Thursday, October 09, 2014

Viajes e inspecciones desde la CASA DE ORATES


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy volcamos nuestra atención al nuevo trabajo de CASA DE ORATES, el proyecto de vanguardia radical con base electrónica fundado por el multi-instrumentista chileno Manuel Knwell. El título de este nuevo disco es “Viaje Astral” y en él se hace cargo este polifacético y muy activo músico de los teclados, sintetizadores, percusiones, programaciones y efectos computarizados, kultrun, trompeta, vientos y tambores tradicionales tibetanos y contrabajo, además de algunas voces. Sus compañeros/as de viaje para la ocasión son Serena Toxicat [voces], Eduardo Villanueva [sintetizadores], Sergio Daniel De Blois [voces], Karenn González [voces] y Sergio Peralta [saxofón tenor, flauta y clarinete]. Hay también una mención especial a Miguel Conejeros por hacer un remix del tema homónimo del álbum como penúltimo ítem del mismo (volveremos a ello en su momento). Respecto a los anteriores trabajos de CASA DE ORATES, Manuel Knwell establece una continuidad evolutiva en ciertos aspectos, pero también trae otros nuevos: uno de ellos consiste en la incorporación de ambientes y sonidos punzantemente coloridos al estilo de la IDM; otro es el énfasis en pulsaciones y encantamientos de inspiración ancestral que, lejos de oponerse al recurrente aspecto electrónico de la línea de trabajo de CASA DE ORATES, le da un giro refrescante y sugerente. Vayamos ahora al repaso del repertorio de este disco.


Durando poco menos de 1 minuto y medio, el prólogo ‘Antakarana’ arma un esquema minimalista oscuro que anticipa pertinentemente el arribo de ‘The Last Selknam’ con su dinámica coloristamente robótica, desde la que se hace una interesante confluencia de destellos cibernéticos y resplandores juguetones. Con la tríada de ‘Saturne’, ‘Autoscopy’ y ‘Axis Mundi’ se elabora un tránsito desde un oscurantismo abstracto – con el talante etéreo de ‘Saturne’ y el esquematismo electrónico de ‘Autoscopy’ – hasta la celebración maquinista de la sociedad posmoderna, pues en efecto, ‘Axis Mundi’ es toda una orgía de golpes computarizados de metales que se explaya en busca de una musicalidad nueva. Todo este camino que nos ha llevado desde un ensueño vibrante hasta un vitalismo hermético es una muestra palpable del tipo de replanteamientos que se propone Manuel Knwell en esta nueva fase de su carrea musical. La emergencia de ‘Ánimas En Penumbras’ nos retrotrae frontalmente al oscurantismo etéreo de piezas anteriores, pero esta vez no para motivar una exaltación ulterior sino para detenerse en su propia implosión: el cántico femenino está dirigido a convocar a los fantasmas interiores en la realización de un exorcismo inquietante, casi fatal. A través de su espacio de casi 8 ½ minutos, la pieza homónima genera un esencial punto de inflexión para el disco. Su esquema de trabajo machacador y punzante gesta una meticulosa mezcla de espiritualidad celebratoria de claros tonos tribales y festivos explayamientos de la realidad cibernética de nuestro mundo: una ingeniosa fusión entre lo ancestralmente mítico y el paradigma contemporáneo del acero y el cemento. En el pasaje final se impone un efecto de drone que aporta un aire de extraño ensueño para las últimas cadencias tribales que surgen para el fade-out conclusivo.

‘Ancient Of Bantú’ es un breve interludio de sonidos percusivos reciclados por computadora, un preámbulo al oscurantismo inquietante de ‘The Sacred Tree Of The Sephiroth’, todo un homenaje a las ignotas fuerzas metafísicas que guían y llenan las facetas más oscuras de la naturaleza humana. Los ecos y resabios de los vientos folklóricos son tan importantes como los sonidos mismos a la hora de desarrollar la ambientación general; además, las percusiones adicionales aportan un reforzamiento de la imperante e incesante espiritualidad ritualística, la cual alcanza una cima especial cerca del final. ‘Tíbet’ prosigue por una senda telúrica un tanto similar, pero esta vez con un aura más ostensiblemente reflexiva, y el hecho de que se incluya una recitación femenina sobre una forma diferente de verse a sí mismo en conexión con la faz más profunda del Universo se ajusta a esta descripción. Los retazos de vientos y percusiones, las minimalistas capas de teclado, los cánticos que emergen en un momento dado, y en general, la ambientación etérea global de esta pieza nos apartan de la danza precedente y nos sumergen en los quiebres impredecibles de la reflexión. Volviendo a las pautas de la IDM, el tema homónimo resurge en un ‘Remix F600Rmx’ que es más que una remezcla, es una deconstrucción motivada por el ansia de remodelar la intensidad celebratoria de la primera versión a través de desarticulaciones que instauran una nueva lógica de neurosis rítmicas. En fin, llegamos a los últimos 10 minutos del disco que están ocupados por ‘…….’: bajo este solipsista título se cobija una excursión minimalista que se refocila en su propio misterio abstracto, algo que nos hace evocar aquellos tiempos de KLUSTER y del concepto de “Zeit” de TANGERINE DREAM. La firmeza con que la bruma sónica en curso inunda el espacio circundante del oyente se hace realmente opresivo a pesar de no ser ella misma aparatosa ni estridente: es una invasión que triunfa desde lo no sensorial.


Esto fue todo lo ofrecido en “Viaje Astral” por CASA DE ORATES: tenemos aquí una nueva demostración del tipo de osada grandeza que Manuel Knwell aporta cual mente inagotable a la vanguardia musical sudamericana. Todavía no está este disco publicado físicamente (por ahora solo podemos acceder en el enlace http://casadeorates.bandcamp.com/album/viaje-astral ), pero ojalá lo esté pronto.


Muestras de “Viaje Astral”.-
The Sacred Tree Of The Sephiroth: http://www.youtube.com/watch?v=mR0ktMBO4Gg


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