Thursday, February 24, 2022

El holograma prog-psicodélico de KHADAVRA

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy se da el turno de presentar el tercer (y hasta ahora último) disco del ensamble prog-psicodélico sueco llamado KHADAVRA, el cual responde al título de “Hologram” y fue publicado por vía independiente a inicios de agosto del pasado año 2021. La alineación del grupo consiste actualmente en el cuarteto de Seb Sebsinsky Eriksson [guitarras, voz, sitar, mellotrón, sintetizador y percusión], Alexander Eriksson [batería, voz, glockenspiel y otras percusiones], Jón Klintö [bajo, canto gutural, susurros y guitarra acústica] y Nils Erichson [teclados, mellotrón y sintetizador Moog]. El vasto material contenido en “Hologram” fue gestado y grabado durante los tiempos de pandemia, por lo que da gusto que todos los inconvenientes existenciales y logísticos producto de la actual pandemia no hayan supuesto un obstáculo real para que la gente de KHADAVRA pudiese concretar la gestación, la grabación y la concreta publicación de este excelente ítem fonográfico. Por ahora, solo está disponible en formato digital a través del blog de Bandcamp del grupo, pero a inicios del pasado mes de enero ha trascendido que el sello Black Widow está preparando una edición física de este álbum en vinilo. Su anterior obra del año 2019 “Hypnagogia” había mostrado a un grupo muy inspirado y lleno de energía, y ahora esto se incrementa para el disco que estamos reseñando ahora. En esta ocasión, el cuarteto contó con las colaboraciones ocasionales de Liv Fridén (flauta), Ole Mathis Haglund (guitarra y coros), Ola Lindqvist (flauta) y Nils Erichson (teclados), aunque en este último caso, se trata de un exintegrante que grabó algunas cosas antes de irse del grupo. Bueno, veamos ahora los detalles del disco en cuestión.


La miniatura ‘Stundom’ abre el álbum con una etérea serie de capas sintetizadas que van in crescendo, y así se prepara el camino para ‘Shapeshifter’, un poderoso tema que hace gala de una sofisticación versátil proyectada hacia variantes de ritmo y ambiente que van surgiendo a lo largo del camino. Los contrastes entre los muy suntuosos pasajes aguerridos y los más sutiles están manejados con perfecta compacidad. Las confluencias con MOTORPSYCHO y ARABS IN ASPIC son fáciles de notar. Con el arribo de ‘Lucid Parasitosis’, el ensamble se focaliza en rumbos melódicos y atmósferas de inspiración oriental, alternando pasajes de tenor acid-folk con otros más filudos donde se impone el paradigma stoner. Su encanto esencial está bien manejado a través de su espacio de poco menos de 5 minutos. El ambicioso y épico tema ‘Possession’ se erige como el más extenso del álbum son sus poco más de 16 minutos y cuarto de duración, siendo así que recoge una síntesis ampulosa y maratónica de la magia exótica de la pieza precedente y la sofisticación señorial del segundo tema del álbum. También se nota que hay algunos coqueteos con el post-rock en algunos pasajes donde la predominante densidad adquiere unos matices oscurantistas. Por supuesto, no faltan pasajes donde la batería impone un swing inusual mientras los demás instrumentos van maquinando por dónde pueden intercalar algunas variantes. Son varios los momentos en los que los teclados se hacen sentir en medio de los vigorosos aportes de la guitarra y la batería, y justamente reposa sobre sus hombros la capacidad del bloque sonoro global de retener y capitalizar sus urdimbres sonoras más estilizadas. A lo largo de los diversos recovecos de esta maratón se dejan sentir añoranzas de AMON DÜÜL II, AGITATION FREE y PINK FLOYD, filtradas éstas a través de los patrones modernizados de SPACE DEBRIS y HYPNOS 69. La sección final está en 6/8 y exhibe una espiritualidad conmovedora que se apoya en un lirismo efectivo. ‘Zoning Out’ se emplaza en un ejercicio de space-rock aguerrido y algo machacante, no ajeno al modelo de HAWKWIND pero sin dejarse absorber por él. Las vibraciones festivas que atraviesan a cada poro sónico de esta pieza son inocultables. 

La dupla de la miniatura ‘10102020’ y ‘Katla’ (otro tema extenso que ocupa un espacio de 14 minutos y medio) permite al personal de KHADAVRA expandir sus recursos estilísticos con soltura. ‘10102020’ es una cálido dueto de guitarras acústicas, mientras que ‘Katla’ se proyecta a una ambiciosa concatenación de diversos motivos y atmósferas. El prólogo, ostensible cósmico, se sitúa en un terreno intermedio entre los paradigmas de los legendarios OZRIC TENTACLES y de VESPERO, para luego abrir vasos comunicantes con la psicodelia de talante retro y el heavy prog. Algunas secciones signadas por un swing de inspiración bluesera sirven como breves estaciones de grácil ceremoniosidad en medio del nervio predominante. En líneas generales, tenemos aquí un space-rock estilizado y obediente al preciosismo progresivo de ayer y hoy. La sección final exhibe una dualidad de solemnidad y tensión oscurantista que casi suena a un híbrido de ANEKDOTEN y TOWN PORTAL: nos toma por sorpresa la emergencia de este fuego tan particular en el tramo final, así como lo hace también el soliloquio en forma de arenga en torno al cual se arma la coda. ‘Anhedonia’ es una balada pastoral en clave de acid-folk que no hubiese estado fuera de lugar en un álbum de HAWKWIND pre-75 o en el tercer álbum de AMON DÜÜL II. Mientras ostenta su talante evocador, el armazón de los teclados parece diseñado para cubrir con un manto lisérgico el entramado de canto y dueto de guitarras acústicas. El instrumental ‘Vemod’, si bien tiene un arreglo musical distinto del que se realizó para ‘Anhedonia’, retiene sus vibraciones contemplativas y les da una nueva faz merced al rol protagónico que ocupa la guitarra eléctrica, y, sobre todo, por el sofisticado dinamismo que se proporciona a los arreglos desde donde se encuadran todos los motifs sucesivos. El cierre del álbum llega de la mano de la pieza homónima, la cual dura 9 minutos y cuarto. ‘Hologram’ se caracteriza por explorar las aristas más propiamente melódicas del ideario musical de la banda. Contiene secciones cantadas reconocibles, así como pasajes instrumentales signados por una mesurada sofisticación que sustenta los versátiles traspasos del space-rock al motorik y, de allí, al post-rock, que el ensamble ejecuta con una bien lograda fluidez. 

“Hologram” es, ante todo, uno de los más logrados discos de psicodelia progresiva que se han hecho en el fenecido año 2021. Definitivamente, es una obra con la que los KHADAVRA se han superado a sí mismos; por el momento, es su obra cumbre. Este holograma musical nos ha dejado muy gratamente sorprendidos y solo nos queda recomendarlo para cualquier buena fonoteca dedicada al rock artístico de nuestros tiempos. 



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