Friday, January 08, 2021

La fabulosa isla musical de SEAORM



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy nos complace presentar el disco “Olkhon” del colectivo triádico hispano-ruso SEAORM, un proyecto conformado por el guitarrista Ángel Ontalva y la dupla rítmica de Ark e Ivan Fedotov (integrantes de VESPERO y también 2/3 de MAAT LANDER). Al principio, Ontalva estaba trabajando con Ark en un dúo denominado SHAMAN ROCK (creador de un disco de 6 piezas publicado por OctoberXart) donde el susodicho Ark se hacia cargo de los sintetizadores. Pero ahora, con este formato ampliado a trío, el proyecto inicial asumió una energía nueva y capitalizada hacia niveles incrementados de energía expresiva. Las composiciones ya trabajadas recibieron nuevos arreglos y se añadieron otras nuevas: j
unto a la guitarra de Ontalva y a batería de Ivan, Ark añade labores al bajo, los sintetizadores, la caja de ritmos y la máquina de escribir. “Olkhon” ha sido publicado oficialmente el 28 de diciembre del pasado año 2020. Tal como indica el título de este disco, se trata de una obra conceptual inspirada en la Isla de Olkhon, la más grande que hay en el Lago Baikal, ubicado en el sur de Siberia. Ontalva se empapó de la música folclórica de la zona para diseñar las bases compositivas del repertorio de este álbum, además de hacer viajes introspectivos bajo la inspiración del paisaje. Después de que Ontalva completara sus ideas musicales, el grupo en bloque se encargaba de los arreglos finales. En el núcleo central de este álbum, el colectivo tripartito de SEAORM ha apostado por una modalidad sumamente refinada de experimentaciones y exploraciones eclécticas donde conviven el jazz-rock, el space-rock, la fusión contemporánea y la psicodelia. Por supuesto, el sello OctoberXart se encargó de la producción física de este álbum; también por supuesto, Ontalva se hizo cargo de la sensacional arte gráfica del mismo, cosa muy usual en los procesos de realización de ítems fonográficos dentro de este sello. A propósito, el nombre del trío proviene de un tema del primer disco que hizo Ontalva con VESPERO.  

 
Vamos de una buena vez a los detalles del excelente repertorio de “Olkhon”. Éste comienza con ‘Lusud-Khan’, una pieza flotante y enérgica que se reviste de un manto de sobriedad cuyas fibras son de materia cósmica. La rigurosa arquitectura rítmica se acomoda al complejo groove creado para la ocasión mientras los virtuosos fraseos de Ontalva y los relevantes aportes del sintetizador van llenando espacios a placer. Mientras el desarrollo temático avanza, el rol de la batería se torna crecientemente sofisticado, lo cual se traduce en una drástica musculatura que juega a favor de la esencia enérgica de la pieza. Gran momento de inicio para el álbum que es seguido por la dupla de ‘Walking On Water’ y ‘Tail Of The Dragon’, la cual tiene la función de exhibir más recursos sonoros para la propuesta estética del trío. En efecto, el primero de estos temas se centra en una atmósfera jazzera de tenor crepuscular con la inserción de distantes recursos espaciales aportados por el sintetizador al modo de destellos de misterioso esplendor que se dejan entrever en la lejanía del horizonte. Mientras tanto, la guitarra elabora un motivo hermoso y envolvente que encuentra en la dupla rítmica un cómplice generador de aires melancólicos. Por su parte, el segundo de estos temas mencionados vira hacia una extroversión frontalmente luminosa y jovialmente saltarina. La batería es ahora el instrumento dominante la mayor parte del tiempo con sus impecables y trucos percusivos, mientras la guitarra y el bajo dialogan entre sí con un sólido paso a través de la cruza entre el jazz-prog y el post-rock. Un cénit del álbum. Cuando llega el turno de ‘Ice Circles’, pieza que dura poco más de 7 minutos, el trío se dispone a explorar recovecos de señorial gracilidad dentro de un exquisito ardid sónico que nos remite a la faceta más cristalina del discurso arquetípico del space-rock. Hay una mezcla de trazos oníricos y vibraciones contemplativas que funciona muy bien a la hora de enfilar el norte expresivo de esta pieza. Eso sí, para la segunda mitad, el esquema sonoro va adquiriendo de a pocos un nivel incrementado de robustez, aunque sin romper con el espíritu general de la composición. Otro cénit. ‘Demons’ se define como un regreso de lleno al aspecto de jazz contemporáneo en clave atmosférica que el grupo ya había explorado en el segundo tema del álbum. Esta vez, el ambiente general es misterioso e inescrutable, casi rayano con lo tenebroso, y bien alimentado por la actitud deconstructiva de la batería.
  
Cuando emerge ‘Kiss Of Betrayal’, el trío apuesta por cadencias persistentes y atmósferas exóticas, siendo así que el resultado concreto es una combinación preclara e ingeniosa de psicodelia progresiva y jazz-fusión con su oportuna cuota de garra rockera. En algún momento, el trío gesta un interludio relajado que sirve como situación momentánea de reposo previa al genial despliegue de psicodelia space-rockera que ha de marcar a la sección final del tema. Es tal vez el último y más decisivo pasaje culminante del disco. ‘Angara’, como contraparte, nos ofrece un breve ejercicio de vibraciones contemplativas en clave jazzera a través de un meticuloso y elegante motif de guitarra, un poco a lo RAY RUSSELL; mientras tanto, los flotantes efectos de sintetizador vuelven a brindar ese elemento distante que nos interpela desde la lejanía. El disco concluye con la dupla de ‘A Stake In Her Soul’ y ‘Shaman Rock’. El primero de estos temas prosigue por la línea introspectiva, pero esta vez con una dosis mayor de densidad y un empuje rockero explícito: es casi como un ejercicio de space-rock impregnado por etéreos recursos al estilo del krautrock (CLUSTER, TANGERINE DREAM). El tema de cierre, por su parte, exhibe un fulgor optimista centrado en un groove jazz-progresivo que se deja humedecer por ocasionales mareas espaciales en algunos parajes estratégicos. El bajo deja sentir sus sofisticadas y ondeantes líneas a través de los aportes de los sintetizadores y las excelsas virguerías de la guitarra. Si el penúltimo tema del álbum nos dejó un poco con la miel en los labios por no durar más, este tema final sí nos parece que aprovecha apropiadamente su espacio de casi 7 minutos. Todo esto fue “Olkhon”, más de tres cuartos de hora de música progresiva de elevado nivel y rebosante de creatividad ecléctica. El colectivo de SEAORM se ha lucido a lo grande y, gracias a ello, ha generado una nueva fuente de vitalidad para el ideal de vanguardia rockera; lo decimos no solo para la asociación de las escenas española y rusa, sino también para el mundo entero. Totalmente recomendable este disco, la verdad que sí. 



Muestras de “Olkhon”.-
Lusud-Khan: https://octoberxart.bandcamp.com/track/lusud-khan-2
Tail Of The Dragon: https://octoberxart.bandcamp.com/track/tail-of-the-dragon
Kiss Of Betrayal: https://octoberxart.bandcamp.com/track/kiss-of-betrayal


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