Wednesday, December 04, 2013

CAILLOU - una nueva figura de la vanguardia progresiva francesa


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Tenemos hoy en nuestras manos el disco homónimo del debutante grupo francés CAILLOU. Conformado por Charles Lucas [al bajo], Matthieu Jérome [a los teclados], Philippe Gleizes [a la batería] y Rudy Blas [a las guitarras], este ensamble instrumental cultiva una inspirada y enigmática mezcla de Zeuhl, jazz experimental, psicodelia y jazz-fusión de vieja escuela. En el caso del baterista Philippe Gleizes, quien justamente gesta y dirige a CAILLOU, no tenemos exactamente a un novato, pues él cuenta con una buena experiencia en el universo Zeuhl como colaborador en el proyecto del teclista Paul Brousseau KOLKHÖZE PRINTANIUM y, sobre todo, en el proyecto solista de Christian Vander OFFERING. El sello Soleil Zeuhl ha posibilitado la edición del homónimo disco debut de esta banda que se inserta con total naturalidad dentro del gueto avant-progresivo francófono contemporáneo que también congrega a NEOM, SETNA, XING-SA, ONE SHOT, SCHERZOO y ATHANOR, por decir algunos nombres. De hecho, con varias de estas bandas que acabamos de mencionar comparte CAILLOU aires de familia, por lo que ya tenemos presente lo que cabe esperar del cuarteto que ahora nos ocupa: esquemas rítmicos bien armados, ataques sónicos elaborados con exquisito refinamiento, hermanamiento de los discursos del jazz y el rock, manejo moderado de atmósferas oscuras. “Caillou” fue grabado a fines de octubre de 2012 en el estudio La Grande Boutique: un año después, ya es una entidad concreta en el mundo fonográfico.


Durando poco menos de 3 ½ minutos, ‘Hum Hum’ abre el disco con una aureola minimalista cuya actitud de letanía conjura imágenes de languidez introspectiva. Luego sigue ‘Victor’, que con sus 7 ½ minutos instaura una vitalidad muy a contrapelo con el tema de entrada: esta vez se muestra a nuestros oídos un vibrante híbrido de WEATHER REPORT y ZAO post-1975, con ciertos enlazamientos vinculantes al Zeuhl de nueva generación. Este tema incluye una de las más alucinantes intervenciones del guitarrista Blas en todo el disco, aunque queda claro que las bases de piano eléctrico y el imperioso swing armado por el baterista Gleizes conforman el centro neurálgico de casi todo el desarrollo temático de la pieza en cuestión. A continuación sigue ‘Tomahawk’, uno de los dos temas que duran más de 8 minutos: centrándose en la alternancia de un motivo psicodélico con base rítmica tribal y otro de línea jazz-rockera, el grupo se toma su tiempo para llevar su gusto por la musicalidad desafiante y sofisticada hacia niveles aguerridamente monumentales de expresividad. ‘Païens’ tiene un lirismo más pulido, a medio camino entre la tradición fusionesca estadounidense y el Canterbury pero con una robustez propia de los legados de HONEYELK y ZAO; la misma descripción aproximativa vale para ‘Dancin’ Dogz’, el tema que sigue a continuación, el cual incluso realza el aura celebratoria introducida por ‘Païens’.   



Con la secuencia de ‘Goban’ y ‘Spirales’ se inicia la segunda mitad del disco: el primero sirve como un improvisado preludio al segundo, armando un crescendo tan mágico como inquietante (casi a lo GOBLIN) para que todo derive finalmente en una temática articulada en torno a los paradigmas de ESKATON y ZAO. ‘Les Carpates’ es el otro tema que dura más de 8 minutos, y de hecho, dura casi 9: tenemos aquí otro ejemplo de cómo la banda sabe explorar los aspectos más filudos de su esencia musical sin dejarse desbordar por ella misma, sino por el contrario, preservando muy bien el control sobre la expresividad por vía del armado de un groove impecable y los desarrollos de poderosos diálogos entre guitarra y teclado. Blas se enrolla muy bien conjugando simultáneamente la soltura virtuosa de un MCLAUGHLIN y la neurosis vitalista de un FRITH. El riff cadencioso que signa el pasaje final es marcadamente Crimsoniano: un cierre monumental que completa el que para nosotros resulta el momento cumbre del álbum. La dupla de ‘200 Toiles’ y ‘Nebuleuse Part 1’ se encarga de finiquitar la cuestión con sendas exhibiciones de sutileza: el primero de estos temas se centra en atmósferas grisáceas relativamente afines al modelo de UNIVERS ZERO, mientras que el segundo elabora un sencillo ejercicio de lirismo envolvente a lo SCHERZOO. Bueno, esto no es todo, pues a dos minutos de acabado el fade-out de ‘Nebuleuse Part 1’, se inicia otro tema (un hidden track) que establece una retoma de los ambientes predominantes en ‘Toiles’ pero con dosis aumentadas de musculatura y solemnidad.


Y bueno, ¿cómo se puede culminar esta reseña de “Caillou” sino vertiendo palabras de emocionado elogio para este vibrante catálogo de música avant-progresiva? CAILLOU se evidencia como una entidad muy interesante para los amantes del Zeuhl y del jazz-rock, en particular, y para quienes aman la vanguardia en el rock en general. ¡Recomendado!


Extractos de “Caillou”.-
CAILLOU tocando en el festival de Cauberotte (2012): http://vimeo.com/41342670

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