Wednesday, July 19, 2023

Una nueva puerta se abre para la leyenda viviente de SOFT MACHINE



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA. 

Hoy tenemos en nuestras manos un disco muy especial: “Other Doors”, la nueva obra fonográfica de la legendaria y aún vigente banda inglesa SOFT MACHINE, abanderada de la vertiente Canterbury con sus viajes de ida y vuelta por los discursos del jazz-prog, el jazz-rock y el jazz-fusion desde aquellos inicios en la segunda mitad de los 60 en medio de la oleada psicodélica británica. Este disco publicado en el último día del pasado mes de junio tiene un significado muy importante porque es el testimonio definitivo del retiro del brillante baterista-percusionista John Marshall, quien abandona su larga trayectoria musical a la edad de 81 años; esto deja a John Etheridge como el único integrante remanente de la multivalente época setentera del grupo. Los otros dos integrantes efectivos de SOFT MACHINE son el ya veterano maquinista” Theo Travis [saxofones tenor y soprano, flautas, piano eléctrico Fender Rhodes y efectos electrónicos] y Fred Thelonius Baker [bajo sin trastes]. Este último, que cuenta con un importante currículum como miembro de IN CAHOOTS (proyecto del desaparecido maestro Phil Miller) y como líder de su propia banda, reemplaza a otro músico histórico de SOFT MACHINE, Roy Babbington: de todas maneras, este último sale momentáneamente de su jubilación para aparecer en dos de los trece temas contenidos en este CD, no reemplazando a Baker, sino cooperando con él (más detalles, después). El material contenido en este disco publicado en el último día del pasado mes de junio fue grabado en los Temple Music Studios entre julio y agosto del año 2022; ese local era adueñado por quien en vida fue el maestro Jon Hiseman, el campeón del jazz-rock-progresivo británico que formó grandes grupos como COLOSSEUM, TEMPEST y COLOSSEUM II. Los ulteriores procesos de mezcla y masterización tuvieron lugar en The Blue Studio en manos de Andrew Tulloch. Etheridge y Travis no sólo son los principales compositores, sino que también fungen como productores de “Other Doors”. Repasemos ahora los detalles de su repertorio.


‘Careless Eyes’ inicia las cosas con un despliegue de etéreas atmósferas y gráciles grooves en un espacio de casi 2 ½ minutos: no dura mucho, pero, sin duda, instaura una ambientación evocadora que se siente bastante oportuna y agradable para el punto de arranque, algo así como un plácido amanecer que anuncia suavemente algunos destellos expresivos a lo largo del nuevo día. Acto seguido, el ensamble retoma un clásico: ‘Penny Hitch’, composición del legendario Karl Jenkins para el álbum de 1974 “Seven”. Con la presente conformación, la pieza en cuestión se convierte en un ejercicio de texturas que se dejan llevar por su propia ingeniería interior, bien estructurada desde el reposado swing básico mientras deja espacios para que el bajo, el saxo y la guitarra ornamenten adecuadamente el esquema temático. La pieza homónima, que dura poco más de 4 ¾ minutos, es un clímax del álbum: ‘Other Doors’ tiene una sección inicial signada por una agilidad cuya prestancia se sustenta en la fluida amalgama de los instrumentos en torno a un muy vivaz motif. Los fabulosos solos sucesivos de guitarra y saxofón que surgen en el más sosegado intermedio gestan cautivadoras brisas de extroversión. A continuación, llega el turno de ‘Crocked Usage’, la pieza más larga del repertorio con sus poco menos de 8 ½ minutos de duración. El colectivo se explaya en su potencial expresionista en base a un esquema melódico bastante sobrio que parece tender puentes con el estándar de los legendarios NUCLEUS y aquella generación de SOFT MACHINE del quinto disco. A partir de allí, el dúo rítmico emplea algunas cadencias deconstructivas a lo free jazz para dejar que los aportes del saxo, la guitarra y la flauta se dejen envolver por una exaltada aureola mística. Nos toma por sorpresa la inclusión de Joy Of A Toy’, otra conexión con el pasado inmortal de SOFT MACHINE: esta composición de Kevin Ayers y Mike Ratledge para ese primer álbum publicado en diciembre de 1968 emerge como una exaltación de alegre calidez donde los bajos (Baker y Babbington en simultáneo) hayan bastantes espacios para el lucimiento de sus imparables diálogos. Los golpes finales son razonablemente incandescentes. ‘A Flock Of Holes’ elabora un paisaje nebuloso que opera como un contrapunto frente a la flotante altivez de la pieza que abrió el álbum. Los ornamentos percusivos que se suman al soundscape central añaden una sutil tensión al asunto.

