Friday, May 07, 2021

GODSPEED YOU! BLACK EMPEROR: música para el apocalipsis cívico-político

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy tenemos el enorme agrado de presentar el nuevo disco del legendario y vigente ensamble canadiense GODSPEED YOU! BLACK EMPEROR, el séptimo trabajo de larga duración de su carrera: éste se titula “G_d’s Pee at State’s End!” y fue publicado el pasado 2 de abril por el sello Constellation, tanto en CD como en vinilo. Los instrumentistas que conforman la alineación de GY!BE son Aidan Girt [batería], David Bryant [guitarras eléctricas y sintetizador MG-1], Efrim Manuel Menuck [guitarras eléctricas, sintetizador OP-1 y efectos radiales], Mauro Pezzente [bajo], Michael Moya [guitarras eléctricas], Sophie Trudeau [violines y órgano], Thierry Amar [bajo y contrabajo] y Timothy Herzog [batería y glockenspiel]. El grupo incluye oficialmente a Karl Lemieux y a Philippe Leonard, proyeccionistas de filmes de 16mm, como integrantes del mismo. Este disco sucede por casi cuatro años a “Luciferian Towers” y, de varias maneras, encarna un regreso a los enfoques sonoros gestados en sus primeras grabaciones (“F♯ A♯ ∞”, “Lift Your Skinny Fists Like Antennas To Heaven” y “Yanqui U.X.O.”, entre 1997 y 2002), aunque sin renunciar a la reforzada estilización que ha marcado su línea post-rockera de forma recurrente desde el fin de su hiato entre los años 2003 y 2012. El material contenido en “G_d’s Pee at State’s End!” fue grabado en vivo en el estudio Thee Mighty Hotel2Tango, entre el 6 y el 11 de octubre del 2020. Del 12 al 18, el grupo realizó edicionesy sobremezclas, completándose el proceso de masterización poco después en el estudio Greymarket bajo el mando de Harris Newman. En palabras de los propios integrantes del grupo, la música de este nuevo álbum fue compuesta mayormente mientras todavía podía hacer giras: “después lo grabamos portando máscaras, distanciados durante la segunda ola de la pandemia. Era otoño y el sol de los atardeceres era inauditamente gordo y anaranjado. Nosotros procuramos hacer un recuento más luminoso aquí, acurrucados bajo diversos estados de malestar, preocupación y sobrecogimiento.” El grupo también expone un manifiesto severo de corte cívico y político, al igual que en su disco precedente. En el caso presente, el manifiesto es éste: “Este álbum versa sobre todos nosotros que aguardamos el final. Todas las formas vigentes de gobierno son fallidas. Este álbum versa sobre todos nosotros que aguardamos al nuevo comienzo, y está informado por las siguientes demandas: 1) hay que vaciar las prisiones; 2) hay que sustraer el poder de la policía para dárselo a los vecindarios que ella misma aterroriza; 3) hay que acabar con las guerras interminables y otras formas de imperialismo; 4) hay que regular impuestos a los ricos hasta que ellos mismos resulten empobrecidos.” Se trata de un nuevo paso dentro de la concepción posmoderna y de cercanía anarquista sobre los temas políticos y sociales que el colectivo de GY!BE siempre ha tenido como credo conceptual para sus inspiraciones musicales. Bueno, repasemos ahora los detalles estrictamente musicales de “G_d’s Pee at State’s End!”.


Durando poco más de 20 ¼ minutos, la maratónica pieza cuatripartita ‘A Military Alphabet (Five Eyes All Blind) (4521.0kHz 6730.0kHz 4109.09kHz) / Job’s Lament / First Of The Last Glaciers / Where We Break How We Shine (ROCKETS FOR MARY)’. Todo empieza con un clima minimalista y distante atravesado por voces instructivas radiales, siendo éstas las que impulsan el arribo de efectos de sintetizador con los que se ha de reforzar el aire abstracto de este prólogo. El talante distante se torna crepuscular cuando unas notas graves de contrabajo instalan un solo denso y espartano, el mismo que anuncia con una misteriosa solemnidad el pronto arribo del primer cuerpo central, uno basado en sobrias escalas de guitarra sobre las que se habrá de sostener un denso motif en 6/8. El armazón rítmico se asienta poco antes de llegar a pasar la frontera del octavo minuto tras un crescendo onírico y muy sutil, y es ahora que la ambientación general del ensamble se torna aguerrido, añadiendo una aureola nebulosamente intensa que tiene algo de bélico. Un poco más adelante, el frenesí expresionista se acrecienta por un breve rato, gestándose con esto un puente hacia la siguiente sección que, desde su particularidad, es capaz de aportar un clímax explosivo con personalidad propia. La sección nueva a la que nos referimos antes se explaya en un groove más cadencioso, muy propio de lo que el ensamble de GY!BE hacía en sus tres primeros discos, ya clásicos perennes del post-rock: una mezcla de los estándares Floydiano y Crimsoniano con un enfoque cinematográfico y un empleo estratégicamente disperso de los desarrollos melódicos. Para los últimos minutos, el enclave ceremonioso ya instaurado se torna contemplativo y sereno: tras los últimos embates de los guitarreos y el violín, algunos disgregados efectos percusivos marcan el final de la pieza. Algo así como un cántico simbólico a los últimos instantes en los que el Sol se deja ver en el crepúsculo. Una vez terminada toda esta esplendorosa aventura sonora, llega el turno de ‘Fire at Static Valley’, una pieza centrada sistemáticamente en un lirismo envolvente donde lo onírico y lo furioso parecen fusionarse como una sola corriente de turbias aguas comunicativas. Los sutiles punteos de una de las guitarras y las elegíacas líneas del violín dirigen el constante refuerzo del motif central mientras los dos percusionistas sostienen al bloque general con un swing tanático y parco. 


