Friday, March 29, 2024

ABSTRACT CONCRETE: una ilustre novedad en la avanzada británica de hoy en día


 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy presentamos a un ensamble británico de música rockera experimental llamado ABSTRACT CONCRETE, so pretexto de la publicación de su homónimo álbum de debut que tuvo lugar el 17 de noviembre del pasado año 2023. La publicación fue por vía independiente y tanto la dirección como la producción de las sesiones de grabación corrieron a cuenta del colectivo. Pues bien, la ilustre membrecía de ABSTRACT CONCRETE consta de Charles Hayward [batería y canto], Agathe Max [viola], Roberto Sassi [guitarra], Yoni Silver [teclados] y Otto Willberg [bajo y contrabajo]. El nombre del maestro Hayward se destaca por su amplia veteranía en la avanzada británica durante varias décadas como integrante de QUIET SUN, THIS HEAT, GONG, MASSACRE, UNEVEN ELEVEN, etc., además de contar con una amplia discografía solista. Clar oestá, las dos primeras de estas bandas mencionadas son aquellas con las que más habitualmente se le conecta. Centrándonos en ABSTRACT CONCRETE, su propuesta musical se centra en un híbrido de avant-prog, avant-jazz, fusión contemporánea, acid folk y exploraciones psicodélicas, siendo así que el disco homónimo que ahora comentamos tuvo una gran acogida en los medios de difusión de música experimental. Muchas de las composiciones contenidas en 
“Abstract Concrete” son del propio Hayward, pero hay algunos temas cuya creación comparte con sus cuatro compañeros de banda.  Este disco fue producido por Hayward y Frank Byng, habiéndose realizado las sesiones de grabación en Lewisham Arthouse y Snorkel Studio; Byng y Nathan Graywater fueron los ingenieros de sonido. La ulterior labor de masterización estuvo a cargo de Nick Watson en el estudio Fluid Mastering. Veamos ahora los detalles del repertorio contenido en “Abstract Concrete”. 

 
‘Almost Touch’ ocupa los siete primeros minutos del disco y lo hace con una elegante y altiva elegancia, siendo así que en ella conviven fluidamente las ceremoniosas líneas de violín y el arquitectónico entramado rítmico. Los demás instrumentos se van acomodando al groove general mientras organizan sus propias interacciones, logrando, a fin de cuentas, que la atmósfera se torne momentáneamente densa sobre la frontera del segundo minuto. Con todo esto se estructura la palaciega vitalidad de la canción, la cual concluye con un epílogo marcado por cadencias imponentemente neuróticas (un tanto al estilo de los KING CRIMSON de los 80). Gran inicio de álbum al que le sigue ‘This Echo’, canción enfocada en una ambientación un poco más serena a despecho de que el canto de Hayward siga plasmando una espiritualidad inquieta. Tenemos aquí un ejercicio de jazz-prog mezclado con el así llamado chamber pop, a lo cual se añaden algunas vibraciones psicodélicas. ‘Sad Bogbrush’ se enfila hacia el jazz de salón con vértices tropicales para permitir al ensamble explorar su faceta más introspectiva. La estilización reinante es manejada con impoluta delicadeza, algo que permite el realce de la belleza inherente al grácil núcleo melódico, y es por eso mismo que la abrupta turbulencia disonante del epílogo nos toma por sorpresa. Un final rupturista que, de alguna manera, anuncia la sofisticación extrovertida y fulgurosa de ‘Ventriloquist/Dummy’, la siguiente canción del repertorio. Aquí tenemos un ejercicio de agilidad progresiva sobre un compás inusual que se sitúa cómodamente en una cruza entre el jazz-rock y el avant-prog sin llegar a ser drásticamente chocante. Un momento de calma ceremoniosa irrumpe en el ecuador de la canción para gestar un nuevo recurso de luminosidad sobre el cual se habrá de asentar la retoma del motif inicial; tras un rato, se impulsa una breve coda fastuosa. Un cénit del álbum, como también lo es ‘The Day The Earth Stood Still’, el tema más extenso del repertorio con sus casi 15 minutos de duración. 

‘The Day The Earth Stood Still’ contiene tres secciones respectivamente tituladas ‘Happy Village’, ‘Slowly Slowly Slowly’ y ‘Fast Forward/Freeze Frame’. Todo comienza con una solemne atmósfera que nos remite al paradigma de Robert Wyatt a través del filtro de la faceta experimental de un Kevin Ayers; el carácter evocador del canto de Hayward resuena como algo tenso en medio de la solemnidad. Le sigue un jam instrumental a medio tiempo que fluye a través de su compás inusual con el manejo de un motif repetitivo de inspiración oriental; se fue la melancolía para dar paso a una extraña ensoñación. Un tercer momento regresa a la solemnidad inicial con una incrementada dosis de inescrutable misterio. Mientras algunas capas de guitarra y violín van trazando el paisaje del cielo, los aleatorios ornamentos de la batería y el teclado preparan paulatinamente el camino para la instalación de un compás bien definido. Una vez que éste se instala, construye el camino hacia su propia deconstrucción en una serie de grooves líquidos. Se cocina algo grisáceamente épico para el electrizante epílogo. Durando poco menos de 8 minutos, ‘Tomorrow’s World’ se encarga de cerrar el álbum y lo hace con una soltura bastante llamativa. Como si se tratase de una cruza entre 801 y BE-BOP DELUXE, el grupo trabaja con un gancho melódico y le da una vitalidad persistente mientras añade algunos ornamentos razonablemente sofisticados; una mención especial para el demoledor solo de violín que precede a la última parte cantada. Todo esto fue “Abstract Concrete”, un testimonio fidedigno y rotundo de la magia creativa que surge de la unión de las cinco mentes creativas que operan dentro de ABSTRACT CONCRETE. En sus pocos menos de 45 minutos de duración, este disco de tan distinguido quinteto nos ha brindado un catálogo de música inventiva que se recomienda fehacientemente en cualquier buena fonoteca dedicada a la vanguardia ecléctica de hoy en día. 

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