Friday, March 14, 2014

La amable evolución estilística de CYNIC


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR MENDOZA.

Hoy es el momento de fijarnos en CYNIC y su más reciente oferta fonográfica “Kindly Bent To Free Us”. De la mano de la ya legendaria alineación de Paul Masvidal [guitarra y canto], Sean Malone [bajo sin trastes y Chapman Sitkc] y Sean Reinert [batería, percusiones y sintetizador], el grupo explora a profundidad los matices más contenidos y los ambientes más etéreos de su esencia estilística que en trabajos precedentes solo habían ocupado ciertos espacios. Ahora… ¡se trata de la norma general! Y vaya si esto no ha confundido a algunos de los fieles fans, quienes en las redes han mostrado cierto estupor ante lo que parece ser una suavización del paradigma de CYNIC, pero los más receptivos han advertido que lo que se da en “Kindly Bent To Free Us” es el deseo de refrescar y remodelar ciertos elementos de la rica visión musical de Masvidal & co. con el solo fin de mantenerse alerta en el bastión de su mentalidad en pro de generar una frescura vanguardista al lenguaje metalero de nuestros tiempos. Incluso las intervenciones vocales de Masvidal se focalizan exclusivamente en transmitir una espiritualidad contemplativa, sin filtraciones generadas desde la consola de grabación ni momentos de fiereza estruendosa, un factor a tener en cuenta a la hora de entender el debate entre quienes recibieron este disco con escepticismo y los que lo hicieron con deleite. Nosotros somos de la segunda tendencia, por lo que adelantamos que nuestra percepción de este disco es muy positiva – este disco nos muestra el resultado de la remodelación sónica que CYNIC ha venido gestando en el núcleo de sus entrañas musicales desde los tiempos del disco precedente “Carbon-Based Anatomy”. Ahora que es el tiempo de “Kindly Bent To Free Us”, vayamos a los detalles del mismo.


‘True Hallucination Speak’ abre el álbum a partir de un preludio majestuoso que ostenta un aire de expectativa, prontamente dispuesto a dejar que el cuerpo central se desarrolle sobre una fluida armazón rítmica muy amiga de síncopas, además de estar bien ajustada a los ligeros cambios de ambiente que van teniendo lugar. El genuino filo rockero del trío se hace evidente sin hacer ningún tipo de aspaviento. Hay un falso final a poco de pasada la barrera del cuarto minuto donde el encuadre sonoro busca un momento de sutil relax antes de terminar de redondear el cuerpo central. Tras estos estupendos seis minutos iniciales llega ‘The Lion’s Roar’ para elaborar una dosis un poco mayor de explicitación muscular en el sonido grupal, aunque sin crear contrastes chocantes con los exhibido en el tema de inicio. La pieza homónima sigue a continuación para retomar buena parte de la aureola sofisticada de ‘True Hallucination Speak’ y llevarla hacia un esquema de trabajo aún más complejo en el sentido auténticamente progresivo del término. La dimensionalidad etérea de los pasajes más serenos se conjuga a las mil maravillas con esos otros pasajes donde los riffs y armonías de guitarra se sueltan en su garra metalera. Una versión breve de esta estrategia se reitera en los dos siguientes temas, titulados ‘Infinite Shapes’ y ‘Moon Heart Sun Head’ respectivamente. Estas dos piezas gozan de un gancho peculiar a través de sus complejos recovecos compositivos, especialmente el segundo. Ello permite a la banda emparentarse con la gloria clásica de unos FATES WARNING… a la par que lo pone en una onda paralela a lo que actualmente hacen bandas como EXIVIOUS y SCALE THE SUMMIT. Es más jazz-prog-metal que prog-metal en sí… o así lo parece. Durando poco menos de 4 minutos, ‘Gitanjali’ refleja una razonable dosis de tensión interna que se maneja muy inteligentemente dentro de un esquema rítmico no precisamente muy frenético, además de los estratégicos pasajes breves marcados por la sutileza que sirven como atisbos de relax emocional en medio de la oscuridad. ‘Holy Fallout’, por su parte, se retuerce dinámicamente en torno a la espiritualidad contemplativa que ha venido inundando la mayor parte del disco, incluso llevándola a su máxima expresión de tal modo que coqueta con estándares del post-metal. El repertorio se termina con ‘Endlessly Bontiful’, pieza que abiertamente se hace eco del nervio introspectivo de la precedente para meterse en áreas space-rockeras con el fin de proyectar la musicalidad en curso hacia nuevas profundidades contemplativas.

 

Hay un par de peculiaridades que vale la pena señalar sobre “Kindly Bent To Free Us”: una es que la edición especial deluxe contiene un bonus track titulado ‘Earth Is My Witness”, la otra es que el disco fue publicado en el simbólico Día de San Valentín. Bueno, aparte de estos datos anecdóticos, la verdad central de la presente reseña es que CYNIC sigue bien situado en un rol privilegiado dentro de la vanguardia rockera estadounidense e internacional.


Muestras de “Kindly Bent To Free Us”.-

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