HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy tenemos el placer
de acercarnos al grupo italiano TOM MOTO, trío conformado por Marco Calcaprina
[trompeta y sintetizador], Giulio Tosi [bajo y guitarras] y Juri Massa
[batería], so pretexto de su nueva obra “Allob Allen”, una de las más
brillantes aventuras progresivas del año. Seis años después de “Junk” (otra
gozada), Lizard Records publica este catálogo de exaltaciones sonoras y
cerebrales celebraciones surrealistas que es “Allob Allen”. Siendo la escena
italiana jazz-progresiva una tan repleta de talentos creativos de primer nivel,
TOM MOTO sabe darse maña para establecer su propio nicho, caracterizado por una
muscularidad peculiar y un manejo muy original de ideas musicales sencillas que
en los diálogos musicales concretos se tornan en tirabuzones musicales bastante
dinámicos y absorbentes. “Allob Allen”, lo decimos de entrada, es un disco
pletórico en vibraciones sonoras que establecen un nuevo norte para el ideal
del avant-jazz contemporáneo. La secuencia de todos los temas del repertorio
sigue una ilación, síntoma de que la gente de TOM MOTO tiene un especial
interés por retar al melómano de turno respecto a su capacidad de absorción.
Vayamos ahora a los detalles del repertorio de este disco en cuestión, ¿vale?
Iniciando el álbum con
una ingeniosamente dosificada visceralidad neurótica, ‘Ampullaria’ empieza su
ingeniería sónica oscilando entre la grisácea solemnidad del primer UNIVERS
ZERO y la psicodelia free-form. Ya a poco de pasada la frontera del segundo
minuto, pasamos a un cuerpo central patentemente vitalista que muestra los
aires de familia que la banda sostiene con otros grupos compatriotas de la
vanguardia jazz-progresiva: ROUND 11, CALOMITO, BREZNEV FUN CLUB – es una
sonoridad ruda y fastuosa a la vez, ostentando orgullosamente su híbrido de
jazz-rock, psicodelia y recursos Crimsonianos. La dupla subsiguiente de
‘Calcamoto’ y ‘Esenia Foetida’ se encarga de preservar y capitalizar el
momentum cristalizado por la pieza inaugural. ‘Calcamoto’ porta un aura
extrovertida electrizante y robusto, desarrollado magníficamente a través de la
sucesión de sus diversos motivos. Poco antes de llegar a la barrera del noveno
minuto, emerge un interludio marcado por una ambientación oscurantistamente
lánguida, propia de una procesión de almas perdidas en algún purgatorio. Tras recuperar
la extroversión perdida en un siguiente pasaje, se nota que el trío no deja
atrás del todo los ecos de la opresiva niebla anterior, y de hecho, no tarda en
resurgir el motivo del interludio para impulsar el cierre de la pieza, esta vez
con un inconfundible aire a lo PRESENT. Tras los 16 minutos y pico que duró ‘Calcamoto’,
‘Esenia Foetida’ se erige como una exploración de aires festivos en tono
surrealista, creando un groove llamativo a través de complejos esquemas
rítmicos y desafiantes juegos atonales protagonizados por los metales de
Calcaprina. En un pasaje posterior, los rasgueos de guitarra guían a la
amalgama grupal hacia una suerte de clímax donde el grupo parece coquetear con
la tradición del stoner, sin romper con la magia progresiva que se va armando
para esta pieza en particular. Para estos dos temas, el trío ha contado con las
colaboraciones especiales de Alice Casarosa e Irene Rametta en aportes vocales,
lo cual también se reiterará en ‘XXL’. El inicio de este tema se engarza con
las últimas notas flotantes de trompeta del tema anterior. ‘XXL’ tiene algo de
apabullante vigor en su primer cuerpo, lindando seriamente con la faceta ácida
del rock psicodélico, pero luego, en un segundo motivo, el asunto vira hacia un
intermedio entre el R.I.O. de la vanguardia gala actual y la neurosis pomposa
del paradigma Zappiano.
La adustamente
calculada interrupción del vuelo
instrumental abre la puerta a un epílogo donde el arreglo vocal vuelve a
exorcizar imágenes de purgatorio, y es cuando el arreglo vocal se vuelve
juguetón que se da inicio al siguiente tema, titulado ‘D P’, el cual nos
muestra una acabada síntesis de lo que ya pudimos apreciar en ‘Calcamoto’ y
‘Ampullaria’: demoledoras exhibiciones de virtuosismo integrado de parte del
trío en torno a ideas musicales que se sienten adustas y majestuosas a la vez,
alimentadas por una espiritualidad cortante que no deja de ostentar una
luminosidad bizarra. Los últimos 11 ¼ minutos del disco están ocupados por la
pieza homónima, la cual no ofrece nada nuevo al menú musical de TOM MOTO pero
que cumple eficazmente con regalarnos más expresiones de soltura, sofisticación
y vigor. El extravagante preludio sintetizado que suena como una máquina
perdiéndose en un estropicio es en realidad el anuncio de una nueva aurora de
sonoridades jazz-progresivas armadas en torno a una febril arquitectura
neurótica. Los fraseos de guitarra que añade el bajista Tosi ocasionalmente operan
como un contrapunto de extraña calidez frente a la perpetua incandescencia de
la trompeta y la incandescencia inagotable de la dupla rítmica.
En resumen, lo que
tenemos en “Allob Allen” es una manifestación del dinamismo más enérgico que
late en el seno de la vanguardia progresiva más radical de la actual escena
italiana. TOM MOTO reafirma así su posición prominente dentro de la
experimentación progresiva del momento a nivel mundial. ¡Disco mil veces
recomendado!
Muestras de “Allob
Allen”.-
Ampullaria
[video-clip]: https://www.youtube.com/watch?v=XkIPdPYFuOo
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