Tuesday, March 28, 2023

DOOM SALAD: intensidad progresivamente vanguardista en 10 partes

 


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

En esta ocasión presentamos el más reciente disco de la banda estadounidense DOOM SALAD, cultora de una muy interesante propuesta de rock vanguardista ecléctico: el disco en cuestión se titula “Jasshi Jusia Zon” y fue publicado en la víspera de la Nochebuena del pasado año 2022. La alineación triádica de DOOM SALAD consiste en Lane Gardner [guitarra], Mathew Pelton [batería] y Gordon Wery [sintetizadores], siendo su línea de trabajo una de aventureras proyecciones versátiles que se conducen por áreas tales como el jazz-rock contemporáneo, el avant-prog, el math-rock y el prog-metal experimental. A inicios de la segunda década del nuevo milenio emergió esta peculiar banda en Savannah, Georgia, con el formato de quinteto. Hoy por hoy, presume de una nutrida discografía con varios EP y dos CD de relativamente larga duración. El mes de octubre del año 2013 vio el debut fonográfico de DOOM SALAD, “What’s For Dunch?”, un EP bastante cargado de visceral energía rockera con su recto toque de sofisticación; más adelante, en agosto de 2016, el trío publicó “Further, Unafraid, Into The Light”, su primer trabajo con material que dura más de 20 minutos. Este disco ya era un testimonio directo de madurez estilística, la cual se reafirmó muy eficazmente con el EP homónimo que los DOOM SALAD publicaron un mes después. Éste era el último registro fonográfico del trío hasta el arribo del disco que comentamos ahora, por lo que se puede visualizar a “Jasshi Jusia Zon” como un disco de reactivación. Este nuevo material consta de una serie de 10 partes (de la ‘Part I’ a la ‘Part X’) y fue grabado con la ingeniería de sonido realizada por Gardner y Pelton. El ulterior proceso de edición y mezcla fue realizado por este último, mientras que los dos volvieron a unir fuerzas para la masterización. 

Juntas, las dos primeras Partes ocupan un espacio de 5 ¼ minutos, instaurando algunas de las pautas generales para el lenguaje musical del disco. La Parte I comienza con un asalto de neuróticas capas sintetizadas que abren camino a un eficaz groove jazz-rockero, el mismo que está mayormente sustentado por la extrovertida interacción entre la batería y la guitarra. Acto seguido, la Parte II vira hacia un aguerrido ejercicio de psicodelia pesada con talante stoner y algunos matices de brutal prog (al estilo de unos PAK). El evidente incremento de musculatura hace que la expresividad esencial del trío se empuje a sí misma hacia una incandescencia más urgente, la misma que abre espacios al lucimiento de las alucinadas florituras del sintetizador. La Parte III recibe los ecos del vigor constante de esas dos primeras Partes y los remodela drásticamente dentro de un juego de síncopas sofisticadas donde confluyen el jazz-rock contemporáneo y el math-rock: algo así como un híbrido improbable entre LED BIB y DON CABALLERO. A despecho de lo chocante que pueda sonar la neurosis patente en esta pieza, su aura distinguida se impone claramente. La Parte IV regresa en buena medida al territorio de la Parte I mientras añade algunos retazos avant-progresivos al asunto (un poco al modo del FRED FRITH TRIO). Los ornamentos cósmicos del sintetizador aportan vibraciones vivazmente perturbadoras al esquema grupal. Cuando llega el turno de la Parte V, el grupo se enfoca en sintetizar los ambientes y grooves de las dos Partes precedentes, aunque con un swing un poco menos sofisticado. Así las cosas, la Parte VI activa elementos de no wave dentro de un enfoque progresivamente surrealista que se sitúa a medio camino entre el nervio inescrutable de MASSACRE y la faceta más farsesca de DOCTOR NERVE. La Parte VII es la más extensa con sus poco más de 5 ½ minutos de duración, siendo, además, uno de los temas más impresionantes del álbum. Con su combinación de Crimsonismo, RIO y math-rock, su soltura razonablemente amenazante se deja encapsular fluidamente por el inteligente y versátil swing de la batería. La guitarra y el sintetizador se enmarañan en un ciclón sonoro filudo y agitado por un buen rato, antes de acomodarse al groove contenido que la batería arma en la última sección. Todo un cénit del álbum. 

La secuencia de las Partes VIII a la X redondea a la perfección la arquitectura musical diseñada para el disco como un todo. La Parte VIII es un minúsculo interludio – ni siquiera llega a completar el espacio de tres cuartos de minuto – signado por una lógica de formas libres en clave de avant-jazz. A partir de allí, emergen el delirio y la neurosis que ya hemos apreciado en otros temas para que se arme el esquema central de la Parte IX. Más concretamente, hay aires de familia con las Partes II, IV y V, junto a una adición de elementos sónicos drásticos inspirados en el paradigma de los compatriotas UPSILON ACRUX. Tras los traqueteos de free jazz con los que termina la Parte IX, finalmente llega el turno de la Parte X, la misma que ahonda en dichos traqueteos con una garra tan masiva y tan contundente que se llega al abierto coqueteo con el avant-metal durante el desarrollo del no muy extenso jam. El abrupto corte final enfatiza la aureola explosiva diseñada para estas instancias finales del álbum. Todo esto fue “Jasshi Jusia Zon”, un excelente muestrario de rock progresivo experimental y ecléctico que solo requiere de poco más de media hora para ostentar lo mucho que tiene por ofrecer a la provincia más osada del género. El colectivo de DOOM SALAD realmente se ha lucido en este disco que es capaz de engalanar a lo grande cualquier buena colección de art-rock de nuestro tiempo.
 
 
Muestras de “Jasshi Jusia Zon”.-
Part III: https://doomsalad.bandcamp.com/track/part-iii
Part IV: https://doomsalad.bandcamp.com/track/part-iv
Part VII: https://doomsalad.bandcamp.com/track/part-vii

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