Saturday, November 23, 2024

NUBDUG ENSEMBLE: tercer acto de una exquisita propuesta avant-progresiva estadounidense

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

En esta ocasión presentamos al proyecto avant-progresivo estadounidense NUBDUG ENSEMBLE y su tercera obra fonográfica, la cual se titula precisamente “Third”. Este colectivo fue fundado por el músico y compositor Jason Berry. Se trata de un álbum conceptual inspirado en la tragedia Julio César del maestro WILLIAM SHAKESPEARE. Además de ser Berry el compositor de todo el material aquí contenidos, se encarga de varios teclados, programaciones, efectos electrónicos e instrumentos adicionales. El resto del personal instrumental consta de: Steve Adams [saxofones sopranino, soprano, alto, tenor y barítono], Jason Bellenkes [clarinete y saxofón alto], Myles Boisen [piano e-bow, guitarra eléctrica, sitar eléctrico y percusión], Sheldon Brown [clarinete bajo y flauta alto], Dan Cantrell [clavicordio], Amanda Chaudhary [teclados, sintetizadores y efectos electrónicos], Mark Clifford [glockenspiel, vibráfono y crótalos], John Ettinger [violín], Chris Grady [trompeta y fliscorno], John Hanes [batería y percusión], Scott Larson [trombón], Crystal Pascucci [cello], Brett Warren [bajo y contrabajo eléctricos] y G. Calvin Weston [batería y percusión]. Además, están las cantantes Jill Rogers y Sami Stevens. Un arsenal suficientemente nutrido para el híbrido de avant-prog y avant-jazz que practica el NUBDUG ENSEMBLE. Ha sido muy recientemente que hemos conocido a este grupo afincado en San Francisco, California, pero este disco publicado el pasado 5 de noviembre es, tal como su propio título lo indica, el tercero de su discografía. Los dos discos anteriores“Volume One: The Machines Of Zero” y “Volume 2: Blame”, los mismos que datan de diciembre del 2020 y diciembre del año siguiente, respectivamente.
 

Tal como se dijo más arriba, “Third” es un álbum conceptual centrado en la trama dramaturgia de la obra Julio César de SHAKESPEARE: de hecho, en el puñado de temas cantados que hay en el repertorio de este disco, se usan pasajes de la obra mencionado para sus letras. La grabación del material aquí contenido tuvo lugar en varias sesiones entre los años 2022 y 2024 en los siguientes estudios: Catsynth HQ (San Francisco), Soundscape Recording Lab (Filadelfia). Guerrilla Recording (Oakland), Bellowhead Music (Los Ángeles) y el propio estudio doméstico de la cantante Sami Stevens. Ella hizo las labores de ingeniería en el registro de sus aportes; en los demás estudios estuvieron a cargo de ello Amanda Chaudhary, G. Calvin Weston, Myles Boisen y Dan Cantrell. Boisen realizó las ulteriores labores de mezcla y masterización. Berry, como líder del ensamble, dirigió todo el proceso musical y, de paso, también se hizo cargo de la nutrida arte gráfica (que incluye un pequeño póster). Ya es hora de repasar los detalles del repertorio. La dupla de ‘Third Overture’ y ‘But In Ourselves’ abre el álbum con un encanto muy particular. La pieza inicial ostenta una espiritualidad solemne donde se plasma un sombrío ejercicio de sutilezas que rayan con el minimalismo. De este modo, ‘But In Ourselves’ establece un groove ágil cuyo potencial extrovertido es eficazmente concretado por las intervenciones vocales y los arreglos de viento. La dupla rítmica opera dentro de un exquisito cruce entre lo vigoroso y lo refinado, resultando todo en un híbrido entre los HENRY COW de 1978 y el ZAPPA de 1972. ‘Put It By Thrice’ consiste en un viaje instrumental sumamente sofisticado donde el colorido sónico de la pieza precedente se proyecta hacia una dosis mayor de intensidad, algo que se refuerza con el solo de guitarra que guía a la sección epilogar. ‘The Ladder’ se enfila hacia nebulosos climas otoñales para armar un cuerpo central grácilmente instalado sobre un esquema rítmico inusual. El vitalismo contenido se moviliza muy bien a través de las cuidadas variantes de ambiente. Todo suena como una composición perdida de PORTISHEAD que fue remodelada por THINKING PLAGUE.


Cuando llega el turno de ‘Count the Clock’, nos topamos con que el grupo ha decidido explorar el área del jazz-fusion con un talante juguetón que se sitúa a medio camino entre los paradigmas de HAPPY THE MAN y FROGG CAFÉ. Un excelente instrumental que se erige como uno de los cénit decisivos del repertorio, que de por sí, como un todo, se ha mantenido en un nivel intensivamente grandilocuente de genuina creatividad con pulso firme y sólida consistencia. ‘Portia And The Soothsayer’ sigue trabajando en áreas Zappianas con la adición de elementos  sonoros propios del así llamado nu-jazz; mientras tanto, el desarrollo temático exhibe una llamativa exuberancia melódica cuya luminosidad es instantáneamente palpable. Una pena que el tema no sea más extenso, pues tiene bastante gancho para seguir aprovechando su magnetismo particular, pero es que llega el turno de ‘Midmarch’, otro poderoso instrumental que, en esta ocasión, apuesta por una suntuosidad explícita marcada por una agilidad refinadamente ígnea. El hermanamiento entre los guitarreos y los encuadres de vientos activan el groove del bloque general. ‘This Little Measure’ tiene una vivacidad neurótica que, en varias instancias de su espacio de 3 minutos, estalla en recursos de expresionismo tenso. La elocuencia es abundante, la incandescencia destila osada elegancia por todos los poros sónicos de esta pieza en cuestión. ‘Triumvirate’ ostenta un vitalismo muy distinto de aquel que signó al tema precedente, porta un talante lúdico: de hecho, su liviandad expresiva da indicios de señorial plenitud. Una buena rememoración del ZAPPA de la segunda mitad de los 70 filtrada a través  de un meticoloso acoplamiento al jazz-prog contemporáneo. Algunos ornamentos cibernéticos revelan índices posmodernos propios de los primeros discos de THE RESIDENTS. ‘The Tide’ vira totalmente de registro para enrumbarse por climas solemnemente sombríos donde se coquetea abiertamente con los fantasmas de ART ZOYD y UNIVERS ZERO. Ominoso y vibrante a la vez, este tema no dura mucho, pero deja una fuerte huella en la mente del oyente. El final del repertorio llega de la mano de ‘The Ghost At Philippi’, pieza que regresa a la senda de arquitecturas complejas y grooves ágilmente sofisticados. Un cierre a lo grande al modo del culmen definitivo para un disco cuya excelencia está en su muy bien integrada totalidad.


Así fue la experiencia total de “Third”, también la experiencia de descubrir al NUBDUG ENSEMBLE. Este tercer acto de la exquisita propuesta avant-progresiva estadounidense que nos brindan el maestro Jason Berry y sus numerosos camaradas de viaje revela una cima artística dentro de la producción progresiva del presente año 2024 que ya se nos está yendo. Los recovecos de una tragedia política de ayer y hoy han sido remodelados dentro de un discurso musical majestuosamente versátil y rotundamente brillante que dice mucho en un espacio de poco más de 37 minutos. ¡¡Un disco totalmente recomendable!!

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