Tuesday, January 24, 2023

INVERNALIA: mirando a las tinieblas musicales

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
En esta ocasión tenemos un disco muy especial en nuestras manos: se trata de 
“Tenebras”, obra del proyecto argentino de música progresiva llamado INVERNALIA, el cual surgió a partir de una idea de Aldo Pinelli de ir por una vía distinta de la del grupo HÁBITAT (del cual es líder durante su intermitente existencia) y de la de sus propios trabajos solistas, muy enmarcados en lo acústico. Tras el homónimo disco de debut publicado en el (ya un tanto lejano) año 2015, llega “Tenebras”; adelantamos que, según nuestra humilde opinión, supera a su antecesor en cuanto al encanto inherente a las composiciones. Incansable y prolífico como es y siempre ha sido, Pinelli ha publicado muchas cosas en los últimos años desde su rol solista (“EXPAMB” data de junio de 2021) o reformando momentáneamente a HÁBITAT para realizar el disco de estudio “Hans, La Niña Y El Príncipe”, que es un catálogo de versiones en español de algunos clásicos de la primera generación del rock progresivo italiano (reinterpretando canciones de BANCO DEL MUTUO SOCCORSO, CELESTE, PREMIATA FORNERIA MARCONI y LE ORME). También publicó hace poco un disco en vivo de los propios HÁBITAT que recoge una actuación de su gira de promoción del disco “Tratando De Respirar En La Furia”, en el año 2013. Bueno, concentrándonos en “Tenebras” ahora mismo, este disco fue realizado por el colectivo que gira, como es natural, en torno a la figura del maestro Pinelli, quien toca guitarras, bajo, teclados, percusiones y programaciones. Pero no está solo, pues aquí colaboran personas que están asociadas a Pinelli desde hace mucho tiempo: los bateristas Carlos Vidal, Roberto Sambrizzi y Gabriel Puig, el teclista Ricardo Henostroza, la flautista Aula Dolcera y el violinista Sebastián Calise. Este disco se publicó en el blog de Bandcamp de Pinelli en el último día de noviembre de 2021, pero la edición física llegó de la mano del sello connacional Viajero Inmóvil en el año siguiente. Casi todo lo que suena aquí fue grabado, mezclado y masterizado en el Estudio Melania por Pinelli, salvo algunas cosas que se grabaron en los estudios caseros de Vidal y Henostroza (este último también hizo algunas mezclas ocasionales). A propósito, el arte gráfica del disco está centrado en hermosas fotos que tomó Pinelli de varias calles tradicionales de Zürich (una ciudad muy relevante para el repertorio, como veremos más adelante). 


‘Año Bisiesto’ inicia el repertorio de “Tenebras” con un despliegue de gentiles coloridos sinfónicos sobre una ingeniería rítmica compleja y versátil, bastante prolija y tambien muy llamativa. Esta pieza dice mucho en su espacio de poco más de 2 ½ minutos. El segundo tema del álbum es el que justamente le da título y es el más extenso del mismo con su duración de poco más de 8 minutos. Todo comienza con un enclave gótico que se sitúa entre lo contemplativo y lo espectral, siendo así que este segundo factor se torna predominante mientras avanza el desarrollo temático. Esto es facilitado por las atmósferas de teclado y las secuencias rítmicas ornamentales que evocan una suerte de metrónomo abstruso, mientras algunas minimalistas escalas de guitarra van afilando eficazmente las recurrentes pulsaciones misteriosas. El epílogo libera la tensión con un ejercicio de dinámica extroversión bajo la guía de la guitarra, la cual elabora uno de sus mejores solos dentro del disco. ‘Tenebras’ resulta ser, a fin de cuentas, un cénit del repertorio. ‘Esquema Rúnico’ es un instrumental cautivador con numerosas variantes en sus atmósferas y esquemas rítmicos. Suena cercano al patrón de los GENESIS de la fase 1976-77 con algunos añadidos factores Crimsonianos. ‘La Silla Ardiente’ es otro momento particularmente hermoso dentro del álbum, elaborando un sólido despliegue de lirismo prog-sinfónico que se desarrolla a través de sobrios parajes románticos. La espiritualidad contemplativa inherente al esquema melódico se filtra muy coherentemente a través del solemne canto de Pinelli, mientras que los solos de guitarra brindan un cariz expresionista al asunto. Cuando llega el turno de ‘Perdiendo Sueños’, Pinelli y sus compañeros de viaje se centran en un ambiente más ligero para concretar el esquema sonoro y los arreglos sonoros del motif principal. De paso, cabe resaltar un excelente solo de sintetizador que emerge en la instancia final. ‘Balcones De Barcelona’, en contraste, se enfila hacia ambientes pastorales de corte renacentista. De la mano de la guitarra clásica que se erige en núcleo central del desarrollo temático, el tenor costumbrista de la pieza porta una oportunamente sobria majestuosidad.
 

‘Hielo Incandescente’ empieza centrándose en un cuerpo central de corte pastoral que, sobre un compás de 3/4, despliega una ambientación flotante con cariz evocador. A mitad de camino, emerge un pasaje prog-sinfónico que nos remite a un híbrido de LE ORME y GENESIS donde la suntuosidad melódica se alimenta eficazmente de la nueva agilidad. Es un ornamento muy peculiar el de las percusiones tribales que arman la coda en medio de ruidos forestales. Otro momento culminante del álbum. La dupla de ‘Tijeretazos En El Aire’ y ‘Zürich’ cierra el repertorio con un genuino despliegue de fuerza de carácter. El primero de estos temas mencionados se enfila por un despliegue de cálida gracilidad que, una vez más, se vincula muy íntimamente con el paradigma de HÁBITAT, al igual que en los casos de los temas #2 y #4. El vitalismo de los guitarreos y el candor del esquema rítmico arman el encuadre perfecto para el desarrollo temático. En cuanto a ‘Zürich’, éste contiene varias secciones, estando la primera enrumbada por estándares Crimsonianos en sus múltiples armonías de guitarra. Una segunda sección se emplaza en torno a atmósferas renacentistas para tender un puente hacia una tercera sección delineada por un sinfonismo vivaz con un talante mayormente cordial, más cercano a lo Cameliano aunque con añadidas tonalidades grisáceas que le dan un dinamismo un tanto misterioso al entramado instrumental. En fin, lo que se nos ha brindado desde los cuarteles de INVERNALIA con “Tenebras” es un catálogo de hermosas y sugerentes composiciones desarrolladas bajo el resabio más enigmático del estándar del prog sinfónico. Un catálogo de paisajes con diversas dosis de neblina y tinieblas circundándolos, un muestrario de tensiones filtradas a través de un meticuloso preciosismo que, desde hace mucho tiempo sabemos, es marca registrada del maestro Aldo Pinelli. Gracias a él y a sus colaboradores por una nueva aportación estupenda para la movida progresiva argentina. 

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