Hoy nos volvemos a referir a KAYO DOT en el contexto de las obras progresivas realizadas en el año 2010. Unos meses después de brindarnos el impactante proyecto en clave chamber-rock “Coyote”, el ensamble de Toby Driver, Mia Matsumiya & co. vuelve a la carga con el EP “Stained Glass”, el cual consiste en la única pieza homónima de casi 20 minutos de duración. Driver regresa a sus múltiples funciones multi-instrumentistas (guitarra, bajo, teclados, glockenspiel) mientras que Matsumiya se concentra en el violín, su instrumento primario. Cabe señalar que el vibráfono aporta una presencia muy significativa dentro del bloque instrumental global de este EP. Por lo demás, la formación es prácticamente la misma que la que se lució tan enormemente en “Coyote”: acompañan a Driver y Matsumiya el baterista/percusionista David Bodie, el saxofonista/clarinetista Daniel Means y el teclista Terran Olson, añadiendo Trey Spruance y Russell Greenberg sus respectivos aportes a la guitarra solista y al vibráfono desde sus roles de invitados.
‘Stained Glass’ abre con una lánguida secuencia de batería, bajo y vibráfono, mientras no tardan el saxo, el violín y el melancólico canto de Driver en entrar a tallar para aportar un dinamismo especial al asunto. En efecto, todo comienza en una atmósfera de post-rock mezclado con jazz suave, al estilo del “Blue Lambency Downward”, pero no tarda en emerger una sección más sombría que empieza con una secuencia dadaísta de opresivas capas de sintetizador y culmina con una misteriosa sección orquestada. De este modo, se introduce la siguiente sección cantada, la cual lleva lo sombrío hacia un espíritu ensimismado que suena a una mezcla de UNIVERS ZERO y ROBERT WYATT, lo cual a su vez es sucedido por una arquitectura minimalista de claro corte surrealista, con matices añadidos a lo TORTOISE. Teniendo en cuenta que aquí llegamos al motivo que se ha de desarrollar hasta el final, podemos en este punto describir integralmente a esta pieza como el eslabón perdido entre “Blue Lambency Downward” y “Coyote”: su profundidad emocional y predominio de retazos envolventes que son opresivos sin resultar enteramente agobiantes son pautas bien definidas en esta dirección. A partir del minuto 17’30”, se arma el sutil clímax con el que se cerrará el ambiente reflexivo que se ha venido desarrollando sólidamente con la impoluta suavidad de un cristal de artesanía fina y la oscura emotividad de un alma concentrada en su propio solipsismo. En fin, KAYO DOT logra culminar el año 2010 con la magistral ensoñación de siempre.
Cesar, Los vi tocar hace unas semanas en Orion Studios. Practicamente ninguno de sus antiguos fans (evidentemente mas amantes del POST-METAL) estaba ahi. Sin embargo, con Stained Glass, Kayo Dot inaugura un rumbo mas esperanzador que me gusta mucho mas que el que anunciaba el apesadumbrado Coyote. Espero que por esta via, Toby pueda llegar a un sonido autentico y de mayor trascendencia. Saludos, Pepe
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