Hoy tenemos la muy interesante ocasión de exponer nuestras impresiones sobre un disco del ensamble mexicano LA MÚSICA DE ERICH ZANN que ha sido publicado hace poco tiempo. Se trata de “En Tormento”, el segundo trabajo de este proyecto liderado por el fagostista y compositor mexicano Juan Carlos Ruiz (cuyo currículum incluye a grandes nombres de la vanguardia rockera de su país desde los 80s en adelante como NAZCA, CULTO SIN NOMBRE y ARTERIA); el primer disco de LA MÚSICA DE ERICH ZANN es homónima y data del año 1997. Para “En Tormento”, disco publicado en noviembre del pasado año 2018 por el sello Kathmandu Records, Ruiz contó con los valiosos aportes de Adolfo Zaragoza Cerecero [guitarras], Carlos Alvarado [sampleos] y Alex Eisenring [sinteticadores y sampleos orquestales]: sí, colegas musicales de bandas tan legendarias como CHAC MOOL, DECIBEL y los ya mencionados ARTERIA. Dado que el nombre de este proyecto procede del título de uno de los relatos más celebrados de H. P. LOVECRAFT, y teniendo en cuenta los antecedentes del maestro Ruiz, no nos debe extrañar que su propuesta musical sea combativamente siniestra y opresivamente oscura dentro de un encuadre progresivo inspirado fundamentalmente en el RIO francófono, aunque también hay fuertes factores electrónicos que nos remiten a la faceta más solipsista del kraut electrónico y la musique concrete: la logística instrumental se presta muy bien a ello. Lo que tenemos aquí es algo muy cercano a las atmósferas agobiantes y catárticas que formaban parte del enfoque de CULTO SIN NOMBRE, pero con una estrategia sonora más sofisticada. Tal como declara el poeta y erudito mexicano Mauricio López Valdés en el bloque informativo interior del disco que ahora reseñamos, la idea guía de “En Tormento” es la de “adentrarse en los abismos internos desde la solitud, desde la ansiedad y desde la conciencia de la muerte”, siendo así que “lo mórbido y lo fúnebre que nos habitan rompen el silencio para encarnar en el sonido, en la música, la más fina y elevada manifestación del sonido y de nuestro andar en la vida hacia la muerte.” Este disco fue grabado y masterizado en los Estudios Kathmandu por Alex Eisenring, y su intrigante portada recoge una ilustración anónima del siglo XV titulada Aurora consurgens. Bueno, ya es hora de entrar en los detalles de este nuevo catálogo de gozosos suplicios avant-progresivos que nos brinda el colectivo de LA MÚSICA DE ERICH ZANN, un catálogo que, adelantamos, nos parece excelente.
‘El
Sepulturero’ abre el repertorio con un estimulante y, a la vez perturbador,
paisaje de cadencias rutinarias que se sustentan sobre las bases electrónicas
diseñadas para la ocasión. Las florituras del fagot y la sucesiva adición
sutil de matices mientras el cuerpo central se va enredando lúgubremente en
torno a su propio núcleo elaboran un paisaje sonoro que se sitúa en medio de lo
tétrico y lo mecanicista. Algún interludio añade un factor variable en
torno a lo que, a fin de cuentas, seguirá siendo una meticulosa acentuación del
cuerpo central.Al final, una danza tétrica pone el punto final a lo que es la
macabra celebración del tránsito hacia aquel lugar más allá del silencio,
siendo así que el mismo silencio se acaba imponiendo por vía de una minimalista
capa de sintetizador. Luego sigue ‘Suplicio’, pieza
que le da un giro más dinámico a este imperio de la oscuridad sónicamente
articulada, combinando la neurosis festiva de lo dadaísta con parajes oníricamente
inquietantes al estilo surrealista. La musicalidad es, a todas luces, más
sofisticada que la exhibida en la pieza de entrada, logrando así crear una
atmósfera palaciega donde la monarca disonancia luce sus más esplendorosas
galas. Tan apabullante como señorial, el ensamble de músicos se regocija en las
densas interacciones que van compartiendo a lo largo del camino: esta cruza
entre los paradigmas de los ART ZOYD post-1981 y los DECIBEL del segundo álbum
funciona a las mil maravillas. Con la dupla de ‘Lo Que No Muere’ y ‘Ceremonial
Negro’, Ruiz y sus compañeros de viaje se siguen explayando en sus idearios de
construcción de paisajes sonoros contundentemente opresivos. El primero de
estos temas es el primero frontalmente mortuorio del disco, siendo así que las
cansinas cadencias del piano y los arrebatados lamentos de la guitarra (entre
PRESENT y KING CRIMSON) conforman las dos columnas en medio de las cuales el
ensamble dirige una procesión de almas en pena. Es como si el suplicio
anunciado en la pieza precedente hubiese dejado de ser un mal augurio para
convertirse en lo que tenía que ser, un proceso real y fehaciente. En los
últimos minutos, el fragor tenebrista se apacigua un poco con la mira puesta en
un perspectivismo que sosegadamente acepta el triunfo de la nocturnidad. Por su
parte, ‘Ceremonial Negro’ recoge las semillas de las dos piezas precedentes,
combinando el señorío perturbador de ‘Suplicio’ con la neurosis pulsátil de ‘Lo
Que No Muere’. El epílogo es un clamor tanático donde una
coral de neblinas del Limbo aúnan sus voces metafísicas en una apoteosis cavernícola.
