráciles musicalidades jazz-progresivas. Cuando llega el turno de ‘Zugunruhe’, el grupo se dedica a elaborar un ejercicio deconstructivo de talante free-jazzero con una actitud próxima al RIO oscurantista de escuela francófona. Los dos últimos temas del disco son los más extensos del mismo: ‘Quiet Tree’, que dura 12 ½ minutos, y ‘Wrong Way’, que dura 11 minutos. ‘Quiet Tree’ se apoya en cierta medida en la misma ingeniería estructural con la cual se había trabajado en la composición de ‘The Dirty Song’, o sea, una priorización de espacios expresivos gráciles con estratégicas irrupciones de recursos robustos y áridos en el ínterin. Opera aquí un cruce de post-rock Crimsonizado, jazz-rock y psicodelia de tenor space-rockero, todo ello dentro de una amalgama progresiva que se siente, a la vez, vibrante y sugerente. ‘Wrong Way’ se remonta hacia una densidad espiritual más abundante que la ya mostrada en ‘Quiet Tree’, e incluso se puede decir que el esquema melódico destila una calidez muy especial en medio de los obvios regocijos con expresiones propias del discurso avant-progresivo (en especial el bajo, que parece sacado de un disco de MAGMA o de PRESENT). El asunto suena a un intermedio entre las atmósferas electrizantemente lánguidas de GODSPEED YOU! BLACK EMPEROR y los KING CRIMSON de la fase 73-74, y ello repercute en el hecho de que el cuarteto conquiste una cima de majestuosidad musical. Tras pasar la frontera del sexto minuto, el swing se torna un poco más complejo y la energía expresiva se torna más tensa mientras el cuerpo central se enrumba hacia un crescendo crucial. Lo que viene a continuación es una dialéctica de deconstrucción y reconstrucción del motif central bajo la guía protagónica de un muy estruendoso bajo y con la complicidad de una batería totalmente resuelta a elaborar sus propios ejercicios de formas libres. La coda se resuelve con grisáceos retazos de sintetizador que parecen simbolizar la disolución de algo. ¡Qué bien que el repertorio culmine con una exploración sonora así de climática!


Todo esto fue “The Great Filter”, un disco estupendo y complejo que lamentamos haber descubierto tan tarde pero bueno, es mejor tarde que nunca. THE ORVALIANS nos han sorprendido muy gratamente con esta propuesta musical que enriquece y tonifica la escena progresiva francesa en sus vertientes más oscuras. Esta idea de fusionar Zeuhl y RIO con un enfoque ecléctico que es muy receptivo de las vanguardias rockeras de las dos últimas décadas ha funcionado muy bien en manos de estos señores. Totalmente recomendable.


Muestras de “The Great Filter”.-

Quiet Tree: https://theorvalians.bandcamp.com/track/quiet-tree

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