Sunday, November 26, 2023

OZRIC TENTACLES: florecimiento del loto space-rockero para el año 2023

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Nos topamos hoy con el nuevo disco de la veterana banda OZRIC TENTACLES, entidad veterana de la reactivación del paradigma progresivo del space-rock desde la década de los 80. El disco en cuestión se titula “Lotus Unfolding” y fue publicado el 20 de octubre por Kscope, tanto en CD como en vinilo. Como sucede usualmente con los discos de OZRIC TENTACLES y los trabajos solistas de su perpetuo líder Ed Wynne, se trata de un álbum conceptual con un foco abierto a varias interpretaciones, pero la idea guía que iluminó la creación del material contenido en “Lotus Unfolding” es la necesidad de mantener nuestras percepciones sensoriales en inspirada alerta de tal manera que podamos disfrutar lo más posible de la revelación de las maravillas de nuestro derredor con cada nuevo día. El núcleo performativo de los OZRIC TENTACLES para este trabajo consiste en el imprescindible Ed Wynne [guitarras, sintetizador, bajo y programaciones], su hijo Silas Wynne [sintetizadores modulares y teclados] y su ex-esposa Brandi Wynne [bajo], siendo ellos acompañados por: Saskia Maxwell, a la flauta; Tim Wallander, a la batería; Paul Hankin, a las congas, y; Gre Vanderloo, a la percusión y algunas programaciones de ritmos. La abundante presencia de capas y secuencias sintetizadas en los núcleos temáticos de la mayoría de las piezas aquí contenidas hace que “Lotus Unfolding” tenga lazos de familia con discos como “Paper Monkeys” (2011) y “Technicians Of The Sacred” (2015) en varias ocasiones, así como con el disco a dúo de Wynne y Gre Vanderloo “Tumbling Throught The Floativerse” (del año pasado). Pero, además, también hay varios recursos fusionescos que hacen que la logística instrumental se conecte con los aspectos más evocadores de la línea progresivo-psicodélica que es historia viviente. Ed Wynne se encargó de dirigir las diversas sesiones de grabación para este nuevo material en los Blue Bubble Studios de Fife, mientras que la ulterior labor de masterización estuvo a cargo de Adam Goodlet en el Re:Creation Studio. El arte gráfica es de Sally Clark y Steve McKeown. Veamos ahora los detalles del repertorio de “Lotus Unfolding”.


Abre el disco ‘Storm In A Teacup’, tema que ocupa un espacio de poco más de 9 ½ minutos para desplegar un ágil y llamativo ejercicio de vibraciones coloridas y optimistas a través de un electrizante hermanamiento de riffs de guitarra y capas de sintetizador. El frenético empuje de la dupla rítmica está competentemente ornamentado por ingeniosas líneas  de bajo; por su parte, la guitarra calcula meticulosamente los momentos en los que se deja llevar por su propio impulso expresivo en medio de este festivo tifón cibernético. Poco antes de llegar a la frontera del octavo minuto, las cosas se calman un poco para remitirse a un groove más mesurado a fin de que se pueda abrir la puerta a una ambientación fusionesca con ligeros matices reggae. Sigue a continuación ‘Deep Blue Shade’, una pieza que ostenta su tremendo gancho con un dinamismo bastante sofisticado que se aplica a su estrategia esencialmente tecno-pop. La estrategia se centra básicamente en darle una majestuosidad de tenor krautrockero a los efluvios y revestimientos electrónicos que envuelven al marchoso groove armado para la ocasión. El tercer tema del repertorio es el que justamente se titula ‘Lotus Unflolding’. La línea de trabajo plasmada en esta pieza homónima se orienta hacia atmósferas místicas y contemplativas, siendo así que la flauta, apoyada por capas cinematográficas de sintetizador, dirige el flotante lirismo con el que se arma el sigiloso prólogo. Una vez que se completa el bloque instrumental, el ensamble se dedica a explorar un mágico y encantador cruce de emplazamientos psicodélicos y elegantes pulsaciones jazz-rockeras. La calidez impregnada en la atmósfera general de la pieza permite a ésta instaurar un interesante contrapunto a los explícitos recursos de suntuosa extroversión de los dos temas precedentes. ‘Crumblepenny’ es la pieza más extensa del repertorio con sus poco menos de 10 minutos de duración y, en buena medida, su función es la de explorar los camino abiertos por la pieza precedente para darle una incrementada prestancia progresiva, así como una mayor dosis de intensidad rockera en medio del preciosismo reinante. Los aires exóticos aportados por el solo de guitarra acústica y algunos ornamentos sintetizados ayudan a reforzar el aura palaciega de la pieza. La secuencia de estos dos temas conforma un cénit definitivo del álbum. 

  

La dupla final de ‘Green Incantation’ y ‘Burundi Spaceport’ tiene la misión de cerrar con solvente grandilocuencia el disco que ahora nos ocupa, toda vez que los temas tercero y cuarto establecieron sólidas palancas de magnificencia art-rockera. El primero de estos temas mencionados se sostiene, en buena medida, en una retoma del espíritu místico y cálido de la pieza homónima, al menos durante su primera sección. Los ingeniosos fraseos de la guitarra acústica que atraviesan las luminosas paredes de los sintetizadores operantes generan un paisaje envolventemente étnico en medio de una atmósfera etérea. Alrededor de la frontera del tercer minuto y medio, una secuencia armónica sintetizada se apodera del centro temático y lo hace virar hacia un ímpetu rockero manejado con convincente robustez. El bloque sonoro es manejado con efectiva elegancia sin ocultar la nueva musculatura que acaba de brotar; de hecho, en algunos pasajes, la guitarra asume un asertivo rol protagónico dentro del entramado general. ‘Burundi Spaceport’, por su parte, despliega un nuevo ejercicio de extroversión space-rockera en confluencia con modismos y grooves jazz-fusionescos, todo ello tras un preludio sigiloso. La batería realiza su labor más notable dentro del álbum y también cabe destacar el sortilegio sónico emanado de algunos solos de sintetizador. Una pieza donde todo está tan equilibrado dentro de la maraña colectiva de los instrumentos actuantes es la idónea para cerrar este repertorio, sobre todo, si recoge buena parte de los aspectos más señoriales de algunas de las piezas precedentes. En fin, todo esto fue “Lotus Unfolding”, la nueva manifestación de la apuesta de la legendaria entidad OZRIC TENTACLES por el imparable florecimiento del discurso space-rockero a lo largo del desarrollo del mundo progresivo en sus casi 40 años de producción fonográfica (y justo 40 años de existencia a partir de un jam realizado en el Stonehenge Free Festival de 1983). Muy recomendable este disco, no nos cabe duda alguna al respecto. 


Muestras de “Lotus Unfolding”.-
Lotus Unfolding: https://www.youtube.com/watch?v=iMnQiB8KKBQ
Crumplepenny: https://www.youtube.com/watch?v=GQbxOHaQ2bI

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