Wednesday, February 06, 2013

Los nuevos conjuros progresivos de HERD OF INSTINCT


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy es el turno de hablar sobre el grupo estadounidense HERD OF INSTINCT, que acaba de publicar su segundo disco “Conjure” para que suceda al esplendoroso disco debut homónimo de hace un par de años. La asociación de HERD OF INSTINCT con la leyenda viviente del rock experimental estadounidense DJAM KARET no se limita solamente al hecho de que el sello de éstos, Firepool Records, produce y edita sus álbumes: resulta que ahora se une como miembro permanente Gayle Ellett tocando el mellotrón, el sintetizador Moog el piano eléctrico Fender Rhodes, el órgano Hammond y la dilruba (un instrumento de cuerda de la India) a los originales Jason Spradlin [batería y programaciones], Mike Davison [guitarras eléctricas, acústica de 12 cuerdas y sintetizada] y Mark Cook [guitarra Warr, guitarra eléctrica, bajo sin trastes y programaciones].   


‘Praxis’ abre el disco con un aura mayormente relajada donde la conjunción de los esquemas estandarizados del ambient y el jazz-rock marcan la pauta de la sonoridad general de la pieza. Los momentos donde los niveles de energía expresiva aumentan están inteligentemente controlados a fin de que se mantenga la coherencia temática con suma pulcritud. Una anécdota interesante es la presencia del invitado especial al bajo sin trastes de Colin Edwin (de PORCUPINE TREE, una presencia que será después repetida en el undécimo tema ‘A Sense Of An Ending’). Otro detalle interesante es el solo de flauta a cargo de Bob Fisher, el cual llena de exótica magia el momento donde aparece. Acto seguido, con la dupla de ‘Dead Leaf Echo’ y ‘Brutality Of Fact’, el grupo explora colores y texturas más sólidamente rockeras: el primero establece un elegante viaje space-rockero bien articulado bajo una arquitectura reconocible que a veces coquetea con el prog-metal, mientras que el segundo se adentra convincentemente en territorios del KING CRIMSON 90ero y GORDIAN KNOT. Durando casi 6 minutos, ‘Alice Krige Pt. 1’ se proyecta hacia una vía sonora muy diferente: calmada, ensoñadora, como reflejando un pensamiento peregrino que no se logra focalizar del todo – más específicamente, el grupo desarrolla un jam fusionesco donde redefine los estándares del World Music bajo una pauta psicodélica de fuerte raigambre ambient. La participación de varios invitados – Bob Fisher a la flauta de nuevo, Joel Adair a la trompeta y Joe Blair a la guitarra lap steel – resulta crucial a la hora de enriquecer la paleta sonora a la par que se mantiene el equilibrio que la amalgama integral exige en un momento musical diseñado para la ensoñación. ‘Solitude One’ también tiene fuertes huellas de ambient y psicodelia flotante en su desarrollo, pero en vez de limitarse a replicar el espíritu general de la pieza precedente, lo que hace es proyectarse hacia un controlado crescendo rockero (al estilo de UPPER EXTREMITIES-con-GORDIAN KNOT) a medida que se va reforzando el motivo básico en su último minuto y cuarto. Los teclados adicionales de Lisa Lazo suponen un buen recurso para llenar espacios. Por su parte, ‘Ravenwood’ instaura una exhibición de refinamiento en su cuerpo central y el arreglo de sus atmósferas, ofreciendo una sonoridad que bien nos puede recordar al DJAM KARET del “Recollection Harvest”, aunque con un vigor más atenuado de acuerdo a las exigencias líricas de la composición en curso.
‘Mother Night’ es una pieza donde el mellotrón ocupa un lugar importante dentro de la instrumentación: denso y tal vez también tétrico a un nivel moderado (aunque sin llegar a los niveles de intensidad de unos MORTE MACABRE o unos ANEKDOTEN), ‘Mother Night’ hace justicia a su título al reflejar un aura de misteriosa nocturnidad en su desarrollo temático. Con la dupla de ‘Vargtimmen’ y ‘Malise’, HERD OF INSTINCT vuelve a generar refrescantes luminosidades sónicas, estando ambas piezas coincidentemente armadas en torno a vuelos psicodélicos de herencia Crimsoniana y dinamismos jazz-rockeros en las estructuras rítmicas: en todo caso, se nota que la primera tiene una tendencia más ceremoniosa en el armado de su cuerpo central, mientras que la segunda ostenta un filo más agresivo. Solo queda un cuarto de hora de disco y la magia progresiva aún tiene mucho combustible que quemar en su camino hacia el final: ‘New Lands’ es exultante (casi llegando a lo Yessiano en algunos pasajes) dentro de la arquitectura de su ágil vibración rockera; ‘A Sense Of An Ending’ enarbola un aura contemplativa que hermana a HERD OF INSTINCT con el DJAM KARET 2001-2005; finalmente, ‘The Secret Of Fire’ porta una calidez robusta en el fastuoso arreglo general del motivo central, concretizando un radiante cierre para el disco con una elegante coda lenta.

HERD OF INSTINCT nos ha demostrado con “Conjure” que tiene bien ganado un sitial dentro de la primera fila de la vanguardia rockera estadounidense del último lustro. La banda se muestra capaz de mantener una lucidez consistente en cuanto a la autocomprensión de su visión musical, a la par que se aventura a explorar y expandir nuevas texturas emergidas de ella, y ésa es la razón principal por la que recomendamos su presencia en toda colección de rock que se precie de buena.   

 

Muestra de “Conjure”.-

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