El quinto
ítem del disco es el que justamente le da título y su función principal es la
de explorar más a fondo las facetas y atmósferas más majestuosas que ya se
dejaron entrever en varios pasajes de las piezas precedentes. Lo oscurantista
saca buen provecho de su inacabable ingenio dionisíaco para crear una nueva vestimenta
luminosa con precisión ingenieril. Las orquestaciones cibernéticas dan foco y
cobijo al fagot mientras éste lidera el desarrollo temático con su
insospechadamente firme pulso. Es todo un cénit del repertorio, así como lo fueron los dos primeros temas. Cuando llega el turno de ‘Forzado’, el ensamble
se dedica a reconstruir y remodelar parte de las atmósferas y cadencias que ya hemos
apreciado en los temas #1 y #3 mientras recibe buena parte de los ecos del
esquema de trabajo aristocrático planteado inmediatamente antes para ‘En
Tormento’. Los aportes de la guitarra – una vez más, a lo PRESENT – sirven para
proveer algo de eficaz musculatura al nervio inquietante que atraviesa a cada
partícula del armazón sonoro de esta pieza. En algún momento se da una variante
temática desde la cual se genera una sensación de expectativa, especialmente en
esos pasajes en los que la densidad instrumental baja un poco, pero, en los
segundos finales, esa misma densidad regresa a su nivel inicial para dejarnos
con un cierre efectistamente abrupto. Con el cauto – aunque lo más probable es
que sea irónico – título de ‘Un Poco De Angustia’, la penúltima pieza del álbum
exhibe un nuevo ejercicio de fastuosidad tenebrista con unos aires ágiles que
transita entre lo otoñal y lo invernal sobre un trasfondo de macabro misterio. No
tratándose de un tema demasiado extenso, llena muchos espacios dentro de su
ingeniería sonora, al igual que pasaba antes con la pieza homónima. La interacción entre los instrumentos partícipes se lleva con una soltura bien orquestada: suena paradójico así como lo decimos... pero así lo percibimos. Todo termina
con ‘Ansiedad’, tema que nada tiene que ver con el celebérrimo vals venezolano
de José Enrique Sarabia (¡ja, ja, ja!). Por el contrario, aquí, tras un ceremonioso preludio de piano, se deja atrás en
buena medida a los recursos de lirismo y fastuosidad que signaron a algunas
piezas precedentes y se apuesta por algo más deconstructivo, y tanto es así que
su epílogo se arma con un juego de efectos electrónicos bastante aleatorios. Da
la impresión de que una maquinaria musical se está desarmando tras haber
gestado su propia pieza funeraria. Un cierre muy oportuno para este disco.
Toda esta fue nuestra experiencia con este gozoso tormento avant-progresivo que nos brindó la gente de LA MÚSICA DE ERICH ZANN. “En Tormento” agrupa un sólido y creativo catálogo de ideas y ejercicios que dignifican inmensamente al inmortal sueño del rock-in-opposition, ese sueño de remodelar el ideal de la música progresiva para ponerlo al servicio de la observación y la exploración de las dimensiones más oscuras del mundo y del alma humana en base a la combinación de estándares de la cámara modernista y la espiritualidad posmoderna. Música lúgubre y tensa que exuda un retorcido y estimulante vitalismo; música recomendada al 500% a todo fan serio de los recovecos más osados del polivalente ideal de la música progresiva.
Muestras de “En Tormento”.-
El Sepulturero: https://www.youtube.com/watch?v=hsIHpfVhEgA
En Tormento: https://soundcloud.com/user-733221532-706029397/en-tormento2-2018
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