Wednesday, April 01, 2020

6 nuevas escalinatas en la ascensión psicodélica de ANCESTRO



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy presentamos el nuevo trabajo de larga duración del grupo peruano ANCESTRO, el cual se llama igual que el mismo grupo: el grupo se ha reservado el título homónimo para éste, su tercer trabajo fonográfico de larga duración. Publicado en la exacta mitad del mes de setiembre del pasado año 2019 a través del blog de Bandcamp del grupo, “Ancestro” nos muestra a un grupo que ha remodelado de manera importante su alineación, la cual consta actualmente de Diego Cartulín [batería, percusión y teclados], Boris Baltodano [bajo] y Jorge Quevedo [guitarra]: este último es el nuevo integrante de la banda mientras que Cartulín abandona su rol de guitarrista para volver a su primer amor rockero, la batería. Más allá de estos cambios dentro de la logística operativa de ANCESTRO, la cuestión principal es que el grupo ha logrado enfocar el material compuesto para este nuevo disco dentro de una ascensión del vigor y la robustez de su propuesta musical, bien enfilada en su combinación de psicodelia pesada de tendencia progresiva, space-rock y stoner. A fin de concretar la susodicha ascensión, el trío decidió abrir más espacios al empleo de factores post-rockeros y post-metaleros dentro de su creciente paleta sonora. Nos parece, permítasenos adelantarlo, su mejor disco hasta la fecha. El disco fue grabado en el estudio Man In The Box Records, con cartulín y Quevedo a cargo de las labores de mezcla de sonido. Para el quinto de los seis temas que conforman el disco, el trío contó con el aporte extra de Kokiman Romero al sintetizador. A propósito, los temas de este repertorio tienen como título sus propias numeraciones latinas.


La miniatura de apertura ‘I’ – dura menos de un minuto – consiste en una serie minimalista de capas de sintetizador con un claro tenor siniestro. De esta manera, prepara el camino para el arribo de ‘II’, la pieza con la que el grupo apropiadamente establece un desarrollo temático que se hace adecuado eco del pequeño prólogo, pues se centra en un talante parsimonioso y tenebrista a lo largo de una cáustica maraña instrumental. Esto suena a una remodelación Sabbathiana del estándar esencial del post-rock (a lo MOGWAI), incorporando algunos toques Floydianos al asunto durante la segunda mitad. Este último factor ayuda a darle un aire de distinción al motif central. ‘III’ se caracteriza por un viraje notorio hacia lo suntuoso y lo explosivo a través de un mecanismo de hibridización entre el space-rock y el stoner, todo ello dentro de una amalgama prog-psicodélica bastante ágil y rabiosa. Aquí hallamos algunos de los mejores solos de guitarra de todo el álbum. este tercer tema dura poco menos de 4 ½ minutos y este espacio está muy bien aprovechado… De hecho, nos preguntamos por qué no le dieron un poco más de extensión al núcleo temático de ‘III’, teniendo en cuenta que su gancho es irresistible, pero bueno, el disco tiene que continuar con las piezas que siguen. Así pues, llega el turno de ‘IV’ y el grupo se dedica a explorar una nueva modalidad de fastuosidad tenebrosa sobre un swing parsimonioso. El elemento predominante esta vez es el stoner, aunque también es precioso señalar que no opera aquí un retorno a la espiritualidad del segundo tema sino, más bien, un enfoque más constreñido del fulgor explosivo y opulento que signó al tercer tema. El empleo de bases armónicas de órgano para complementar a los riffs de guitarra durante el último tercio es un factor crucial a la hora de darle un final solemne a la pieza en cuestión. Tenemos aquí un primer cénit del álbum antes del clímax continuado que aún nos queda por explorar. 

   

Los dos últimos ítems son los más extensos del repertorio: ‘V’ dura poco más de 8 ¼ minutos mientras que ‘VI’ se extiende hasta un espacio de casi 13 ½ minutos. También es en su ilación donde el grupo expone los pasajes más inspirados de este nuevo repertorio. En el caso de ‘V’, el grupo comienza explorando recursos de densidad etérea y expectante durante buena parte del centro temático mientras el nervio rockero en curso se explaya a sus anchas dentro de un esquema al estilo de post-metal (estamos pensando en bandas como RED SPAROWES, TOWN PORTAL y RUSSIAN CIRCLES). La dupla rítmica siempre halla maneras de incorporar grooves renovadores, hasta el punto de gestionar una intensificación del tempo a poco de pasada la frontera del tercer minuto. Ahora que las cosas han cambiado, el trío crea una majestuosa mezcla de space-rock, stoner y prog-metal experimental; dentro de esta nueva situación, el guitarrista que se luce a todo dar con su manera de impulsar tácticas de refinamiento dentro de la furia reinante. La tercera y última sección consiste en un jam psicodélico con mucha pesadez y un generoso despliegue de complejidades ritmicas. En fin, ‘VI’ se proyecta ambiciosamente a través de atmósferas oscuras que ahora renacen con una majestuosidad nueva, la misma que aporta una soltura renovadora a la fuerza expresiva esencial del trío. Tras un prólogo introspectivo y misterioso, el jam central y sus fluidas variantes ulteriores exhiben una síntesis entre los temas segundo y cuarto, o sea, una mezcla de tenebrismo visceral con suntuosa densidad. No solo eso, también notamos que en algunos parajes de la segunda mitad, el trío retoma algunos recursos de fastuosidad psicodélica ya empleados en ‘V’. En fin, la sección epilogar reitera las vibraciones introspectivas y misteriosas del prólogo. Contando con todos estos ingredientes dentro de su esquema temático, ‘VI’ se revela como la conclusión perfecta para el repertorio oficial del disco.



“Ancestro” recién tuvo su edición física disponible en el mercado a inicios del presente año 2020, y la misma incluye dos bonus tracks respectivamente titulados ‘Kay Pacha’ y ‘Uru Pacha’ (‘Este Mundo’ y ‘El Inframundo’ en quechua). El primero de estos temas, claramente enmarcado en el estándar del stoner, comienza con un ejercicio de acentuaciones parsimoniosas con predominio del compás de 11/8, para luego derivar a una segunda parte signada por un jam pesado y filudo. El segundo de estos temas nos muestra el factor más incendierio de la dimensión visceral del grupo, decidido a dejar que sus torrentes sonoros se conviertan en auténticos ríos de lava rockera. La espartana ceremoniosidad de los últimos fraseos de la guitarra porta unas vibraciones evocadoras que, de alguna manera, apaciguan a la tormenta precedente. Todo esto fue lo que se nos ofreció en el repertorio de “Ancestro”, el disco que significa un paso de madurez estilística decisiva para ANCESTRO. Con grupos como éste, podemos aseverar sin suspicacias ni ingenuidades de ningún tipo que la escena del underground peruano tiene mucho para seguir adelante hoy y en tiempos futuros. 



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