  
 
La miniatura ‘Whisper Back’ ofrece un momento de reflexión contemplativa en base a los diáfanos fraseos que emanan de la guitarra de Etheridge: un reflejo de la luz del atardecer sobre las tranquilas aguas de una fuente. A partir de allí, ‘The Stars Apart’ surge con un colorido bien puntualizado dentro de un terso y sedoso lirismo que tiene mucho de encantador. Los mesurados ornamentos del bajo para el tranquilo swing ayudan a esta hermosa composición a conquistar su propia fuerza de carácter. En algunos parajes, Etheridge parece estar hermanando su estilo con el del inolvidable Phil Miller. Bajo el asertivo título de ‘Now! Is The Time’ late una pieza muy especial... Muy especial porque es coescrita por los bajistas Baker y Babbington, siendo el segundo tema del repertorio donde ambos comparten un espacio dialogante dentro de un sendero temático tan ceremonioso como flexible. Ensamblaje perfecto de la elegancia de cool jazz y las cadencias típicas del blues. ‘Fell To Earth’ recoge en parte las huellas del groove del jam precedente y las eleva a un plano más señorial mientras las envuelve bajo un dinamismo particularmente electrizante. De hecho, este último factor sirve como una palanca para que el vuelo instrumental llene espacios por doquier con un vigor traviesamente dadaísta. Otro punto álgido del disco, muy en línea con el avant-jazz de las cinco últimas décadas. ‘The Visitors At The Window’ lleva esta línea de trabajo vanguardista a un terreno más plácido, algo muy otoñal con suaves retazos de inquietud que, de todas formas, llega a aterrizar en un lugar melódicamente acogedor. ‘Maybe Never’ se sumerge en un futurismo casi minimalista, lo cual significa que hay un paseo breve por rincones más oscuros que los mostrados en el tema precedente. El repertorio oficial del CD culmina con el segundo tema más extenso del mismo, que se llama ‘Back In Season’ y dura alrededor de 7 ¼ minutos. Su enfoque consiste en un regreso contundente a la faceta más colorida de la actual ingeniería sónica del cuarteto para darle un moderado dinamismo a la misma. La guía impuesta por las bases de teclado y las exquisitas líneas de flauta pronto encuentran en la autoridad flotante de los guitarreos una fuerza expresiva compinche para la focalización de la cautivadora ingeniería melódica. El aspecto más palaciego del Canterbury vuelve en todo su esplendor, exorcizando, en simultáneo, los fantasmas de SOFT HEAP, NATIONAL HEALTH y los SOFT MACHINE de 1976.

  

‘Back In Season’ es un cénit decisivo del disco, pero que conste que todavía hay más que disfrutar en forma de bonus tracks de descarga: uno de estos es un medley de dos clásicos de SOFT MACHINE, ‘Backwards’ y ‘Noisette’ (un estándar que era muy común en aquellos conciertos de la banda entre 1970 y 1973). El ensamble realza creativamente la exquisitez ínsita a estos estándares con una capitalización de atmósferas crepusculares que gestan una pureza cristalina para los esquemas melódicos, los cuales se tornan más vibrantes en la segunda mitad. Yendo a los otros bonus, tenemos la composición de Travis ‘When Frost Melts’, la cual exhibe una espiritualidad meditabunda absorbida por un hálito ensoñador que tiene algunos retazos surrealistas. El venerable Marshall aporta un solo de batería llamado ‘Alice Clar’, el mismo que ostenta la misma actitud exploratoria de otros grandes solos que grabó en discos clásicos de SOFT MACHINE, tanto de estudio como en vivo. ‘Look You Know’ y ‘Out Of Interest’ son los dos bonus restantes, teniendo en común que son composiciones colectivas de Baker, Etheridge y Travis. También tienen en común un enfoque sonoro centrado en lo abstracto con una cierta tendencia a lo punzante, para lo cual ayuda la naturaleza aguerrida de las intervenciones del bajo y la guitarra. El saxo también hace lo suyo en el segundo. Y así termina la experiencia de este nuevo disco de SOFT MACHINE, “Other Doors”, el cual se revela como una nueva puerta que se abre dentro del amplio y ancho sendero de esa leyenda viviente que es SOFT MACHINE, un sendero que parece tener muchos tramos en el horizonte abierto. Nos complace mucho que el renovado colectivo de SOFT MACHINE, que tiene en sus filas al magistral Asaf Sirkis como su nuevo baterista, siga mirando hacia adelante con creatividad y convicción. ¡¡¡¡Totalmente recomendable!!!!
 
 
Muestras de “Other Doors”.-

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