Monday, July 29, 2019

Nuevas mareas y corrientes para el océano ecléctico de PENSIERO NOMADE


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Esta reseña es un poco tardía pero es muy entusiasta y no por razones menores. Resulta que el multiinstrumentista italiano Salvo Lazzara [guitarras, bajo, Touch Guitar y programaciones] volvió al ruedo por vía de su proyecto PENSIERO NOMADE en el último cuarto del pasado año 2018, estando acompañado por Davide Guidoni [batería], Luca Pietropaoli [trompeta, corno flugal y programaciones] y Claudio Milano [canto y arreglos]: un ensamble de grandes personajes, sin duda. El título de su disco, para dar los datos precisos, publicado a mediados de octubre del 2018 es “Appunti Per Una Teoría Delle Maree”, es el sexto en la trayectoria fonográfica de este ensamble dedicado a cultivar una música progresiva ecléctica donde el refinamiento y la tensión se dinamizan mutuamente. De hecho, este trabajo empezó como una asociación de los cuatro individuos más que como un nuevo disco de PENSIERO NOMADE, pero al final, así se dieron las cosas en lo formal. Los encargados de la mezcla y la masterización del repertorio de este disco fueron Salvo Lazzara y Luca Pietropaoli, mientras que el arte gráfica estuvo a cargo de Davide Guidoni. Sucediendo al muy celebrado “Da Nessun Luogo” por tres años, “Appunti Per Una Teoría Delle Maree” nos revela un enfoque renovado que nos toma por sorpresa, un giro más centrado en las aristas avant-progresivas y las templanzas de jazz experimental, con lo cual tenemos al disco más denso de PENSIERO NOMADE. Un gesto muy arriesgado que ha sembrado una estupenda cosecha musical de enorme gallardía: veamos ahora los detalles de su repertorio, ¿vale? 


Durando poco menos de 4 ¾ minutos, ‘Lunare 1’ abre el repertorio exhibiendo, sobre la base del discurso del free-jazz alimentado de vibraciones a lo RIO, un desestructurado catálogo de desencuentros dentro de una dinámica aleatoria cuyo objetivo es combinar una nebulosidad inquieta y una tensión sutil. Hay un fulgor patente en este ejercicio de sonoridades posmodernas, pero es como el fulgor de una luna acompañada de pocas estrellas que se ofrece como casi única testigo de algo terrible que podría suceder bajo el manto de la noche. Con la dupla de ‘Antilunare 1’ y ‘Equinoziale’, que ocupa un total de poco más de 10 minutos, el ensamble se apresta a construir estrategias musicales marcadas por un dinamismo más abierto y extrovertido, aunque eso solo sirve para explicitar los aires de desasosiego y tensión que en la pieza de entrada solo habían sido hipotéticamente intuidas. Ahora estamos en el terreno de la fehaciente confirmación de este enfoque sonoro. ‘Antilunare 1’ nos sitúa a medio camino entre los paradigmas de HENRY COW y ESKATON con algunos toques de los WEATHER REPORT de los dos primeros álbumes, las experimentaciones modales de MILES DAVIS y el avant-prog de nueva escuela al estilo de unos MACHINE MASS. El canto de Milano es un aporte crucial dentro del entramado sonoro en tanto que impone una enigmática y lóbrega tirantez a través de sus surrealistas florituras. ‘Equinoziale’, por su parte, desarrolla un ejercicio de vitalismo siniestro y sombrío sobre un compás sofisticado que exuda grooves jazz-rockeros. Mientras tanto, las intervenciones de la Touch guitar y el bronce exhiben un aire amenazante sin llegar nunca al desborde de lo frontalmente sórdido. En tal sentido, nos recuerdan a lo que hacen bandas contemporáneas de exploración progresiva radical como KAYO DOT (fase 2008-10) y COSA BRAVA. Hemos disfrutado de dos puntos culminantes sucesivos dentro del repertorio de este disco. ‘Prima Quadratura’ establece un swing y una atmósfera más gráciles que en cualquiera de los tres temas precedentes, a la vez que preserva el aura de inquietante sofisticación que se impone como norma general del disco. Incluso el canto de Milano se centra en lo ceremonioso y deja atrás lo tortuoso, proveyendo con ello un aura mística (podríamos especificar, tortuosamente mística) al encuadre instrumental en curso. 

Cuando llega el turno de ‘Lunare 2’, el ensamble regresa a la misma ambientación que marcó a ‘Lunare 1’, pero esta vez todo se ha tornado un poco más relajado debido a que la batería establece un swing bien definido y a que la trompeta explora recursos de lirismo y vivaz soltura (recursos que, obviamente, no se enfilan hacia lo cálido sino hacia lo solipsista)‘Antilunare 2’ emerge para hacerse cargo de la perpetuación de los índices y coordenadas de espiritualidad etérea y densidad introspectiva que marcaron a la pieza precedente, añadiéndole algunos factores de sortilegio surrealista a lo largo del camino. Éstos se hacen presentes en algunos mantras alucinados emitidos por Milano así como en el empleo de algunas cadencias tribales en parte de la ingeniería rítmica creada para la ocasión. Los retazos guitarreros a lo Fripp que surgen en ciertos momentos junto a la prevalencia de tonos graves en los arreglos del bronce ayudan bastante a preservar y enriquecer el tenor intrigante de la pieza. En estos paisajes sonoros trazados por estos dos temas de “Appunti Per Una Teoría Delle Maree” se expone una sugerencia de viraje hacia el temple sereno desde una atmósfera otoñal. y es a partir de aquí que se cosecha la siembra sonora para ‘Equinoziale 2’, el tema más extenso del disco con sus 6 minutos y pico de duración. La misión de esta pieza consiste en articular y fabricar una ingeniería sonora donde los elementos flotantes heredados de los dos temas precedentes se arropan bajo mantos oscurantistas y capas tenebrosas, lo cual hace que la ley de lo inescrutable extienda su embrujo a lo largo y ancho del armazón instrumental. Por su parte, el canto de Milano reitera la ceremoniosidad ya antes gestionada para la canción precedente y le da una agilidad nueva. Un cénit decisivo para el disco que ya se acerca a su final. La última pieza del álbum, un instrumental titulado ‘Seconda Quadratura’, se encarga de volver de lleno a las atmósferas introspectivas que ocuparon un rol especialmente protagónico en la segunda mitad del disco para darle un nuevo golpe de efecto pacificador y sosegado, no exento de misterio, ciertamente. Las minimalistas capas de la Touch guitar flotan con una vigorosa constancia revestida de otoñal nebulosidad mientras que los elegantes fraseos de la trompeta tantean con convicción los espacios intermedios entre la exuberancia y el minimalismo. El talante sutil de los implementos rítmicos aportados por la batería marca una pauta misteriosa y reservada, pero de todos modos, eficaz a plenitud en su labor de soporte para los otros instrumentos actuantes. Un bello final de disco.

Tal como lo anunciamos en el primer párrafo de la presente reseña y ahora enfaitzamos, “Appunti Per Una Teoría Delle Maree” es una obra difícil y fabulosa, desafiante y estimulante, gallarda en sus laberínticas complejidades sonoras. Es, a fin de cuentas, un disco que encarna una posición renovadora en torno a la idea de hacer de la bahía de la música progresiva el puerto ideal para realizar las más espectaculares y osadas travesías en busca de nuevas mareas y corrientes sonoras. El colectivo de PENSIERO NOMADE se ha lucido enormemente y solo nos queda recomendarlo al 100% a todos los amantes acérrimos de las formas más arriesgadas del art-rock de nuestros tiempos.


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