La segunda mitad del álbum comienza con otro mamut musical cuatripartito, esta vez ocupado un espacio de 19 ¾ minutos; se trata de ‘«GOVERNMENT CAME» (9980.0kHz 3617.1kHz 4521.0 kHz) / Cliffs Gaze / Cliffs’ Gaze At Empty Waters’ Rise / ASHES TO SEA Or NEARER TO THEE’. Al igual que la otra pieza monumental del álbum, efectos sonoros dan inicio al tema, esta vez, con voces callejeras que suenan como emanadas de un paraje fantasmagórico. Una vez que las guitarras y el violín dan inicio a la intervención instrumental, todo se inicia con un flujo libre donde las aleatorias intervenciones de las baterías y los bajos brindan sólidos recursos deconstructivos a esta sección inundada por un aire expectante. Al poco rato se instala un motif reconocible al modo de un blues psicodélico en clave típicamente post-rockera. A poco de pasada la frontera del séptimo minuto y medio, mientras se preserva el tempo, los guitarreos transitan hacia unas vibraciones más oscurantistas. Pasando de este modo de un espíritu contemplativo a otro pesimista y agrio, el terreno está preparado para que se sienten los cimientos de una próxima sección minimalista de talante cósmico poco antes de llegar a la frontera del décimo primer minuto. Ahora parece que todo evoca al paradigma exploratorio de los primeros años de TANGERINE DREAM y KLUSTER mientras los mantos sonoros ostentan una especie de perturbación celestial mientras explora los espacios más cavernosos de su faceta introspectiva. En algún momento, cuando emergen unos calmados arpegios de guitarra, se va gestando una última sección que no vemos venir, una muy vibrante y fulgurosa que mezcla el vigor mecanicista de NEU! y la densidad arrolladora de MOGWAI. Tanto la personalidad jovial del motif en curso como el entusiasta swing creado para la ocasión apuntan hacia los sueños de celebración de un triunfo futuro, una magnificencia que nos aguarda en el horizonte cercano. Los efectos de campanas jubilosas que surgen en los instantes finales refuerzan esta intuición. Una vez acabada esta segunda suite, cuando todavía resuena en nuestras mentes el eco de ese jolgorio, emerge ‘OUR SIDE HAS TO WIN (For D.H.)’ como cierre del repertorio del álbum. Sin intervenciones percusivas de ningún tipo, todo el esquema sonoro queda en manos de las capas evocadoras de las guitarras duales, el violín y el contrabajo. En cuanto a lo propiamente estructural, este epílogo del disco ostenta unas tonalidades fluviales donde las notas van sosteniéndose a lo largo de su imparable flujo; en cuanto a su espiritualidad, se trata de un despliegue de matices elegíacos donde se enmarañan los hilos de la nostalgia y de la introspección.

Todo esto fue “G_d’s Pee At State’s End!”, la banda sonora para la hecatombe cívico-política que la gente de GODSPEED YOU! BLACK EMPEROR percibe como herencia perpetua y peligrosa del ideal político moderno. En cuanto a lo estrictamente musical, se trata de un álbum que combina perfectamente la musculatura ácida y oscurantista de la primera etapa con las inquietudes introspectivas exploradas en los enfoques predominantes que se plasmaron en ésta, su segunda etapa. Un gran trabajo fonográfico que mantiene a este colectivo como una figura señera dentro de la historia y el presente del rock vanguardista en su vertiente post-rockera.
 
 
Muestras de “G_d’s Pee At State’s End!”.-
A Military Alphabet (Five Eyes All Blind) (4521​.​0kHz 6730​.​0kHz 4109​.​09kHz) / Job’s Lament / First Of The Last Glaciers / Where We Break How We Shine (ROCKETS FOR MARY): https://godspeedyoublackemperor.bandcamp.com/track/a-military-alphabet-five-eyes-all-blind-45210khz-67300khz-410909khz-job-s-lament-first-of-the-last-glaciers-where-we-break-how-we-shine-rockets-for-mary
OUR SIDE HAS TO WIN (For D​.​H​.​): https://godspeedyoublackemperor.bandcamp.com/track/our-side-has-to-win-for-d-h


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