Wednesday, July 06, 2022

El legado perpetuamente abierto de ETERNIDAD

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy exponemos la retrospectiva de un tesoro otrora perdido y ya recuperado del rock sinfónico argentino de los 70s: nos referimos a “Apertura” de ETERNIDAD, grupo de efímera existencia que recibió muy poca atención en su momento, pero que ahora tiene una nueva oportunidad en manos del destino, o más concretamente, en manos del incansable sello connacional Viajero Inmóvil, el cual desarrolló una labor de rescate y reedición física del susodicho disco a mediados de marzo del presente año 2022. La alineación de ETERNIDAD estaba conformada por Daniel Méndez [guitarras acústica y eléctrica, armónica y voz], Roberto Méndez [guitarras eléctrica y acústica, laúd y voz], Claudio Pedra [pianos acústico y eléctrico Fender Rhodes, órgano Hammond, sintetizadores MiniMoog y Roland String, saxo y flauta], Roberto Massarotto [bajo y voz] y Luis Yanes [batería y percusión]. En un par de temas de “Apertura”, el quinteto recibió a asistencia de músicos invitados al bandoneón y a las cuerdas. El disco fue grabado en diversas sesiones que tuvieron lugar en los meses de octubre y noviembre de 1977 en los Estudios Audion, siendo el técnico de grabación Alejandro Franco. El sello Cabal se encargó de la edición original de vinilo en algún momento de las últimas instancias del mismo año 1977. De esta manera, se concretaba el sueño del primer disco para esta banda formada por los hermanos Daniel y Roberto Méndez a mediados de los 70s con el propósito de gestar una propuesta prog-sinfónica abierta a la recepción de varios elementos propios del folk-rock y de la música de cantautor. A pesar de obtener un público de culto y recibir algunas reseñas positivas en la prensa musical de entonces, la gente de ETERNIDAD tuvo que seguir batallando contra viento y marea por hacerse de un lugar destacado dentro de la escena musical. El grupo terminó disolviéndose en el primer tercio de 1979; ya desde poco después de publicado su único álbum, el grupo contaba con el baterista  Daniel Torriggiane en reemplazo de Yanes (quien cambió su vida para meterse de lleno en el ámbito académico de la filosofía y las letras). Bueno, repasemos ahora los detalles del repertorio contenido en “Apertura”.


Abre el álbum el tema titulado ‘Suite: Pensamiento Y Vida’, el cual dura 7 ¾ minutos; esto le convierte precisamente en el más extenso del repertorio. Comenzando con un preludio de piano y sintetizador que sustenta una sobria suntuosidad, luego emerge un cuerpo central de talante reflexivo donde se da una cruza entre los paradigmas de YES, los GENESIS de la etapa 70-71, ESPÍRITU y los SUI GÉNERIS de los dos primeros álbumes. Este despliegue de sinfonismo grácil fuertemente alimentado por una variante sofisticada de folk-rock de cantautor es manejado con buen pulso, dándose un buen equilibrio de las presencias respectivas de los arreglos vocales y el entramado instrumental de fondo. El ágil interludio instrumental que emerge alrededor de la frontera del tercer minuto y medio genera un señorío extra para el cálido fulgor esencial del esquema melódico creado para la ocasión; esto influye decisivamente en el caleidoscopio sonoro que se arma para el resto de la canción. ‘Javier Dejó De Ser Niño’ sigue a continuación para abrir espacios a la exhibición de climas pastorales propios de la tradición de cantautor: con el protagonismo de la dupla de guitarras acústicas y el canto, el apoyo de los teclados se centra principalmente en atmósferas mientras que la dupla rítmica luce algunos trucos efectivos durante su calculadamente constreñida intervención. ‘Cuento De Una Niña’ surge para explorar a conciencia el potencial de vivacidad que el grupo se permite dentro de la ingeniería sónica que ha diseñado para sí. El prólogo signado por el matrimonio de guitarra eléctrica y sintetizador ostenta unas vibraciones festivas muy llamativas que determinan tanto el tenor dinámico del factor pastoral como el despliegue de luminosas tonalidades prog-sinfónicas. Todas las variantes temáticas se van hilando con una cohesión muy bien trabajada, una compacidad rotunda.  Tal vez tenemos aquí el cénit del álbum. ‘Más Cerca Del Horizonte Eterno’ comienza con unos efectos de viento y unas texturas sutiles de sintetizador acompañadas por concisos rasgueos de laúd, siendo así que el cuerpo central irrumpe poco después en un fade-in donde los arreglos corales nos remiten a los dos primeros discos de los legendarios ARCO IRIS. Volviendo de lleno a la esencia del folk-rock de línea pastoral, la banda elabora una palaciega y bucólica balada cuya bien articulada candidez no hubiese estado fuera de lugar en un disco de YES o de LE ORME: los ornamentos de sintetizador y de órgano ayudan a la canción a concretar su proyección más allá del típico estándar del folk-rock... y ojalá hubiese durado un poco más.  


Hay un ahondamiento reflexivo bastante serio en la canción ‘Empezando Por Uno Mismo’ a través del groove ágil que ostenta su estructura musical: su espiritualidad existencialista se hace eco del patrón de la música de cantautor (con armónica incluida), situándose no muy lejos de los años iniciales de SUI GÉNERIS. El clímax rockero conclusivo, guiado por la guitarra eléctrica, eleva el talante reflexivo a una expresividad exultante. ‘Ciudad, Mírame’ es, en buena medida, la última manifestación de fastuosidad sonora planteada por el colectivo. Sin duda, recoge huellas y trazos de las canciones primera y tercera, pero los combina más profundamente con cadencias meditabundas propias del folk-rock. A mitad de camino, primero, bajo la guía del piano y el sintetizador, y luego, con el soporte de un complejo mecanismo armado por la dupla rítmica, el grupo desarrolla un muy vibrante interludio sinfónico que inserta una estampa sonora bastante refinada antes de volver al sendero de interioridad trazado por el motivo central. Para esta ocasión, el bandoneón añade unas texturas muy atractivas. La dupla de las breves canciones ‘Ahora Que Estamos Solos’ y ‘Pausa Para Una Ciudad Que Espía’ se encarga de cerrar el álbum: la primera de ellas sigue, en general, la pauta de la canción #2, mientras que la segunda exhibe un breve bosquejo crepuscular donde se suceden los protagonismos del bandoneón, el violín y el piano. El epílogo idóneo para este disco. En fin, todo esto fue “Apertura”, el manifiesto concreto del legado perpetuamente abierto de ETERNIDAD. Totalmente recomendable esta pieza de colección que nos reabre las puertas a un mundo oculto dentro del gran cosmos progresivo sudamericano de la década de los 70s.




[Un agradecimiento especial a los colaboradores del blog La Nave del Rock Argento por la información adicional sobre la historia del grupo ETERNIDAD. El enlace es éste: https://naveargenta.blogspot.com/2020/10/eternidad-apertura-1977.html]


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