HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy nos toca fijarnos
en el ensamble prog-psicodélico mexicano HUMUS so pretexto de su nuevo
lanzamiento discográfico “The Wheel Of Malarkey”, el mismo que está publicado
en CD y en doble vinilo. HUMUS es una banda veterana y muy idolatrada dentro
del underground rockero mexicano: el trabajo que traemos ahora a colación ha
sido publicado en junio del presente año 2014. El repertorio íntegro del disco
se ha venido grabando desde el 2012, bajo la perpetua guía del guitarrista
Jorge Beltrán, quien además de tocar la primera guitarra, también se hace cargo
de los programas computarizados de teclado. A lo largo del disco, Charly López,
Jeff Beltrán y John Westminster se alternan en el rol de baterista, mientras
que Víctor Basurto se hace cargo del bajo y de efectos de iPad. Jorge Beltrán
es el autor de casi todo el repertorio. Un dato curioso sobre “Wheel Of
Malarkey” es que buena parte del material contenido en él fue compuesto como
música de fondo para el menga “Bit Blood Aberrant” (un menga es un manga de
factura mexicana).
Como dijimos más
arriba, este disco está concebido no solo como ítem digital sino también como
vinilo doble, y es por eso que los créditos del repertorio están repartidos en
cuatro “lados”. El primer lado se abre con ‘Blatant/Mouge’, una pieza que
comienza en clave cibernética (texturas de teclados y batería computarizadas)
para luego virar hacia una enérgica demostración de space-rock de línea stoner.
Así de llamativo es el inicio de las cosas, por lo que el terreno está
adecuadamente preparado para que emerja el maratónico tema ‘Ultimate Help
Resurgence’, que dura 10 minutos y pico. A través de diversos motivos que gozan
de convenientes explayamientos efímeros, el grupo mantiene un groove dinámico y
consistente: la guitarra de Beltrán, que mayormente se apoya en la elaboración
de riffs y sencillas progresiones armónicas, mantiene una robustez sólida que
resulta crucial a la hora de dar coherencia a la meticulosa ilación de motivos
que sigue su curso al modo de los cambiantes niveles de intensidad de una
corriente fluvial. ‘We’, por su parte, se articula dentro de una dinámica más
focalizada, destacándose la vital aproximación entre el bajo y la guitarra, así
como un estupendo solo a lo HENDRIX a la hora de elaborar el clímax conclusivo.
El segundo lado comienza con ‘Bait For The Free’, un tema que suena al BLACK
SABBATH de la etapa 71-73 remodelado con comedidas tonalidades etéreas a lo
STEVE HILLAGE, seguido de ‘Flush Down The Mewk In June’, tema que da prioridad
a los talantes del blues psicodélico y del jazz-rock dentro de su osada serie
de variaciones sónicas muy propias de la esencia tradicional de la música
progresiva. ‘The Mind Has A Mind Of It’s Own’ se perfila hacia climas góticos y
misteriosos, apelando sutilmente a elementos tétricos de vez en cuando: el rol
del órgano ocupa un protagonismo especial dentro del bloque sonoro. ‘Pouy Trell
Koll’ suena como una versión reducida del espíritu general de ‘Flush Down The
Mewk In June’, mientras que ‘Rat Bat Blue Variations’ cierra el segundo lado
con una minúscula demostración de cálida ingeniería armónica de computadora. Los expertos en DEEP PURPLE reconocerán que se trata de una versión especial de un tema del álbum “Who Do We Think We Are”, de hecho, una de las piezas más enérgicas de ese disco.
El tercer lado
comienza con una composición de Ben Williams titulada ‘Losless Faster’ donde el
mismo Williams toca los teclados, la guitarra, la batería y el bajo. Su función
principal es la de abrir la puerta para la composición más extensa del disco,
‘Fulham’. Con un amplio enfoque centrado en el desarrollo de texturas y climas
computarizados dentro de una ingeniería de cadencias que coquetean en buena
medida con el free-jazz, la ambientación general de la pieza en cuestión se
siente flotante e inquieta a la vez. A poco de pasada la frontera del séptimo
minuto, se da una prioridad de texturas líricas, a veces juguetonas, a veces
reposadas. Lo que se disfruta de ‘Fulham’ principalmente es la novedad que
supone el dejarse llevar por esta refinada elaboración de excursiones
electrónicas dentro de un clima expresivo muy rico en musicalidad. Luego siguen
tres piezas un tanto breves para completar el tercer lado del álbum, siendo la
primera de ellas ‘Float’, un tema signado por el vitalismo áspero y exquisito
que es marca doméstica de HUMUS. La segunda, titulada ‘Fluctuation’, nos lleva
hacia una expresividad visceralmente vigorosa más intensa donde la batería
ocupa un privilegiado espacio central dentro de la instrumentación: por supuesto, Beltrán da rienda suelta a sus habituales signos a lo HILLAGE-HENDRIX sin dejar de darle una vitalidad nueva. Finalmente, ‘Bashes’ nos lleva hacia un ambiente relajado, tirado a lo jazzero,
donde el piano se sitúa como protagonista. El cuarto y último lado de “Wheel Of
Malarkey” comienza con ‘Junior Flake’, un jam rotundamente voraz que explora
las facetas filudas del estándar del rock stoner con grooves muy pero que muy
interesantes. Tras su abrupto final emerge la composición de Alejandro Toledano
Castillo ‘Events’, el cual nos muestra la simpática idea de un trío de maderas
elaborando matices estilizados sobre un compás básico bastante frenético.
‘Cream’ vuelve de lleno al esquema triádico de guitarra-bajo-batería con una
excelsa demostración de pesadez rockera que tiene bastante del rollo de LED
ZEPPELIN, pero con esa aureola de ácida complejidad que se deriva del
space-rock. ‘11 12 13’ es un tema donde Beltrán cuenta con invitados muy
especiales: el guitarrista Eliud Varela, el bajista Ricardo Salinas y el
baterista Christopher Kreuzer. Se trata de un jam intenso y sanamente visceral
donde los involucrados se recrean en un clima magníficamente incendiario, un
tanto a lo HAWKWIND. ‘Joy’ cierra el álbum con una muy breve (ni siquiera dura
2 ¾ minutos) recapitulación de ambientes y cadencias que ya disfrutamos en ‘We’
y ‘Cream’, siempre con su oportuno toque de sofisticación.
Todo esto ha sido “The
Wheel Of Malarkey”, un testimonio inequívoco del carácter incombustible del que
goza la creatividad de Jorge Beltrán como compositor y músico, haciendo que
HUMUS permanezca como una fuerza esencial para la vanguardia rockera mexicana. No
nos cabe duda que es un disco altamente recomendable para apreciar parte de la
cima del mejor rock progresivo hecho en tierras hispanohablantes.
COMO LOS Buenos Vinos, cada nueva grabacion del Humus de Beltran es mejor y diferente, nunca repetitiva, creando eso ambientes en que puedas divagar y flotar en tu propio espacio sideral mental in your room, excelente trabajo del maestro, ya se esta vendiendo en internet y llegara a ser tan apreciado como sus primeros albums...felicidades al Yorch Beltran mi agente personal de viajes...hahaha
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