Thursday, April 11, 2019

TAUK y la segunda parte del concepto de “Shapeshifter”



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

En esta ocasión presentamos a “Shapeshifter II: Outbreak” del cuarteto jazz-progresivo estadounidense TAUK. Publicado en el 28 de setiembre del pasado año 2018 a través de su blog de Bandcamp, “Shapeshifter II: Outbreak” conforma la segunda parte del concepto de “Shapeshifter”, cuya primera parte estuvo encarnada en el EP de “Shapeshifter I: Construct” (el cual apareció en el mercado a inicios de abril del mismo año 2018). Se trata de un concepto relativo a la creciente expansión de la inteligencia artificial y su potencial capacidad para trastocar seriamente el orden mundial y a las diversas sociedades humanas. Con la misma formación integrada por el guitarrista y líder Matt Jalbert, el bajista Charlie Dolan, el teclista-organista Alric Carter y el baterista Isaac Teel, TAUK sigue ahondando en sus ambiciosamente estilizadas y generosamente gráciles exploraciones en la confluencia de jazz-rock, prog, space-rock y hip-hop, una confluencia que hermana a las esencias de lo delicado y de lo fuerte dentro del arte del sonido. En cuanto al asunto de la edición física, la gente de TAUK decidió juntar “Shapeshifter I: Construct” y “Shapeshifter II: Outbreak” en una edición de doble vinilo de cantidad limitada.



En solo tres cuartos de minuto, ‘Prelude’ instaura una miniatura de atmósferas cósmicas con una voz femenina y efectos de código Morse; así, se abre el camino para la irrupción de ‘Recreational Outrage’, una pieza bastante extrovertida que nos confronta con una buena parte de las sonoridades expresionistas y extrovertidas que conforman la visión musical de la banda. El sostenimiento de un muy vivaracho compás y la calidez del groove general arman un esquema idóneo para impulsar el carácter luminoso de los desarrollos temáticos y bases armónicas que la guitarra y el bloque de teclados sustentan a través de su bien cuidada confraternización. Tenemos aquí a unos PLANET X que juegan a ser OZRIC TENTACLES mientras reciben algunos legados de la CHICK COREA ELEKTRIC BAND. Un inicio de álbum muy marchoso que llama poderosamente la atención. Los siguientes seis minutos del repertorio están ocupados por ‘CMF 9000’, pieza que se enfila sobre un swing más comedido donde se establece una bien articulada confluencia de jazz-funky y prog psicodélico. Para el último minuto, tenemos un relativamente breve solo de guitarra que resulta ser uno de los más bonitos que plasma Jalbert en todo el disco. Cuando llega el turno de ‘Checkmate’, el grupo está dispuesto a dar una nueva vuelta de tuerca a la magia ensoñadora de las ambientaciones space-rockeras para revestir de un fulgor espacial y una elegancia decisiva al muy vitalista núcleo temático creado para la ocasión. La batería es un instrumento que se hace notar al frente dentro de la mezcla general mientras las bases de sintetizador facilitan el continuo verdear de las sobrias líneas melódicas y las imponentes atmósferas cósmicas que asientan a la ingeniería musical en curso. Esta pieza sintoniza con el legado de ‘CMF 9000’ mientras lleva a éste a una dimensión más pomposa. ‘Convoy’ se caracteriza por un retrotraimiento a la tradición jazz-fusionesca a través de una mirada moderna: esto suena a una remodelación de una vieja idea de los WEATHER REPORT de fines de los 70s realizada por una combo de TRIBAL TECH y NIACIN. ‘Not Your Nemesis’, por su parte, tiene un nervio más pronunciado en lo que respecta al elemento rockero dentro de la ecuación jazz-rockera. Se nota aquí una mayor garra: en este sentido, resulta crucial que la guitarra asuma un rol protagonista en una instancia inicial, aunque luego aparecerá uno de los más sesudos solos de sintetizador de todo el álbum. Una mención aparte merece el complejo swing elaborado por la dupla rítmica, el cual incorpora un tempo genialmente sofisticado en la sección intermedia.

Hemos disfrutado en ‘Checkmate’ y en ‘Not Your Nemesis’ de dos momentos culminantes de este disco, pero éste debe continuar: en efecto, la dupla de ‘Let It Ride’ y ‘Ratchet’ se hace cargo de revitalizar y oxigenar la propuesta musical de la banda a la par que instala recursos de diversidad estilística para este momento del repertorio de “Shapeshifter II: Outbreak”. En el caso de ‘Let It Ride’, el grupo vuelve de lleno a la metodología del equilibrio entre el space-rock y el jazz-rock; el empleo de un swing propio del blues y el vigor especialmente vivaz empleado en los guitarreos ayudan a esta pieza a adoptar una cierta aureola de crudeza. Mientras tanto, ‘Ratchet’ se decanta abiertamente por un esquema de trabajo jazz-progresivo donde se saca el juego al muy bonito esbozo melódico delineado para la ocasión. Las alternancias de protagonismo entre la guitarra y el teclado son manejadas con elocuente fluidez a través de las variaciones de ambiente que se van hilando a lo largo del camino, sobre un recurrente tempo de 6/8. Vale destacar  otro gran solo de guitarra que emerge poco antes de llegar a la frontera del segundo minutos y medio. ‘Pioneer’ dura casi 6 minutos y su enfoque musical se basa en la elaboración de envolventes y coloridos recursos de cálido lirismo sobre un groove mesuradamente extrovertido. Hay un persistente eco de la garra rockera en los guitarreos que se recibe de los dos temas precedentes, pero en la mayor parte del tiempo son los teclados los que dirigen el desarrollo temático. El vitalismo de la batería merece una mención especial porque aquí tiene ella algunos de sus mayores lucimientos en este disco. La dupla final de ‘Pitter Pattern’ y ‘Upside Down’ ocupa un espacio total de más de 12 ½ minutos. La misión principal de ‘Pitter Pattern’ consiste en hacerse eco de las herencias estilísticas de los temas #5 y #8 para brindarle al conjunto resultante unos aires aumentados de agilidad y jovialidad. Otro cénit del álbum pero todavía falta un poco más, pues de inmediato llega el turno de ‘Upside Down’ para que dictamine la clausura del disco. Eso lo hace recurriendo a un regreso a las aristas psicodélicas y espaciales que habían sido tan importantes en la primera mitad del álbum. Es una muy buena idea terminar el disco con la secuencia de estos dos temas tan poderoso y tan expresivos. 


Bueno, todo esto es lo que la gente de TAUK nos ha brindado con “Shapeshifter II: Outbreak”, un disco muy efectivo y muy llamativo que sirve para seguir manteniendo a la banda en un lugar importante y relevante dentro del actual escenario jazz-rockero estadounidense. Hace muy poco que hemos descubierto a este grupo y lamentamos que no lo hayamos hecho antes, pero sin duda, este disco y el EP precedente han constituido sorpresas melómanas sumamente agradables para nosotros, por lo que solo nos queda recomendar a nuestros lectores que aún no lo han hecho que se animen también a descubrir a este grupo lo antes posible.


Muestras de “Shapeshifter II: Outbreak”.-
Checkmate [vídeo-clip]: https://www.youtube.com/watch?v=FBoAwA39vyA

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